Loli aprende a conducir (VII)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Carlos nos tocaba y pellizcaba con una mano y con la otra le daba a su manubrio, venga, dale que te pego, arriba y abajo, su pene estaba para reventar.
-Loli, cariño, me voy a correr, chúpame la polla, por favor, hazme una mamada.
Incliné mi cabeza mientras Moni me tenía cogida por un pezón, amasandome la teta izquierda y seguía follando con la palanca de cambios.
Metí su pene en mi boca, lo chupé lo mejor que pude, acariciando sus testículos con una mano y corriendo su pellejo con la otra, Carlitos duró muy poco, se corrió enseguida en mi cara, me separé y la mayor parte calló en mis tetas, por el canalillo y junto a los pezones.
Moni se acercó a chupar semen, chupaba un pezón, luego el otro, yo estaba a reventar de excitación, me apetecía ser penetrada en ese momento ya que teníamos dos penes a nuestra disposición. Como el de Carlitos estaba un poco caído, como los pechazos de Moni, mordí en su orejilla que me dejase follar con la palanca un poco, Moni había tenido ya dos o tres orgasmos, la palanca estaba cholleando de sus jugos. Chupé la palanca y saboree el interior de Moni, era indudable hubiera adivinado que se trataba de los jugos de Moni, creo que ahora podría adivinar con los ojos cerrados quien eran mis pasadas amantes solo chupandoles su coñito.
Poco a poco me fui metiendo la palanca de cambios en mi interior, rozaba en mi clítoris y eso me calentaba un montón (estoy súper mojada solo de pensar en aquel momento y ponerlo por escrito). Ahhh, estaba chorreando, poniendo mi jugo sobre el de ella. Moni no me dejaba sola en ese momento de placer sino que me acariciaba con mucha ternura los pechitos en la zona más sensible y me besaba tiernamente y con pasión la boca, mientras sus caderas se rozaban suavemente con las mías y nuestros peludos coños se entrelazaban dandonos miles de sensaciones gratificantes.
Carlitos estaba recuperando el tamaño de su pene, le ayudaba con sus frotamientos. Realmente le hacíamos poco caso, su papel era más de voyeur que otra cosa, nos acariciaba pero nosotras no a él. En eso que Carlos se coloca detrás de mí, y me mete un dedito en el culo, mi coño estaba frotándose deliciosamente con la palanca. Su dedito entraba y salía, mojado en los flujos que ambas desprendíamos y en su misma saliva, fue penetrándome, uno dedo, luego dos, luego tres. Mi culo se iba adaptando, yo ya sabía lo que venía después, y me mojaba más de pensarlo y morreaba a Moni con más pasión y nuestras manos magreaban más a la compañera.
Carlitos dirigió su pene a la entrada de mi ano, ya enrojecido, ya lubricado.
Metió su cabecita, un poco, goteaba, un poco más, ya iba entrando a la mitad, yo seguía arriba y abajo con la palanca en mis entrañas, casi todo su tamaño, era el pene falso más largo que me había metido, casi 30 centímetros, dicen que los negros la tienen más grande, pero yo no he visto ninguna así.
Carlitos quería coger el ritmo pero le costaba, cuando yo subía, él se quedaba fuera y eso no le gustaba nada.
Yo seguía gimiendo, Moni también, nos besábamos, nos tocábamos, una a otra le metía un dedo cerca del clítoris, cerca de la rajita peluda, yo tocaba sus labios mayores que le colgaban como a ninguna mujer de las que he conocido intimamente, unos labios de los que se podían cortar un filetito de carne, era muy excitante acariciar toda esa carne calentita, ese pellejito lleno de terminaciones nerviosa y pelitos castaños y alguno rubito. Mi coñito era más oscuro y mis labios era menos prominente pero mi clítoris sobresalía como un pequeño pene sobre todo en esos momentos de intensa excitación que nos estabamos proporcionando.
Carlos estaba cogiendo mi ritmo, cuando yo subía, él también, tenía medio pene dentro de mi culo, un poco más, ahora un poco más.
-Ahhh, venga, joder, tío, métemela ya de una puta vez.
Me estaba poniendo negra, el tío no era capaz de seguir mi ritmo.
Puso sus manos en mis pechos y se pegó más a mí, era como cuando uno se monta a un caballito, me estaba montando por detrás y para no caerse se agarraba a mis pechos.
Moni acariciaba mis cadera, mis cachetes, me los abría un poco para facilitar a Carlos que me penetrara mi culita virtuoso.
Lo iba consiguiendo, ahora entraba cuando subía y se salía un poco al bajar. De repente dió una arremetida más fuerte, me metió toda su polla de golpe.
Dí un grito enorme, me estaba rompiendo el culo
-Ahhh, pedazo de maricón, eres un cerdo, qué crees que soy una puta barata??
-Eso es lo que eres una puta, pedazo de putón verbenero, y encima una cerda lesbiana.
-Oye, cabrón, sin ofender a mi amiga Loli, somos bisexuales a mucha honra y no vamos a permitir a un maricón pajero que nos insulte, así que si no te gustamos te largas con la mierda de polla que tienes entre las piernas. No te necesitamos, hasta una simple palanca de cambios nos da más placer que tu ridícula polla de mierda.
-Ahhh, mmm, tranquila, cariño, que me estás poniendo a cien con esas palabras, anda ponte detrás de mí, y acaríciame el culo, cielo, anda Moni.
Hice un gesto a Moni para que accediese, a fin de cuentas, esas palabras subidas de tono me estaban excitando mucho y quería que Carlos siguiera penetrandome el culo. Esta doble penetración era lo más caliente que experimentaba en días.
Moni se puso detrás de Carlos y le sacudió una bofetada en el culo, que se le enrojeció rápidamente. No pareció importarle mucho sino que la sorpresa que le produjo hizo que me penetrase más profundo y golpease con sus huevos en mi culo al intentar atravesarme más.
Moni se acariciaba la pepita ardiente y sus labios colgantes de su coño y luego subía su mano a sus pezones dandose pellizcos para sentirse sensible y excitada a la vez que nosotros lo estábamos. Sacudió otra vez a Carlos en el culo, otra bofetada.
-Sí, pégame, más, que me corro, ahhhh, sigue putita, eres fantástica.
Moni dejó de pegarle no fuera a ser que le gustara demasiado y nos oyeran en toda la calle, aunque realmente eso nos dejó de importar hace tiempo porque con las respiraciones de los tres los cristales estaban empañados y nadie podía ver nuestros cuerpos desnudos. Únicamente tal vez los saltitos que los amortiguadores del coche daban podían desde fuera hacer pensar en algo sospechoso.
Moni empezó a acariciar alrededor del ano a Carlos, despacio, mojando su dedo con saliva, haciendo un círculo, como solo la caricia de una mujer sabe hacer, con cariño y ternura, ahora penetrando un poquito, hasta oir a Carlitos un susurro, una exclamación, como cuando estás escocida. Un dedito, un poco más, en círculo, más, casi todo el dedo.
-Ahhh, cariño, me vuelves loco, sigue, no me habían metido nada como eso por el culo. Sigue que me corro, no puedo más.
Yo indirectamente lo estaba disfrutando porque los gemidos electrizantes que Moni le estaba provocando a Carlos me llegaban a mí en forma de una acometida del pene de Carlos en mi culo mucho más potente, un cambio de ritmo y una presión y pellizco en mis pechos y pezones que tras más de una hora de sexo ya estaban bastante doloridos.
Moni mantenía un dedo entero en el culo de Carlos y le agarraba con una mano por su pecho y pellizcando sus pezones. Luego esa mano libre la llevo hacia sus huevos que estaban cerca de mi culo, arriba y abajo, entrando y saliendo de mi culo. Le acariciaba, pellizcaba, y al final arañaba los huevos, hasta que por fin Carlos no pudo aguantar más y con un grito que se pudo oír en toda la calle se corrió dentro de mis entrañas, a la vez que esa calentura tan bestia me provocó el enésimo orgasmo y hasta Moni, entonces la menos favorecida por las acometidas se corrió. Caímos exhaustos, sonrientes, agotados, relajados, estuvimos abrazados como diez minutos hasta que notamos que alguien estaba cerca del coche y golpeaba los cristales que afortunadamente seguían empañados, con lo que no nos podían distinguir, de lo contrario nos hubiera dado mucha vergüenza ser reconocidos como gente del barrio.
Arranqué el coche y me dirigí a otro lugar menos concurrido, debajo de un puente abandonado, donde nos vestimos y decidimos volver a casa, y tal vez repetirlo cuando se tercie o probar otras cosas.
Un beso a todas.
Saludos para todas las mujeres que hayan tenido experiencias parecidas o que se hayan calentado con esta, por favor, sólo mujeres.
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