Por tus celos deje de ser hetero
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola mi mujer se llama Mónica (moni) y yo soy Juan, somos un matrimonio joven y atractivo y de buen ver ella 28 y yo 30 sin hijos y con un buen pasar económico, con muchas salidas nocturnas y reuniones de amigos, sin embargo la rutina de sus celos no nos dejaba afianzar a la pareja.
Un accidente automovilístico provoco que tuviera que darme masajes de rehabilitación por lo cual concurrí al centro fisioterapéutico que se me designo por el seguro, pero a la segunda cita ya no soportaba a la gorda fisioterapeuta y hablando con moni decidimos buscar otro centro a lo cual le dije que prefería masajes descontracturantes pues era eso lo que me venía haciendo la gorda pero con mala onda.
A los gritos moni me dijo que no, que lo que yo quería eran unos masajes con final feliz y que era un degenerado y bla bla ….bla. Enojado por su desconfianza le dije que eligiera ella el lugar y que nos diéramos los masajes juntos y me fui a caminar cerrando la puerta con un portazo.
Al volver antes de la cena encontré a moni alegre como si nada hubiera pasado, eso era lo que más me molestaba, al sentarme me queje como siempre de mi espalda y le pregunte si había buscado el salón de masajes (en un tono no muy amigable)
Moni – Hay no mi amor, mejor búscalo tu, pero eso si yo te acompaño, que me resulto muy tentador que fueramos los dos juntos a relajarnos
Y con un beso tierno en mis labios se sentó a la mesa y cenamos tranquilamente.
Al otro día hablando en el trabajo con Sergio un amigo mío, me recomendó un SPA muy bueno que era una tapadera para ejecutivos, a lo que me opuse pues le comente que iría con mi mujer y pasaríamos juntos.
Sergio – Y…..??? Te estoy diciendo que es una tapadera no harán nada que ustedes no quieran y te juro que tu mujer ni se entera….
Con esa idea rondando por mi cabeza me decidí a proponérselo a moni sin decir cuál fue la fuente de información por si algo salía mal.
Moni no tuvo ningún problema y llamo por teléfono para concertar 3 sesiones en la semana, conociéndome hizo todos los arreglos, solicitando que a mí me atendiera una mujer a ella le era indistinto, ante tanta demanda la mujer que estaba al otro lado de la línea le informo que como eran sesiones continuas haría una excepción y nos daría turnos para mañana viernes, el lunes y miércoles si le parecía bien a las 19:00 horas.
Aceptando y despidiéndose cortó la llamada y me propuso ir de shopping hasta la cena.
Yo – (en tono enojado) NO!!!……..(y cambiando mi rostro por una sonrisa) te invito a cenar afuera.
Nos besamos y partimos muy alegres.
El viernes llegamos minutos antes de nuestro turno al SPA y nos quedamos asombrados del estilo elevado entendiendo ahí que el precio que cobraban era acorde con las instalaciones.
Nos atendió una bella mujer rubia de curvas enloquecedoras que dijo ser la dueña y llamarse Raquel, nos informo de las prestaciones que ofrecía aclarándonos que los distintos servicios podían ser solos o guiados por su personal altamente especializado y de la mayor discreción.
Esta conversación la tuvieron moni y Raquel sin que me dieran oportunidad de opinar, ya que estaba inmerso en tratar de contar la cantidad de curvas y contra curvas que ofrecía a mi vista Raquel, que al aprovechar que Moni se distrajo mirando una folleteria me hecho una mirada a todo el cuerpo para luego hacer un ida y vuelta entre mis ojos y mi bulto que ya estaba en estado morcillos marcándose en mis vaqueros y sin demoras volvió a su escritorio llamando a Anabela y Yamila para que nos hicieran pasar a la sala de masajes. Al aparecer las 2 mujeres nos quedamos boquiabiertos con moni por lo bellezas que eran y jóvenes, Raquel le indico a Anabela que me atendiera a mí y Yamila a moni, de forma rápida pero sin apurarnos nos guiaron a un salón amplio con 2 camillas de masajes de esas que tienen huecos para la cabeza y nos indicaron que tras los biombos nos desvistiéramos y nos colocáramos unas batas raras que tenían abrojos por todos lados como la vestimenta de los strippers. Sin vernos con moni nos reíamos de todo lo raro que veíamos, me calce unas pantuflas y Salí antes que moni observando que las chicas estaban infartantés y provocativas sin llegar a ser una ofensa para moni.
Al instante Anabela me acompaña a mi camilla pidiéndome que me recueste boca abajo, mientras que salía moni y Yamila hacia lo mismo con ella.
Anabela – Disculpen les gustaría que uniéramos las camillas? así están juntos
Y mirándonos con moni dijimos que sí. Al instante las unieron formando una gran camilla matrimonial.
Comenzaron por nuestros pies para lograr una relajación total, ya de nuestras bocas comenzaron a escucharse gemidos sordos de gusto, continuaron ascendiendo hasta las rodilla haciendo masajes sensuales pero intensos, al poco tiempo y sin poder evitar las dos masajistas treparon a las camillas ubicándolas rodillas a cada lado del cuerpo de su respectivo cliente para continuar con los masajes por sus muslos a los cuales obligaron delicadamente a entreabrir los muslos para un mejor contacto.
Parecían bailarinas haciendo una coreografía con moni nos mirábamos gimiendo, cuando dejamos de sentir sus manos y percibiendo como unas toallas dobladas caían sobre nuestras colas y de un tirón seco las batas se abrieron por la espalda dejándonos desnudos con la cola tapada por la toalla. Nos consultaron si estábamos cómodos a lo cual mi mujer dijo que si que se sentía cómoda, yo en cambio al tener los muslos abiertos y con semejantes bellezas estaba algo empalmado y mi polla se hallaba entre mis muslo que al estar sin la bata seguro estaba a la vista de Anabela. Ambas masajistas comenzaron a recorrer nuestros muslos por la parte exterior y por la entrepierna también llegando al nacimiento de nuestras nalgas donde descansaban las toallas, en más de una oportunidad pude sentir como de forma pareja las uñas de Anabela acariciaban accidentalmente mi polla volviéndome loco.
Anabela – Gustan recibir masajes en sus nalgas o prefieren que pasemos a sus espaldas
Moni – yo perdí toda voluntad de decidir….jijijiji
Yo – y yo
Ambas masajistas se sonrieron y quitaron las toallas comenzando con masajes circulares sobre nuestras nalgas.
Y moni perdiendo todo pudor ante las chicas me dijo
Moni – amor….como lo llevas??? Te costara darte vuelta jijijiji
Yo – creo que le he hecho otro hoyo a la camilla
Anabela – jajajaja, estamos acostumbradas son gajes del oficio, la señora desea darle su final o prefiere esperar o que nos retiremos unos minutos???
Moni – no prefiero esperar y que sufra que si no estuviera aquí yo el ya me abría puesto los cuernos con semejantes mujeres.
Anabela – pues con semejante herramienta yo que tu no lo dejo ni que se masturbe solo (y con sutileza me agarro la polla descubriéndome la cabeza.
Todos nos reímos pero yo reía de los nervios y sudaba.
En ese momento las chicas se desabotonaron sus chaquetas blancas quedando en mallas negras tipo biquini por lo que dimos vuelta la cabeza para verlas y nos asombro su hermosura, yo no daba más.
Apoyaron las palmas de sus manos en nuestra cintura y levantaron el cuerpo haciendo una presión que nos hizo crujir los huesos, para luego sentarse sobre nuestras nalgas, al instante mire a moni con cara de goce, pero percibí en ella alguna molestia o algo no le gustaba, entonces vi como miraba a Yamila un tanto seria o nerviosa, no sabría precisarlo, entonces por primera vez Yamila hablo.
Yamila – (en un tono peculiar) Esta cómoda señora, quiere que me retire (e hizo el intento de levantarse)
Nos miramos con moni y ella le dijo, no quédate está todo bien. Y yo mirando detenidamente a Yamila no pude creer lo que acababa de escuchar…Yamila es un transexual por lo que entendí que su polla estaría en contacto con la cola de mi mujerrrrrr y gemí pues Anabela tirando su cuerpo hacia atrás volvió a recorrer mi polla con su mano dándome a entender que yo también estaba gozando.
Asustado mire a moni para ver si se había dado cuenta pero ella tenía enterrada la cabeza en el hueco de su camilla
Yo – (con voz que delataba mi calentura sexual) moni estas bien, mientras miraba como apenas levantaba la cola tratando de tener mejor contacto con la polla oculta de Yamila mientras sus manos se hundían en su cintura.
Yamila/o – creo que está bien, pues no se ha quejado, tú tampoco no???
Y moni al escuchar esto miro a Anabela como estaba echada su mano hacia atrás entre mis piernas y sin ninguna necesidad de ver lo que estaba haciendo pues se me veía en la cara.
Con moni nos miramos a los ojos tratando de asimilar lo que nos sucedía pero la calentura que nos provocaban era superior y comenzamos a sonreírnos y por primera vez al estar uno al lado del otro nos estrechamos las manos fuerte.
Este gesto pareció que fuera un relé que se disparo pues ambas masajistas se dedicaron a frotar sus manos por nuestras espaldas mientras que sus pelvis acompañaban el movimiento rosando nuestras nalgas, yo al tensarlas notaba perfectamente como los labios vaginales de Anabela se refregaban contra mis nalgas aumentando mi calentura, yo me quería dar vuelta pero no me dejaba y lograba controlarme y sentí como moni me apretaba la mano y vi como paraba cada vez más la cola para poder sentir todo el paquete de Yamila que me miro con una sonrisa cómplice.
Cuando de repente pegue un grito y Anabela se detuvo en seco.
Anabela – hombre aquí estas mal…..
Moni – (un poco alterada por el grito) si ha tenido un accidente por eso vinimos pues su fisioterapeuta no le caía bien y no veía progreso.
Entonces Anabela preguntando qué tipo de lesión tubo moni le fue informando y luego suavemente comenzó a recorrer la zona afectada haciéndome pegar pequeños quejidos, pero calmándome pues me hablaba que este musculo se comunica con no se que flexibiliza no se que otro la cuestión que los dolores del masaje fueron desapareciendo sin que ella deje de hacer fuerza por lo cual se lo comente a mi mujer, que casi con los ojos en blanco comenzaba a tener un pequeño orgasmo que la relajo demasiado permitiendo que el bulto en la tanga se adentrara más en su zanja.
Con moni sentimos como se quitaban las biquinis y las veíamos tiradas en el suelo comenzaron sus masajes y volvimos a gemir pues los contactos ya eran mayores a moni y a mí nos sudaba todo el cuerpo, nos agarraron los hombros y nos hicieron torcer la espalda enfrentándonos cara a cara con moni para luego estirar cada brazo colocando nuestras manos en sus pechos (yo sujetaba un pecho de Anabela y moni uno de Yamila)
Moni – me habían dicho que sus pechos eran duros y con bultos, pero los noto perfectos
Yamila/o – y sensibles gracias a Raquel que viendo mi potencial me hizo operar por buenos médicos socios del SPA y buen material también ya que uno de ellos es cliente mío.
Ellas seguían masajeando nuestros costados y brazos, mientras con moni no dejábamos de negrearles las tetas y sus pezones que estaban para explotar, continuaron con nuestro lado opuesto con el mismo resultado
Anabela nos solicito que metiéramos la cara en los huecos así nos trataban los cuellos y hombros, y esto hizo que nuestros bellos del cuerpo se erizaran haciéndonos gemir y gozar, estábamos en una nube cuando Anabela nos pregunto si también accedíamos al masaje bucal y moni contesto
Moni – (con el sonido de fondo de su vagina encharcada) Siiiiiiiiiiiiiiii pagamos por el masaje completo.
Anabela – el primer masaje de los clientes es invitación de la casa la parte Premium la próxima vez el masaje será normal.
Moni – de eso nada, continúen que seguro en la próxima exigiremos el súper Premium a Raquel
Reímos todos hasta que sentimos como se giraban en las camillas de cara a nuestros pies y comenzaban a chuponearnos los pies y piernas mientras nos masajeaban con sus manos y pechos también, yo veía entonces como los cojones de Yamila recorrían la zanja del culo de mi mujer y el ver esos 3 culos hermosos es una imagen que nunca olvidare, volvieron a girarse para atender nuestros muslos y nos enloquecían, hasta que llego la hecatombe al subir a nuestros traseros, gemidos ahogados, convulsionaban nuestros cuerpos y sus lenguas dibujaban obras de arte dignas de exponerlas por la pasión con que se aplicaban y llego el momento de hacernos el tratamiento en el recto donde sus lenguas se entretuvieron hasta que agritos y rojos de pasión nos corrimos al mismo tiempo con moni, sentí como Anabela se detenía y hacia ruidos como chupando algo.
Anabela – Que desperdicio esta riquísima, convídame el tuyo Yami….
Y con moni nos giramos y entendimos que ambas habían recogido nuestras corridas de la camilla y ahora se besaban entre ellas cambiando nuestros sabores.
Ardíamos de deseo viéndolas entonces ellas reptaron como víboras masajeando nuestras espaldas hasta llegar a nuestros labios y sin más preámbulos nos dieron un morreo compartiendo nuestros sabores.
CONTINUARA
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!