Estela cepillada por María Teresa y su marido
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por DIEGOCUERO.
Al rato, y como no oían nada de Ernesto, Estela subió a ver y él estaba profundamente dormido.
Volvió abajo y se lo comentó a Juan Carlos y María Teresa.
Y de pronto, se tentaron y le empezaron a hacer mimos los dos.
Enseguida, María Teresa la llevó a la pieza de ahí abajo y tras encerrarse con ella, la gordota le pidió que se sacara la ropa que le iba a pasar cremita, lo que a Estela le parecía raro pero le gustaba.
Bueno, se sacó todo, se quedó en corpiño y bombacha, Tere abrió su cartera, sacó la cremita y le pasó.
Y al terminar le dijo que se quedara ahí, que esperara un ratito y se fue de la pieza.
Estela no entendía muy bien, pero la esperó.
Al rato se abrió la puerta pero no era ella sino su marido, y encima en calzón y excitado con ella.
Ni tuvo tiempo de nada que el potro de Juan Carlos se le vino encima, la agarró, la estrujó, le arrancó el corpiño, le hizo sacar la bombacha y cuando Estela quedó en bolas, se quitó su calzón, se le fue la pija para adelante y le enchufó su tremendo salchichón por su vagina dándole con furia y locura.
Y mientras se le revolcaba, besaba, puteaba, jadeaba y más, eyaculó tremenda cantidad de semen en su agujero.
Estelita chocha, ya lo conocía de aquel verano de Mar del Plata, pero encantada igual.
Y no conforme el hombrazo la volvió a cepillar por cola, le dio a tragar su semen y volvió a acabar en su cuerpo, para rematar con otra penetrada por la vagina y más semen.
A todo esto, después Estela supo, María Teresa filmaba con su camarita de su cartera.
Pero lo que menos la dueña de casa se esperaba es que ella también se mandara.
Y sí, cuando su potente marido terminó en su vagina, María Teresa entró corriendo en corpiño y bombacha, él le sacó todo, ella le pidió permiso y se le acostó arriba a su amiga con sus 100 y picos de kilos, mientras le daba con un plástico por la vagina, la besaba y manoseaba toda, y Juan filmaba.
Después lo hizo con los dos, con ella, ellos lo hicieron delante suyo y los tres terminaron bañando el piso y la cama de sus líquidos.
Mientras, Ernesto dormido.
Qué domingo, chicas y chicos.
Aparte de María Teresa, ahora el penacho de su marido.
Genial…
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