La fiesta

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por maduro_morboso.
Desde mis 12 años reconocí mi sexualidad, heterosexual por supuesto; y mientras mas tiempo pasaba peor me tenía. Así llegué a mis 16 sin debutar y masturbándome hasta 3 veces al día, pensaba en todas, incluída mi hermanita; ni hablar de la calentura que me agarraba hacerlo en lugares donde podía ser descubierto, baños de ómnibus, piletas, plazas etc…

En ese entonces mi hermana Soledad, un año menor que yo estudiaba modelaje, alta, ojos celestes, rubia pelo largo y lacio, un cuerpazo en verdad, parecía un ángel inocente, no la veía como mujer pero sentía celos en silencio… o eso creía yo…

Al final de su primer año de estudios tenía una fiesta de fin de año lectivo con desfile incluido y me tocó acompañarla para “cuidarla”, yo no conocía a nadie pero ella me tranquilizó diciendo que eran gente de confianza y reconocida en el ambiente. Apenas llegamos nos recibe una señora que resultó ser la cara y nombre de la agencia, la fiesta se realizaba en un lugar con todas las comodidades posibles y presentada de la mejor manera. Bueno, la fiesta empezó y había bebidas gratis para todos así que aproveché y tome lo que pude, estaba bien subidito de copas y calentura viendo tantas mujeres bellas, no al punto de perder el conocimiento pero tomé mas de mi limite.

Entre bailar y charlar no ví el desfile y menos a mi hermana, objeto de mi presencia en el lugar; y la fiesta ya daba señales de llegar a su fin. Me puse a buscarla preguntando a todos hasta llegar al barman el cual me dijo que quizás estaba arriba, que me lo averiguaría mientras esperaba en la barra de tragos. Se perdío un rato lo suficientemente largo para que en mi estado de semi-embriaguez me haga pensar en lo que me harían mis padres si no volvía conmigo. Al fin bajó y me dijo que efectivamente Soledad estaba arriba con la señora Carmen que me quede tranquilo, ya casi no había gente y mi cara habrá cambiado supongo, me ofreció otro trago que acepté.

El barman me dijo recostate en un sillón unos minutos que después vamos arriba. Lo poco que me quedaba de control desapareció como por arte de magia o alcohol en este caso, asi me dejé llevar hasta los pisos superiores donde estaban los que quedaban en la fiesta.

Lo que ví me impresionó de tal manera que se me mezclaban los sentimientos, mi dulce hermanita estaba totalmente desnuda en cuatro patas sobre la alfombra, con la cabeza entre las piernas de la sra. Carmen dándole una mamada espectacular, ésta acostada boca arriba con la cabeza levemente recostada en un sillón de cuero, mirándola de frente mientras le comían la vagina, detrás de mi hermana un señor grande, alto, canoso, peludo, con una panza gigante y con el pene (fácilmente me duplicaba en tamaño) enterrado en el orto de Soledad, en toda la habitación había chicas y hombres haciendo el amor en distintas posiciones y roles. En cuanto nos vió entrar el hombre que penetraba a mi hermana le dijo al barman

–“traelo acá…” , al acercarme me preguntó

-“te gusta lo que ves?…” y entonces todo lo que sentía me paralizó, las miles de pajas que me hice pensando en mi hermana, los roces eróticos que nos dabamos sin decir palabra golpeaban mi cabeza, me ganó la calentura pero no podía articular palabra, saliendo del culo de mi hermana y con voz fuerte me dijo –“dale, chupale el orto que le falta lubricación”, mis ojos se perdieron en el anillo abierto, rosado y perfecto que dejó una gran poronga, mas abajo se notaba los jugos en la concha totalmente depilada de mi hermana, quizá había mucho mas que solo su lubricación.

No podía pensar, una gran mescla de miedo y exitación me sorprendió; todo me daba vueltas y asumí con sumisión al pedido y arrodillándome tomé una nalga con cada mano levantándola levemente hundí mi lengua en ese culo maravilloso, literalmente le metía la lengua tan profundamente como podía, lo cubrí con mis labios y chupaba como me imaginé mil veces en cada paja que me hice, el tipo hablaba con la señora sin que yo entienda que decían con lo absorto que me tenía lo que estaba disfrutando ya que después en la misma posición le lamía la vagina de punta a punta hasta donde mi lengua alcanzaba.

El tipo me tomó de la cabeza separándome y me dijo –“dejame algo que la vas a gastar” lanzando una carcajada compartida con la señora Carmen, entonces me dijo, -“ayudale a Sole mientras tanto, a esto Carmen tenía ambas piernas en el aire ofreciendo su culo a la lengua de mi hermana que se la comía sin cesar.
Carmen me dijo, -“desnudate nene y ponete sobre mí”, me quite la ropa y me puse en posición de un 69 con la vieja, a veces chocábamos las cabezas con Soledad chupando su culo y concha a la vez.

Carmen metió mi pija en la boca junto a los 2 huevos, no aguanté ni 3 minutos y acabé en su boca, mi pija no bajaba de la calentura y seguimos así jadeando y oyendo gemidos y gritos ahogados en toda la habitación, en un momento Carmen me dio un beso negro jugando con mi orto entre tanta lengua mete un dedo en mi culo moviéndolo hacia todos lados mientras se turnaba chupándome la pija, sentía mi ano estirado plenamente y cada movimiento parecia desgarrarlo milimetro a milimetro, apenas me sintió relajado metió otro y al rato un tercero, me gustaba sentir tantas cosas juntas en lo que era el adiós a mi virginidad y por ambos lados, a esa altura yo acabé 2 veces y me dolía todo

Sole descansaba recostada sobre su espalda con una mirada llena de lujuria, de pronto Carmen sacó sus dedos y sentí algo frío cubrir mi culo, traté de darme vuelta pero Carmen cerró sus piernas atrapando mi cabeza entre ellas, mi pija había vuelto a tope encerrada entre sus labios, de pronto me la tomó con un fuerza inusitada con la mano, metió mis huevos en su boca llenándolos de saliva empezó a chupar con fuerza, tanta que me hacia doler por momentos, en ese instante sentí mi culo totalmente cubierto y tratando de ser vencido, el dolor me hizo pasar las sensaciones que venía disfrutando y solo atiné a tratar de salir de esa posición, pero el tipo me tenía bien agarrado de la cintura y ella me dificultaba el movimiento desde abajo, me pedían que me relaje que pasaría pronto el dolor y me gustaría después, mi pija ya no se mantenía en erección de ninguna manera y sentía como el intruso se hacía lugar poco a poco en mi interior, según mis cálculos no faltaba mucho para estar toda enterrada en mi culo, creyendo que me aliviaría algo en un momento relajé mis esfínteres y sentí el mundo entrar en mi, sentía como mi ano se desgarraba fibra por fibra y una sensación de plenitud que me llegaba al estómago, me quedé muy quieto un buen rato al igual que mi intruso, mis lagrimas corrían de mis mejillas a la entrepierna de Carmen y el cansancio seguía, con su pija enterrada en mi orto dijo, -“costó pero ya está…” entonces empezó a recorrerme el culo con su pija, entraba y salía pareciendo interminable cada recorrido, ya vencido me empezó a gustar el vaivén y aflojaba cuanto podía mi culo para facilitar la penetración.

Empezó a golpearme las nalgas con sus embestidas lo que me daba un gran placer, sentir ese golpeteo me llevó a disfrutarlo rápidamente y querer mas, me gustaba sentir todo eso. Al rato acabó en mis entrañas y esa sensación nueva tan especial junto a la lubricación que calmaba en parte el ardor que sentía me transportaba a otra dimensión.

Mi hermana estaba siendo penetrada vaginalmente por otro tipo y me quedé viendo como la sometían, al rato se acercó el barman me puso la verga frente a mi cara y me pidió que se la chupe, lo hice con la torpeza de la primera vez siguiendo sus instrucciones, cuando estuvo bien dura me dio vuelta y me penetró sin miramientos, si ya me ardía la cola ahora parecía quemarse, por suerte no duró mucho y acabó rápidamente diciendo, -“que cerradito estás, bebé”; de alguna manera me sentí orgulloso con esas palabras y me dí cuenta que no sería la última vez que disfrutaba una buena cogida.

En fin, cerca de las 9 a.m. ya bañados volvimos a casa y por suerte logramos acostarnos sin hablar con nadie.
Mi hermana no siguió estudiando modelaje y casada se dedica a otra cosa.

Gracias por leer. Es un relato de mis fantasías, espero les guste.