La gran noche
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Mi exnovia era casi tan alta como, pelo largo y negro con poco pecho y un culo que cada vez que lo tocaba me daban ganas de darle la vuelta y morirme de placer, su amiga sin embargo era bastante bajita, gordita, pelo rubio ojos verdes un pecho impresionante, y un culo algo abultado.
Al no haber casi fiesta por los sitios de marcha nos pusimos a hablar sin parar de cosas incoherentes hasta que la amiga mencionó que si sabía que se había ido a vivir sola, a lo que le mencione que no tenía ni idea, ya estaba hecho, me cogieron de la mano y me llevaron a su casa.
Llegamos a su casa, en cuanto entramos o que pude ver a simple vista fue un gran sofá, y enfrente la televisión, no parecía tener muchos muebles, a lo menos los justos. Enseguida me dijeron que si quería tomar algo, le dije que algo con alcohol para que no se me bajara el mono, la amiga fue hasta la cocina abrió la puerta y la cerró tras de sí. Estando sentado en el sofá, empecé a notar unas manos por mi espalda, mi ex me estaba dando un masaje de esos que te dejan totalmente relajado hasta hacerte caer dormido.
La dejé hacer un rato cuando, me vista se posó en sus piernas, acordándome todo el tiempo de esas caderas que tanto andaba buscando, empecé a tocar sus piernas por dentro haciendo ?un masaje? de arriba abajo y ella mientras tanto se encargaba de mi espalda, seguí hacia arriba hasta notar una zona cálida y volví a bajar, si eso era lo que ella quería iba a sufrir por querer más, pero tuve que parar al oír la puerta de la cocina abrirse y venir la amiga con mi copa, nos tomamos la copa y nos pasamos un rato hablando de la mudanza de la nueva vida, aunque no pude escuchar mucha cosa, esto prometía y en el aire había un olor familiar, algo que me estaba excitando, eran sus sexos.
Cuando acabé mi copa mi ex fue a llevar los vasos a la cocina mientras que la amiga me iba a enseñar la casa. Fíjate por dónde empezamos por el dormitorio y ya no vi más de la casa en lo que quedó de noche, me había hecho acercarme a la ventana para hacerme ver las vistas con la suerte de que mientras ella estaba delante de mí, todo mi paquete, del que casi me había olvidado, estaba durísimo le estaba rozando todo aquel culo. No hicieron falta más palabras ni más miradas, cuando note que no se inmutaba al rozarla, lo comprendí.
Me bajé un poco y le fui besando el cuello mientras que con una mano le acariciaba la cara y con la otra le masajeaba un pecho, una reacción rápida de su mano hacia mi paquete que tenía tantas ganas de reventar. Le besaba el cuello las orejas, metía mi lengua por su oído, la oía empezar a gemir y dar pequeños chillidos, entonces con muchas ganas me tiro en la cama y me quitaba la ropa yo le seguía el ritmo, en cuanto conseguimos deshacernos de nuestra ropa lo primero que hicimos fue un 69, que delicioso aroma el de aquel coño tan empapado en sus fluidos mientras que jugaba con su clítoris y con mi lengua intentaba hundírsela más y más haciendo círculos, pero lo que más me gusta de comer un buen coño es que a la vez me la coman a mí, en cuanto noté esa boca tan cálida subiendo y bajando por mi pene se me erizaba todo el cuerpo y mis huevos ya tenían ganas de echar todo el amor que llevaban dentro, estuvimos así un rato, mientras que ella me la comía, masajeaba mis huevos acariciaba mis caderas, yo le comía todo su sexo de un lado a otro, desde el coño hasta el culo sobandole sus enormes tetas y pellizcándole los pezones; y de pronto pasó……
Mi ex, me había olvidado de ella, entró en la habitación y en vez de un 69 eso parecía un 11 en horizontal, nos quedamos totalmente tensos, pero… había algo diferente en ella, su mirada, tenía una mirada de lasciva más bien de una puta que tiene ganas de que la follen bien y más de una vez.
Vino hacia la cama, me besó tiernamente, cosa que sabía hacer bastante bien, yo directamente fui hacia su sexo y le empecé a meter dos dedos para que cogiera rápido el ritmo, mientras que la amiga se levantó y empezó a meterse mi aparato haciendo que desapareciera dentro de ella y exhalando una gran bocanada de aire, con un sube y baja muy lento que apenas me dejaba respirar, entre eso y los besos de mi ex, no aguantaría mucho.
Debajo siendo follado por una chica salvaje, otra de ellas me besaba todo el cuerpo, con una de mis manos hundido en el sexo de una, ya tenía 3 dedos dentro, mi miembro dentro de otra acabé corriéndome en todo el estómago y las tetas de la chica, fue una corrida tal que no me extrañaría que los vecinos no lo hubieran oído, nos quedamos un rato parados y en cuanto acabé de correrme (que no fue poco tiempo), mi ex se acercó y hundió con sus labios mi pene para dejarlo limpio, al terminar… nos pusimos nuevamente en marcha, pero eso ya es más largo de contar…jejejeje.
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