Pajazo grupal
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por oscareduardo.
Carlos leyó el último blog de esa página web que había encontrado, en ella nuevamente volvía a encontrar la invitación a una masturbación grupal, hacía rato este clasificado se repetía una y otra vez para las grandes ciudades del país, pero él vivía en la provincia en donde nunca pasaban estas cosas.
Esa noche decidió que iba a organizar una reunión de este tipo en su pueblo natal , quería tener esa experiencia pero no sabía cómo hacerla, qué debía hacer, en fin no sabía nada de nada.
Le comentó a su amigo más íntimo su compadre Gonzalo, hacía mucho tiempo se conocían y había un trato muy especial que les permitía hablar de ciertos temas como eran los sexuales, se comentaban sus aventuras y a veces sus infidencias matrimoniales.
A su compadre le sonó la idea y empezaron a organizar el evento.
Carlos empecinado en su evento le vendió la idea a otros compañeros y todos estuvieron de acuerdo.
Estaba Henry un costeño que le gustaba el ron y jugar dominó, Marcelo un hombre de edad que se les pegaba a todos los programas y Sebastián un solterón empedernido que lo único que tenía era experiencia.
Como factor común a todos les gustaba el fútbol y a veces se reunían en la casa de Carlos a ver los partidos más llamativos del fin de semana, allí se tomaban sus cervezas y disfrutaban de los eventos programados.
Esta era una de las razones que tenían enojada a la mujer de Carlos, Dora no le gustaba el fútbol y mucho menos los programas dominicales de su marido.
Al único que trataba era al compadre Gonzalo, ella parecía que le gustaba ese hombre, pero la amistad entre los dos no había pasado a mayores.
Este fin de semana Dora no iba a estar en la casa, se había ido para donde su mamá la señora Begonia que vivía en la capital.
A Carlos no le gustaba mucho la idea de esas visitas pues su suegra era todavía una mujer joven, separada de su marido y una mujer que le gustaba mucho las fiestas y tener sus encuentro sexuales esporádicos.
Según sus conocidos era una depredadora sexual, no se podía resistir a nada ni a nadie, si un hombre le gustaba se lo gozaba…así de fácil.
Pero esa ausencia de su mujer la iba a aprovechar para efectuar el evento que tenía en mente.
Pero cómo montar la logística para un evento que no tenía ni idea en qué consistía ! Lo asimiló a ver un partido, tenía un buen televisor, la sala contaba con un sofá amplio y cuatro sillones cómodos, había una nevera y sólo tenía que conseguir una película porno que sirviera para desperezar los penes flácidos que llegarían a esa cita.
Respecto de la bebida cada quien llevaría lo que quisiera tomar, y si querían música de fondo estaba el equipo de sonido.
Le comentó a Gonzalo y todo quedo cuadrado para el viernes por la noche.
Si se emborrachan al otro día no tenían que trabajar.
Llego el viernes y todos llegaron puntuales, la mayoría llevaban pantalonetas cortas para facilitar la masturbada, ninguno llevaba ropa interior, complementaban el atuendo con camisetas sencillas fáciles de quitar.
Para iniciar hicieron un brindis, se sentaron en los sillones y Gonzalo dio unas pautas generales.
El objetivo principal era obtener una eyaculación casi simultánea, si alguno podía obtener más de una eyaculación la misma noche lo podía hacer siempre y cuando dejara el cupo para la última eyaculación para cumplir con el objetivo.
Tomarían no para emborracharse sino simplemente para tener un poco de alcohol en el torrente sanguíneo que sirviera de toque afrodisiaco.
Iniciarían colocando una película porno para empezar a excitarse.
La película empezó, las imágenes desnudas de una hermosa mujer empezaron a facilitar las erecciones, sin embargo al salir el actor principal y observar el tamaño de esa verga descomunal hizo que la mayoría de los asistentes se sintiera herido en su amor propio.
Sólo el costeño y Gonzalo podían competir con la longitud y el diámetro de ese pene de película.
Superado ese trauma inicial el licor empezó a circular, sin embargo las erecciones no se veían bajo las pantalonetas.
Al fin Gonzalo sacó el pene medio erecto, el costeño también empezaba a acariciar su negra herramienta , Carlos palmoteaba su pene flácido que no quería despertarse, Marcelo el más maduro había llegado acompañado de un amigo joven llamado Javier, ambos tenían problemas de erección.
Sebastián el solterón tampoco quería enderezar.
Carlos preocupado observó que algo fallaba, Gonzalo también sintió que aunque los estímulos eróticos de la película de mesa pareja no eran capaces de incitar sexualmente al auditorio y de hecho no se alcanzaba el efecto deseado.
Hicieron otro brindis, aunque nadie hablaba se sentía una preocupación general.
Marcelo se paró, fue hasta donde había dejado una chaqueta y sacó otra película y la colocó.
Era una película porno de homosexualismo.
Al principio todos se sorprendieron pero al comenzar las escenas tórridas entre los protagonistas y ver con lujo de detalles como esa verga empezaba a juguetear en el esfínter anal del pasivo, al mirar la cara de satisfacción del marica cuando empezaba a ser penetrado y esas muecas de placer cada vez que era clavado una y otra vez dejando sembrado ese pene enorme en el recto de ese gay pasivo, aparentemente flaco y desgarbado los asistentes notaron como sus vergas se empezaban a levantar y entre más explícita eran las escenas de penetración y sexo oral más erectas se ponían sus vergas.
Alegres elevaron sus copas y brindaron por esas erecciones que ahora eran firmes, que se elevaban como estandartes arrogantes.
Empezaron a masturbarse lentamente, unos con una sola mano, otros con ambas manos, ahora sí parecía empezar la masturbación grupal.
Solamente Javier el amigo de Marcelo no había sacado de su pantaloneta su verga, se limitaba a observar la verga de todos los presentes sin decir nada ni hacer nada.
Carlos pidió un nuevo brindis y el licor acompañó los suaves movimientos sobre los penes que ahora se mostraban mucho más agresivos.
De pronto la puerta de la sala se abrió y aparecieron Dora con su mamá.
Las muy traicioneras habían regresado antes de tiempo.
Todos quedaron mudos, Dora iba a empezar a regañar a Carlos pero su mamá se lo impidió.
Ella con los ojos desorbitados de la emoción miraba esa preciosa colección de vergas paradas , era como una niña bien glotona en medio de un almacén de dulces y golosinas, con una rápida mirada calibró todos esos hermosos penes y corrió hacia el pene del costeño, lo tomó en sus manos y empezó a mamar esa rica verga, Dora se contagió del comportamiento de su mamá y corrió hacia Gonzalo, hacía tiempo lo deseaba en silencio, se aferró a esa verga y cerrando sus ojos empezó a degustar ese hermoso manjar.
Carlos no salía de su asombro, primero la aparición de las dos mujeres, segundo el comportamiento salaz de su suegra y por último esa reacción de Dora con su compadre.
Se olvidó por un momento de su erección, continuaba con su pene parado.
Pero algo se apoderó de esa verga, era Javier que de un momento a otro se había parado, se había despojado de su pantaloneta y desnudo corrió hacia el sofá apoderándose de su verga.
Carlos no salía de su asombro.
Begonia hincada sobre el pene de Henry se sacó el inmenso glande su boca, miró a la derecha y vió la verga parada de Sebastián, miro a la izquierda y contempló el pene erecto de Marcelo, pensó para sus adentro que era mucho desperdicio, se paró se quitó su vestido, se sentó a horcajadas en la verga del costeño, dándole la espalda a Henry quedando de frente hacia la sala , Henry sintió como su miembro erecto se metía sin ningún inconveniente en una gruta insondable, no necesitaba lubricación , esa vagina se había comido muchos penes y estaba muy bien acostumbrada, Begonia fue metiéndose ese tolete de carne hasta que sintió que tocaba las partes más internas de su útero, luego llamó a Sebastián y Marcelo , al acercarse con sus penes erectos cogió con la mano derecha la verga de Sebastián y con la izquierda la verga de Marcelo, se los llevó a la boca y empezó a mamar sus correspondientes penes, ahora si se sentía dichosa, clavada hasta el fondo por el costeño, con dos vergas en su boca que le sabían a gloria.
Dora vio la maniobra de su mamá y también se sentó a horcajadas en la verga de Gonzalo, pero lo hizo de frente quedando sus senos frente a la cara de Gonzalo, éste empezó a acariciar esos melones, hartas ganas que les tenía, eran unas tetas grandes, voluminosas, con pezones irónicamente pequeños pero puntudos, se dedicó a chuparlos mientras su verga penetraba esa vagina rica en efluvios, cogió a Dora y la atenazó con sus brazos y la pegó a su pecho, luego bajó sus manos por la espalda de Dora hasta que sus dedos quedaron muy cerca del esfínter anal de Dora, los efluvios de su vagina estaban empapando ese pequeño orificio, su dedo índice de la mano derecha empezó a horadar el culito de Dora que sintió un placer intenso que la obligó a moverse frenéticamente sobre la verga de Gonzalo , el compadre sintió que el culo de Dora le molía sus testículos pero ese movimiento cada vez más frenético de Dora le hizo tener una tremenda eyaculación.
Begonia en cambio recibía una triple eyaculación, primero fue Henry el costeño que no pudo aguantar esos movimientos giratorios de Begonia y en un orgasmo de locura soltó tremendo bombazo de semen que inundo esa vagina de leche calientica y espesa , luego fue Marcelo que tras las succiones de Begonia soltó su eyaculación que tomó de sorpresa a Begonia que no la pudo contener toda en su boca y parte de ella se escurrió por la comisura de su boca, no había acabado de quitarse con la mano la mascarilla de semen cuando llegó el bombazo de semen de Sebastián, ese llegó pleno a la cara de Begonia que quedó prácticamente con una mascarilla blanquecina de esperma .
Carlos al ver ese cuadro de lujuria se excitó al máximo y ayudado por las succiones metódicas de Henry llegó a su orgasmo llenando la boca de Henry de una generosa dosis de semen.
Hubo una pausa, la sed y el inmenso ajetreo de cada uno de los asistentes los obligó a tomar una dosis doble de sus respectivos licores.
Nuevamente Begonia empezó a mover las fichas , aunque se había comido la verga más grande , la del costeño, ahora enfilaba baterías con Gonzalo, y muy pronto empezó a chupar esa verga que estaba ya un poco flácida, su boca y su lengua con una maestría de admirar paró enseguida ese pene y cuando lo vio en toda su plenitud se acomodó en el sofá, se abrió de piernas al máximo y Gonzalo ni corto ni perezoso se montó en esa lujuriosa hembra , fue un encuentro frenético entre dos animales salvajes, el ambiente se caldeó y la arrechera cundió en el recinto.
Marcelo buscó a Javier y sin pena ni contemplaciones empezó a clavar al joven que deseoso de verga abría sus nalgas al máximo para recibir ese cilindro de carne , su culito estrecho al principio se iba convirtiendo en un precioso hueco que invitaba a la sodomía, Dora siempre siguiendo el ejemplo de la mamá busco al costeño, tampoco quería perderse el placer lúbrico de tener en su vagina la verga más grande la reunión , se sentó a horcajadas en la longilinea verga y se la fue metiendo hasta lo más recóndito de sus entrañas, con leves movimientos giratorios la acomodó completamente, se sentía dichosa de poder gozar de ese privilegio, sin embargo llamó a Sebastián para poder chupar también verga, quería seguir los pasos de su madre y sentir leche por todas partes.
Gonzalo estaba enloquecido con Begonia, se complementaban al máximo , pronto Gonzalo en una maniobra circense la pudo acomodar encima, sus enormes tetas quedaban en la boca de Gonzalo que empezó a chuparlas con frenesí, la vieja estaba enloquecida, el hombre la tomo de la cabeza y la obligó a hacerle sexo oral, para esa operación Begonia tuvo que bajarse e hincarse para tomar con su boca el inmenso miembro, por fin pudo llevarlo a su boca pero al tratar de acomodarse tuvo que subir sus caderas para quedar arrodillada tener una mejor posesión de tan enorme falo , pero esa posición hizo que su culo quedara arriba .
Carlos que estaba a la expectativa vio como el culo de su suegra quedaba a su disposición, se acercó silenciosamente y se quedó maravillado con el culito de su suegra .
Era un orificio pequeño y depilado, su pequeño diámetro era el aval de un culo virgen, su suegra era muy puta y se había comido muchas vergas pero dar culo jamás.
Carlos aprovechando la excitación desmedida de su suegra se acercó y con mucha saliva y aprovechando los efluvios de su vagina lubricó ese culito y le ensartó su verga, fue un golpe certero, la vieja pego un grito de miedo pero Gonzalo la pego a su verga y con esa maniobra la silenció… mientras Carlos empezaba a taladrar ese conducto virgen, el hombre no cabía de la dicha, el estrecho recto ejercía una presión sobre su glande que le recordó la noche que desvirgó a Dora en su luna de miel, era lo máximo , Begonia no esperaba esto , pero pasado el dolor inicial empezó a experimentar una deliciosa sensación, la verdad nunca se había imaginado que el sexo anal despertara tales emociones, cuando Carlos empezó a meter y sacar su verga por ese culito Begonia se sintió trasportada al séptimo cielo, no fue un orgasmo lo que sintió, fue una serie seguidilla de orgasmos pequeños que acumulados estallaron en un gran super orgasmo, Carlos derramó su copiosa dosis de semen en el culo de su suegra y Gonzalo le dio otra dosis generosa en su boca que dejaron a la vieja saciada de esa leche caliente y espesa.
Carlos se lo sacó a la vieja pero su emoción era tan intensa que su erección estaba intacta, buscó a su mujer.
Dora estaba entretenida chupándole ahora la verga a Sebastián que ahora estaba arrellanado en un sofá, coincidencialmente Dora también en su afán de acomodarse bien para seguir mamando había descuidado su trasero, Carlos no esperó dos veces y con la misma técnica que había usado con su suegra embistió por el culito a Dora, que ya estaba ligeramente expandido gracias al dedo de Gonzalo que había iniciado esa labor exploratoria.
Carlos se ayudó con saliva, en una embestida certera pudo clavar su mujer, Dora al igual que Begonia no esperaba esa penetración pero al igual que su madre cuando la verga de Carlos empezó a penetrar por su recto las emociones de ese peno en lo recóndito de su culo le generó una serie de pequeños orgasmos, entre jadeos, gritos, Dora pedía que la clavara más .
Sebastián le metía más la verga en la boca para silenciarla pero en su excitación le descargó tremenda eyaculación que casi ahoga a Dora, Carlos por su parte no pudo contenerse y eyaculó en ese bello culo , Dora presa de la emoción se masturbaba con sus dedos y en un acto simultáneo los dos terminaron en un solo orgasmo.
Aparte sin ruidos ni jadeos Marcelo también llenaba de semen el culito de Javier que entornaba los ojos cada vez que Marcelo metía y sacaba su poderosa verga.
Carlos y Gonzalo se sentaron a tomarse un trago doble, en su balance personal los compadres estaban muy felices.
Begonia y Dora apuraron media de aguardiente de un solo jalón, les dolía el culo pero estuvieron de acuerdo en replantear lo del sexo anal.
Podían mejorar mucho ese aspecto.
Pero en que paró la masturbación grupal…??.
Carlos quedó igual que antes…sin saber qué era.
!!!
Habría que programar otro encuentro pero antes asegurarse de que su mujer y su suegra no lo fueran a interferir…!!!
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