La dulce Vicky…2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por porqueria15.
Me estaba recuperando aun de la intempestiva mamada que le acabada de dar a mi papito, la garganta me ardía, pero no perdía de vista ese gran trozo de carne que mi papi aun limpiaba de sus mocos y mi saliva, sacudiéndola, al levantar un poco más la vista me encontré con sus bellos ojos que siempre me han visto con amor desde que tengo memoria, y los vi diferentes, como con una mescla de satisfacción y remordimiento.
– Estas bien mijita – me pregunto aun con su verga en la mano y ofreciéndome la otra para que levantara.
– Si papi, (cof, cof) – le respondí tosiendo un poco porque su semen se me había intentado ir por la nariz.
– Tranquilo Víctor – le dijo el señor alto de pelo negro que también había metido su verga en mi boquita.
– Para ser su primera mamada no lo hizo tan mal, es más creo que aguanto mejor que mi Anita en su primera vez que se la deje ir completa por la garganta, pero hora mira como se la traga.
Al decir esto me di cuenta que la niña a la que le estaba metiendo su palo por atrás, ahora estaba de rodillas chupándole nuevamente su verga al señor, que a pesar que se miraba más pequeña que cuando me la metió en mi boquita, aún tenía un considerable tamaño, asumo que era su papito.
– Si Tony pero me dejé llevar y no quisiera haberla lastimado – decía mi papa mientras se arrodillaba y me decía – Abrí la boquita Vicky, quiero ver tu garganta, deci Ahhhhh.
Yo obediente abrí mi boquita todo lo que pude y mi papi me estuvo revisando durante unos segundos, pero yo de reojo no dejaba de ver a Anita chupando el pene del señor Tony, y poco a poco vi que se le volvía a poner dura.
– Tranquilo Víctor ya te dije, se acostumbran, pero lo importante es que por fin te animaste – le dijo Tony a mi papi, dándole una palmada en la espalda y poniendo su mano sobre mi cabecita me la sobo un poco.
– Ya hace rato que tenías que haber dado el paso – siguió diciendo Tony – mira que boquita más deliciosa – dijo metiendo su pulgar en mi boca y moviéndolo sobre mi lengua.
Yo volteé a ver a mi papi, pero su atención estaba completamente orientada en la carita de Anita, la cual no perdía un segundo en deslizar el pene de su papi en su boca, en un momento vi que Tony se separó de Anita y se acercó a mí, diciéndole a mi papito – Bueno Víctor creo tenemos tiempo de echar otra ronda, que dices si continuas con Anita mientras tu hijita me termina de poner en forma a LittleTony (pequeño Tony).
Por un momento no entendí, pero no me dio tiempo a reaccionar, me tomo de la mano y me llevo a dos pasos de su automóvil en la grama, había ahí una especie de manta que no me había percatado que estaba cuando llegue, se recostó y con sus manos me indico que me sentara a la par de él, luego tomándome de las trenzas me dijo simplemente – Ok, Vicky ya sabes qué hacer con tu boquita en mi verga, ¿de acuerdo?
Yo voltee a ver a mi papa para ver que me decía, y solo lo vi con los ojos cerrados en una mueca de placer, cuando baje la mirada me di cuenta porque, tenía metida su verga en la boquita de Anita, pero no le entraba de lo gruesa que era… pero eso no fue lo que me sorprendió, si no que era ella la que se aferraba a las nalgas de mi papito para poder introducirse todo aquel grueso pene de mi papa.
Sentí una especie de enojo, no sé, talvez fueron celos, pero no pude pensar mucho en ello porque la mano de Tony me tomaba de la parte de mi nuca y me guiaba hasta introducir su pene en mi boca, y empezó a darme instrucciones.
– Asiiii… Vicky abre tu boquita un poco más, cuidado de no topar mucho tus dientecitos, tienes que chupar como si estuvieras sacando chocolate de algún tubito de dulce, no debes morder nunca, así, así, muy bien miga, así, ahora pasa tu lengua por mis huevos, así muy bien, con lengua pasa todo por el tronco.
Yo seguía las instrucciones de Tony, pero de tanto en tanto volteaba a ver a mi papito, que se había recostado a la par de nosotros y ahora tenía volteada a Anita sobre él, ella seguía chupándole la verga, pero él tenía su cabeza metida en sus piernas, no sabía exactamente qué estaba haciendo ahí, pero la cara de Anita se miraba mucho más colorada.
En un momento vi una sombra detrás de nosotros y me volteé asustada – Hola Benito – le dijo Tony y entonces me di cuenta que era el señor que estaba solo en su carro masturbándose – ¿Que paso, no trajiste a María? – le pregunto Tony.
– No Tony, hoy tenía un recital y su Mama es la que anda con ella – a todo esto, Benito venía con su verga fuera del pantalón, mientras yo chupaba la de Tony pude ver que la de Benito no era tan gruesa como la de mi papito ni tan larga como la de Tony, se podría decir que era un término medio entre las dos.
– Me permites un tirito con Anita, Tony – Le pregunto Benito.
– Claro compadre, sírvete, solo que tendrás que compartir con Víctor por ahí.
Volteé a ver y lo que me encontré me hizo tener uno escalofríos y un calor bien rico empecé a sentir en mi cuquita… Mi papi haba puesto a Anita en posición como que fuera perrito y la tenía sujeta de su cintura, su pene estaba entrando y saliendo de su vaginita de forma pausada y rítmica, la cara de mi papito era de pura satisfacción y la de Anita no se quedaba atrás, solo la oía pujar con cada envión del pene de mi papito dentro de ella.
Benito se acercó a la parte de la cara de Anita y con un simple – Buenos días Anita, abre tu boquita por favor – empezó a introducir su pene en la boca y Anita inmediatamente respondió con una chupada como la que había estado dando a Tony y a mi papa hace unos minutos.
Estuvieron así por unos minutos que me parecieron horas, estaba totalmente extasiada que no me di cuenta que yo estaba con el pene de Tony en la boca chupando como desesperada, realmente me estaba gustando esto de mamar un pene, bueno … verga decía Tony y mi papito, así que ya me estoy acostumbrando a nombrarla así.
Luego vi que mi papi se recostó nuevamente y Anita se subió sobre el a horcajadas, y ella con sus manitas empezó a guiar el cipote de mi papito hacia su cuevita y empezó a subir y bajar como si estuviera cabalgando, me tenía toda hipnotizada la forma en que ella se movía, con los ojos entrecerrados y con la boca ocupada aun por la verga de Benito.
En momento después, sentí que me quitaban mi juguetito que estaba mamando, la verga de Tony, ya que este se levantó y se dirigió al trio que estaba a la par nuestra, se puso atrás del culito de su hija Anita y acariciando las nalguitas blanquitas de la niña, poco a poco fue presionando con sus manos los cache titos de sus nalguitas abriendo su raja para encontrarse con un pequeño botón arrugadito que re prestaba su anito… – Ok Víctor, voy entrando – fue lo único que le oí decir, y mi papito abrazo por el torso a Anita atrayéndola así pecho, la cabecita de Anita apenas le llegaba al pecho de mi papito y dejo de mamar por un momento la verga de Benito, y acto seguido pude ver los ojos de Anita abriéndose ampliamente y entendí que en ese momento Tony estaba introduciendo su largo pene dentro del anito de Anita.
No creí que pudiera entrar… me levante de inmediato para ver más de cerca esa imposibilidad… pero aun que no lo crean… entro.
Y mi papa lentamente soltó a la nena que con la boca semi-abierta y los ojos entrecerrados en una mueca no de dolor si no de placer, recibía a los dos hombrones maduros que hacían de sus dos agujeritos las vainas de sus vergotas.
Pero no paso muchos segundos para que Benito se sumara aprovechando la media abertura de la boca de la nena y metió su cabezón también, a lo cual Anita reacciono succionando nuevamente el cipote que le ofrecían como tercera opción de placer.
Solo imaginen la escena que estaba viendo yo en ese momento, Benito con su verga en la boca de una niñita de 11 años, la cual hacia esfuerzos por introducírsela por toda la garganta, mi papito debajo de ella con sus piernitas a los lados, aferrado a su cintura, moviendo sus caderas pistoneando su grueso pene dentro de una vaginita que estaba completamente estirada y los labios de la misma se doblaban hacia dentro y fuera por la extrema estreches de la misma y lo grueso del pene de mí papito, y por último el papa de la niña, posicionado a horcajadas detrás de un culito al que se aferraba con sus manos y guiando su pene adentro y fuera de un culito que parecía imposible que estuviera recibiendo esa cantidad de carne dentro de él.
La escena no se resistió mas de 5 minutos, y Benito fue el primero en pegar un par de pequeños gritos … – Ahhhhh ahhhh me vengo….
Ven Vicky rápido… – me grito, y a pesar que no lo conocía, corrí como impulsada por un resorte abriendo mi boquita, como si tuviera años de experiencia y me prendí de la cabeza de su trozo de carne, solo para sentir cuatro o cinco chorros de semen golpeando mi garganta, lo sentí diferente al que había probado de mi papito, un poco más saladito, pero me lo trague completo, saboreándomelo estaba cuando vi que mi papito gritaba – Ahora voy yooooo, veni mija rapidoooo – y como si fuera algo natural, Tony tomo de la cintura a Anita y sin sacar su pene, la levanto desensartándola del pene de mi papito, y yo como si ya hubiera sido entrenada para ello, al solo ver liberada la vergota de mi papito, me abalance sobre ella chupando su cabezota casi de inmediato sentí los chorros de semen de mi papito, con su sabor menos saladito, me pareció mucho más rico.
Votee a ver y estaba Tony a horcajadas sobre el culito de Anita y aferrado a sus nalgas le decía – Ahhh, ahhh, ahhh te estoy llenando mija, te estoy soltando mi lechita, ¿la sientes?
– Si papito, la siento me encanta, como me encanto la doble culiada papito, ahhhh , ahhh, ahhhh, mas , mas, mas, empújala más….
– Repetía como poseída Anita, y Tony se quedó como electrificado con su cuerpo pegado completamente al culito de Anita, y luego poco a poco fue saliendo de él, pude como el pene de Tony salía y del culito de Anita caían gotas de lechita blanquecina.
-Wow mira la hora que es – decía mi papito subiéndose los pantalones.
– Ya me agarro la tarde muchachos, no vemos otro día – les decía mi papito jalándome del brazo.
– Ok Víctor te vas con cuidado – le dijo Benito que también se estaba cerrando el zíper de su pantalón.
– Órale Víctor ahí te recordas de tu trato con Don Juan – le dijo Tony guiñándole el ojo y haciendo una señal con su boca hacia mí.
– Si claro yo cumplo, no te preocupes – respondió mi papito.
No me quedo claro de que hablaban, pero ya estábamos subiéndonos al carro, todavía teníamos que ir por mi mami.
Continuara…
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