Las gemelas y papá noel con sus duendes
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por asantiagof.
Era época navideña.
El 24 de diciembre la mayoría de la gente salía de compras al centro comercial, llevando a sus hijos en compra de sus regalos y todas esas cosas.
Es el día donde todos los negocios se aborrotan de gente, todos comprando o haciendo algo, y el shooping estaba que explotaba.
Mary y Katy eran dos Gemelitas que habían llegado con su familia para pasar las navidades junto con sus abuelos, primos y tíos que tenían acá.
Como eran las dos únicas niñas de la casa, porque todos los demás parientes que estaban en la gran casa de los abuelos eran gente grande, eran las chicas consentidas.
Las dos inocentes y rebosantes de energía, corrían por toda la casa gritando y riendo.
Además eran unas niñas muy bonitas (y eso lo dirían también ustedes si las conocieran), casi todos en esa casa eran morochos y castaños, pero ellas habían salido con unos cabellos rubios como el sol y unos ojos de color verde esmeralda muy claro que hacían que todos comentaran lo hermosas que eran y cuanto más hermosas eran a medida que crecían.
Katy era las más vivaracha y Mary un poquito más tímida.
No eran muy altas, para la edad que tenían (8 añitos) median un metro con 50 centímetros (48 cm si somos exactos).
Sus padres las vestían igual (como todos los padres que tienen hijos gemelos), pero de distintos colores.
Y ese día de navidad las dos llevaban vestidos por encima de las rodillas un poco ajustados a sus cuerpitos que recién se estaban desarrollando, pero desarrollando de una manera abrumadora.
Por las gemelas estaban en esa edad donde no se sabe si siguen ya son una mujercitas.
Aunque si uno no las mirara bien, dirían que tienen mas edad de la que realmente tienen.
Pero sus caritas inocentonas las venden.
Katy estaba de rojo, y Mary de celeste, las dos con trencitas recogiendo sus cabellos atadas con lazos de igual color que sus vestidos, mediecitas blancas hasta las rodillas y sus pies con zapatitos acharolados.
Todos se desvivían por ellas para darles todos los gustos, mimarlas, consentirlas en todo.
Además de que ellas estaban muy emocionadas por la navidad, creían ciega e ingenuamente como buenas niñas en Papá Noel como les habían dicho sus padres, y nadie quería quitarles esa ilusión, por eso les dijeron que por la tarde irían a ver a Papá Noel que estaba en el centro comercial.
Javier era su primo de 17 años y el, un joven picaron con las hormonas en ebullición, se aprovechaba de la ingenuidad de sus primitas para toquetearlas un poco, le daba mucho morbo que sean gemelas, que sean tan igualitas la una a la otra, y que sean tan pero tan preciosas.
Esa mañana él le había dado un beso en sus labios sugerentes a cada una diciéndoles "porque las quiero mucho mucho, tanto que me da vergüenza, así que no le digan a nadie".
Luego les había tocado la cola a las dos en el baño en tono juguetón al entrar de improvisto cuando ellas se habían terminado de cambiar.
Mary y Katy solo rieron muy divertidas e intentaron tocarlo a él, pero no lo lograron porque él era más rápido que ellas, creían que todo era un juego.
También Javier las habían espiado en el baño mientras ellas se cambian, y se había excitado bastante al verlas en ropa interior, con calzoncitos blancos de algodón, observando que ambas tenían una colita respingada durita y redonda, que sus pechitos ya se desarrollaban de manera abrumadora, eran grandes como para entrar en sus manos perfectamente.
Ya a la tarde, porque las gemelas estaban que caminaban por las paredes para ir a ver a Papá Noel, sus padres decidieron llevarlas al centro comercial en ese mismo instante.
Acompañados de Javier, su madre y sus abuelos.
-¿A él le tenemos que entregar la cartita no?- Preguntaba Katy a Javier en el camino.
-¿Y porque Papá Noel esta en el shooping, ni vive en el Polo Norte?- Preguntaba Mary tímidamente.
-Porque vino a buscar las cartas por esta zona, después va a otra, y luego a otra, hasta juntar todas las cartas.
– Trataban de explicarles todos en el auto.
Javier, que llevaba a Katy sentada arriba de sus piernas (porque todos no cabían en el auto) se excitaba sin control alguno por los rosees que hacia la cola de su primita en su bulto cada vez mas duro.
Y había tomado una erección tremenda, tanto que le dolía, pero Katy que ni sabia lo que pasaba, solo sonreía.
-¿Te molesta mi celular?.
– Le dijo Javier para safar.
-no, ¿por Tío?- Le contesto ella con la inocencia mas grande del mundo.
Mary miraba emocionada por la ventanilla del auto, señalaba todo lo que veía y se las indicaba a su hermana, ellas pocas veces venían a la ciudad y estar allí las emocionaba mucho, era un mundo nuevo para ellas cada vez que visitaban a sus abuelos.
Cuando llegaron al shooping las gemelas querían ver todo, iban arrastrando a sus padres de las manos de acá para halla, y al mismo tiempo decían a coro: -¿Dónde esta papá Noel? ¿Cuándo llega Papá Noel?.
– Sus padres, que querían comprarles sus regalos sin que ellas los vieran hacerlo, le dijeron a Javier sin que ellas escuchen: -Javi, llevabas a recorrer el shoping y que vean al Papá Noel, así compramos los regalos.
-No te preocupes tía, yo las cuido.
– -En dos horas nos encontramos acá en el patio de comidas, sí?.
– Le dijo su Tía y los dejos solos.
Javier les dio las manos a las gemelas, una de cada lado, y fue arrastrado por ellas por todo el shooping.
Javier se comporto bien, las cuido, las llevo a mirar vidrieras, les compro helados, las aguanto viendo sus muñecas preferidas, pero ellas insistían con ver a Papá Noel.
-¡Vamos a donde esta papá Noel! Dale Javi!!!.
– Le gritaban con sus vocecitas chillonas.
Javier busco uno de los tantos Santa Claus que había por allí, y encontró uno cerca de los baños en el 3° piso.
Era un viejo disfrazado, sentado en una silla rodeado de árboles de navidad y con 4 enanos.
Ellos estaban charlando, ni había ningún niño alrededor, porque en el 3° piso no había cosas para chicos, la mayoría de los niños estaba en los otros pisos con sus respectivos padres, así que Papá Noel y sus enanos no tenían mucho trabajo y se dedicaban a jugar al póquer.
-Papá Noel!! Papá Noel!!.
– Corrieron gritando las gemelas hacia él, soltando las manos de Javier.
El Viejo (porque era un viejo cualquiera, no papá Noel de verdad, se los digo por las dudas) las miro de arriba abajo cuando ellas se pararon frente a él sonriendo y con los ojos brillando de alegría y emoción.
Se paso la lengua por los labios al ver a tan bellas criaturitas, y les sonrió.
-Hay otros Pap.
– Dijo uno de los Enanos sin ganas de atender a las gemelas, pero el viejo lo corto de golpe.
-jo jo jo!!.
Feliz navidad niñas!! ¿Vienen a verme?- Les dijo abriendo sus brazos, el enano se lo quedo mirando algo enojado.
Javier, que se aburría de esa cursilería, vio a una amiga suya en el local de al lado y fue a hablar con ella, no creía que iba a tener problemas porque desde el local podía ver a las gemelas.
-¡¡Que barbota tenes Santa!!.
– Le decía Katy tocándole la barba al viejo.
El había sentado a las gemelas en sus piernas, una en cada rodilla, y las tenia agarradas con sus manos enguantadas por sus estrechas cinturitas.
-No tenemos chimenea Santa, ¿Cómo vas a hacer para venir a casa?.
– Le preguntaba Mary.
El viejo les contestaba cualquier cosa para dejarlas contentas.
Mitras tanto, él les frotaba la espalda a las gemelas y veía de reojo las piernas de ellas, la piel blanca y suave que tenían.
-Pero que bonitas niñas son!!.
– Decía uno de los enanos mirando a las gemelas de cerca, ellas los miraban asombradas a los duendes ayudantes de Santa, que estaban vestidos todos de verde, chalequitos verdes y calzas verdes, sombrerito verde y zapatitos de duende.
verdes, y con orejas de elfo de plástico.
(Y una vez mas, no eran duendes de verdad, sino enanos de verdad o gente pequeña como les gusta llamarse, hombres adultos mas o menos un poco más bajitos que ellas, pero de manos grandotas y barrigudos como Papá Noel) -Tenemos unas cartitas así nos traes nuestros regalos.
– Le comentaba Katy acomodándose en la rodilla del viejo y falso Santa.
Él cerraba los ojos cuando ella hacia esto, porque ella rozaba su bulto con sus colita, provocándole un placer que sentía siempre que tenia alguna jovencita encima (y una de las grandes razones por las cuales trabajaba de Papá Noel, las niñas sentadas en sus piernas) Javier miraba de vez en cuando a las gemelas mientras charlaba con su amiga, y como veía que estaban allí alegres, estaba tranquilo y seguía charlando como si nada.
-¡Pero que lindas piernitas!.
– Les dijo otros de los enanos mirando las piernas de Mary, porque se le había levantado un poco su vestido y se le veían claramente sus piernecitas firmes y suaves.
Ella sonrió sonrojándose un poco, pero no se molesto.
-¿Y como se portaron este año?.
– Les pregunto Santa.
-Muy bien.
Muy bien!! No hicimos nada malo, no decimos malas palabras.
– Decía Katy.
-Hacemos caso a los mayores, no peleamos.
bueno, Katy un poquito, pero no mucho.
– Decía Mary.
-¡¡Mentira!!.
¡¡Yo me porto bien!!.
No santa, ¿Vos sabes no?.
– Pregunto Katy.
El viejo estaba con algo de saliva en la boca, baboseándose por las gemelas, ellas le hablaban sonriéndole y mirándolo fijamente con sus ojitos verdes, y se movían encima de él al unísono.
El viejo de vez en cuando apoyaba una de sus manos en las piernitas de ellas y las tocaba cada vez mas, miraba a los enanos y asentía con la cabeza, y entre todos se miraban cómplices.
-Voy a ver si esta todo en orden.
– Dijo uno de los enanos y salió hacia los baños.
El viejo Santa solo asintió y siguió hablando con las gemelas.
Javier estaba muy concentrado hablando con su amiga, y miraba de vez en cuando, y cada vez menos a las gemelas.
-Porque son muy, pero muy lindas y buenas, tengo regalitos de mas para ustedes dos!.
– Les decía el viejo Santa, y las gemelas abrían la boca de asombro y le preguntaban que les iba a regalar.
-Pero no le tienen que decir a nadie, porque los otros niños se pueden poner celosos y eso me pondría muy pero muy triste.
– Le decía Papá Noel.
-¿¿Y que es?? ¿¿Que es???.
– Decían exaltadas ellas batiendo sus manitas.
El viejo reía y solo decía "ojo jo jo, ya va a ver!!".
mas emocionado que las gemelas.
Uno de los enanos miraba a su alrededor, mientras el otro volvió de los baños y dijo "todo en orden".
-¿Quieren ver sus regalitos ahora? Pero solo porque son ustedes!!.
– Les dijo el viejo Santa al ver que las niñas estaban solas y porque su niñero estaba ocupado y muy distraído con sus asuntos y no las miraba, cosas de la juventud.
-Podemos!!!! Siiiii!!!.
– gritaron y aplaudieron las gemelas de pura emoción.
Javier las miro y como vio que estaban todavía allí con el viejo, siguió charlando con su amiga a ver si conseguía una cita.
-Vengan, pero disimulen que nadie se tiene que enterar.
– Les dijo el viejo Santa llevándoselas rápidamente de la mano, seguido por los enanos.
No había mucha gente, y nadie los vio irse.
El viejo Santa las llevo al baño, ellas iban en silencio y mirando hacia todos lados emocionadas por estar con Papá Noel y conocer el lugar donde guardaba todos sus regalos.
-Esto es una baño santa.
– Dijo Mary al ver que entraban en uno de los baños.
-Acá esconde los regalos tonta.
-Dijo Katy rápidamente, y Mary dijo "ahhh si".
-Pero que inteligente sos!!.
– Dijo el viejo Santa y Katy sonrió orgullosa.
Uno de los enanos se quedo en la puerta y puse un cartel del lado de afuera que decía "no funciona, en reparación, peligro, no entre si autorización".
Dentro del baño estaban las gemelas rebosando de emoción con el viejo charlatán disfrazado de Papá Noel y los cuatro enanos disfrazados de duendes.
-Ahora cierren los ojitos y nos los abran para nada del mundo, sí mis niñas?.
– Dijo el viejo Santa, y las niñas paraditas una al lado de la otra los cerraron y quedaron con una sonrisa dibujada en sus caritas.
Uno de los enanos pasaba una botella envuelta en diario y tomaban algo de ella.
El viejo tomo dos tragos largos de la botella y siguió con la farsa.
-Ahora voy a darles sus regalitos, pero no tienen que abrir los ojitos ni moverse, si?.
– -¿Y como vamos a ver nuestros regalitos sí tenesmos los ojos cerrados?.
– Pregunto Katy.
-Porque no son para ver, son para sentirse alegre alegre y explotar de alegría!! Todos vamos a explotar de alegría!!!.
– Dijo uno de los enanos y todos rieron, inclusive las gemelas aunque no entendían.
-¿¿¿Vamos a explotar de alegría???.
– Pregunto Mary ansiosa ya de recibir su regalo.
-Aja, ahorita lo van a sentir.
-Dijo el viejo mientras se acercaba a ellas junto con los enanos.
Las gemelas temblaban de la emoción, se preguntaban que seria esa maravillosa cosa que las haría "explotar" de alegría.
El viejo se arrodillo delante de Mary, y un enano se puso atrás (también arrodillado, aunque no hacia mucha falta).
Los otros dos enanos fueron con Katy, uno arrodillado delante y otro atrás, mientas el ultimo enano estaba en la puerta.
-No se muevan ni abran los ojos, pase lo que pase, si?.
Dijo el viejo Papá Noel acercando sus manos a las piernitas de la jovencita, al igual que los otros enanos.
Las gemelas dijeron "sí!" al unísono.
El viejo Santa lentamente levantó el vestidito de Mary y apoyo su mano enguantada en las piernas de ella, comenzando a frotarlas, acariciándolas.
-Santa.
que haces???.
– Preguntó ella suspirando y conteniendo la risa antes las carisias.
Katy estaba siendo sobada en sus piernas por los otros enanos y no decía nada, solo respiraba un poco agitada y sonreía de oreja a oreja.
-No hagas ruido, vas a ver que te va a encantar.
– Dijo el viejo frotando, o mejor dicho sobando con ganas las piernitas de Mary.
El enano hacia lo mismo desde atrás, y ya había llegado a la cola de ella y aplastaba los cachetes suavemente por encima del calzoncito.
Los enanos que estaban con Katy, la sobaban por todas sus piernitas, el de adelante le frotaba su vaginita por encima de su bombachita, y Katy cerraba los labios fuertemente para no emitir sonido como les dijeron, aunque sentía muchas cosquillas.
-mmmmmmmpsfffaaahhmmmm.
– Respiraba Katy, comenzando a gemir.
Los enanos y el viejo se miraban entre ellos y sonreían, al ver lo fácil que era la cosa.
-¿Les gusta el regalito niñas?.
– Pregunto el viejo Papá Noel.
-Si.
me hace cosquillas.
– Dijo Katy.
-Me.
aahhh.
me.
gustaaaa- Gimió Mary sintiendo como los dedos gordos del viejo (que se había sacado el guante) hurgaban ya bajo su calzoncito y jugaban con su vaginita provocándole sensaciones que nunca antes había sentido.
Las dos gemelas estaban quietecitas, pero sentían que sus piernitas flaqueaban por esa corriente de electricidad que recorría sus cuerpos a causa de esas carisias que recibían.
-Ahorita voy van a sentir que explotan.
–Dijo el viejo bajando el calzoncito de Mary hasta sus rodillas.
Metió su cabezota entre sus piernas.
La Barba del viejo hacia cosquillas a Mary, pero cuando sintió la lengua espera y grande del viejo lamiéndola allí abajo, jadeo largamente a mas no poder.
-aaahhhhh santaaa.
– Y se agarro de la cabeza del viejo Santa, apretándola contra sus piernitas, queriendo que meta su lengua mas mas en su vagina, que esa lengua entre mas y mas profundo.
El viejo la lamía rápido, pegando lengüetazos aquí y allá, chupando su pequeño clítoris, mientras el enano de atrás lamía la cola de Mary, abriendo los cachetes de la cola y metiendo su lengua en el pequeño orificio de ella.
-Me encanta mi regalo.
aahhh.
me encanta.
– Gemía Katy recibiendo el mismo tratamiento por parte de los enanos.
Pero ellos además de pasar sus leguas por sus agujeritos, metían suavemente un dedo, uno en su vagina, y otro en su ano, sin provocarles dolor.
-aahhh.
si.
Santa.
me gusta.
Me gusta.
me gusta!!!.
aahhhhh!!!!.
– Comenzó a jadear Mary cada vez mas fuerte, sintiendo que su cuerpo convulsionaba, parecía que recibía una descarga eléctrica que la recorría de la punta de los pies a la cabeza.
Apretó fuertemente la cabeza del viejo Santa contra ella, y tiro su cola hacia atrás haciendo que le enano meta mas su cabeza y su lengua y dedos sus nalgas y perforando mas su anito.
y tubo su 1° orgasmo gritando y gimiendo.
-Siiiii!!.
aahhhh!!!.
exploto!!.
explotoooooo!!!!.
– Jadeo gritando Katy también acabando convulsionando todo su cuerpecito.
Las dos quedaron jadeando con los ojos cerrados, respirando todo el aire del mundo y con los cachetes colorados, sonrientes por la nueva sensación que habían sentido.
-¿Les gusto el regalito?.
– Pregunto el viejo tragando los jugos de Mary, saboreándose.
-Sí.
Me encanto.
– Dijeron al unísono las gemelas.
-No abran los ojitos, que ahora tengo otro regalito para ustedes.
– Dijo el viejo Santa parándose y bajándose la cremallera del pantalón rojo.
-¡¡Otro regalo!! ¡¡Otro regalo!!.
– Decían emocionadas las gemelas.
Los enanos también bajaban los cierres de sus pantalones verdes.
El viejo Santa saco su pene afuera, erecto, enorme, largo y cabezudo, lleno de venas y chorreante de jugo.
Los enanos no se quedaban atrás, sus miembros eran como mangueras (Y el mito de los enanos es.
soy enano pero me la arrastro) Ellos se las meneaban frente a las gemelas que como no abrían sus ojos no veían que era.
Así que estaban ellas allí paraditas sin calzoncitos, con los ojitos cerrados y sonrientes una al lado de la otra, mientras Papá Noel y sus enanos tenia sus vergotas afuera y se pajeaban mirándolas.
-Ahora se ponen de rodillas y van a comer el mas rico postre del mundo.
– Dijo el viejo Santa, las gemelas se arrodillaron sin chistar, sonriendo ampliamente, de golosas que eran.
El viejo fue hasta Katy ahora, y Mary se quedo con dos enanos.
Cada una de las gemelas tenia frente a ellas dos enormes vergas apuntándoles a la cara.
Ellas lanzaban risitas tontas nerviosas por saber cual era el nuevo regalito.
-Agarren con sus manitas las mangueras del postre.
– Decían el viejo Santa y los enanos guiando las manitas de las gemelas hacia las vergas.
El enano que cuidaba la puerta también tenia su verga afuera, y la tenia extremadamente gorda y cabezuda, y se masturbaba mirando la escena.
-Están calientes.
– -Son grandes y gordas.
– Decían las gemelas cuando tuvieron cada una de esas vergas en sus manitas.
Ellas eran tan pequeñas y las vergas tan grandes que sus manitas apenas podían agarrar semejantes aparatos de carne.
-¿¿¿Que tenemos que hacer???- preguntaron ansiosas, riéndose entre ellas.
Y el viejo excitadísimo de tener a dos gemelas a punto de mamar vergas, les explico: -Ahora tiene que chupar y chupar hasta que las mangueras les den el postre más rico del mundo!!.
– -¿¿En serio?? Es él más rico del mundo????.
– Pregunto Mary.
-¡Sí tonta!, si lo da Papá Noel, debe ser el mas rico del mundo.
– Dijo Katy haciéndose la inteligente.
-¡Pero que inteligente sos!.
– Dijo el viejo Santa acercando su vergota a los labios de Katy.
"Ahora abri la boca, lo metes y chupas como si fuera una mamadera".
Le dijo, y Katy al sentir la cabeza del pene en sus labios, abrió su boquita dejando entrar la barra de carne del viejo Santa.
El pene era tan grande que ella abrió sus labios lo mas que podía y solo entro la cabeza y algo del tronco, no cabía mas en su pequeña boca.
-Es muy grande, no me entra entero en la boca.
– Decía Mary sacándose la verga del enano del la boca.
-No importa, chupa hasta donde puedas.
– Dijo el enano metiéndosela de nuevo en la boca.
Las gemelas no querían abrir los ojos porque creían que los regalos iba a desaparecer, así que comenzaron a chupar las vergas de ellos con esfuerzo.
-Así.
así esta bien.
– Decían ellos al sentir las lengüitas de las gemelas frotándoles el pene.
El enano de la puerta no aguanto mas y se acerco a ellos, fue hasta Mary y puso su verga en su manita libre.
Mary tenia a tres enanos con ella, dos vergas en sus manitas y una que apenas si la cabeza le entraba en la boca.
Le indicaron que subiese y bajase sus manitas por las que tenia en sus manitas, y así comenzó a masturbar a los enanos.
-mmmm.
mmmmmmm.
– Katy chupaba la verga del viejo con esfuerzo, haciendo fuerza, quería sacar ella el postre prometido.
También masturbaba rápidamente con su manita al enano que estaba con ella.
Mary mamaba lento y suave, degustando la verga del enano con su lengua, sus manitas subian y bajaban lentamente por las otras dos vergas.
-Pásenle la lengua.
eso.
Como a un helado.
– Le indicaban y ellas lo hacían.
Se sacaban el pene de la boca y pasaban su lengüita por todo lo largo, cambiaban de penes, Mary tenia mas trabajo porque tenia tres, pero Katy se metía las vergas hasta que chocasen con su garganta.
Lamían los huevos, apretaban los glandes, succionaban.
aprendían muy rapido.
Uno de los enanos comenzó a gemir y agarrando la cabeza de Mary la movió más rápido, metiéndole la verga hasta la garganta y comenzando a eyecularle dentro chorros y chorros de leche caliente.
-¡¡¡Toma el postresito!!! ¡¡¡Ahhh!!!.
– Y Mary tragaba y tragaba la leche que recibía con esfuerzo, su boquita succionaba el pene del enano, pero el semen era tanto que se le salía por la comisura de los labios y chorreaba por su carita.
-¿Te gusto?.
– Pregunto el enano jadeando.
-Es saladito.
Es rico.
– Dijo Mary y otra verga entro en su boquita, ella sin mas comenzó a mamarla como a la anterior.
Katy ahora también recibía la leche del viejo en su boca, pero solo trago unos chorros porque el viejo saco su verga y termino de acabarle en su carita, salpicándola y dejándola llena de leche por todos lados.
-mmmm.
aahh,, que rico.
– Dijo Katy saboreándose, pasando su lengua por sus labios.
Y se lanzo a mamar la otra verga que le faltaba desaforada por tragar.
Comenzó a chuparla con mas esfuerzo que antes, más rápido y con mas ganas.
la habían convertido en una viciosa del semen.
El viejo Santa se arrodillo detrás de Katy y levantando la cola de ella en pompa, comenzó a lamerle el anito y a meterle un dedito en la vagina provocándole gemidos a la gemelita.
-¡¡¡mmm!!! mmmmmmmm!!!!.
– Jadeaba ella con la boca llena de verga y chorreando todavía leche por todos lados.
Mary recibía lo mismo, el enano que ya había acabado comenzó a chuparle la cola y a mandarle un dedo en su vaginita, preparándola para el siguiente regalito.
-Aahhh.
mmmm.
Santa.
Me gusta.
– Decía Katy cuando se sacaba la verga de la boca.
El viejo metía su lengua en la cola de ella, y con un dedo trataba de dilatar poco a poco el pequeño orificio trasero.
Mary ya recibía gustosa un pulgar en su anito, que el enano movía en círculos abriéndolo mas y mas.
Javier afuera había terminado de charlar con su amiga, pero no había conseguido la cita por la que tanto había trabajado.
Algo enojado por su fracaso, fue a buscar a las gemelas.
Vio que no estaban, y que tampoco estaba los enanos y el Papá Noel.
En el lugar solo había sillas vacías y árboles de navidad.
Se imagino que habían terminado su turno de trabajo y ya se habían ido.
-huy, ¿donde se metieron las enanas?.
– Dijo comenzando a buscarlas por los alrededores.
Pensaba que ellas habían ido a mirar alguna vidriera después de hablar con el Papá Noel, ni se imaginaba que ellas estaban mamando vergas a troche y moche en el baño.
-Aahhhh!!.
siii.
Explotooooo!!!!.
– Comenzó a gemir Mary sintiendo venir otro orgasmo.
El enano detrás de ella había logrado meter ya dos dedos en cada agujero de ella.
Y cuando la jovencita comenzó a acabar, el enano que recibía la mamada comenzó a eyecularle en la carita salpicándosela de semen.
Mary al sentir que se le escapaba su postre, Agarraba la verga tratando de metersela en la boca y sacando su lengua, trataba de meter en su boca los chorros de leche que salina para todos lados sin control sobre su carita.
Cuando logro meter la verga en su boquita de nuevo, ya no salía mas leche.
-No sale mas.
– Dijo triste con la carita embardunada de semen.
-No te preocupes, acá tenes otra.
– Dijo el tercer enano metiéndole su verga en la boca a la jovencita.
Mary la recibio sonriente.
-Aahhh!!.
Santa!!!.
Aahhhh!!!!.
– Jadeaba Katy teniendo su orgasmo a causa de la chupada que le hacia el viejo Papá Noel en su vaginita y por los dos dedos que tenia en la cola de ella.
-Mmmm!!.
mmmmmm.
mmmm- Luego ella siguió mamando como desaforada el pene del enano esperando su recompensa.
El enano le caían gotas de sudor por la frente por el placer que le causaba la criatura.
Mary ya tenia tres dedos dentro de su anito dilatado, mas dos en su vaginita.
Los jadeos de ambas chicas eran increíbles y excitaban hasta a un muerto.
Javier busco a las gemelas por los alrededores y no las vio por ningún lado.
Se imagino la reprimenda que le darían si ellas se perdían en el shooping.
Miro su reloj y todavía faltaba una hora para encontrarse con sus tíos y abuelos.
Fue hasta los baños a ver si estaban allí, pero al llegar vio un cartel que decía: "no funciona".
Cuando estaba por irse, escucho una vocecita dentro de ese baño que le resulto familiar.
-¿Así esta bien Santa?.
– Era la voz de las gemelas.
Apoyo su oreja en la puerta para escuchar mejor y abrió sus ojos de asombro al escuchar los jadeos que provenían desde adentro.
-Aahhh.
mmmmm.
Me gusta.
mmmm.
–Jadeaba katy con la verga del enano en la boca.
La agarraba con sus dos manos y la chupaba lo mas fuerte que podía, subiendo y bajando su cabecita.
El viejo Santa seguía chupandole la cola y la vagina, ya había llegado a meterle tres dedos en cada orificio a la jovencita.
Mary tenia a dos enanos detrás de ella, uno chupando y mandándole dedos en su vaginita y otro en su cola, ambos con tres gordos dedos saliendo y entrando de ella.
Al tercero ella le mamaba la verga, la tenia afuera de su boca y pasaba su lengua lentamente, mientras subía y bajaba su manita masturbándolo, porque la vergota de ese enano era tan grande que apenas si le entraba el glande entre sus carnosos pero pequeños labios.
Javier abrió la puerta lentamente y se encontró con todo esto.
Con sus primitas, las gemelitas adoradas por todos, las consentidas, las niñas más buenas e inocentes, las chicas más preciosas de su familia.
mamando vergas y siendo lamidas y sobadas por el viejo Papá Noel del shooping y sus asquerosos enanos.
Nadie lo vio, pero él entró y cerro la puerta en absoluto silencio sin salir del asombro.
-Mmmmmm.
Aaahhhh.
Ssiiii.
– Los jadeos se escuchaban en el baño.
Javier no sabia que hacer, le excitaba la escena de ver a las gemelas teniendo sexo, ¡y que sexo, aquello era una orgía de las buenas! Pero tampoco estaba bien.
Aunque su verga se hinchaba en su pantalón y sin que el se diera cuenta se la estaba frotando por encima de la tela mirando todo, sus ojos iban y venían por la escena sin parpadear.
-¡Traga toda la lechita!.
– Dijo el enano que tenia la verga dentro de la boca de Katy.
Ella al mismo instante comenzó a mamar mas y más fuerte, succionando la leche que saltaba en su garganta a borbotones sin desperdiciar nada.
El enano le agarraba la cabeza a la jovencita descargándose por completo en la boca de ella, hasta que después saco su verga.
-Mmaahhh.
Que rico.
– Jadeo Katy con semen chorreando por sus labios.
Mary hacia lo mismo, estaba pasando su lengua por el pene enorme de un enano, y este si aviarle comenzó a acabar.
Los chorros de leche comenzaron a saltar en la carita de ella, y Mary habría su boquita tratando de que el semen caiga en su boca, pero termino mas encastrada en semen que antes.
Ver esto sacó de sí a Javier, ver a las gemelas tragando semen era un sueño que él tenia hace mucho, y ya no pensaba en lo correcto, ellas no gritaba pidiendo auxilio ni ayuda.
ellas jadeaban y pedían mas y mas, sonreían, gemían y reían tan felices y divertidas como nunca las había visto.
Su mente no pensó mas, así que saco su verga y se acerco al grupo masturbándose.
El viejo y los enanos lo vieron, se asustaron porque sabían que era el joven que cuidaba a las Gemelas, pero cuando se fijaron que tenia la verga afuera, erecta y encima que se estaba pajeando.
Sonrieron para entre ellos asintiendo con la cabeza.
Javier se acercó a Mary, que como su hermana, nunca había abierto sus ojitos como les habían dicho.
Y ellas como bunas y obedientes que eran, no habían desobedecido esa orden.
-¡¡Acaba de llegar uno de los reyes magos!!- Dijo el viejo Santa y las niñas rieron emocionadas.
-¿El rey mago, quien es? ¿Baltasar??? ¿Gaspar??- Preguntaban ellas.
-¡¡Es.
eh, Gaspar!!.
– Decía uno de los enanos mientras Javier ya arrodillado frente a Mary hacia presión con la cabeza de su verga en los labios de su primita.
Ella al sentir nuevamente una verga abrió sus labios y la engullo para comenzar a mamarla lentamente como había aprendido a hacer.
-¿¿¿No hay mas postre???.
– Dijo Katy escuchando a su hermana mamar de nuevo.
Y un enano le dio su verga, la cual ella comenzó a mamar rápidamente metiendosela hasta la garganta.
Javier vio que uno de los enanos se acomodaba y apuntaba su vergota a la vaginita de Mary, le hizo una seña negativa con la cabeza.
Luego mientras Mary estaba muy ocupada mamandole el pene, le dijo al enano en un susurro: -Los agujeritos de ella van a ser estrenados por mi primero.
y el enano asintió sin poder discutirle.
A Javier la que más le gustaba era Mary, porque era las más inocente y dulce de las gemelas, y esa ternura lo excitaba terriblemente, por eso la quería primero para él.
Así que saco su verga de la boca de Mary y fue hasta su espalda.
El viejo y los enanos metían y sacaban sus dedos de los orificios de Katy, mientras ella mamaba desaforada una verga.
-¡¡Ahora Gaspar le va a dar su regalito!!.
– Dijo el viejo Santa al ver que Javier dirigía su verga a la vaginita de Mary.
-¿Que regalo me va a dar señor Gaspar?.
– Decía Mary con los ojos cerrados, en 4 patas como una perrita levantando a cola.
Su tío miró el panorama y era increíble, ni en sus mejores sueños esperaba vivir esa situación.
-Primero te va a doler un poquito, pero luego te va a encantar, sí? Vas a ver.
Así que aguanta.
-Dijo Javier poniendo su voz gruesa para que no lo reconocieran sus primitas.
Luego la agarro por la cintura y apoyo su verga en la entrada de Mary.
comenzó a empujar.
-¡Es muy grande señor Gaspar!.
no va a entrar! mmmm!!.
– Decía Mary arrugando su carita sintiendo como su vaginita era abierta por la verga de Javier, que eran tan grande y cabezona como las demás.
Katy recibía el mismo tratamiento por parte de Santa, pero en su anito.
Pero ella no decía nada, no quería quedar como una miedosa, y apretaba sus dientes aguantando el dolor que sentía.
Los demás enanos miraban la escena con las vergas duras.
-Ahorita, apreta los dientes y no hagas ruido.
– Dijo Javier con la voz gruesa y de una estocada enterró toda su verga en la cueva de su primita.
Mary tenso todo su cuerpo pero no grito, no emito ningún sonido.
Pero por su carita arrugada de dolor corrían lagrimas.
Luego comenzó a respirar fuerte, cerrando y abriendo sus puños que tenia apoyados en el suelo.
-Ahhg.
Aahhg.
Ahhhyy.
– Emitía Katy sintiendo como su anito era abierta al máximo, la barra hirviendo de Santa le quemaba las entrañas y parecía que nunca terminaría de entrar.
Los enanos miraban como las gemelas eran penetradas, y no veían el momento de que ellos también las penetrasen.
Javier traspiraba, tenia su verga quieta dentro de su primita, esperando que la vagina de Mary se adaptase al grosor de su verga.
Paso una mano por debajo y comenzó a frotarle el clítoris, provocándole una mezcla de dolor y placer a Mary.
-Mmmm… Ahhh!!.
Mmmm!!.
– Emitía Mary pequeños gemidos.
Katy ya era bombeada por el viejo sin piedad, y los enanos miraban asombrados como semejante verga entraba y salía por tan pequeño agujero.
-Aaahgg!!.
Aaahhgg!!.
– Katy se mordía una mano y cerraba fuertemente sus ojos llenos de lagrimas, aguantando la vergota de Santa.
Un enano se metió debajo de ella y comenzó a pasar su lengua por la vagina de Katy, provocándole placer, y ella comenzó a gemir olvidándose poco a poco del dolor.
-Aaahh!!.
Aaahhh.
Aaahhhh!!!.
– Javier comenzó a penetrar lentamente a Mary, sacaba su verga casi por completo y la volvía a enterrar, disfrutaba al máximo su sueño hecho realidad.
Un enano fue hasta el la cabeza de Mary y le dio su verga para que la chupe, y ella se agarro con sus manitas fuertemente a la barra caliente, se lo metió en la boca golosamente y comenzó a mamarla lentamente.
-Mmmmm!!.
Mmmmmmm!!!!- Emita Mary, Javier la penetraba cada vez más rápido.
El dolor se le pasaba a la jovencita, gozaba con la verga de su primo que entraba y salía de ella.
Javier se había recostado en la espalda de ella, cubriendo con su cuerpote a la pequeña Mary, se agarro de las tetitas de ella masajeándolas por encima del vestido.
Katy tenia a un enano lamiéndole la vagina, a otro con la verga en su boca y al viejo rompiéndole la cola, ella aguantaba todo eso como una reina, jadeando ya sin dolor alguno y sintiendo el placer más grande de su vida.
-Mmmm!!.
Mmmmm!!.
Mmmmm!!!— Gemían las gemelas sin parar, tenían orgasmos una y otra vez, explotaban y ya habían perdido la cuenta de cuantas veces lo habían hecho.
-Ahora el otro regalito.
– Dijo Javier sacando su verga y colocándola en el anito de Mary.
Ella seguía mamando tranquila la verga del enano, solo emito un quejido cuando entro la cabeza en su anito.
Como ya había sido lamida y le habían metido unos dedos, la verga de Javier entraba sin mucha dificultad.
-Mmmmm!!!.
Mmmmmmmm!!!!.
– Se la enterró en la cola totalmente, y al ver que había entrado fácilmente, comenzó a bombearla sin esperar, provocándole gemidos a su primita que no sentía ningún tipo de dolor.
-¿Te gusta tu regalito??.
– Le pregunto mirando asombrado como su verga entraba y salía sin la menor dificultad por la cola de la pequeña Mary, y ella jadeando se saco la verga del enano de la boca, y masturbándolo con su manita le dijo: -Me encanta.
Aahhhh.
Me encanta así.
aahhh.
– Javier no podía creer que su primita tímida e inocente se había convertido en una fanática del sexo anal.
Se había esperado que ella iba a sufrir al recibir su generosa vergota en la cola, pero en cambio el anito parecía devorar su pene hasta los huevos.
La bombeo por la cola cada vez mas fuerte, se recostaba en ella amasándole sus tetitas y pellizcándole los pezones suavemente.
El enano comenzó a venirse dentro de la boquita de ella, y Mary mamo el pene como si se le fuera la vida en ello, tragando hasta la ultima gota de leche.
-¡Toma mi regalito!.
– le decía Javier, y Mary cerraba fuertemente la boca al sentir que su primo, al que ella creía un rey mago, la penetraba mas fuerte todavía, golpeando su vientre contra las nalgas de ella en cada estocada.
-Siii.
Así!!.
Me encanta!!.
Aaahhhh!!!!.
Gemía ella comenzando a explotar nuevamente, hasta que Javier no aguanto mas.
Ver a su adorada gemelita en pleno vicio anal, gozando tanto o más que él logro que no aguantase mas y comenzó a venirse dentro del el anito de Mary.
Ella convulsionaba todo su cuerpo temblando al sentir el liquido caliente recorriéndole las entrañas.
Las descargas parecían no terminar mas de inundar su interior, Javier sudaba a raudales.
Luego Mary quedo con la cabeza apoyada en el piso, jadeando y respirando con los ojos cerrados y una sonrisa en la boca.
-Fue.
Fue el mejor regalito.
de todos los que.
me dieron señor.
señor Rey mago- Susurraba Mary todavía recordando el inmenso placer que había sentido.
Javier jadeando miro hacia su costado para ver que hacia la otra gemela, Katy, y se asombro de la escena.
-Aahhhgg!!.
despacito!!.
Así.
Eso!!!.
Así Santa!!.
Así Santaaaa!!!.
– Gemía ella desaforada.
El viejo la tenia encima de él, penetrándola por la vagina, haciéndola saltar agarrandola de las nalgas.
Y un enano estaba en la espalda de ella, agarrado a las tetitas de Katy bombeándole la cola.
Javier no podía creer que Katy estuviera siendo protagonista de una doble penetración.
Lo excitó, lo saco de sí y no podía evitar que su pene volviera a pararse en un instante, y tener esa experiencia con la dulce Mary.
-Ultimo regalito.
– Le dijo Javier con vos gruesa a Mary, y se sentó a su lado.
Ella no habría los ojos por nada del mundo.
Solo sonreía dulcemente.
Javier la agarro y la sentó encima de él, penetrándola por la vagina mientras la bajaba lentamente.
-Aahhhhhhhh.
– Suspiro ella el sentir nuevamente que la llenaban por su agujero.
Agarrandola de las nalgas, la hizo saltar un par de veces encima de él, arrancándole gemidos a su primita que parecía solo saber gozar.
Luego miro a un enano que estaba ya mirando donde podía meter su verga dura de nuevo.
Él entendió inmediatamente, era el enano de la verga monstruosa.
Se coloco detrás de Mary y comenzó a meter su verga de la colita de ella.
-Aaahhh!!.
aahhh!!!.
Dios! Me matan, me matan!!!.
– Gemía Mary abrazando a Javier por el cuello, sintiendo como la verga del enano entraba en ella habriendole al máximo su anito.
Katy recibía las dos vergas del viejo y el enano como loca, penetrándose ella misma además de mamar la verga de un enano.
Manejaba como una experta tres vergotas al mismo tiempo.
era increíble lo que hacia esa chiquilla.
-Despacioooo.
Aahhhh.
Me encanta.
mmas.
Quiero mas.
– Gemía Mary cuando las dos vergas comenzaron a moverse dentro de ella al mismo tiempo.
Ella tenia toda la carita colorada y respiraba fuertemente por la nariz, pero nunca perdía esa sonrisita.
El enano que faltaba se acercó a ellos y le apoyo su verga en los labios de Mary, ella automáticamente abrió sus labios y engullo la barra de carne sin problemas.
Javier mientras penetraba a su primita miraba como loco lo que pasaba, como las gemelas eran penetradas y tenían vergas por todos sus agujeros.
Mary se movía y recibía verga lenta y dulcemente, ellos tres la trataban con delicadeza obteniendo de recompensa sus jadeos y cosas que ella decía: "Así.
Me encanta.
Es el mejor regalo.
El mejor.
Así.
No quiero parar nunca.
Los amo a todos.
¡Los amooo!.
".
Katy sin embargo era mas enérgica, recibía verga dura y bruta en su cuerpo, y pedía mas y mas cuando no tenia una en la boca: "Eso, mas!.
Mas fuerte!.
Más rápido! Dios, me vuelvo loca! Dioooss!".
-Aahhh.
Es lo mejor.
Siii.
aahhh.
– Mary seguia diciendo cuando se sacaba la verga de la boca.
Javier le besaba el cuello y sus tetitas suculentas, mientras con sus manos le masajeaba los cachetes de la cola, el enano se aferraba a la cintura de ella y le pasaba la lengua por le cuello y las orejas para penetrarla mejor.
El otro enano le acariciaba sus rubios cabellos mientras recibía la mejor mamada de su vida.
-¡¡Quiero tragar mi postre!!.
¡¡¡Quiero tragar mi regalito!!!.
– Comenzó a Decir Katy y el viejo Santa, y los enanos que estaban con ella salieron de sus agujeros.
Katy fue arrodillada en el suelo y ellos se colocaron a su alrededor.
La gemelita comenzó a engullir las vergas como si estuviera hambrienta y sedienta, pasándoselas, yendo de una verga a otra, masturbándolas con sus manitas, chupandolas y lamiéndolas.
Hasta que las hizo explotar haciendo que le salpicasen su carita.
Ella tragaba todo lo que podía abriendo su boca y sacando la lengua, pero como tenia los ojos cerrados, se le escapaban chorros que iban a parar a su carita, pero ella encontraba muy divertido hacer eso.
-Llénenme como antes.
por atrás.
así.
aahhh.
– Susurraba Mary exhausta.
Y el enano que la penetraba en la cola comenzó a acabar dentro de ella.
Mary temblaba con cada descarga que recibía.
Luego el enano que ella mamaba, fue también hasta atrás y la penetro por la cola.
Ella se abrazaba a Javier (alias Rey Mago) y sentia otra nueva descarga del enano.
Los enanos ya no daban mas, pero Mary sonreía ampliamente y tenia una cara de placer increíble.
-Vos también Rey magoo.
Vos también.
Aahhh.
– Javier la coloco en perrito.
Mary quedo con la cola en pompa y la cabeza recostada en el suelo.
Gimió largamente cuando Javier salió de su vagina, pero jadeo todavía con mas placer (si es que eso fuera posible ya) cuando su tío de una estocada la penetró en la cola, y dando tres estocadas acabo dentro de ella.
Tenia tanto semen allí y la cola tan abierta que la leche chorreaba por sus piernas saliendo del agujero mientras él lanzaba sus descargas.
Mientras más de su leche entraba, mas se escapaba por los costados del anito.
Mary reía y temblaba teniendo un nuevo orgasmo, uno largo y placentero que hacia que su cuerpecito convulsione.
Katy se relamía la cara que tenia cubierta de semen, juntándolo con los deditos y llevándoselos a la boca.
Mary jadeaba en el suelo tratando de recuperarse de semejante esfuerzo, con el anito chorreando de leche que se le escurría por sus piernas.
Javier, el viejo Papá Noel y los enanos estaban exhaustos y guardaban sus vergas flácidas en sus pantalones.
Javier se dio cuenta de que Katy era una viciosa mamadora de vergas, del semen, porque no para de relamerse las manos hasta quitarse todos los restos de leche que tenia sobre ella y devorárselos.
Y que la dulce Mary, luego de verla gozar y gozar tanto por detrás, era una fanática ya del sexo anal.
Sin decir nada, los enanos salieron del baño.
Javier y el viejo se miraron y sonrieron mirando a las gemelas, que como habían prometido, nunca habían abierto los ojitos.
-En 5 minutos ya pueden abrir los ojos!!! Y recuerden que no pueden decir de los regalitos que recibieron a nadie!!!.
– Dijo el viejo Santa y salió silenciosamente con Javier del baño.
Katy y Mary esperaron 5 minutos y luego abrieron los ojos les molesto la luz, pero cuando pudieron ver bien y miraron a su alrededor se encontraron solas.
-¡¡¡Fue como en las películas de navidad!!!.
– Decían contentas arreglándose el pelo mientras se miraban al espejo, porque eran un desastre.
Pero las gemelas eran unas niñas muy coquetas y procedieron a arreglarse.
Katy se limpio la cara que tenia llena de semen y Mary se limpiaba las piernas que chorreaban leche.
-Mira, el postrecito de Papá Noel parece yogurt.
– -¡Es verdad!- Comentaba Mary a su hermana.
Katy se secaba la cara luego de mojársela, y cuando terminaron de arreglarse y ambas estaban limpias, salieron del baño.
-Me duele un poquito acá atrás.
– Decía Mary caminando con dificultad.
-a mi la boca.
todo.
– Decía Katy, pero las dos tenían una sonrisa dibujada en sus caritas.
Javier las esperaba cerca de allí, y cuando las encontró les dijo: -¿Y como les fue con Papá Noel?.
– -¡¡Re bien Tío Javi!!- Como vio que Mary tenia dificultad para caminar, porque haba recibido tanta verga en la cola que era comprensible, la llevo cargando.
Ella lo abrazó por el cuello y se quedó dormida con la cabeza apoyada en su hombro.
Luego se encontraron con sus padres y abuelos, y él les dijo que Mary estaba muy cansada, por eso la llevaba en sus brazos.
-Pero ya esta muy grande para que la estén cargando- Reprocho su madre.
-si son unos angelitos todavía- Le decían sus abuelos.
Luego todos se fueron al auto.
Javier viajaba con las dos gemelas en los asientos de atrás.
Ambas se habían quedado dormidas.
Mary abrió los ojos y le sonrió a Javier.
Él le dijo susurrando: -Santa me dijo que como el no podía venir a la noche, porque ya había estado toda la tarde con ustedes.
Que yo les de sus regalitos.
– -Ojala sean como los regalitos de hoy!!.
– Dijo Katy que también se había despertado.
A Mary le brillaron los ojitos.
Javier se frotaba las manos pensando en como la pasaría con gemelitas esa noche.
Ok, debo confesar que soy gay; pero este relato siempre me pone a mil, que me masturbo una o dos veces mientras lo releo.
Igual a mi