Un trio entre amigos.
Yo me quedé disfrutando de todo lo sucedido, sin hacer aspaviento ni comentario alguno, ya que los dedos de mi amigo, lentamente se fueron acercando más y más a mi esfínter,.
Mi nombre es José y aunque les parezca algo raro, tan recientemente como la pasada semana, mientras me encontraba de visita acompañado por Domingo, en casa de Mayra, una amiga que conocemos desde hace varios años.
De lo aburrido que nos encontrábamos los tres, nos pusimos hablar sobre las cosas más locas que hubiéramos realizado en nuestras vidas.
En el caso de Mayra, quien nos sorprendió al decirnos que ella en una ocasión, había salido con un grupo de cinco amigas, resultando que todas ellas eran lesbianas, y que, durante esa noche, emborracharon a Mayra y terminó haciendo de todo, con todas.
Domingo por su parte, nos confesó que él conocía a un par de viejas, las que visitaba de cuando en cuando, y que cuando él llegaba a la casa de ellas, lo desnudaban apenas llegaba, y lo trataban como si fuera un niño pequeño, hasta que finalmente o se acostaba con una, o la otra se lo mamaba.
Mientras que yo realmente lo más loco que había llegado hacer hasta ese día, fue acostarme con una estudiante de intercambio, una noche, completamente desnudos los dos, en el campo de golf.
Quizás por lo caliente que se fue tornando la situación, tanto por lo contado por Mayra, como por la manera en que nuestro amigo Domingo, nos fue relatando lo sucedido entre él y el par de viejas.
Los tres nos fuimos excitando poco a poco, hasta que al inteligente que les está narrando lo sucedido, se le ocurrió que nos fumásemos entre los tres un cigarrillo de los artesanales, por no decir que de marihuana.
A medida que comenzamos a fumar, nos repetíamos una y otra vez que era una noche la mar de aburrida, sin nada que hacer, pero de momento Mayra sonriéndonos de manera bien picara, preguntó mientras se jalaba el cigarrillo. “¿Qué les parece si hacemos un trío?”
Realmente a pesar de que me encontraba bastante excitado, en esos momentos, ni tan siquiera había pensado en meterle mano a Mayra, y mucho menos en compañía de Domingo, no es por nada, pero simplemente no lo había pensado, a pesar de que nuestra amiga tiene buen cuerpo, linda sonrisa, un par de tetas grandes, y un buen culo, lo único es que Mayra tiene toda la cara picada por el acné, pero eso a la hora de la verdad no importa. Domingo por su parte como que se encontraba igual que yo, es decir pensó en todo menos en meterle mano a nuestra amiga y menos conmigo estando presente.
Tanto él como yo nos comenzamos a reír, al tiempo que por la derecha yo me sentaba al lado de Mayra, y Domingo se sentaba a su izquierda.
Así que entre las jaladas de marihuana y los besos y caricias que comenzamos a darle a Mayra, fuimos entrando en calor, sin mucho desespero los tres nos fuimos quitando toda la ropa a medida que seguíamos besando y acariciando sabrosamente el cuerpo de nuestra amiga.
Al quedar los tres completamente desnudos, aunque me da vergüenza lo que les voy a decir, me le quedé viendo la verga a Domingo, era algo que no podía controlar, y que en mi vida me había sucedido.
Pero procurando no llamar la atención, me puse a mamar las paradas tetas de Mayra, quien a su vez nos comenzó a pajear suavemente a los dos, al mismo tiempo.
Yo me concentré en mordisquear los parados pezones de ella, después de un rato Domingo se agachó frente a Mayra y separando sus piernas dirigió su cara directamente al peludo coño de ella, Así que mientras que yo mamaba sus tetas, él mamaba su coño, arrancándole profundos gemidos y gritos de placer entre los dos a nuestra amiga.
Mayra estaba divina, sudaba copiosamente, mientras que yo dejé de mamar sus tetas y comencé a colocar mi verga frente a su rostro, la que sin demora alguna Mayra comenzó a mamar.
Yo estaba de lo más concentrado en eso, cuando de momento sentí que unas manos comenzaban a tocar mis nalgas. Pensé que se trataban de las manos de Mayra, pero de inmediato me di cuenta de mi error, eran las manos de Domingo que sabrosamente acariciaban mi culo.
Yo me quedé disfrutando de todo lo sucedido, sin hacer aspaviento ni comentario alguno, ya que los dedos de mi amigo, lentamente se fueron acercando más y más a mi esfínter, hasta el punto en que comenzó a introducir uno de sus dedos dentro de mi culo, sin que yo hiciera nada por impedirlo.
Mayra por su parte continuaba mamá que mamá mi verga, pero en cierto momento para evitar el que me fuera a venir como un pendejo, se la saqué de su boca, y me puse a meter toda mi lengua dentro de su abierta boca. Todo eso sin que Domingo retirase sus dedos de entre mis nalgas.
Al poco rato Mayra se colocó boca abajo, y separando sus piernas nos ofrecía su delicioso coño a cualquiera de los dos. Yo me adelanté y le clave mi verga dentro de su mojado coño, pero al levantar la vista me encontré frente a mis ojos, la verga de Domingo tentadoramente erecta, nuevamente me sentí avergonzado, pero incapaz de rechazarla, así que abriendo mi boca comencé a mamar el caliente miembro de mi amigo.
Por un buen rato los tres estuvimos manteniendo esa posición hasta que nuevamente Mayra insistió en cambiar de lugar.
Yo antes de que ella se diera cuenta, dejé de mamar la verga de Domingo, pero cuando me disponía a colocarme tras de Mayara nuevamente, Domingo sin decir nada, me tomó por las caderas y ante mi sorpresa, comencé a sentir como su verga se abría paso dentro de mi culo, Mayra se nos quedó viendo ligeramente sorprendida, mientras que yo era incapaz de evitar que Domingo me diese por el culo, sentí todo el dolor de su profunda penetración, pero al mismo tiempo Mayra se colocó bajo de mí, y agarrando mi verga se dedicó nuevamente a mamarla. Era toda una locura, bajo mi cuerpo Mayra mantenía sus piernas bien abiertas, así que inclinándome ligeramente dirigí mi rostro a su coño para dedicarme a mamarlo.
Entre mi amiga y yo disfrutábamos de un glorioso 69, mientras que el hijo de la gran puta de Domingo me estaba clavando divinamente por el culo.
Durante el resto de la noche, le volvía mamar su verga a Domingo en unas cuantas ocasiones, al igual que Mayra que nos las mamaba a los dos. A penas pude separé divinas nalgas de Mayra y después de lamerle profundamente su culo, comencé a meter mi verga entre sus nalgas.
Yo estaba de lo más concentrado en el culo de Mayra, que no le presté atención cuando mi amigo comenzó a enterrarle su verga a ella por el coño.
En esos instantes a nuestra amiga le dio una especie de ataque de frenesí, movía todo su cuerpo, como loca, gritando de placer y diciéndonos cada palabrota, que nos excitaba más todavía.
Yo no sé cuántas veces Mayra disfrutó de tremendos orgasmos, yo en una ocasión me vine dentro de su culo ye en otra dentro de su boca, mientras que Domingo, me ha dejado un regalito dentro de mi culo. Y creo que también dejó algo dentro de la boca o el coño de Mayra.
Esa noche los tres nos quedamos finalmente dormidos, durmiendo uno encima de otro, a la mañana siguiente Mayra se levantó primero que nosotros y nos preparó un gran desayuno.
Cuando me desperté me encuentro nuevamente clavado por mi amigo. Ninguno de los dos comentó nada, pero al ir a desayunar, Mayra después de darme un soberano beso, me dijo. “Hay José ignoraba que fueras bisexual, tan calladito que lo tenías, y no me habías dicho nada.”
Yo sin saber que decir, simplemente sonreí, sabía que decir que no lo era de nada valía, ya que lo cierto es que disfruté de las cosas que Domingo me hizo, y de acostarme con Mayra.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!