Mi hermano, mi novio, mi hija y yo.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Mi nombre es Sonia tengo 32 años, soy madre soltera de una niña de 9 años, pero tengo un novio Sergio, es mas chico que yo tiene 26 años y un hermano, Luis de 24 años.
Un día me llamó por teléfono, me comunicó que había encontrado trabajo en la Ciudad y que se vendría a vivir aca.
Aquella noticia me colmó de alegría.
Él se pasaba el día fuera de casa trabajando, en donde conocio a Claudia su novia, la cual se fue a vivir un tiempo con nosotros, regresaba a casa por las noches, nos daba un beso, a mi hija y a mi, me contaba cómo le había ido el día y tras cenar, se encerraba en su habitación con Claudia.
Se la pasaban gran parte de la noche cogiendo.
Al principio me pareció natural y soportable, pero con el tiempo llegó a desesperarme.
Y es que los gemidos, me volvían loca, por lo que tenia que poner musica de relajacion con el fin de que Bety no oyera.
Sergio y yo habíamos salido de vacaciones y mi hermano decidió tomarse las suyas ese mes, ya que habia terminado con Claudia, y propuso que nos fueramos los cuatro a un lugar del que le habían hablado.
Lo organizamos todo, y emprendimos la marcha.
Llegamos a nuestro destino; un parque natural con largas y desoladas playas, que se extendían más allá de donde éramos capaces de llegar con la vista.
No nos costó trabajo encontrar un rinconcito en el que poder acampar sin ningún problema.
Luego empleamos el resto de la mañana en dar un largo paseo reconociendo el entorno, montamos la tienda de campaña y nos organizarnos.
Decidimos que todos dormiriamos juntos.
Un día me desperté muy cansada y con sueño; habíamos estado hasta el amanecer contando historias alrededor del fuego.
Al girarme, noté que Sergio no estaba a mi lado, miré el reloj y me asusté;
– Son casi las dos, y todavía hay que hacer la comida.
Rápidamente me pare, miré en la tienda, mi hermano y Bety tampoco estaban, me vestí y salí de la tienda.
Sin rastro ni noticias de mis compañeros de acampada, los llamé a voces pero ninguno respondió.
Pude ver que la comida estaba hecha y lista para calentar, circunstancia que me tranquilizó un poco.
Me fui hacia la playa a buscarlos.
Apenas llegué, vi que alguien salía del agua.
Caminé hacia esa persona y comprobé qué se trataba de ellos.
Me llamó la atención que estuviesen totalmente desnudos y charlando animadamente.
?¿Qué pasa, que hoy es el día internacional del nudismo y yo sin enterarme?
Pregunté, dirigiéndome a los tres.
Sergio se me acercó y me dio un beso en los labios, como si nada y me dijo:
?No seas tan puritana, amor.
¿No ves que los tres estamos cómodos?
? Luis ¿qué haces como mi madre te trajo al mundo y con Bety viendolos?.
Tome a Bety caminamos hacia la tienda.
Luis rio con aquella risa burlona que le caracterizaba.
? Vamos, hermanita, no te cortes, es natural no tiene nada de malo.
Respondió mi hermano mientras servía la comida en los platos, con total indiferencia.
?Vamos, no seas tímida.
Que somos familia y hay confianza.
De todo lo que me decia mi hermano, apenas me quedé con la mitad, porque estaba más pendiente de lo que le colgaba entre las piernas que de lo que me decía.
Y es que debo reconocerlo, tenía un pene capaz de enloquecer a cualquier chica que se lo viese.
Lo contemplaba flácido y colgando e imaginaba que, por su tamaño, erecto debía ser de proporciones épicas.
Entonces comprendí los quejidos que soltaba Claudia cada vez que cogian.
Despues de tanto insistirme Luis y Sergio.
?Ok no voy yo a ser la única mosca en el vaso de leche.
Dicho aquello, comencé a desabotonarme la camisa.
Tras sacármela, la tiré al suelo e hice lo mismo con el pantaloncillo corto y con la braga del bikini.
Los dos me miraron durante unos segundos sonriendo y volvieron a lo que estaban haciendo.
Decidimos que era una tontería vernos en cueros durante todo el día y tener que escondernos para lo otro.
Yo terminé por hacerme a la idea de que no había nada malo, ni pecaminoso, en ver a mi hermano en pelotas o que el y mi novio nos vieran a mi hija y a mí asi.
Charlábamos por la noche, junto al fuego y tomabamos cervezas.
Apenas había luz, pero, cuando Luis se levantaba, podía vislumbrar en la penumbra el gran tamaño que alcanzaba su pene, una extraña exitación se apoderaba de todo mi cuerpo cada vez que Bety se sentaba encima de él.
Solía hacerlo cuando nos reuniamos a contar historias.
Ya estaba muy tomada asi que le dije a Bety que nos fueramos a dormir.
En la madrugada me desperte y me encontraba nuevamente sola, me levante, fui hacia donde los habia encontrado la vez pasada al llegar a unos matorrales, mire.
Mi novio estaban de pie, parado a un lado de mi hija y mi hija le chupaba el pene!!! Y mi hermano estaba sentado, chupando y manoseandole la vagina a mi hija.
Me sorprendi demaciado.
Senti coraje pero al mismo tiempo.
Luis se levanto con el pene bien parado, yo estaba muy tomada y ha decir verdad algo caliente por el tremendo palo que se cargaba mi hermano.
Mi hija lo contemplaba, se puso enfrente con su enorme pene erecto, mi hija, se lo agarro con las dos manos y comenzó a chuparle la cabesa.
Mi calentura era mucha e instintivamente mi mano ya estaba sobando mi vagina, cerre los ojos por un momento todo me daba bueltas por lo hebria y cuando cuando abri los ojos.
Luis ya no estaba ahi, mire hacia al rededor y nada, Sergio ya habia acostado a mi hija y le estaba metiendo la verga.
Mi novio se estaba cogiendo a mi hija!!!!.
Cuando di un paso adelante para detener eso, me tomaron por la cintura, por atras mio, era Luis y me dijo.
– Te gusta!!! y no me digas que no, por que estabas mirando y masturbandote!!!
Senti su enorme verga restregarse en mis nalgas al tiempo que me manoseaba las chiches y la vagina.
Comence a quejarme y mire a Sergio encima de mi hija dandole una cogida y mi hija la disfrutaba.
Luis pegado a mi me llevo hacia ellos.
Al llegar Sergio se sorprendio y se levanto asustado.
– Soniaah!!! perdon.
lo siento yo.
En eso Luis comenzo a masturbarme frente a ellos y mi hija se paro frente a Sergio y comenzó a frotársela, miré su cara de niña inocente, pero sus ojos me decían lo caliente que estaba, la pequeña mano seguía frotando, masturbando a mi novio.
Yo quede inmobil, todo había pasado tan rápido que no había tenido forma de organizar mis pensamientos.
Sergio se acosto boca arriba, mi hija tomó la verga de Sergio y comenzó a chupar la punta, sin que yo su madre, lo impidiera, la miraba resignada a que a su corta edad, ya tuviera una verga en la boca y en su vagina.
Me agache y delante de mi hija le tome el tronco y le dije:
– Chupa la cabeza y luego te la metes suavemente en la boca y le pasas la lengua así
Se la chupe, un momento y luego le cedi el lugar a mi hija quien procedió a copiar el método pero que luego pasó a sus huevos lamiéndolos, regresó al palo y se lo tragó sacándolo y metiéndolo de su boca, mi hija se paró poniendo sus piernas al lado de sus caderas para dejarse caer sobre la verga parada de mi novio, ya que yo seguía gozando de la manoseada y chupada que me deba mi hermano en todos lados.
Con Sergio acostado boca arriba, mi hija se fue sentando hasta que se clavó toda su verga, y comenzó a subir y a bajar sobre ella.
Con la cogida que le daba mi novio a mi hija delante de mi, yo estaba exitadísima, despues de un momento mi hija se paro y tomo la verga de Luis se la colocó entre los labios y con cuidado se comió la cabeza entera, metiéndo y sacándo nada más que el glande, Sergio se acerco y comenzo a chupar su vagina y su culito.
Yo estaba tan excitada que sentía escurrir mi vagina, en un momento, Luis sacó la verga de los labios de la boca de mi hija y asi mojada la puso en la entrada de su oyito trasero con la humedad de la chupada que le puso Sergio a su culito, sorprendentemente su enorme pene fue desapareciendo en su interior, entraba lento pero sin pausa, hizo un pequeño reposo cuando tenia media verga adentro ya que mi hija solto algunos quejidos, quise deter a mi hermano cuando me dijo:
-No te preocupes ya esta acoplada a mi verga.
Guiñandome el ojo y sonriendo, siguió hasta que las nalguitas de mi hija pegaron en los muslos de mi hermano.
Yo no lo creía, mi nenita tragaba verga por el culo, entraba y salia asombrosamente y lo disfrutaba, la cara de exitacion de mi hermano gozando de esa gorditas y suaves nalgas, la tomo por las caderas con ambas manos con todo el gusto, arremetia en ellas hasta sentir el choque de sus glúteos contra sus muslos.
En ese momento pense que no era la primera vez que la cogia, y que cuando los encontre desnudos en la playa o lo acababan de hacer o apenas lo iban a hacer.
Despues de un momento, Luis se fue recostando, quedando boca arriba, sin sacarle la verga, quedando mi hija encima de él, abrio los labios vaginales de mi hija, mostrandosela y ofreciendo su vagina a mi novio, el cual le abrio bien las piernas le coloco su verga y se la fue metiendo hasta quedar atrapada entre sus labios vaginales de mi hija.
Yo estaba; incredula, sorprendida, borracha y demaciado exitada mirando a mi hermano y mi novio, cogerse mi hija, veia como esas vergas entraban y salian de sus oyitos y sus huevos rebotar en ella, solo se oian sus quegidos de mi hija y los jadeos de ellos, yo me masturbaba a mas no poder, teniendo ya varios orgasmos.
Despues de un momento se levantaron y mi hermano dijo:
-Ahora te toca a ti.
Ambos se agacharon, Luis abrio mis nalgas y chupo mi ano en lo que Sergio lamia mi raja y clavando la lengua en mi hoyo mientras yo gemía, se levantaron, voltee a mirar a mi hija, separé las nalgas que escondian mi ano, Luis puso la cabeza de su verga en la entrada y presiono, resisti el dolor, entonces Luis metio su verga en mi vagina, comenzaron a sacarla y meterla, sintiendo como chocabab sus huevos en mí, me queje sin recato ante mi hija, despues de un tiempo grite el orgasmo que me llegó, ellos seguian cogiendome muy rapido ambos me sacaron sus penes, mientras me derrumbaba sobre la arena, mi hija se acercó,
colocándose al lado mio y poniendonos las dos en cuatro manos una al lado de la otra, con nuestros culos expuestos.
Sergio se coloco atras de mi hija y Luis atras mio, metieron ambos sus vergas en el orificio de nuestros culos nos penetraron hasta el fondo, nos empezaron a bombear sus huevos rebotaban en nuestras vaginas, cambiaban de lugar hasta que nos coloraron sentadas, juntas y unos chorros de leche chocaron en nuestras caras escurriendo por nuestros cuerpos.
Quedamos exhaustas, Definitivamente nunca esperé que esto pasaria, el resto de nuestra estancia alli la pasamos muy bien.
Volvimos a casa.
Sergio decidio casarse e irse a vivir conmgo.
Ahora los 4 somos muy felices, no se cuanto dure, pero por el momento lo disfrutamos.
O.
R.
Seria raro que mi chico se encame una nena de esa edad aunque si se le da pues genial, no niego que se exiten las peques si ya de por si son curiosas y si, nos da harto morbo una situación así. El dice que si se la chupa ya basta y pues si bien veo mejor esperar a los 11 o 12 por tema anatómico nos imaginamos que su coño debe apretar de mil maravillas lo que le entre y por ende la historia cuenta lo visto. Por eso nos encantó igual.