MI MUJER PASADA POR UNOS JOVENES
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Uno de ellos se asomó a la ventana a echar un pitillo cuando vió algo que le llamo poderosamente la atención. Mi mujer estaba de rodillas, agachada y debido a que llevaba una camiseta floja y sin sujetador se le veía prácticamente la totalidad de sus pechos. Sintió una excitación y al instante llamo a sus tres compañeros.
Los cuatro observaron con precisión el cuerpo de mi mujer y empezaron a soltar comentarios del tipo de: – qué buena está – como me está poniendo- como me gustaría follarmela, etc..
Uno fue más directo y llamó la atención de ella, – eh guapa, aquí, mira para aquí – mi mujer levanto la vista y pudo observar a los cuatro jóvenes. – ¿ Qué haces? Le preguntó, – estoy trabajando un poco- contestó ella. – Con el calor que hace, por qué no subes y tomas algo fresco con nosotros- ella respondió ,- muchas gracias por la invitación pero mejor no -, ahora insistió otro de los muchachos, el cuál recibió las misma contestación.
No sé si fue por la insistencia de ellos o bien por el morbo que mi mujer estaba sintiendo pero el caso es que ella en un momento dado dijo, – está bien pero voy a casa a darme una ducha y cambiarme- rápidamente un joven dijo, – no hace falta, te puedes duchar aquí y nosotros te dejamos ropa limpia-, mi mujer quedó un tiempo pensando y al poco dijo, – vale, está bien-, empezó a caminar dirección al piso de los jóvenes.
Ellos estaban cada vez más excitados y mientras no se presentó en el piso comentaban lo que harían con ella si se dejase.
Llegó al piso, entro y se presentó a los cuatro jóvenes. Uno le ofreció una camiseta y le indicó donde estaba el baño para poder ducharse.
Se metió en el baño, cerro la puerta y se dispuso a ducharse, mientras los cuatro jóvenes seguían de pie sin decir palabra. – Joder me va a estallar la polla de lo excitado que estoy, como estais vosotros?, los demás respondieron que también estaban preparados para entrar en acción. – Venga entramos en el baño y la asaltamos- dijo uno, – y si no quiere – respondió otro, – anda que no, vamos que una tia se viene al piso se pone a ducharse y no se va a dejar hacer, que iluso eres-.
Los cuatro jóvenes se desnudaron y se dirigieron al baño, abrieron la puerta y pudieron ver una sombra detrás de la cortina del baño. La descorrieron bruscamente y al fin consiguieron ver el cuerpo desnudo y mojado de mi mujer, ella los observó y vio como los cuatro tenían sus pollas cargadas y listas para disparar.
– veo que no perdeis el tiempo- dijo ella y justo al acabar de decir esto los cuatro muchachos se metieron en la ducha y empezaron una sesión brutal de magreo y sexo.
Se abalanzaron como fieras sobre su presa, las ocho manos recorrían el cuerpo de mi mujer, tocaban todo el coño, los pechos, las nalgas, las cuatro bocas se iban turnando con la boca de ella, uno se arrodilló y comenzó a comer su vagina, mi mujer quería, necesitaba gritar de placer pero debido a la intensidad de la sesión no era capaz, parecía que los muchachos llevaban años sin tener sexo, estaban como poseidos. A duras penas podría hacer más que tocar alguna que otra polla, estaba siendo sometida con dureza.
De repente la cogen en el aire y la transportan hacia la habitación y la arrojan sobre la cama y al instante continua la avalancha de manos y bocas sobre su cuerpo.
Un de los muchachos dijo,- no aguanto más me la voy a follar- y dicho esto se colocó entre sus piernas acercó la polla al coñito y de un golpe fuerte y seco se la metió toda, ahora si que mi mujer soltó un grito de placer,- diossss, ahhhhhhh, que gustooooooo- el joven intensificaba poco a poco su velocidad de penetración mientras los otros seguían a lo suyo, dos le comían los pechos y un tercero le acercó la polla a la cara, polla que enseguida empezó a ser comida.
Que escena más brutal de sexo, mi mujer no daba echo con tanta polla aunque la verdad se estaba portando como una auténtica profesional del sexo. El joven enseguida se corrió, dentro porque así ella se lo había pedido, y enseguida ocupó su lugar otro de los jóvenes era el segundo y con el mi mujer tuvo un orgasmo bestial, chillaba como un perra en celo, como nunca lo había hecho.
Uno tras otro se la follaron los cuatro con una doble sesión pues cuando acabó el último el primero ya estaba listo para empezar otra vez, es decir ocho folladas en una tarde, ocho folladas y cuatro orgasmos que dejaron a los cinco totalmente extasiados y cansados encima de la cama, hasta el punto de que así se quedaron dormidos.
CONTINUARÁ
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!