TRAS EL TELÓN
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
La tarde se muestra tranquila, y estoy sólo en el patio de mi casa. Vivo en un mesón de 3 piezas, en uno vive una madre sola con sus tres hijos (2 hembras y un varón) y en la otra una familia de seis miembros.
El padre, un señor de unos 45 años, tres hijos varones y dos hembras, una de ellas la mayor de los hijos y la otra la menor de todos. Eran una familia normal para nosotros sus vecinos, el jefe familia un artesano del calzado, la hija mayor dedicada a los oficios domésticos y los demás a sus estudios.
Por cuestiones de privacidad mantendré sus verdaderos nombres al margen de está historia, al padre lo llamaré Don Antonio de unos 45 años y los hijos varones Ever 18, Paul 16 y Javier de 14. La hijas Zoila de unos 23 y Karina con apenas 13 añitos, aunque está última no tiene participación activa de hecho a relatar.
Como dije al principio me hartaba el aburrimiento, estaba sólo y necesitaba hacer algo para matarlo. La casa de mis vecinos lucía desolada y pensé que los chicos estarían haciendo las tareas, y los mayores talvez no se encontraban. Decidí sorprenderlos, quizás pudiera convencerlos para hacer alguna travesura juvenil acorde a nuestra edad, yo recién cumplí los 15 "abriles". Camine decidido y me acerqué a su ventana semiabierta, lo que vi no podía asimilarlo. En el interior estaban todos desnudos, el padre en toda su gordura tirado sobre una cama mientras que su hija Zoila le mamaba la verga, mientras que en un viejo sillón Ever el hermano mayor estaba sentado a horcadas sobre la pinga de Javier mientras mamaba el miembro de Paul. Todos completamente desnudos y sin inhibiciones estaban cogiendo de lo lindo. Desde mi escondite podía ver el miembro grueso y venudo de Javier introducirse el el culo de Ever, así como las caderas y el chocho de Zoila en posición de perro sobre la barriga de su padre. Paul estaba parado y su pene delgado y largo entraba como estaca en la boca de su hermano, todos gemian en silencio, quizás con el objeto de que nosotros como vecinos no pudiéramos darnos cuenta.
Seguí quieto atento a la escena, vi cuando Paul se encaminó hacia donde su hermana y como empezó a penetrarla por el chocho, mientras que el padre sonreia complacido a lo que veían sus ojos. Javier cambio de posición a Ever y lo colocó a 4 patas y le daba verga con ganas y deseo. Don Antonio se puso de pie y se fue donde sus 2 varones cogían y mientras su hijo mayor era penetrado empezó a darle su pene para que lo lamiera.
La vista era genial desde mi escondite, el intercambio era continuo, pero algo llamó mi atención. Zoila se zafo de la verga de su hermano y caminó hacia un pequeño baul y sacó una verga de hule de dimensiones exageradas. Tendría el instrumento 35 ó 40 cm y con ella en mano se dirigió a su padre, le dió un beso en la boca. Vi al padre colocarse de perrito, sus hijos se acercaron, de un pequeño cajón sacaron un bote de algo aceitoso e iniciaron a colocarselo a su padre sobre la espalda hasta llegar a su ano. El padre gemia y se contorsionaba y entre palabras soeces pedía que lo penetraran. La hija tomo la verga de hule y la colocó en el ojete de su padre y empezó a introducirsela lentamente, poco a poco. A cada empujón más adentro, Javier y Paul se colocaron con sus miembros al aire frente a la boca de su padre y este comenzó a mandarles con lujuria. Ever, el que había sido cogido anteriormente, se coloco tras su hermana y como su pene se encontraba empalmado empezó a cogerla por el culo, disfrutaban a plenitud.
El estar presente a semejante espectáculo provocó que mi pito se pusiera tieso e hinchado por las ganas, comencé a pajearme a ritmo. Ellos continuaban en sus actos incestuosos, yo me masturbaba a mis anchas, no pude darme cuenta cuando salió de la habitación Ever con su verga flacida después de acabar dentro de la vulva de su hermana. Me miro y sonrio, sus ojos no apartaban su mirada de mi miembro, un pequeño guiño de complicidad fue todo cuanto hizo, me tomo de la mano y casi me obligó a seguirlo hasta el baño. El completamente desnudo, yo con mis pantalones a medio bajar, se hinco en el piso y comenzó a darme una mamada como nunca me habían dado. Se notaba que sabía como tratar a una verga, recorría con su lengua desde el pegue hasta la cabeza, hacia círculos sobre la punta y chupaba. El tipo este era un profesional y me lo estaba demostrando. Cada movimiento parecía calculado, hasta los apretones que daba a mis huevos estaban sincronizados para dar placer. Yo estaba excitado, me dejaba guiar por Ever, así que cuando se puso a cuatro no dude un segundo y lo penetré hasta el fondo. El apoyaba sus manos a la pared del baño y lanzaba su culo hacia mi, cada empujón mis huevos se estrellaban con sus nalgas. Acabe dentro, vi mi semen salir de su ojete y me sentí satisfecho.
Ever se dirigió a su casa, vi en sus ojos un gesto de agradecimiento y dijo: Un día de estos cuando no este mi papá, venir y te coges a Zoila. Sonreí, no estaba mal la idea y asenti con la cabeza…
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