Me follaron 3 hombres en un cuarto de hotel
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por katyaLentro.
Hola, mi nombre es Katya y soy rusa.
Mis padres se mudaron a la Argentina cuando yo tenía 5 años de edad por trabajo.
Después, a los 10 nos mudamos a México.
Hoy en día tengo 21 años.
Yo soy alta y de cabello claro, tengo algunas pecas en la cara.
En mi casa tenemos un pequeño gym, gracias a eso es que tengo un buen cuerpo, delgada, piernas torneadas, tengo senos grandes y un culo firme.
Entre mi físico y mi nacionalidad tengo muchos pretendientes, me di cuenta de eso hace mucho.
Y hoy en día le saco provecho, he conseguido mucho con eso.
Pero hoy quiero contar del día que se aprovecharon de mí, tres hombres se aprovecharon de mí.
Todo paso hace un mes que fui con unas amigas a Mazatlan, la playa estaba hermosa y hacía mucho calor.
En la noche había tanto calor que fuimos en bikini a un antro.
Mis dos amigas y yo tomamos mucho, me puse muy borracha.
Como buena rusa que soy tomé vodka, al poco tiempo estaba bailando con un hombre de al menos 28 años, no podía ver a mis amiga, se me habían perdido (después me enteré que ninguna llegó al hotel esa noche).
Este chavo, que recuerdo se llamaba Carlos, era del norte de México, me presentó a sus amigos, todos tenían edades similares.
Bailé un rato con Carlos, otro con Paco y otro con Fer.
Los tres estaban también en traje de baño, tenían buen cuerpo, pero el más corpulento era Carlos.
Seguí tomando y cuando ya me sentía bastante borracha comencé a pedirle al mesero agua.
Los tres pensaban que seguía tomando vodka y que cada vez estaba más borracha.
Llegó un momento en el que me dijeron, te llevamos a tu hotel.
Acepté y cuando llegamos me di cuenta que en realidad no era mi hotel, era el suyo.
Cuando me quejé Paco respondió: si es tu hotel, solo que estas muy borracha.
Y si lo estaba, recuerdo haber pensado que tenía razón y me dejé llevar.
En el elevador me di cuenta que Carlos me tocaba el culo sin siquiera intentar ocultarlo, me dio miedo y no dije nada.
Recordé que pensaban que estaba más borracha de lo que estaba, eran tres hombres y seguro querían cogerme.
Primero me paralicé, cuando me di cuenta ya estábamos entrando a su habitación.
Era grande con dos camas.
Comencé a retorcerme y a decir que no era mi cuarto y que quería irme.
Debo admitir que me dio mucho miedo y más cuando uno de ellos tomó algo, creo que una venda, y me amarró las manos a la espalda.
Me dio mucho miedo, entonces Paco dijo: no te asustes, queremos pasarla rico y ya.
No sé si era mi estado etílico o algún gen de puta que tengo dentro, pero de pronto me excite mucho.
Estaba en bikini amarrada y con tres hombres sexys.
Esa escena me encantó, me sentí en un video porno.
Comenzaron a besarme y a quitarme el bikini, me puse de rodillas y ellos sacaron sus miembros, al verlos tan erectos, formados frente a mi como para escoger, me sentí perdida, me di cuenta que iba a terminar gozando mucho y accediendo a todo lo que me dijeran.
Ahí me entregué.
Cual mamaría primero? El gordo y venudo, el largo y grueso, o el que tenía una curva hacia arriba? Aun no me decidía cuando uno me tomó de la nuca y me metió su pene por la boca, era el largo, entró tanto en mi garganta que comencé a lagrimar.
Me sacaban un pene de la boca para meterme otro, y después el otro.
Me tocaban los senos, me daban nalgadas realmente fuertes.
Uno de ellos se puso detrás de mí y comenzó a introducir sus dedos en mi vagina, comencé a sentir su lengua en mi ano, comenzaba a prepararme para lo que venía.
Mientras me dilataba el ano yo seguía chupando dos vergas duras y jugosas, las dos llegaban muy profundo en mi garganta.
Yo gemía como loca,
Vaya puta, decían entre ellos, lo está gozando.
Que rico la mamá, la chupa como toda una perra.
Nos estamos cogiendo a una rusa.
Comencé a hablarles en ruso para excitarlos mas, en ese momento uno de ellos se tiró sobre la cama: súbanmela, dijo y me tomaron para ponerme sobre él, su pene entro en mi vagina con facilidad porque estaba mojadisima, otro se subió a la cama y me lo metió por la boca y el otro, el de la verga gruesa, se puso atrás y comenzó a metérmelo por el ano.
Tardó un poco en poder meterlo pero cuando lo hizo y sentí esos dos penes dentro de mí me di cuenta que era doloroso.
No podía gritar porque tenía un pene en la boca, no me los podía quitar porque estaba amarrada, entonces decidí gozar.
Me concentré en la sensación del roce dentro de mí, en el calor, en el sabor en mi boca, en la sensación en mi garganta.
Al poco rato dejo de dolerme y comenzó a gustarme mucho, cada vez que podía gritaba por más, pedía más fuerte, más adentro.
A veces lo pedía en español, otras en ruso.
Se cambiaron de lugar, el pene más largo entró por mi ano y me llevó a la gloría.
Sentía sus manos en mis tetas, en mi espalda, en mi vientre, sentía sus nalgadas, escuchaba sus risas, sus comentarios sobre lo buena que estaba, lo rico que la mamaba, lo estrecho de mi ano y lo mojado de mi vagina.
Tuve organzmos, muchos, y no procuré ser discreta.
Entonces, el que estaba debajo de mí dijo: me voy a venir, quítense.
Lo hicieron y me tiraron al suelo, literal, me puse de rodillas y él, creo que era Fer, se vino en mi cara sin esperar a nada más, no alcancé a abrir la boca (me gusta tragarme la leche), el que estaba en ese momento dándome por el culo se puso también en frente y comenzó a jalársela: abre la boca, dijo y obedecí.
Se vino en mi boca y le encantó ver cómo me lo tragaba.
Me tomaron un par de fotos así, aun no sé por qué me deje tomarme esas fotos.
Pero el otro dijo que aún podía más y me sujetó del cabello y me puso sobre la cama boca abajo, me levantó el culo, me sujetó de las manos amarradas y comenzó a follarme por el ano, su pene ya entraba con relativa facilidad.
Los otros dos se sentaron en la otra cama.
Mira su cara, como lo disfruta: se decían.
Sentía su abdomen chocar con mis nalgas al final lo metió lo más profundo que pudo y se vino.
Para entonces ya se le había parado a otro y así como me sacaron un pene del ano me metieron otro.
También terminó dentro de mí.
Y como para no quedarse con la ganas, el otro también me follo en esa posición y se vino dentro de mi ano.
Al final me quitaron las vendas y nos recostamos desnudos.
Me dormí, de vez en cuando me despertaba un agarrón de nalga o una chupada en mis tetas.
Cuando amanecía me despertaron los tres.
Te vamos a amarrar de nuevo, me dijeron entre risas.
Yo me emocione pues cogeríamos de nuevo, me amarraron las manos a la espalda de nuevo, pero ahora la venda la amarraron de un extremo a la mesa frente a las camas, me dejaron ahí y se sentaron en las camas, se reían.
¿Qué pasa? Pregunte, ya lo veras, me dijeron.
Al poco rato tocaron la puerta, habían pedido servicio al cuarto, abrieron la puerta y entro un hombre con un carrito.
Cuando me vio me examinó toda, yo no podía moverme, esconderme, dejé que me viera pues no tenía otra alternativa.
Me di cuenta que me gustaba esa sensación de estar expuesta así.
Él no dijo nada, entregó la comida, esperó a que le pagaran y se fue, todo eso sin dejar de verme.
En cuanto cerró la puerta los tres comenzaron a reírse a carcajadas, la verdad también yo.
Tuvimos sexo de nuevo los cuatro, todo el tiempo amarrada y haciendo lo que me decían, para no hacerles la historia más larga al final me arrodille y los tres se vinieron en mi cara, seguía amarrada, pedí que me desataran para ya irme.
Comenzaron a reír de nuevo.
Ya se quiere ir, dijeron, pues que se vaya.
Y entonces me dieron mi bikini en las manos atadas a mi espalda y así me sacaron del cuarto y lo cerraron.
Estaba en un pasillo de hotel, desnuda, con las manos atadas y con el semen de tres hombres en la cara.
Esta sensación de estar expuesta ya no me gustaba.
Le grite que me abrieran, patee la puerta, insulte.
Pero solo escuchaba risas.
Al final salió de otra habitación un joven, como de 16 años, se sorprendió mucho al verme, le pedí ayuda, él me ayudó a desamarrarme, me puse el bikini en el pasillo y me limpie lo más que pude la cara, el niño me agarró el culo discretamente mientras me soltaba.
Me fui entre enojada, excitada y relajada, muy feliz.
Fue una experiencia que recordare siempre.
Perdón si es largo el relato y si no está bien escrito, todos estos años en Latinoamérica aun no me han hecho ser experta en español.
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