menage à quatre
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por estroncio69.
A estas altura de mi vida (pasada ampliamente la treintena) son muchas las pollas que he disfrutado, pero mi vida cambió cuando comprendí que lo que realmente me gustaría era haber nacido perra y que eso debía ser. Tuve la enorme suerte de encontrar rápidamente un gran amo, al que le encantan los animales y cuida con mimos…aunque el lo que estaba buscando en realidad era un perro…gay. Sí, asegura que los perros son más fieles, que le gusta saber que le está dando por culo (y no por el coño)…y porque le gusta pajearlos a la vez que se la mete.
Así que no le costó convencerme de que, carajo, ya que tenía un berga entre las patas, debía mostrarla y ya en el primer encuentro me rasuró mis partes para que estuvieran bien visibles y no olvidara mi condición de macho (gay). Es muy detallista conmigo y solo espera que me comporte como lo que soy…un dócil perro de compañia y placer…no quiere que utilice las manos y me ha fabricado unos guantes que me impiden agarrar nada; también, a un simple cable le ha puesto una especie de bola de silicona y debo metermelo en mi agujero para que no me falte ni mi colita…tengo mis propios juguetes y cuencos donde comer (trocitos de salchichas, beicon…) y de beber (solo me pone cerveza…no sé por qué…bueno, sospecho que no solo hay cerveza…).
Le gusta que, como buen perro, le de unas buenas lamidas en sus nalgas, en sus bolas y en los pies (siempre va desnudo por la casa)…y a mí que con el pie me arrasque la espalda y en la barriga cuando me echa a sus pies. Como no puede sacarme a mear fuera, de vez en cuando me llama (por cierto, soy Gufi) para que le acerque la correa, me la pone y me lleva hasta el cuarto de baño…me meto en la bañera y ahí ya puedo levantar mi patita para desahogarme. Como no puedo apuntar bien, con frecuencia acabo manchándome, él me tira de la correa y me grita "guarro!!", con lo que acabo manchándome más (yo sé que esto le gusta y por eso a veces lo hago a propósito). Entonces, me pone una toalla en el suelo para que me revuelque bien, me seque y no le manche la casa.
Cuando quiere "jugar", se tumba en el suelo boca arriba y se echa un poco de leche condensada en sus partes y se abre bien de piernas para que le limpie todo…me encanta lamerle entero. Luego se pone boca abajo y se echa más leche en la raja…con las dos manos se abre su agujero todo lo que puede para que yo meta bien mi lengua….eso es el no va más para él…y para mí, pues sé que se acerca mi turno…cuando me hecha a su lado y comienza a pajearme…y me dice que es hora de que sea su PERRO (no su perra). Me pone a cuatro de nuevo, se pone detrás mío…y siento cómo me mete su enoorme polla por el culo…ahí se me escapa siempre algún gruñido… imposible evitarlo…y a él le excita…su metesaca es continuo, intenso y eterno… antes de correrse me pajea duramente. Aunque obviamente los perros no nos podemos quedar preñados, él siempre me echa su leche en mi espalda (a veces en la cara), pero nunca dentro…entonces, al notar cómo se corre, yo tambien me dejo ir. El no está dispuesto a que se pierda nada de mi leche y me restriega el hocico en ella hasta que limpio todo con la lengua (su leche simpre la limpia con un trapo, aunque a mi me gustaría tambien saborearla).
Habíamos tenido ya cuatro encuentros cuando me dijo que el siguiente sería diferente…me llevó a otra zona de la ciudad y al entrar en la vivienda, tras saludar a su amigo (Yon) me hizo pasar al servicio para que me preparara (mis guantes, collar y rabito). Cuando volví, los dos estaban desnudos y viendo una peli con muchos humanos también desnudos. Me dirigí hacia Yon y comencé a olisquearle los pies y luego a lamérselos…eso debió gustarle y me estuvo acariciando unos momentos…luego, poco a poco fue acercándose a mi entrepierna y comenzó a pajearme…eso me gustaba, tenía dos humanos para mí…pero ante mi sorpresa, se metió entre mis patas y comenzó a lamer mi verga…eso era nuevo…mi amo sólo en alguna ocasión me había lamido un poquito…luego se puso él tambien a cuatro patas y me ofreció su culo bien abierto para que lo lamiera…cosa que hice encantado para devolverle el detalle. En esas estábamos cuando mi amo se puso detrás mia y completó el trío…me quitó el rabito…y me metió el suyo…Fue el no va más…yo en medio aguanté lo que pude…solté mi leche en el suelo a los pocos minutos, incapaz de aguantar. Mientras, mi amo seguía dándome placer, con su metesaca continuo (me gustaría que se quedara anudado conmigo durante horas, culo con culo, como he visto incluso en pelis entre humanos que se meten cada uno una punta de un largo dildo y se dan placer los dos mutuamente).
En esas estábamos cuando Yon salió y regresó a los pocos minutos…y tras él apareció…un perro-perro…Qué estaba pasando aquí? No tenían bastante conmigo? Mi amo se apartó y Yon acercó a Thor (un perro de raza indefinida, de mediano tamaño y color negro) a mi trasero…sentí su hocico y su lengua…y vi a Yon pajearlo hasta que comezó a salir una larga y roja punta de su caperuza…que poco a poco crecía…ahí comprendí que, inesperadamente, mi más profundo deseo se iba a hacer realidad en unos instantes…Thor también sabía lo que tenía que hacer y no tardó en embestirme repetidamente…acertó un par de veces y fueron los primeros momentos en los que noté que las piernas me temblaban…con su nerviosismo volvía a sacarla hasta que a la tercera se quedó con ella dentro, me agarró fuertemente y siguió con un metesaca mucho más rápido que el que me regalaba mi amo…poco a poco se calmó y noté cómo mi interior se iba llenando de su ardiente bola y los bombeos de sus latidos los sentía muy dentro…ya me sabía abotonado y que estaba a su merced…en unos instantes comenzó a regarme con sus jugos (sería así el cielo?, pensaba) y di gracias a mi amo por el regalo. … Thor hizo intentos de bajarse de mi espalda y, ayudado por Yon, quedamos culo con culo…como tantas veces me había imaginado…
Tras unos minutos así, mi amo se me acercó, se puso de rodillas y me metó, esta vez sí, su polla en mi boca. No sabía como agradecerle lo que hacía por mí y yo intentaba meterme todo lo que podía…en eso, Yon se deslizó entre mis piernas…y comenzó a mamar mi verga…ya no tenía noción de la situación…con la polla de mi amo en la boca, Yon entre mis piernas…y Thor llenandome los intestinos no podía aguantar mucho más…justo cuando Yon abandonaba su posición solté todo lo que llevaba dentro…me corrí como nunca…o símplemente me estaba meando de placer…o ambas cosas…y sentía los jugos de Thor caer por mis bolas y seguir por el interior de mis muslos…Thor dió un par de pasitos y yo tuve que hacer lo mismo…marcha atrás…ahí fue cuando ví el charco que había formado en el suelo y, sin pensarlo, agaché mi cabeza para lamer todos los jugos que hasta hacía solo unos instantes habían estado dentro de mí, quería recuperar hasta la última gota…restregaba mi cara en ellos…me sentí más libre, más animal que nunca…
No sé cuánto llevábamos así, pero noté que Thor comenzaba a inquietarse y a querer zafarse…hice intentos de retenerle dentro, pero ya nada de mí me respondía y consiguió sacar su carne más vital de mi interior…caí extenuado al suelo, de dolor, placer y cansancio…y así pude ver cómo Thor se lamía el regalo rojo que había compartido conmigo. Yon me dio la vuelta y me puso boca arriba; tomó a Thor y lo llevó hacia mi. Acercó su verga a mi boca y me la ofreció…"tómala, me dijo, seguro que te encanta…sabe a ti"…y tenía razón, no sé si sabía a mí, pero me encantó degustarla, saborearla en mi boca.
Oí a mi amo decir "vamos a dejarlos, seguro que quieren algo de intimidad" …y me dejaron a solas disfrutando de Thor hasta que éste se guardó su tesoro en su peludo capuchón. Ahí ya perdí la noción del tiempo y una nube me envolvió.
Me desperté cuando mi amo me cogió del collar y me dijo "es hora de bañarse". Me llevó a la bañera, donde ya estaba Yon y me dieron un buen baño…por fuera, porque al acabar desenroscaron la parte de la ducha de teléfono y me enchufaron la goma por mi dilatadísimo agujero…era la hora de lavarme también por dentro.
Al acabar, me llevaron a la terraza y me dejaron ahí cerrado…pude oirles hablar en la calle (supongo que habían salido a pasear a Thor). Les oí volver pero hasta pasadas un par de horas no regresaron a por mi. Al llegar al salón, vi a Thor tumbado en el suelo y me colocaron cerca de él, en la misma posición. Yon se puso entre los dos y comenzó a pajearnos, uno con cada mano. Luego acercó su boca a mi verga y comenzó a degustarla…yo reaccioné con una media erección…pero no podía más…hizo lo mismo con Thor y su respuesta fue otra muy diferente (al fin y al cabo, yo le llevaba un asalto de ventaja). Yon se puso de rodillas y Thor rápidamente fue a por él…no tardó en clavarsela y en pocos minutos estaban en la posición que tanto me excitaba…mi amo vino a mi y en un momento me la estaba metiendo en mis ya receptivas entrañas…en ese momento reconocí a los protagonistas de esta historia…mi amo, un perro, un perro-gay…y una perra…
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