Una noche interminable
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por tintaenllamas.
Laura; una joven de 28 años, cabello lacio castaño, 1,65 mts de altura, ojos castaños y una boca de labios dulces y sonrisa arrebatadora, habia decido salir a regalarse una buen trago.
Para ello se dirigio a un restaurante-bar cercano.
Como tenia ganas de estar linda y sentirse libre, tras una ardua semana de trabajo y problemas, opto por un vestido blanco con un pequeño escote y una falda que llegaba has poco mas encima de las rodillas.
Sin ser revelador era muy sexy.
Y unos zapatos femeninos de tacon bajo.
Al llegar al restaurante-bar dio una rápida vista del local.
Habia un grupo grande de hombres, unos doce, sentando en torno a unas mesas juntas.
Y otros repartidos en otras mesas y la barra, solos o en grupos de dos o tres.
Se dirigió a una mesa con una única silla y pidió, para comenzar, un plato de papas y una cerveza ligera.
Desde que había entrado notaba que algunos hombres se volteaban para mirarla, aunque solo unos instante para seguir con sus comida, bebida y charla (los que estaban acompañados).
Pero, en cambio, el grupo grande no.
De tanto en tanto alguno de ellos la miraba fijamente y después comentaba algo con los otros.
No seria raro que hablaran de ella.
A fin de cuentas eran hombres, hombres mirando a una mujer bonita, y hombres en un grupo grande exclusivamente masculino que, en consecuencia, se potenciaban entre si.
Ella también miro a los otros ocupantes del local.
Pero los que mas llamaba su atención era el grupo grande.
La mayoría tenia el cabello corto.
Había dos rubios, un pelirrojo, un calvo.
Unos eran algo fornidos y el resto no.
La mayoría hablaba mucho y dos o tres se limitaban, exclusivamente, a atender su comida.
Todos menos uno bebían alcohol, la mayoría cerveza y dos vino.
Llego a la conclusión de que debían ser quizá un equipo deportivo, estudiantes en viaje de estudios, o compañeros de trabajo.
En cualquier caso eran hombres.
muchos hombres.
Y no solo los de ese grupo.
La única otra presencia femenina era la de la moza.
Una mujer de unos 1,6 mts de estatura, piel terse, ojos verdes que resaltaban por sus pestañas negras y cabello largo, lacio y negro.
Un pecho generoso que era levantado y afirmado por su camisa blanca y una cintura que se estrechaba por el cordel de la bata.
También llevaba unos vaqueros y zapatillas deportivas.
Con un hombre
Mientras terminaba de comer uno de los del grupo grande se acerco a su mesa.
Ella le dirigio la mirada y levanto una ceja.
-¿Te puedo ayudar en algo?-Le pregunto.
El no atino a hablar y se mantuvo en silencio algo nervioso.
“Seguramente no se acerco para pedirme el salero, si no por alguna apuesta con los amigos”.
-¿Quieres ayudarme a terminarme estas papas?
El chico se expreso sorpresa y acepto.
Llevaba puestos unos jean deportivos y una remera.
-¿Y como dices que te llamas?-Pregunto a su invitado mientras terminaba las ultimas papas.
-Adrian.
Y dime ¿Por que dejaste que me sentara contigo?
-Supuse que como no hablabas querías algo que no era el salero o una servilleta.
Y como estas en un grupo de hombres lo obvio seria que apostaron algo del tipo “¿A que no te atreves a saludarla o invitarla a un trago?”-
-Jajaja.
Si algo así.
-Resulta que las mujeres también hacemos ese tipo de cosas.
Y, al igual que ustedes los hombres, muchas veces tenemos ganas de acercarnos a alguien para seducirlo, inivtarlo a salir, hablarle o cualquier cosa.
Porque nos enamoramos, nos gusta, nos parece lindo fisicamente o cualquier razon mas.
–
-Si.
Siempre hay ganas de esas cosas.
Ademas tu eres muy.
bonita.
-Gracias.
Y, como yo, estoy relajada y ser lo que es estar en tu lugar.
Es que te invite a que comieras conmigo.
-Mil gracias por la invitación.
-Tras terminar de comer-Estan deliciosas las papas, eso que no parecian gran cosa.
Ahora me haria falta un café para.
-Como gustes mi nuevo amigo.
Acto seguido pidieron un café para los dos.
Lo mas dificil, no fue elegir el tipo de café sino, fue decidir como lo pagarían, ya que los dos querían pagar las dos tazas.
Al final acordaron que la Laura pagaría el 40% y su nuevo amigo el 60%.
Tras acabar de beber la chica se recostó en el respaldar satisfecha.
Comento que quizás habría venido bien ponerle un poco de leche a su café, a lo que el muchacho respondió que “Eso se puede arreglar”.
Se miraron por un momento hasta que quedo claro todo.
Rápidamente la chica se puso en pie y dirigió al baño femenino.
Era como cualquier otro baño publico no demasiado grande, con los cubículos para los inodoros de un lado y varios lavamanos bajo un gran espejo en el otro.
Evidentemente no era muy usado ya que estaba limpio, había papel en todos los cubículos, apenas había escrituras o roturas en las paredes y puertas y el espejo estaba casi impecable.
Escucho la puerta abrirse de vuelta.
Al voltearse vio al buen caballero que la había acompañado.
-¿Había dicho que querías leche?-Fueron sus mientras cerraba la puerta.
-Si.
estas en lo cierto.
tenemos que acomodarnos.
La dama eligió un cubículo, se aseguro que estuviera los mas limpio posible, y se sentó en la tapa del inodoro.
Acto seguido su acompañante se ubico de pie delante de ella.
Le bajo el jean (no tenia cinto) y después el calzoncillo.
Ya estaba algo nerviosa y al ver el pene se puso mas nerviosa.
Le ardía un poco el rostro y empezaba a sudar un poco.
El miembro no estaba para nada erecto.
Como si fuera una tonta inocente dio un suave toque, con la punta de un dedo, en el glande.
Como por “arte de magia” se irguió un poco, y mas al darle un segundo toque.
Cerro los dedos de la mano izquierda en torno a la base y con la derecha lo comenzó a masturbar.
Subiendo y bajando por el falo.
Adrian apoyo las manos en el las paredes del cubículo mientras su amiga hacia lo suyo.
Cuando el pene estuvo bien erecto la mujer no pudo evitar ponerse algo nerviosa, expresar sorpresa y.
meterselo en la boca.
El sexo oral consistió en mover la cabeza de adelante hacia atrás, empapandolo en saliva y volviendo loco a su amante.
De a momentos lo sacaba de su boca y tocaba la punta del pene con la punta de su lengua, para continuar con la felacion.
A la tercera vez noto como el hombre llevaba las manos hasta su cabello y la acariciaba.
Se dio cuenta que llegaba al clímax cuando noto, el gusto de, unas gotas amargas, en su boca.
-¡Voy a eyacular!-Alcanzo a decir dejandole, a su compañera, apenas el tiempo suficiente para sacar el miembro de la boca.
Descargando el semen sobre el escote y escurriéndose por la piel entre sus senos.
-Ehhh.
lo siento.
yo no.
-Trato de disculparse, aun con algunas gotas cayendo sobre su pecho.
Laura le resto importancia.
-Tranquilo.
Eso si dame un momento a solas.
Ademas, en todo caso, este es el baño de chicas y no deberías estar aquí.
-Ambos rieron por el comentario.
Una vez que su nuevo amigo se retiro se acerco dirigió al lavamanos.
Noto que había manchado, con el fluido, un poco la zona del pecho del vestido.
Algo que dudaba podría limpiar y que, quizás, tendría que desechar el vestido.
Lo primero que hizo fue limpiarse la piel con un papel para secar manos y después pasarse un labial, para darle un gusto mas empalagoso y dulce a sus labios.
Hecho esto mojo su mano derecha y empezo a empapo su pecho, para estar segura de lavarse completamente.
Con tres hombres
-Jajaja.
se queda sola un rato y ya se empieza a tocar las tetas.
-Dijo jocosamente una voz en la entrada.
Al voltearse vio a Adrian con otros dos hombres.
-Te presento a mis dos mejores amigos “Lau”.
El que había hecho el comentario era un muchacho menudo y de cabello oscuro llamado Brian.
El otro se llamaba Carlos.
Pero le decían “Carlitos” lo cual contradecía su estatura de mas de 1,8 mts, robusto y calvo, todo lo que le daba un aspecto imponente.
Los tres formaron un circulo para discutir entre ellos, como un equipo tácticas antes de salir a la cancha, mientras Laura esperaba con los brazos cruzados y divagaba mentalmente.
Tardaron un rato largo.
Hasta que al final el reciente amante, del cual ya pensaba como un “primer de muchos amantes”, explico como harían.
-Bueno guapa.
-Ella sonrió-Esto es lo que haremos.
Como el suelo es frio, para que recueste en el mismo, “Carlitos” se ofreció para que te recueste encima sobre el, ambos boca arriba.
-Agradecio el detalle y asintió-Obviamente el grandulon te colmara de caricias y “cositas”.
-Ella sonrio y se sonrojo- ¿Crees que Brian se merezca un buen sexo oral?-Se hizo la dubitativa y al final.
asintio-Mientras yo me centrare en tu zona mas intima.
tu sexo.
Una vez aclarado todo Carlos fue el primero en moverse.
Se ubico de espaldas tras ella, llevo la manos a sus hombros y le comenzó a besar el cuello.
La mujer cerro los ojos mientras las manos de el bajaban lentamente por sus brazos, para pasar a su vientre y hasta sus caderas.
Este amante hizo, delicadamente, que ambos se fueran agachando a la vez.
Finalmente el se sento en el suelo y ella delante de el.
La espalda de la chica recostada contra el torso de el y sus fuertes brazos rodeando el cuerpo femenino.
Mientras el grandulon le besaba el cuello, la orejas y las mejillas, con los pies empujaba los suyos para hacer que abriera las piernas.
Le gustaban sus besos, sus brazos rodeandola y sentir el calor de su cuerpo de esas extremidades y el cuerpo tras ella.
Abrio los ojos al escuchar unas pisadas acercandose.
Se trataba de Brian que, con infinita paciencia, se ubico al lado derecho a de ambos y espero.
Finalmente la “amiga de los tres amigos” lo miro y le dijo “Cuando quieras guapo”.
Acto seguido el se bajo el pantalón y la ropa interior lo suficiente para dejar a la vista su pene.
Se masturbo lo suficiente para hacer que comenzara a erguirse y lentamente lo acerco a la boca de su compañera compartida.
Al tener sobre su viente, el abrazo mas grande, solo contaba con la boca para la felacion.
Primero Brian introdujo la punta y la saco, después la mitad y las saco y por ultimo todo.
Ella llevaba el ritmo moviendo su cabeza, mientras recorría el pene, cada vez mas duro, con su lengua.
Cerro los ojos para centrarse en la sensación del falo erecto en su boca.
Al mismo tiempo “Carlitos” concentraba sus besos en su hombro izquierdo, oreja y mejilla izquierda y la nuca.
Recibía besos y practicaba una felacion.
Abrio los ojos al notar unas manos en los muslos.
Se trataba de su primer amante que le estaba quitando la bombacha/braga, para tirarla a un lado.
Le subió el vestido hasta la cintura y metió la cabeza entre las piernas.
Casi muerde el pene, del chico menudo, cuando comenzó a recibir sexo oral.
La lengua de Adrian era muy traviesa recorriendo su clitoris y en torno a la entrada de la vagina.
Hacia que se humedeciera.
Y se puso mas explosivo cuando introdujo unos dedos (mas de unos seguro) para hacerlos entrar y salir.
¡Estaba entregada a tres hombres! Uno que la tenia entre sus brazos y la besaba, otro al que le practicaba sexo oral y el ultimo que le daba oral a ella.
La chica casi que no se lo creia.
El pulso se le aceleraba, sudaba un poco, entraba en calor, se excitaba y su vagina se humedecía.
Brian apoyo una mano en su cabellera para, segundos después, decir “¡Voy a acabar!” Como antes la dama alcanzo a sacar el miembro de su boca justo para que eyaculara y derramara el semen en el escote.
Solo que este amante no intento disculparse.
Se alejo para limpiarse y después apoyarse contra el lavamanos para presenciar a los tres.
Con su boca liberada, y con manchas de semen, concentro su atención al amigo que le practicaba sexo oral.
-Creo que ya estoy mas que húmeda “Adriancito”.
–
-Si.
si.
se nota, creo.
-Adrian se dirigió a su fornido amigo-¿Nos das un poco de intimidad colega? Por favor.
El aludido accedió, aflojo el abrazo y se alejo para dejarla recostarse sobre el suelo.
Rápidamente el primer amante saco su pene, erecto por toda la previa.
Se sentó, acerco a la mujer contra si, apoyo las manos en sus piernas y la penetro.
Su compañera no le importo, o noto, el frió del suelo sobre el que estaba recostada.
Laura apretó los dientes y se llevo las manos al rostro.
Su cuerpo se movía levemente sobre el suelo por los movimientos de cadera de Adrian.
Estaba excitada y enloquecida de placer.
Ahora con un miembro viril erecto en su interior.
Sintiendo el calor del mismo mientras se movía a lo largo, ida y vuelta, de su humedecida vagina.
El hombre tenia una expresión de lujuria en el rostro.
Los dos gozaban.
Finalmente el eyaculo y sintió, por primera vez, el semen dentro suyo.
Se quedaron unidos por unos segundos hasta que muchacho se separo y le dio un tierno beso en la frente.
La mujer se incorporo en parte.
Aun sentada en el suelo y con las manos apoyadas detrás.
Suspiro y se dio un respiro.
Su corazón latía con fuerza y el sudor empapaba su frente.
Daba por echo que habian acabado.
Pero se equivoco.
Sin previo aviso “Carlitos” se le apareció por un lado con su pene erecto a la vista.
Tras darle un beso en la frente se sentó delante de ella, que aun estaba con las manos apoyadas en el suelo y el torso un poco inclinado hacia atrás, y la penetro.
Durante las primeras estocadas lo miraba con un gesto de sorpresa con la boca y ojos muy abiertos.
Finalmente cerro los ojos.
El movía su cadera y, a diferencia del anterior, también la de ella con sus fuertes manos que la tomaban de la cintura.
Sentía que el pene era mas duro.
Gemía con la penetración del ese hombre que la tomaba con fuerza.
Totalmente entregada dejando que la tomara de la cintura y la moviera a gusto.
La dama enloquecía con todo eso, de a pesar de todo, de estar entregada a un hombre tan robusto y excitado.
Por segunda vez (¿y ultima?) alguien eyaculo dentro de si.
Su vagina volvió a verse invadida de semen tibio.
Tras separarse Carlos le dio un largo beso en los labios, que al parecer le gusto su labial empalagoso.
Claudia dio un largo suspiro.
La ayudaron a ponerse en pie con Adrian tomándola de la mano izquierda y Brian de la derecha, como solo dos caballeros pueden hacer.
Se rió para sus adentros al pensar en la idea de ser la dama de tres masculinos caballeros.
Brian le apoyo una mano en un hombro y le sonrió.
Y la dama le sonrió a los tres.
Después noto, para su disgusto, que mas manchas de semen habían ensuciado el pecho de su vestido y que la espalda estaba empapada por la humedad del suelo.
Adrian se dio cuenta y trato de aliviarla-No te preocupes querida.
Te regalaremos un vestido nuevo.
Aunque creo que en un rato no lo necesitaras.
-¿A que te refieres mi buen y primer amante?-Pregunto Claudia.
-Lo que pasa es que eres una loquita total.
-Jajaja.
quizas.
Pero no lo seria si no fuera por ustedes.
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