Mi tía me inicio en un mundo promiscuo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Definitivamente he cambiado nombres y lugares, pues es delicado lo que relataré, pues tengo novio oficial y mi familia es muy conservadora en cuanto al sexo.
Me acuerdo de que muchas veces entre sus charlas, mi papá y mamá se referían a la tía Carol como una mujer muy libertina y puta, sin embargo, cuando ella llegaba de visita, era muy alegre, su plática era muy amena, era muy honesta para hablar y eso causaba problemas con la familia. Ella tiene unos 34 o 35 años, tiene un buen cuerpo, nunca se ha casado y vive bastante bien. Yo que me llamaré Karla, tengo 21 años, perdí la virginidad a los 18 años, todo un record, solo he tenido un novio que es Leonardo, el cual es evangélico que en ocasiones llega a lo fanático, y yo sentía que en cuestiones de sexo, había mas que cinco minutos de intimidad.
Para vacaciones de la universidad, mi tía Carol me invitó a pasar unas semanas a su casa, como ya soy mayor, aunque vivo con mis padres todavía, ellos en cierta forma se opusieron, pero yo les convenci y finalmente ellos aceptaron con un millón de recomendaciones.
Me ubiqué en la casa de la tía, que vive a cuatro horas de casa de mis padres, una casa grande para ella sola. Siendo ya de noche, ella me dijo que recibiría a un amigo suyo, yo le dije que subiría a mi habitación a descansar del viaje, leería un libro y me dormiría. Estuve en mi habitación, vi tv y leí un poco, cuando estaba leyendo ya con la televisión apagada, empecé a oir ruidos que provenían de la casa, al abrir la puerta de mi habitación, casi toda la casa estaba con las luces apagadas, pero los sonidos eran más audibles. Me fui acercando a las escaleras que llevan al segundo nivel, que era donde yo estaba, cuando pude oir que los sonidos eran gemidos y quejidos. Me asomé por la baranda de la escaleras y había un sitio alla abajo aún con luces, era el sofá más grande de la sala que me quedaba casi enfrente de las escaleras. Me agaché un poco para ver mejor, asi pude ver a mi tía Carol con su amigo teniendo sexo en la sala de estar.
En ese momento ella estaba montada sobre el muchacho, le colocaba su chuchita en el rostro, el se la comía completa, y ella se movía restregándole su sexo y gimiendo fuerte. Era un cuadro muy caliente. Mí tía le pedía que se la siguiera mamando y chupando, al tiempo que se apretaba los senos. El hombre la tomaba de los muslos para sujetarse pues ella se movia muy fuerte. Yo no perdía un instante de lo que hacían, me acaloré rápido, estaba indecisa si regresarme a mi habitación o espiarlos. Me decidí por lo segundo.
En un instante, mi tía Carol se quitó del rostro de su amante y se fue colocando justo sobre la pija de él, la tomó y primero se la frotó en todo su sexo y le preguntaba si quería cogerla, él le respondía que si varias veces, luego mi tía se fue sentando sobre la pija, que se miraba era gruesa y larga, se le fue introduciendo y a la vez cerraba los ojos como degustándola, se oyó un quejido de mi tía, posiblemente cuando terminó de ensartarse en ese pedazo de carne dura. Luego ella comenzó a moverse como si estuviera montando un caballo, él le apretaba los senos y los dos comenzaron a gemir diciéndose cosas calientes – te gusta como te estoy cogiendo?- decía ella, -me gusta tu coño, que rica estas!!- decía él.
Yo sentía que mi rostro y mi cuca se calentaban, puse una mano entre mi calzón y comencé a acariciar lentamente mis labios vaginales y mi clitoris. Luego el hombre tomó los senos de mi tía y los mamaba mientras ella no dejaba de dar cintura. Al rato mi tía se empezó a mover más rápido a la vez que gritaba -me corro, me corro!!- y haciéndose para atras se detuvo. El aprovechó para levantarse e irse encima de ella, quedando ella abajo ahora con él encima y no dejaba de cogerla con buenos movimientos, yo podía ver la nalgas del hombre encima de mi tía moviendose y ella poniendo sus piernas hacia arriba, los gemidos seguían. Yo también estaba sumamente excitada, a punto de llegar a orgasmo, para ese momento me acariciaba el cli y me metía un dedo en mi cuquita. El muchacho comenzó a darle duro a la tía, se levantaba y con fuerza caía sobre ella y se la clavaba duro. Oí cuando él casi gritaba cuando le sobrevino el orgasmo, ella también lo hacía, no se si terminaron juntos, pero hicieron un gran escándalo, yo me fui yendo a mi habitación y cerré con cuidado, mi corazón estaba muy acelerado y caí en la cama y alli terminé de tener mi orgasmo. Esa noche me quedé con la ropa puesta, pues estaba agotada y soñé que yo era a quien se habían cogido en la sala.
Al otro día en el desayuno, le pregunté a mi tía de su visita de anoche, ella me dijo que había sido un amigo, yo le dije -sólo un amigo??-, ella se río y me dijo que era un amigo con derechos, nuevo termino para mi.
A los tres días de estar con mi tía, y tener más confianza en charlas sobre sexo, ella me preguntó de mi novio y lo que nunca me habían preguntado mis padres, que era sobre la sexualidad con mi novio, yo le dije que era un poco frío y yo más caliente que él, luego de saber más detalles, mi tía me dijo que iba a invitar a un par de muchachos amigos suyos para que yo conociera más chicos. Asi que ella planificó que el sabado llegaran algunos de sus amigos con derechos.
Esa noche, ella me buscó ropa, por instrucciones de mi tía me puse una mini pegada a mi cuerpo, ya que ella me dijo que tenía bonitas piernas y caderas, luego un top sin sostén, tengo un busto mediano, pero de bonita forma y por último zapatos de tacón altísimos. Me vi en el espejo y me veía como una zorrita.
Llegaron los invitados, que eran 3 tipos, Marcos de unos 25 años, Leonel de 30 posiblemente y el mayor que era Carlos de unos 40 años, que de paso era el más alto y para mi el más guapo también, por respeto le dije don Carlos, aunque él me pedia que le dijera solo Carlos.
Hubo licor, música y comida, poco a poco todos nos fuimos desinhibiendo por el licor y hubo bromas durante la cena, luego todos fuimos a la sala de estar. Rápidamente se formaron dos grupos en la sala, yo estaba con Marcos y Leonel en un sofá, yo en el medio, y mi tía con don Carlos. Los muchachos comenzaron a cachondearme y me daban vino, al principio yo solo pensaba en mi novio y estaba como desconcentrada, pero con el vino que ya tomaba me empecé a sentir bien con dos hombres a mis lados. Los dos no eran mal parecidos, eran altos además y bien proporcionados, se notaba que pasaba buenas horas en el gym.
Uno de ellos, Marcos, me comenzó a tocar las piernas mientras bromeaba, ya no quitó su mano de alli, me acariciaba las rodilla y el muslo, él otro no quiso quedarse atras y me rodeo con uno de sus brazos. -Dice tu tía que eres una chica muy ardiente y curiosa!-, yo asentí y atrevidamente puse mi mano en el paquete de Leonel, -ohh!- se notaba un buen tamaño y no estaba erecto todavía. Seguimos charlando y Marcos introducía su mano en mi entrepierna casi rozando mi braguita, yo seguía tocando el paquete de Leonel y el me abrazaba, empezó a haber una atmósfera pesada sexualmente, y para colmo, en el sofá frente a nosotros, mi tía se comía a besos con don Carlos, el mayor de todos, quien le sacó los senos a mi tía de la blusa y se puso a mamarlos tiernamente frente a todos.
Al ver eso Leonel quitó su brazo alrededor de mi cuello y al ver a la pareja frente a nosotros se puso a acariciar mis senos, sobre mi top, yo iba a reaccionar quitándolo, pero en ese momento comienzo a sentir como el otro varón tocaba mi cuquita, me corrió la falda y e introdujo su mano en mi braguita y sentí como sus dedos tocaban mis labios vaginales y toda mi cuquita. -Uyy que me hacen??- fue todo lo que dije, para ese entonces, Leonel ya había levantado mi top y mis senos quedaron al aire, bajó su cabeza y se puso a mamarlos uno por uno. Unos minutos después, Marcos me acomodó en el sofá de modo que mi cabeza se apoyaba en el respaldo, se fue colocando de rodillas en el piso y de un tirón me sacó las bragas, luego abrió mis piernas y comenzó a chuparme la chuchita peluda, uyy que rico sentí, no sé si por el licor o porque estos muchachos tenían mucha experiencia, pero me hicieron vibrar alli sentada, por un lado Leonel chupando mis pezones y pasándoles la punta de su lengua y por el otro, Marcos me daba una chupado de campeonato en mi cuquita, su boca estaba llena de mis pelitos, ya no pude contenerme asi que gemí de placer como una zorra, sentía cosquillas en todo mi cuerpo y los dos machos saciándose con mi cuerpo, los dos lo hacían muy bien, pude ver que mi tía y su pareja me veían detenidamente, pues me estaban comiendo toda literalmente.
Minutos después, tensé mi cuerpo y me corrí, sentí que me bajó algo húmedo en mi chuchita y sentí a Marcos metiendo la punta de su lengua dentro de mi vagina, se estaba devorando mis jugos íntimos.
Luego de eso, Leonel se puso de pie y me dio la mano, me puso de pie, -Carol, préstanos un rato tu recamara, vamos a estrenar a tu sobrina, vamos a ver si la sobrina esta tan buena como la tía-, mi tía se tiró una carcajada, -tenga cuidado con mi sobrina que es un perrita en la cama- dijo mi tía.
Nos fuimos los tres hacia arriba, entramos a la recamara, la tía teniá una cama enorme, entre los dos me quitaron la ropa de encima y me dejaron en cueros, luego entre besos y tocaditas me acostaron en la cama, Marcos se desnudó y se jaló la pija frente a mi, tenia una enorme y venosa pija, subió a horcajadas donde yo estaba y me puso la verga casi en los labios, quería que se la mamara, yo le di unos besitos primero y luego comencé a comérmela completa, la lamía y le chupaba el glande repetidas veces, por su parte Leonel se quitó la ropa, se metió entre mis piernas y comenzó a comerse mi cuquita. Alli estaba yo, por primera vez en un trio, un macho me metía su pija en la boca y el otro me devoraba mi chuchita mojada. Nunca me hubiera imaginado eso hace tan solo una semana atras.
Un rato después, Marcos le dijo a Leonel que cambiaran, pero la idea de él era penetrarme ya, puso mis piernas en sus hombros y frotándome primero su glande en mi cuquita, la puso en mi vagina y me penetró, sentí que su cabezón del glande no entraba con facilidad, el tipo tenia una pija mucho más grande que la de mi novio, él empujó un poco más con fuerza y su glande entró y se deslizó con dificultad en mi conducto vaginal. -la chica es muy estrecha!- dijo él a Leonel que metía su pene en mi boca. Luego de meterme una parte de su pija, se puso a bombearmela, entraba y salía lentamente de mi cuquita, yo sentí un poco de dolor, como si me estuvieran desvirgando de nuevo, pero conforme pasaban los segundos comencé a excitarme, yo apenas podía gemir pues el otro muchacho me rellenaba de pija la boca.
Los bombeos de Marcos se hacían más inclementes, me tomaba los tobillos uno en cada mano, y me daba buenas embestidas, su pija me entraba totalmente, mi vagina ya se había dilatado lo suficiente, y él gemía cada vez que me penetraba, al parecer y luego él me dijo que yo era tan estrecha todavía que le ahorcaba su pija cada vez que entraba en mi cuquita. Al rato, a petición de Leonel cambiaron de nuevo de posición, Marcos me puso su pija en la boca y pude sentir mis propios jugos que estaban en la piel de su pija. Leonel me la metió con menos dificultad, pues ya estaba dilatada y bien lubricada mi vagina, comenzó a moverse con bombeos cortos, tomó uno de mis pies y se lo llevó a la boca, alli me chupó el empeine, luego me lamió entre los dedos y por último los saboreo uno por uno metiendolos entre sus labios, fue muy sensual lo que le hizo a mis pies. Los bombeos de Leonel eran más cortos pero más profundos, él me hizo llegar a un segundo orgasmo rápidamente.
Mientras me recuperaba, Marcos se acostó a mi lado y me pidió que me montara sobre su pija, alli me pude dar cuenta que su pedazo de carne era muy grueso y un cabezón enorme, me acordé de lo mi tía de la otra noche, asi que me subí encima, tomé su pija y la guié hacia mi cuquita, luego me fui sentando y me fui ensartando su gorda pija, usé mi peso para que se fuera adentro, poco a poco me fui penetrando hasta que toda quedó adentro de mi. Después me puse a jinetearlo, me sentí completamente llena de su carne, comencé a gemir de gusto. Leonel entonces se puso de pie y me puso su pija a la altura de mi boca y me puse a chuparle el pene. -si mi novio me viera, se moriría- pensé. Pero como aveces pienso, que es mejor probar de todo esto soltera y no casada, eso me convertiría en una adultera.
Era rico montar la la pija de Marcos, él apretaba mis senos y ayudaba con el movimiento subiendo y bajando su pelvis, lo cual ocasionaba que la penetración fuera más profunda. Con ese movimiento apenas podía tener la pija de Leonel entre mis labios. Por eso, Leonel mejor se colocó al lado de Marcos acostado de la misma forma, luego me dijo que lo montara a él, yo ya estaba cerca de mi nuevo climax, me desmonté de Marcos y me fui subiendo sobre la pija de Leonel, la tomé nuevamente y me fui sentando sobre ella hasta que la tuve toda dentro de mi, luego fui jineteandolo como lo había hecho con Marcos. Marcos se masturba a nuestro Lado. De esa forma en un par de minutos llegué a un orgasmo de nuevo, tensé la espalda y no sé si por tanto sexo, pero la habitación me daba vueltas alrededor. En eso estaba cuando abren la puerta, mi tía solo con bragas y don Carlos solo con sus boxer llegaron a espiar, -vaya que mi sobrina les ha dado batalla!!- y se rieron con su amigo, yo subía y bajaba de la pija de Leonel. En eso siento que Leonel saca su pija de mi cuquita y me echa su leche en las nalgas; luego Marcos me pone en cuatro me penetra y en pocos minutos tambien se corre en mis nalgas y espalda. Mi tía y don Carlos son observadores de todo esto último.
Marcos y Leonel salen desnudos de la habitación y se disponen a tomarse un trago, yo me quedó entre las sabanas que estan húmedas por nuestros jugos íntimos en algunas partes.
Luego de algunos minutos me levanto y me meto a la ducha para asearme un poco, -que nochecita!- es lo que tengo en la cabeza. Terminando estaba cuando de repente, me abrazan por la espalda, al mismo tiempo una voz me dice -eres una muchachita muy caliente-, era don Carlos, estaba desnudo igual que yo, me abrazó por atras y sus manos me rodearon y su paquete se pegó a mis nalgas. Me voltee y nos besamos, hasta ese momento me acordé que ni Leonel ni Marcos me habían dado un beso durante nuestra sesión triple, en cambio don Carlos era más estilo antiguo, el besó duró varios minutos, su lengua y mi lengua se entrelazaron, fue rico y relajante, sus manos apretaron mis nalgas y hurgaron mi rayita.
Su boca bajó a mamar mis senos y pezones de forma muy sensual, mis pezones se erectaron al poco tiempo, una de sus manos se metió entre mi pelambre y acarició mis labios vaginales y mi clitoris, el tipo sabía como irme excitando de a poco.
Luego de mis senos su boca fue bajando a mi vientre y luego sentí su lengua sumergirse entre mi pelambre púbica, me separó delicadamente mis piernas y él ya estando totalmente hiincado frente a mi en la ducha su lengua tuvo contacto con mis labios vaginales, aullé de placer, pues sentía su lengua mojada y calientita tocarme la vagina y mi clitoris, me aferré a su cabellos porque sentí desfallecer.
Luego de varios minutos asi, don Carlos se puso de pie y tomándome de los hombros me fue haciendo hacia abajo me fui agachando hasta que su pija ya erecta me quedó de frente, la tomé con una mano y la llevé a mi boca y comencé a lamer y chupar su glande, su pija se puso más dura aún y aumento otro tanto de tamaño. Después él con un movimiento de caderas me la fue metiendo en la boca como cogiéndome, luego me dirigió la boca para que le chupara las bolas, eso lo hizo gemir de gusto.
Mas tarde el me levantó y me cargó, aún mojados me llevó a la cama y me puso en cuatro, puso su pija en mi cuquita y me la clavó despacio, su pija se fue metiendo en mi cavidad, a la vez que me arrancaba quejidos de placer, luego se puso a cogerme. Carlos me tomaba de la cintura o de mis caderas para darme buenos empellones de su pija, yo me sentía completamente llena, estaba disfrutando este buen palo que me daban, Carlos me sacaba buenos gemidos y no quería que dejara de hacérmelo. En ocasiones yo me levantaba y quedaba de rodillas y el me abrazaba, entonces yo volteaba y nos dábamos ricos besos de lenguita. En eso estabamos cuando me sobrevino un rico orgasmo, él aceleró sus movimientos y eso hizo que disfrutara más mi corrida.
Luego él me dijo que esperara un momento, alargó su brazo para abrir un cajón de la mesa de noche, sacó un bote y este contenía una especie de gelatina (como que el ya sabía donde encontrarla), se la untó en su pija y luego en mi ojete de culo, sus intenciones eran claras, quería cogerme por el culo, yo aún no lo había hecho nunca por alli, pero no podía decirle que no, además yo estaba muy excitada, entonces con su mano me insertó uno de sus dedos en mi culito, lo pajeo varias veces antes de meter otro dedo en mi culo, yo me sentía extraña, la sensación era diferente. Luego me los sacó y poniendo su glande contra mi ano lo frotó varias veces, luego sentí como su glande fue abriendo mi ano y con mucha dificultad me empezó a penetrar, yo emitía pequeños gritos de incomodidad y dolor, pues la pija de don Carlos era también gorda y larga. El después de meterme la mayor parte, detuvo sus bombeos y se puso a besarme la espalda, eso me dio tiempo a relajarme y acomodarme al pedazo de carne que tenía en mi recto. Después de unos minutos el se puso a mover lenta su pija dentro de mi culito, se fue lento, era paciente, cuando por fin sentí que su pija me tocaba puntos en mi recto que me fue excitando, el se me empezó a dar bombeos más rapidos y profundos. Después de varios minutos yo sentía más placer que dolor, él aceleró y me dio más duro, ahora sus embestidas me hacían ir hacia adelante y rechinaban la cama. Por fin lo oí gemir y gritar, luego sentí un chorro de semen caliente en mi culito, don Carlos estaba eyaculando en mi recto, por fin después de muchos gemidos él se detuvo y luego de abrazarnos y besarnos otro rato, me la sacó y un pequeño chorrito de su semen y mis jugos cayeron en las sabanas. Me habían desflorado mi ojete chiquito.
Después de varios minutos más, don Carlos y yo regresamos a la sala, ante muchas bromas de mi tía y los otros dos tipos. Me habían cogido 3 hombres distintos en una noche. Para terminar diré que me embriagué con ellos, ya no recuerdo como llegué a mi habitación y desperté hasta cerca del medio día. Si quieren saber algo, disfruté más el palo que me eché con don Carlos que con los otros dos juntos, él sabe tratar mejor a una hembra en la cama. Se lo dije a mi tía días después. Mí tía arregló una cita entre don Carlos y yo antes de regresar a casa de mis padres, fue una noche genial, me invitó a un restaurante exclusivo, nos fuimos a bailar música antigua y finalmente me llevó a un motel donde me hizo el amor bien rico casi toda la noche, desperté en sus brazos, fue romántico. Creo que eso será para otra parte.
De regreso, tomé la decisión de dejar a mi novio, no estaba lista para formalizar nada, ahora tengo dos amigos "con derechos" con quienes tengo buen sexo, no hay nada serio con ninguno.
FIN
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