UNA NOCHE MUY CALIENTE EN EL HOTEL
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Enrique401.
Hola me llamo Enrique y es el primer relato que escribo sobre mis vivencias con la persona que más amo en este mundo, mi mujer Ana. No soy escritor así que pido disculpas por mis múltiples fallos, pero mi mujer y yo queremos compartir nuestras vivencias con vosotros, nos gusta vuestra página y la disfrutamos, por lo que ahora es justo colaborar en nuestra medida. Somos un matrimonio liberal, esto para muchos sonaran a excusa para el libertinaje pero nada más allá de nuestra realidad, nuestro amor es inmenso y le damos libertad para explorarlo en todo su esplendor. Todo lo que hacemos lo hacemos juntos no por separado por lo que la infidelidad no existe para nosotros y todo queda bajo el mandato de nuestro amor.
Mi mujer es alta como yo, morena de senos pequeños, firmes y juguetones, cuerpo delgado, de piernas tentadores y muslos tensos y cálidos. Su sexo es un puro néctar incluso para la más exigente lengua. De vez en cuando nos gusta cometer lo que nosotros llamamos "locuras"… y esta es una de ella.
No mencionare ni ciudad ni hoteles, el caso es que llegamos a un conocido hotel. Allí nos habíamos citado con otra pareja, esa noche mi mujer iba ser gozadas por todos. Solo que con la idea ya estábamos calientes y excitados, nos besábamos las bocas con pasión. Comiéndolas lentamente y saboreando la saliva de ambos… La otra pareja aun no había llegado. Nos abrazamos y nos acariciamos los cuerpos con un deseo que cada vez iba aumentando, haciendo que nuestra piel se calentara pidiendo más placer, un placer que nacía de nuestras almas enamoradas… cuando note que su carne ya sudaba ligeramente saque un pañuelo y le vende los ojos… justo en ese momento llamaron a la puerta ellos… le abrí y volví con mi mujer que estaba con los ojos vendados y muy excitada, la recosté en la cama sin dejar de besar con lujuria nuestras bocas que se mojaban en nuestras salivas, pasado un momento separe sus piernas, ellos… esperaban con ansia el momento y fue entonces cuando dos pares de manos se deslizaron por sus pies con caricias suaves y excitantes, apenas rozaban su piel mientras yo seguía acariciando su rostro… ella empezaba a gemir de gusto…. las manos de ellos subían por sus piernas… y yo excitado y lleno de deseo subí su falda lentamente, ofreciéndoles el cuerpo de mi mujer, ellos ahora tocaban con lujuria eran caricias expertas. Ana gemía… su cuerpo se retorcía por el placer, pero ahogue sus gemidos con mi boca… su sexo provoco que ellos mientras le arrancaba sus bragas, la volvimos de lado y las manos subieron dividiéndose, las de él acariciando su coño ya húmedo, las femeninas acariciando su culo y su ano…yo me uní a ellos acariciando sus senos ya duros de excitación. Ana estaba siendo acariciada por nosotros… los tres… y su gemidos ya eran tan calientes como su coño, que ya estaba abierto, mojado y pidiendo mas…
Y le dimos más, su cuerpo lo exigía… estaba espléndida, ofreciéndonos su placer y tras las caricias empezamos con las lengua… lamiendo su piel, su sudor, empezamos por los pies, fueron lamidos… chupados por ellos, subiendo luego lentamente, lamiendo cada centímetro de su carne, yo le lamia su rostro, su boca jadeante, su cuello y manoseaba sus senos con lujuria, el llego a su coño, lo abrí y le hundió su lengua en el, follandola ricamente, mientras su esposa devoraba con lujuria y sin pudor su ano.
Ana estaba increíblemente excitada, y todos al parejo de ella.
Los jugos de Ana resbalaron en sus bocas que la mamaban sin parar provocándoles múltiples espasmo de placer. Cuando ya ella preparo bien el ano de Ana con su lengua, baje y le hundí mi polla caliente lentamente al principio, al sentirme, al estar mi polla dentro de su culo, ella me pedía mas y entonces entre duramente después, la chica se fue a su rostro se arrodillo ante su cara le mostro su coño, estaba deseando ser mamada, y mi Ana, caliente…. deseosa de mas abrió su boca… y empezó a lamerle el coño…. el placer de todos aumentaba…. el marido dejo de mamar el coñito de mi mujer y hundió su polla, que era tan gruesa como la mía, su coño estaba deliciosamente mojado por los orgasmos que nos había ya dado fue el momento en que ambos nos miramos y al mismo tiempo se la clavamos hasta el fondo.
Cogiéndola salvajemente, ella le quito, la venda y Ana viéndola le mamo su coño que ya chorreaba en su boca, después de un buen rato lleno de placer, Ana me pidió que follara el culo de la chica encima de su cara y así lo hice, duro y rápido mientras ella le seguía mamándola. Haciéndola nuestra por los dos, la cogíamos ricamente, estaba siendo follada por los dos. Su marido, loco de lujuria cambio el coño de Ana por su ano clavándola sin piedad provocándole un dolor que fue disminuyendo enseguida por un placer sin límites… y la chica aprovecho el momento para mamar el coño de Ana y así nos corrimos todos.. Yo en el ano de la chica, ella en la boca de Ana y el coño de mi mujer exploto sus orgasmos en la boca de la chica que la seguía mamando fuerte. Chupando y bebiendo sus jugos.
Fueron horas de intenso placer… porque seguimos durante un largo rato, follando sin parar… los cuatros tuvimos muchos orgasmos…
Nunca supimos sus nombres ni deseamos saberlos, los cuatro tuvimos un deseo infinito que nace de nuestras almas locamente enamoradas. Vuelvo a decir que no nos consideramos infieles porque solo nosotros hacemos vibrar nuestras almas dejando libre los cuerpos y los sentidos…
SALUDOS
ENRIQUE
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