"LA ORGÍA GORDA"
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Eran hermosas, es verdad…pero asombrosamente gordas también. Todas, como seleccionadas por lo gordas y, a la vez…lindas.
Nosotros los chicos varones, éramos todos delgaditos y muy de ese tipo de chicos así vistos por el gusto estético social como "modelitos de elegancia seductora".
Al llegar el fin de cursos, los resultados estudiantiles les dieron a ellas una ventaja abrumadoramente superior a la nuestra, y aquéllo incidió en nosotros como un elíxir afrodisíaco que nos erotizó sobremanera tanto a nosotros los varones, como a ellas también.
-¿"Qué les parece si celebramos este fin de cursos con una linda orgía…qué les parece la idea, mh..?"
Fue la propuesta hecha con una sutil y provocativa morisqueta cochinamente burlona, que nos hiciera una de aquellas hermosas gordas mirándonos a todos los varones del grupo mientras las demás soltaban las carcajadas, agregando otra:
…"¡Una orgía donde todos ustedes sean nuestros sometidos esclavachos sexuales y dejándose hacer por todas nosotras las cosas que nosotras quiéramos hacerles!!!"
Fue aquéllo, como una súper punzante estocada erótica que nos atravezó como ensartándonos a todos de una manera por demás eficáz.
-"SÍIIIII..!" -exclamamos -me acuerdo-, aprobando aquella propuesta, y las carcajadas eufóricas de todas, sus aplausos y gritos, sus brazos en alto y bailando algunas, sellaban aquéllo como el acuerdo a algo que era el comienzo de una cosa "muy gorda" que entre nosotros nacía.
Cómplices y excitados en el más juvenil ardor, ellas y nosotros nos complotamos para hacer una orgía loca donde serían ellas, las que diagramaran todo…las que dominaran las acciones, y las que serían sobre nosotros, dominantes completamente absolutas. La euforia de aquellas triunfantes gordas hermosas, era sorprendentemente única.
Nosotros, varones que habíamos sido por ellas humillados en aquella final paliza en la que nos demostraran tanta superioridad, estábamos frágiles y poseídos por un encanto superlativo hacia la arrolladora supremacía de todas ellas sobre nosotros, y nos resultaba tan excitante como motivante, el hecho de entregarnos sumisamente cómplices a la dominación que sobre nosotros ya comenzaban.
Ellas, viendo cómo habíamos por ellas quedado, y viéndonos tan excitados como sumisamente dóciles a ellas ya entregados, entre ellas reían ya sin disimulo disfrutando aquella conquista, y, sin disimulo también, planificaban las cosas a hacernos con la más absoluta desvergüenza y hasta riéndose al planificarlas a voz en cuello.
Éso, todo eso, funcionaba en nosotros los varones, como un aditivo aliciente que nos multiplicaba todavía más la excitación sexual que nos envolvía.
A las risas decían entre ellas y ante nosotros, cosas como ser:
-"Vamos a cocharlos bien calientes y vamos a disfrutarlos a nuestras anchas…quiero ver cómo les hacemos saltar la leche por la verga!!!"
-"Yo quiero que me laman bien las patas..!"
-"Y yo, que me chupen bien la concha..!"
-"Y yo, que me chupen bien el culo..!"
A los gritos y carcajadas decían cosas así todas ahí entre nosotros escuchándolas y riéndonos sumisos y resignados, mientras todas reían felices a grado sumo viendo aquel resultado de su dominación absoluta que sobre nosotros ya comenzaba a augurar cosas que irían a pasar indefectiblemente.
Ibamos a ser sus esclavos, y aquello era el comienzo de una relación grotescamente insólita que ellas, habían sabido conquistar.
-"¡Vamos a hacer las cosas bien hechitas..! -decían- ¡Vamos a llevarlos hasta la cabaña abandonada donde hacemos nuestros paseos y reuniones, y ése, será el lugar donde en adelante, los agarraremos para hacerles las cosas que en adelante…vamos a hacerles!!!"-decían-. Cada cosa que ellas decían, eran para nosotros los varones, como nuevas inyecciones de atróz erotismo que nos iba sumiendo cada vez más en un deseo loco por caer más y más a los pies de ellas. Ellas lo veían y más agudizaban sus decires, y reían gozosas en un placer hasta cochinamente descarado al así tenernos. Por gusto decían cosas cada vez más cargadas de abusivas ideas de dominación y abusos hasta grotescos sobre nosotros, y ante nuestro silencio y aprobación con nuestras miradas y gestos de excitación evidente, todas reían y eran un verdadero poema sus caras y sus risas.
Íbamos a ser un grupo de chicos varones esclavos de un grupo de chicas mujeres, y eso ya estaba sellado.
De pronto, una de ellas tuvo una idea que al exclamarla ante todas y también nosotros ahí oyéndola, dejó por un breve instante a todos en estupefacto silencio por lo gorda y puerca de su significación…
-"Chicas…? ¿Y si les inyectamos aquel excitante sexual que vimos que les inyectaban a los potros aquellos cuando los juntaban para cojer con las yeguas, para que tuviesen mejor performance..?"
Hubo un silencio…miradas entre todas y todos…ellas mirándonos con calculadora mirada…risitas en algunas…
-"Sí…háganlo..!" -fue la frase de uno de nosotros…y nuevamente el silencio se hizo por un instante, y se rompió con la risita de una gorda…y enseguida con la de otras…
-"Yo…estoy de acuerdo también…"-exclamó otro…
Las gordas nos miraban a todos como preguntándonos, mientras en sus expresiones faciales se dibujaban las más cochinas miradas que más aún nos encendían…
Y de nuestras masculinas bocas comenzaron a salir aquellos monosílabos:
-"Sí…"
-"Sí…"
-"Sí…"
-"Sí…"
Las gordas, comenzaban a reír, y algunas, a bailar con los brazos en alto.
Ahora sí: estábamos completamente REGALADOS ellas!!!
Marchamos hasta aquella cabaña pues, y ya al llegar, nos hicieron desnudarnos a todos completamente desnudos, y unas y otras comenzaron en nosotros la más desvergonzada dominación en la cual cada una hacía lo que le venía en gana con el que tenían en sus manos.
Follábamos como descosidos, es verdad, pero…¡eran ellas las que tenían la sartén por el mango..!
Nos habían "domado" de una manera por demás eficiente, y ahora…comenzaban a disfrutarnos! Es verdad que nosotros también disfrutábamos anidando nuestras enormes y calientes pollas en aquellas hermosas cavidades de ensueño de aquellas hermosas gordas que nos devoraban como hambrientas de sexo, pero…era como algo reramente ensoñador también, el sentirnos por ellas así dominados y objetos de sus deseos tan avasallantes.
Nos hacían lamerlas por entero, y aquellas hermosas abundancias femeninamente anatómicas de nuestras gordas amigas, nos encendía a todos en la más alocada hoguera de un volcánica pasión que nos ponía cómplices de sus avasallantes haceres.
Gritábamos como marranos cuando nos hacían acabar, y era el más delirante placer para ellas, el vernos explotar en aquellos orgasmos que los hacían coincidir con los de ellas en una sincronización propia de verdaderas "brujas del amor loco"…¡Cómo nos habían conquistado!!!
Nos montaban desnudos paseando acaballadas en nuestros hombros cual si sus caballos fuésemos, y aquello era como cosa extraída de la más fantástica historieta porno de la Femenina Dominación, y aquello no era sinó, la más sencilla realidad ocurrida allí entre un común grupo de chicas y chicos de un colegio secundario, que habían comenzado a practicar algo que se supone exclusivo de ciertos cotos de lo elitistamente sensual, erótico, prohibido, o como se le quiera llamar…
Y cuando llegó el momento de aquéllo que habíamos entre ellas y nosotros democráticamente acordado en unanimidad absoluta…pues, sin arrepentimientos de ninguna clase, procedimos a ponerlo en práctica..!
Riéndose ellas y ya en sus manos las jeringuillas, ampollas con aquella droga y los haceres correspondientes para preparar la inyección a cada uno, nosotros…aunque temblando por la realidad de lo que sabíamos irían a hacernos, reíamos no sin un tantillo de ese masculino miedo a las inyecciones, mordiéndonos los labios y hasta temblando y castañeteándonos los dientes un poquitín…
Ellas…reían!!!
-"Bueno potritos…les llegó la hora!!!" -nos dijeron…y, en sus manos, ya las jeringuillas estaban prontas para ensartarse en nosotros..!
Sobre cada uno…una de ellas ya reía dirigiéndonos aquellas socarronas morisquetas que en cada una, se dibujaba mirándonos a la cara como preámbulo a la inyección que sucedería…
-"¡Ayyy…ay…ay…ayyyyyy!!!!" -era el escucharse de nuestros gritos cuando las agujas entraban…
Ellas, prolijamente haciendo y en silenciosa risa…reían!!!
Cuando yá las agujas hicieron su trabajo y salieron de nuestras carnes habiendo depositado en nosotros la sustancia aquella que iba a dejarnos en un estado que será cosa de contarla en otro capítulo…ellas, soltaron a coro las carcajadas más estridentes, comenzando todas a saltar y bailar en frenética algarabía como peámbulo a lo que sabían…irán a disfrutar de nosotros!!!
Si: lo que vendría, iría a ser… "LA ORGÍA GORDA"!!!
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