Mi nombre es Eloisa. Elo para los conocidos. Soy profesora de filosofia en un in
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Eran las ocho de la noche y llegue a mi casa despues de haber cancelado un viaje sin mucha importancia, la casa estaba invadida por un silencio sostenido, cuando respiraba sentia que se rompia ese encanto nocturno y sin darle importancia subi por las escaleras que conducen a la recamara, donde suponia que mi mujer descansaba, al ir subiendo senti un creciente murmuro que se extendia por cada escalon que conquistaba, al llegar arriba asome por la puerta de la recamara y la vi vacia pero el rumor que despedia la planta alta era mas intensa, por lo que supuse que mi mujer estaba en el baño tomando una ducha, entonces entre en silencio al cuarto de baño y asisti a la escena que cambio mi vida, a traves de la cortina que traslucia el fondo de la bañera vi a mi mujer en medio de dos hombres, desnuda, con el pelo suelto mojado y su boca abierta mientras los dos hombres la mordian por todo el cuerpo y la recorrian con sus lenguas por todos los resquicios de su piel morena, se arrodillaron uno frente a ella y otro atras y empezaron a lamerle las piernas hasta llegar a su sexo, la penetraban con la lengua en la vagina y en el culo, al mismo tiempo mientras ella acariciaba sus cabellos y despedia gemidos que recorrian el baño y se escapaban para todos los rincones de la casa y que en mi tenian un efecto hipnotizador que me paralizo y me saco de la realidad hasta hoy. Luego se pararon y empezaron a besarla al mismo tiempo, era algo indescriptible, las dos bocas de ellos recorriendo la de ella, sus lenguas adentro de su boca, las tres lenguas humedas en el espacio ardiente de la boca de mi mujer, mientras se besaban apretaban sus cuerpos contra ella y las cuatro manos de los hombres recorrian su cuerpo pequeño y bronceado, sus pechos redondos y grandes y los pezones de ella estaban estirados como nunca. Ella se hinco entre los dos y empezo a mamarlos desesperadamente, metiendo los dos penes en su boca de una manera salvaje, en momentos desconocia a la mujer que estaba viendo, luego entendi que esa que estaba en pleno extasis era la verdadera Mara y no la que yo tenia por convencion. Duro casi media hora con esos penes en su boca hasta que los dos explotaron y ella se trago todo el semen que despidieron, era increible verla saboreando ese liquido sobre sus labios, luego se incorporo y en medio de los dos empezo a besarlos abrazada a ellos, se reia con una libertad desinhibida que solo da la confianza por lo que supuse que llevaba haciendo eso mucho tiempo e increiblemente crecio mi excitacion.
Sali del baño y fui a la recamara a esconderme, entre a al closet y esperaba que siguieran ahi. Ella entro sola a la recamara y estuve tentado a salir pero mi excitacion era mas fuerte que mi orgullo y deje que siguiera el momento. La vi envuelta en una toalla blanca mientras sacaba la ropa que se pondria y la acomodaba en la cama con una dedicacion que hacia suponer su deseo de hacerlo, se puso unas medias con liguero blanco y un vestido blanco pegadisimo y unos tacones muy altos, se pintaba con la excitacion reflejada en los labios y recogio su pelo de manera delicada, en eso tocaron a la puerta apurandola y ella les pidio que esperan, se miro en el espejo, se sento y de repente empezo a masturbarse rapidamente, subio su vestido y se recosto en la cama y empezo a meter sus dedos en la vagina y el culo, mientras lo hacia murmuraba los nombres de ellos "¡ahh Hector, Gabriel, cojanme al mismo tiempo, asi mi amor, asi, meteme tu verga hasta dentro, los dos, aqui en mi cama hagan de mi lo que quieran, cojanme toda!".
Senti un estremecimiento que cimbro todo mi entorno, mi respiracion a intervalos se desvanecia y mi cuerpo estaba en un estado desconocido. De nuevo tocaron la puerta y ella reacciono y se incorporo aun excitada. Salio como pensativa y pense que saldrian a algun lugar, los mire desde la ventana de la recamara, estaban los tres en el auto, ella en medio de las dos y le acariciaban las piernas y le hablaban al oido mientras ella reia nerviosa y excitada. De repente salieron del auto y casi corriendo entraron de nuevo a la casa, hasta arriba escuche el ruido profundo de la puerta cuando cerro y los pasos desesperados que se ahogaban en los escalones por los tacones de ella, me volvi a esconder en el closet y justo entraron los tres. De manera violenta la apretaron contra la puerta y uno de ellos empezo a besarla sobre el vestido, el otro se acerco y de manera muy delicada empezaron a bajarle el ciper del vestido mientras ella los miraba con una rabia que parecia mas de amor y de pasion, asi entre los tipos me parecio pequeñisima, le quitaron el vestido y la dejaron con el liguero y las medias, ellos se desvistieron rapidamente mientras la observaban como se tendia en la cama, uno se acerco y empezo a cojerla con la lengua mientras el otro ponia su pene en la boca de ella, asi estuvieron largo tiempo, luego cambiaban de posicion, ella se hinco en medio de la cama y uno adelante y otro atras empezaron a hablarle al oido, ella se desbordo y se transformo como por efecto de lo que ellos le susurraban al oido, tumbo a uno en la cama y con violencia hacia que la penetraran, de espaldas al que la penetraba y con la boca del otro en su clitoris, empezo a hablar con una urgencia de sacar sus deseos reprimidos "¡Asi cojanme, no se detengan, asi mis amores, denme toda su verga, soy toda suya y solo de ustedes!" ellos contagiados por ese dialogo de excitacion empezaron a jugar con ella "¿te gusta mi amor?" "si quiero que me hagan todo lo que quieran, que me cojan como ustedes quiera!" El que le acariciaba el clitoris se incorporo y puso su pene en la vagina ya penetrada y ocupada por el otro, y poco a poco la metio ante el placer de Mara que parecia evadida de este mundo. Empezaron a penetrarla al mismo tiempo y el cuarto estaba invadido de un ambiente erotico y perverso que salia hasta por las ventanas, ella no dejaba de hablar "¡ahhh Hector, Gabriel, no paren de cojerme, se siente tan rico aqui en mi cama, en la cama de mi esposo, siempre que lo haga con el pensare en esta noche y en sus vergas recorriendo mi cuerpo, metenmelas hasta dentro, soy suya, ahhh mi amor, lo tienen tan grande, cojanme¡" ellos seguian su juego y le decian. "Asi Mara, muevete, eres la puta mas rica que existe sabias?" "¡si mi amor, soy su puta, solo de ustedes, cojanme y tratenme como una puta, asi mi amor metenmela, cojanme" asi estuvieron por una hora, penetrandola por todos lados hasta que ellos acabaron dentro de ella y se quedaron dormidos, humedos y aun con la respiracion alterada.
Autor: Anonimo
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