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Fantasías / Parodias, Orgias, Zoofilia Mujer

PILI, PUTA ADOLESCENTE (6). Las gemelas

Sonia enseña a Pili vídeos de las gemelas, Mamen y Yoli, de 14 años.

PILI, PUTA ADOLESCENTE (6).

LAS GEMELAS.

– Mira, con la emoción de follarte el culo con el puño ni me he dado cuenta de que me han entrado mensajes en el grupo de chicas – comentó Sonia ojeando su móvil – “¡Cabrona, cómo te lo pasas!”, dice Mamen. “Pórtate bien, cacho puta”, dice Yoli. Me han mandado tres vídeos. ¿Los vemos, no?

Antes de que pudiera contestar, mi padre volvió a entrar en el comedor con tres cervezas y una bolsa de patatas fritas. Sonia abrió la lata y le dio un sorbo largo. Yo hice lo mismo.

– Veo que las cosas van estupendamente – dijo papá emocionado – Tu culo estará listo para el Sábado.

– Dalo por hecho, Agustín – aseguró Sonia, cogiendo la bolsa de patatas y comiendo varias con ansia.

– Tengo buenas noticias de tu padre, Sonia – dijo papá sentándose en el sofá junto a mí y poniendo su mano sobre uno de mis muslos – ¿Os cuento?

– ¡Ya estás tardando! – exclamó Sonia.

– Veréis … Paco tenía hoy una reunión con unos abogados …

– Sí, iba a negociar una posible venta de las gemelas a unos árabes – se anticipó Sonia – Se lo estaba contando antes a tu hija.

– ¡Joder, sabes tú más que yo!

– Algo sé, pero cómo ha ido la reunión no – dijo Sonia.

– Me ha llamado tu padre y … ¡están vendidas! – dijo sonriente, esperando ver nuestra reacción.

– Pero es no es buena noticia – dije – Porque tendrán que abandonar el Club.

– Sí, pero dentro de dos años – explicó mi padre – Eso garantiza la continuidad del Club durante años. Pero Sonia … no le de digas nada a las gemelas. Paco y Marcial quieren que sea una sorpresa. Se lo dirán el sábado en la reunión.

– No diré nada, tranquilo – dijo Sonia – ¿Precio?

– Cien mil por cabeza.

– ¿Y lo de poderlas preñar? – preguntó Sonia sin dejar de comer patatas.

– Ah … ¿también sabías eso?

– Sí, eran las condiciones que quería mi padre para cerrar el trato.

– Sí … es otra de las decisiones que se hemos tomado. Llevamos tiempo dándole vueltas y la única manera de tener siempre mercancía es preñando a todas – explicó – Aún tenemos que ponernos de acuerdo en algunas cosas, cómo quién preñará a quién. Y lo haremos con orden, no todas a la vez – explicó papá – Primero se preñará a las gemelas y a Sole, que es la mayor después de tí, Sonia. Y cuando estéis de seis o siete meses se preñará a las demás.

– Es buena estrategia – dijo Sonia bebiendo un trago de cerveza y soltando la bolsas de patas fritas, vacía. ¿Ves, Pili? Te lo dije. Os van a preñar a todas.

Sonia se sentó en el sofá, entre mi padre y yo, y nos dispusimos a ver los vídeos que las gemelas le habían enviado, no sin antes encenderse otro cigarrillo y terminarse de un trago su lata de cerveza.

– Me encantaría ver esos vídeos con vosotras – dijo mi papá – pero Paco me reclama en la monta de Laurita de esta noche, así que os dejo – añadió saliendo de casa.

Sonia fue a presionar sobre el primero de los vídeos que le habían mandando Yoli y Mamen al grupo de Whatsapp de las chicas, al que en breve me agregaría a mí, cuando cayó en la cuenta de algo.

– Espera! – exclamó – Que no he enviado tu foto con mi puño en tu culo – recordó, subiéndola en ese momento – Quiero ver qué dicen estas guarronas – Al momento, Ruth, que también estaba en el grupo escribió “¡A ver cuándo me haces a mí algo así, capulla!”, pudimos leer junto con el icono de risas. De inmediato, entró una foto, de esas que solo se pueden ver una vez. Sonia la abrió y Ruth, a quien ya conocía por el vídeo de la última reunión que me había mostrado antes Sonia, salió en pantalla, desnuda, sentada sobre una cama con un porro entre los labios y una cerveza “Coronita” en la mano. “Aquí, pasando el rato hasta que me toque el turno con mi padre. Ahora está con Sole”. Rápidamente, Sonia tecleó en su móvil. “¿Una Coronita? Nosotras ya vamos a tequilas …” “¡Eres una puta borracha!”, respondió al momento Ruth, acompañándolo del icono de carcajadas – Vamos a ver los vídeos de las gemelas – añadió Sonia, aparcando momentáneamente la conversación del grupo de chicas de Whatsapp.

Por fin activó el reproductor y en pantalla aparecieron Yoli y Mamen, sentadas en un sofá negro de piel. Desnudas y con sus largas melenas recogidas en coleta. Cogieron una gomas de color marrón que había frente a ellas en una mesita de cristal, que cada una utilizó para rodear sus brazos a la altura del bíceps. Ambas apretaron la goma y sujetaron con los dientes uno de los extremos.

– Esa es su casa – dijo Sonia – Conozco ese sofá. Me han hecho de todo en él – añadió con picardía – Yoli es la de la izquierda y Mamen la de la derecha.

– No sé cómo las distingues – dije – Para mí son idénticas.

A continuación, con el brazo extendido dieron varios golpecitos en la comúnmente denominada “sangradura”. Sus dientes tiraban con fuerza de la goma para que las venas se les marcasen y abrieron y cerraron el puño repetidamente. Unos segundos después, cada una tomó una jeringuilla que había sobre la mesa de cristal y apuntaron la aguja hacia las venas marcadas, introduciéndolas lentamente y apretando el émbolo hasta que todo el líquido hubo penetrado en su riego sanguíneo. Pusieron las jeringas sobre la mesa y se desplomaron sobre el respaldo del sofá, con los ojos en blanco. Antes de que pudiéramos comentar lo que acabábamos de ver, un hombre en calzoncillos apareció en el ángulo de visión. Llevaba un pasamontañas en la cabeza, para proteger su identidad. Primero fue a por Mamen, a la que propinó varios tortazos y le pellizcó las tetas. De inmediato, se subió al sofá, dando la espalda a la cámara que grababa y se bajó los calzoncillos, sacó la polla y se la metió en la boca. Empezó a follarla, a pesar de que Mamen prácticamente estaba desplomada sobre el sofá, mientras su hermana cerraba los ojos y suspiraba.

Se escuchó una voz, de quien estaba haciendo la grabación, que decía “¡Fóllate a ese par de putas!” El tipo empujaba con violencia en la boca de Mamen, aunque no podía apreciarse con detalle por culpa del ángulo de visión. Yoli, con los ojos entreabiertos, susurró “Fóllame a mí … por favor”.

– ¿Tienes idea de quién es, Sonia? – preguntó mi padre.

– ¡No! – respondió – Debe ser algún cliente al que Marcial las alquiló.

El tipo, al escuchar las peticiones de Yoli, sacó la polla de la boca de su gemela y se bajó del sofá. Mamen babeaba por acción de la follada, pero sin apenas moverse. Lentamente, se recostó sobre uno de los brazos laterales del sofá, mientras el hombre se colocaba entre la piernas de Yoli. La cogió por la cintura y la volteó hasta ponerla boca abajo sobre el sofá. Después, le separó las nalgas y se la enchufó en el culo violentamente. Yoli, al sentir la penetración, pareció activarse ligeramente y arqueó el cuerpo para poner el culo en pompa y facilitar la follada por detrás. De pronto, otro hombre entró en pantalla.

– Ese sí que es Marcial – apuntó Sonia.

Marcial se acercó por un lateral, como si no quisiera salir en la grabación ni interrumpir al tipo que se follaba por el culo a una de sus hija. Se dirigió hacia Mamen, que permanecía medio ida con los ojos entrabiertos. Sin mediar palabra, Marcial le atizó dos bofetones. “¡Espabila, hija de la gran puta!”, le dijo antes de soltarle otro tortazo. Mamen reaccionó de inmediato, como si hubiera despertado de un trance. “Eh … estooo … eh … sí, papá …”, acertó a decir. Marcial salió del ángulo de visión y Mamen se puso en pie lentamente, tambaleándose, pero logró mantener el equilibrio durante unos segundos, mirando a su hermana penetrada a cuatro patas por aquel tipo, como si tratara de entender la situación. De pronto, se despatarró sobre el sofá y, abriéndose de piernas, dijo “¡Me toca, cabrón! ¡Métemela!”

El tipo le sacó la polla del culo a Yoli y se lanzó a por Mamen. Sin miramientos, se la metió en el coño y comenzó a follarla con energía. Yoli, recompuso la postura y se acercó para ver de cerca la follada de su hermana que susurraba “Fóllame, … fóllame, … fóllame, …” Yoli apartó al tipo ligeramente, lo justo para que la polla saliera del coño de su hermana y se la metió en la boca. La succionó durante unos segundos y volvió a metérsela a Mamen.

Yoli repitió esta operación unos cuanto segundos, hasta que el tipo, una de las veces que sacaba la polla del coño de Mamen, se corrió en la boca de Yoli, que mamó con glotonería el capullo durante un rato. Tragó la lefa y se desplomó sobre el sofá, junto a su hermana. Parecía que ese era el final de la grabación, pero el plano se quedó fijo y unos segundos más tarde apareció una mano con seis billetes de 100 Euros cada uno, mostrándolos desplegados como si fueran naipes en una partida de cartas. “Esto es lo que cuesta follarse a estas dos putas”. El vídeo concluía ahí.

– ¿Será este el vídeo que decía Albita que le habían dedicado a mi padre? – preguntó Sonia a papá.

– ¡Ni idea, Sonia!

– ¿Qué te están pareciendo las gemelas? – me preguntó Sonia.

– ¡Joderrrr … son buenas! – exclamé, reconociendo su belleza y su talento.

– Para mí que estaba exagerando – apuntó Sonia – El jaco no te deja tan floja en tan poco tiempo. Casi ni les había hecho efecto.

– Pues no lo sé, pero tengo ganas de probarlo – dije.

– ¿Vemos el segundo?

– ¡Venga!

En la imagen aparecieron las gemelas, completamente desnudas, de rodillas dentro de una jaula de metal. Una de esas para meter a los animales y poder transportarlos. Tendría un metro de alto por uno de largo, más o menos, de forma que las gemelas apenas si cabían juntas, a pesar de estar de rodillas. Las dos llevaban un collar brillante apretado al cuello, del que colgaba una cadena metálica. La estancia parecía un establo o un pajar porque podía verse un rastrillo, una pala y varios fardos de paja. De pronto, en imagen aparecía un tipo vestido con vaqueros, botas y una camisa de cuadros. Llevaba un pasamontañas para ocultar su rostro. Abrió una portezuela y tiró de las cadenas haciendo que las gemelas saliesen de la jaulas caminando de rodillas.

Las paseó durante un rato, como si fueran perritas y, de vez en cuando, les daba manotazos en las nalgas. Pasados unos minutos, las llevó de rodillas hacia otra parte del establo, donde aparecía una caballo de color marrón oscuro. Sin soltar la cadena, las condujo hacía el caballo y se situaron debajo de él. Enseguida me llamó la atención el tamaño del pollón de aquel bicho. Tendría más de medio metro, calculé.

Las dos comenzaron a tocar el pollón lentamente, sin que el tipo soltase las cadenas. Una de ellas, no sé cuál de las dos porque aún no podía distinguirlas, comenzó a lamer la enorme tranca de arriba a abajo. Podía verse su lengua lamiendo el pollón, mientras la otra seguían meneando suavemente. Se metió el capullo en la boca, no sin dificultad por su increíble tamaño. Se veía su boca abierta de par en par y cómo apenas conseguía meterse unos centímetros. De reojo miraba a la cámara que la grababa. Pude ver, en un primer plano que quien grababa hizo, en sus intensos ojos azules el morbo y la excitación. Tras un rato mamando la polla del caballo, le tocó el turno a su gemela, que repitió idéntica operación y mamó con gesto vicioso.

– Esto ha tenido que ser hace poco – comentó Sonia – En la última reunión no me habían hablado de que ya habían probado los caballos.

La que primero había chupado la polla del animal, cambió de postura, colocándose debajo del caballo con el cuerpo inclinado hacia adelante y arrimando el culo a la tranca del bicho. Su gemela facilitó que aquel pollón pudiese abrirse camino en el coño de su hermana. Se metió un buen trozo, más que en la boca. Después, se la sacó del coño y se la metió en el culo presionando con fuerza el capullo del animal, que parecía blando pese a la dureza del resto de la imponente polla. De inmediato, meneó la polla para que se deslizase por el recto de su gemela. Pasados unos minutos, cambiaron de posición y fue la segunda quien fue follada por el caballo, tanto por el coño como por el culo.

El vídeo tenía varios cortes, que se apreciaban porque las gemelas cambiaban de postura. Tras el último, las dos meneaban con energía el pollón del caballo. Una de ellas se metió el capullo en la boca y, pasados unos segundos, le empezó a rebosar el semen por la barbilla y la comisura de los labios. Se sacó el capullo de la boca del que manaba un chorro potente de leche, que su gemela se apresuró a capturar con la boca. Cuando el animal se hubo desahogado por completo, las gemelas abrieron la boca para mostrar el contenido blanco y pastoso que les rebosaba, cayendo parcialmente al suelo, y tragando el resto. Se relamieron y se besaron con lengua. Una mano apareció en el ángulo de visión con dos billetes de quinientos euros y dijo “Esto es lo que cuesta que este par de putas se follen a tu caballo”. El vídeo terminaba ahí.

– ¡Ufff, Pili! – exclamó Sonia, visiblemente excitada – Quiero follarme a un caballo ya … no puede ser que estas dos, con un año menos que yo ya estén follando con caballos y yo todavía lo único que haya hecho sea mamársela unos segundos al pony de la capea … – dijo con voz de niña caprichosa – Le voy a pedir a mi padre que me organice algo con caballos – dijo muy enfadada.

Tomó el móvil y marcó. Puso el manos libres, para que yo también pudiera escuchar la conversación.

– ¡Qué cojones quieres, zorra! – exclamó la inconfundible voz ronca de su padre – Más te vale que sea importante, hija de la gran puta … ¡o cuando vuelva a casa te mato a hostias!

– Papi … – dijo Sonia con voz sumisa – Me acabo de enterar que Mamen y Yoli ya follan con caballos …

– ¿Y qué? – preguntó muy enojado – ¿A ti qué coño te importa, subnormal de los cojones?

– Pues … papi … que a mi todavía no …

– ¿Y me molestas para eso, zorra inmunda? ¿Me llamas para eso? – exclamó muy enfadado.

– No te enfades, papi … pero es que soy la mayor, voy a cumplir dieciséis en unos meses y las gemelas aún tienen catorce … – dijo con sumisión.

– ¿Te vas a poner celosa ahora, perra?

– Pues sí … papi … yo siempre he sido la primera en todo … quiero follar con caballos como ellas … – sugirió con voz infantil.

– ¡No me toques más los huevos, Sonia! – zanjó Paco.

– Prométeme que me conseguirás un caballo, papi, antes de que me vaya con los rusos … ¡Puedes grabar un DVD! Seguro que se vende muy bien, papi …

– ¡Basta ya, Sonia! – gritó Paco – ¿Cómo vas con la nena de Agustín?

– Va todo genial, papi. ¿Vas a venir hoy? Pili quiere sacarte la leche, la dejaste a medias esta mañana …

– Tenía una reunión importante y no podía llegar tarde – explicó Paco – No voy a poder ir, aunque me encantaría destrozar a esa zorrita de Pili. Ya sabes que hoy Elenita se estrena con unos perros y no quiero perdérmelo. Te recojo mañana – sentenció, justo antes de colgar.

– Me encanta cuando le hago enfadarse – me dijo, encendiéndose otro cigarrillo – Me parece tan … tan … tan viril – añadió encontrando la palabra que buscaba. ¿Vemos el tercero de las gemelas?

– ¡Sí!

Sonia accionó el reproductor de su móvil y en pantalla aparecieron las gemelas, completamente desnudas y con el pelo recogido en una coleta, rodeadas de hombres, también desnudos. Mamaban sus pollas, mientras ellos las escupían en la cara y les golpeaban las tetitas dando fuertes manotazos. En unos segundos, comenzaron a follarlas, a cuatro patas, sin que dejasen de chupar pollas, que se agolpaban en su rostro. Por fin pude ver cuántos hombres participaban en aquella orgía: seis. Los que las follaban por detrás, lo hacían con violencia y, después de unas cuantas rápidas y enérgicas envestidas, dejaban su lugar para que otros ocuparan, indistintamente, su coño y su culo.

Los tipos iban cambiando de postura, turnándose en su agujeros, mientras las gemelas mamaban y meneaban pollas sin parar. Respiraban con dificultad, pues los tipos les que metían sus rabos en la boca lo hacían con violencia, follando sus gargantas. Después de unos minutos, donde la vorágine continuaba exactamente igual, el vídeo concluía.

– ¿Tú has follado así, con un montón de hombres a la vez? – le pregunté a Sonia.

– ¡Por supuesto! – dijo con normalidad, fumando intensamente de su cigarrillo – Y tú lo harás muy pronto. En las reuniones siempre nos follan así … y yo he ido a muchas reuniones …

– ¿A cuántas has ido?

– Pues … deja que piense … empecé hace casi tres años, en Septiembre, acababa de cumplir trece … Septiembre, Octubre, Noviembre … – enumeró haciendo memoria – Doce … más doce … más siete … son 31 … más dos capeas y cuatro reuniones extraordinarias … ¡35!

– Treinta y cinco reuniones … – dije pensativa.

– Sí, Sole y Ruth también han hecho muchas, pero menos – explicó – A Sole la presentaron unos seis meses antes de la primera capea. Tenía 13 años. Y a su hermana Ruth, justo antes de esa capea, con 12. A la primera, hace dos años, fuimos solo las tres. Sole con 13 años, Ruth con 12 y yo con 13. Y a la siguiente, la del año pasado, fuimos Sole con 14, Ruth con 13, Mamen y Yoli con 13, Alba con 13 y yo con 14 – enumeró – Y, si Dios quiere y tú y Elenita sois aceptadas por el Club, la capea de este año va a ser mítica. Sole con 15 años, Ruth con 14, Alba con 14, Mamen y Yoli con 14, tú con 14 y Elenita con 12. Pero será mi última capea … – dijo con voz triste arrugando la nariz.

Continuará …

Twitter (X) @CarolFdezPuta

E-mail: [email protected]

42 Lecturas/25 octubre, 2025/0 Comentarios/por agosto10
Etiquetas: cogiendo, follando, follar, hermana, hija, mayor, padre, semen
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