Vacaciones de fin de año – parte 1
Un joven vive placeres inimaginables.
Aquí su amigo Neón trayéndoles otro fascinante relato, espero les guste.
Hola a todos, soy Justino, y en esta ocasión quiero contarles lo que me sucedió justo en las vacaciones de fin de año 2018 y principios de 2019.
Me fui de viaje a la bella ciudad de Cancún para pasar el año nuevo con mis amigos de la universidad, y acepte porque en mi casa siempre es un fastidio ayudar con los preparativos (porque siempre termino haciendo casi todo) así que me escape de mi familia, solo avisando a mamá y papá que me invitaron a la playa para el año nuevo, nos fuimos en vuelo clase turista y llegamos al aeropuerto de Cancún, tomamos nuestro taxi que nos llevó a un hermoso hotel (no de los lujosos de la zona hotelera sino uno más económico cerca de la playa, pero igual había extranjeros pues era temporada alta y siempre hay sobre demanda de cuartos, pero afortunadamente reservamos a buen precio nuestra habitación), en cuanto llegamos al hotel nos guiaron a nuestra habitación, dejamos nuestras cosas, nos pusimos nuestra ropa de baño y nadamos un rato en la playa, ya en la noche fuimos a los clubes nocturnos de la zona hotelera y mientras mis amigos bailaban y bebían, yo decidí adelantarme al hotel porque ya me había cansado de bailar, en cuanto llegué me fui al cuarto y en el pasillo vi a unas hermosas niñas extranjeras que tenían el cabello rubio claro largo, ojos como zafiros, piel blanca y cremosa y sonrisas encantadoras, edades les calculaba entre 6 a 10 años, se dirigían a su habitación que daba la casualidad que se encontraba junto a la nuestra, en cuanto entre empecé a fantasear que era hermano o amigo de esas niñas, mis fantasías se interrumpieron porque se escuchaba un ruido que provenía de la habitación de junto donde estaban las niñas, pegue mi oído para tratar de escuchar lo que sucedía y lo que escuche me prendió al mil por hora eran los gemidos de las niñas como si estuvieran teniendo sexo, no podía creerlo, pero como estaba tan cansado me acosté a dormir sin dejar de recordar sus caritas tan hermosas.
Al día siguiente me levante muy temprano y me di una ducha, mis amigos estaban profundamente dormidos porque regresaron a las cuatro de la madrugada, me baje al comedor del hotel a desayunar y noté que estaban las niñas que vi ayer en compañía de sus padres; un matrimonio caucásico, el padre tenía buen físico que parecía todo un deportista, y la madre ni se diga, tenía figura de modelo y ya me imaginaba a las niñas con el físico de su madre, pero el hambre me trajo de vuelta a la realidad, el menú era bufete así que podías elegir lo que más te guste, en cuanto me serví me dispuse a buscar mesa y justo cuando estaba por llegar la niña más pequeña estaba corriendo sin fijarse que yo estaba delante de ella y chocó conmigo tirando su helado, la niña quería llorar pero rápidamente la calmé ofreciéndole el mío que me había servido para no pararme después.
-Aquí tienes niña- los diálogos son en inglés, pero para hacer más entendible el asunto lo pondré en español.
-Muchas gracias- dijo la niña con una sonrisita que derretiría su helado y se fue hacia la mesa en donde estaba esperándola su familia, los padres se me acercaron para disculparse por lo que había sucedido.
-Discúlpeme por lo que hizo mi hija- dijo el padre de la niña con tono conciliador.
-¿está usted bien? ¿No le causó daño?- me dijo la señora con toda la amabilidad del mundo.
-no se preocupen estoy bien, yo también tuve la culpa por no haberla visto-
-pero si le tiró su helado-
-no, ella tiró el suyo por haber chocado conmigo, pero le ofrecí el mío-
-Gracias de verdad es usted muy amable-me dijo el señor
-¿Por qué no viene a desayunar con nosotros?- me ofreció su esposa
-por supuesto, muchas gracias- accedí a su invitación
Una vez sentados, me presente ante ellos y ellos se presentaron ante mí, el padre se llama Benjamín, la madre se llama Bonnie, y las niñas de mayor a menor; Harriet de 10 años, Jazmín de 8 años y Kimberly de 7, viajaron desde el Reino Unido para pasar sus vacaciones en el caribe mexicano, estuvimos conversando un rato mientras desayunábamos, hablamos sobre historia, cultura, nuestra experiencia en Cancún, entre otras cosas y cuando terminamos de desayunar nos retiramos a nuestras habitaciones, la familia iba a salir a pasear por la playa y yo esperando a que se levantaran los flojos de mis amigos, mientras salí a dar un paseo y a tomar algunas fotos para recordar mi viaje fui a comprar recuerdos para mi familia, se pasó rápido el tiempo y cuando regresé ya se habían ido los tres a almorzar y me dispuse a guardar las cosas que compre y como hacía calor les compre unas bebidas frías, al llegar a mi habitación estaban las niñas afuera del suyo y en cuanto me vieron me saludaron.
-Hola, Justin, ¿Cómo estás?- Me saludó Jazmín
-muy bien, ¿y ustedes princesas?-
-solo nuestro papa nos dice princesas, estamos bien- exclamo algo moleta Harriet
-perdón, es que las tres son muy bonitas que parecen princesas de verdad- no podía dejar de admirar su belleza
-muchas gracias, dinos ¿estas ocupado?- me preguntó Jazmín
-¿Por qué?- pregunté curioso.
-nuestros padres se fueron al spa y dijeron que volverían hasta tarde, nosotras íbamos a estar en la habitación y nadar en la piscina- dijo Harriet con tono de hermana mayor.
-¿quisieras jugar con nosotras?- me preguntó curiosa Jazmín
-claro, ¿Por qué no? De todas formas mis amigos se fueron a divertir sin mí-
-entonces pasa-
Entre a su habitación que en sí no tenía nada que destacar (obviamente en un hotel todas las habitaciones son muy similares), ellas estaban sentadas en la cama esperando a que hiciera lo mismo.
-¿a qué quieren jugar?-
-A lo que siempre jugamos con papa-
-¿y que juego será?-
-Papá nos dijo que no debíamos jugar con nadie más aparte de él- dijo Harriet
-Pero dijo que él es una buena persona, además es amable y me dio un helado porque tire el mío cuando choque contra el- dijo con mucha ternura Kimberly
-si es verdad, además el parece un tipo confiable, hagámoslo- replicó JAZMÍN
-Sí, que bien- gritaron las demás
Aunque yo ya sabía a qué clase de juegos se estaban refiriendo, me hice el anonadado cuando se empezaron a despojar de sus ropas (tenían puestas bermudas muy cortitas por el fuerte calor, blusas de color claro de manga corta y debajo de esas prendas estaban sus trajes de baño tipo bikini, pero lo que pensaba era que querían darse un chapuzón en la piscina o incluso al mar pues estaba a muy poca distancia caminando en 5 minutos ya llegaste, pero la realidad era otra, las niñas se quedaron como dios las trajo al mundo completamente desnudas, me quede embelesado al ver tres cuerpos desnudos de niñas extranjeras, su piel como de avena, el cabello rubio y claro como el sol, y no podía faltar por supuesto un tesoro prohibido libre de vello púbico. Me quede embobado viéndolas cuando una de ellas me pidió con rudeza que me desvistiera.
-Tú también hazlo- me dijo con una rabieta Jazmín
-OK- le respondí empezando a quitarme mí camiseta blanca y mi bermuda de diseño de palmeras y tablas de surf.
-WOW, te ves muy guapo- dijeron con gran sorpresa las tres niñas al ver mi cuerpo desnudo y no es para menos ya que en la casa ayudo con muchas tareas domésticas que implica cargar cosas, pues mi padre debido a su edad y su estado de salud ya no podía hacer dicho trabajo, aunque debo decir que aunque tengo buen cuerpo no me comparo con algún muchacho con cuerpo muy bien tonificado por ir al gimnasio ni mucho menos con un campeón de fisicoculturismo, pero me alegró saber que ellas me consideraban atractivo.
En pocos minutos las tres ya estaban desnudas, tanto Harriet como Jazmín estaban chupando mi verga y Kimberly estaba viendo Pepa Cerdita en YouTube en la pantalla de la habitación pues era una Smart TV, yo por mi parte estaba disfrutando de la mamada que me estaban dando esas dos preciosas rubias, podía darme cuenta de la experiencia que tenían pues sabían cómo complacer a un macho y mi verga quería estallar pero mi esfuerzo por controlarlo fue inútil y salió mi semen como si fuera un volcán, las dos niñas estaban comiéndose mi leche que estaba disparando y Kimberly tampoco quería quedarse fuera y con su boquita atrapo los últimos chorros que salieron como pistola.
-tu lechita está muy rica- dijo Jazmín mientras se limpiaba su boca con su mano
-es tan dulce y caliente- comentó alegre Harriet mientras se lamia su mano como un gatito.
-hasta sabe mejor que la de papá- agrego Kimberly saboreando lo que quedaba en sus labios.
-niñas, ustedes sí que saben cómo jugar-
-de acuerdo primero voy yo-
Harriet se acomodó encima de mi verga y se la metió como toda una putita, empezamos a movernos, su cuevita era cálida y rica, sentía como se tragaba mi amiguito, ella apoyo sus manos con las mías y se movía cada vez más rápido, con cada sentón que me daba con más fuerza empujaba mi pene hasta soltar mi semen dentro de ella y se bajó de mi con un poco de esfuerzo ya que la eyaculada que le di y ella saltó su miel de placer por lo que terminó algo cansada.
-Se siente tan rico, me gusta más que hacerlo con papá- dijo exhausta Harriet
-Bien, ahora sigo yo- dijo emocionada Jazmín
En cuanto Harriet se apartó Jazmín hizo lo mismo que su hermana e incluso lo hacía mejor que ella, pues su vagina se sentía más rica pero más estrecha, pero aun así mi pene entraba sin problema ella incluso duro más tiempo que su hermana, se notaba que era pura dinamita hasta que finalmente dispare mi blanca y espesa leche en un interior que me dio un placer inigualable, Jazmín trataba de respirar profundo pero le costaba, la ayudé a bajarse de mí y la hermana más pequeña se montó rápidamente, ya que ella no quería quedarse fuera de la acción.
-Ahora sigo yo-
Kimberly, a pesar de ser la menor de las tres hermanas, se veía más prometedora que las otras dos, ella también sabía hacerme gozar de placer, su rajita era pequeña pero lo suficientemente ancha para que mi verga le entrara sin dificultad, además de que fue entrenada por su padre para ser putita, ya que gemía de placer que me excito lo suficiente para llenarle la conchita de leche, ya me había cansado de coger con las tres niñas pero ellas tenían ganas de seguir, por lo que hicimos una segunda ronda, esta vez con más ahínco y terminamos exhaustos, nos quedamos acostados en las camas completamente desnudos, y no nos dios cuenta que nos quedamos dormidos y cuando despertamos, estaban los padres de las niñas, ya me imaginaba lo peor, sería denunciado por abuso de menores y me encerrarían en prisión, pero los padres, lejos de enfurecerse, no lo tomaron a mal.
-Hola Justin, parece que te divertiste mucho con mis hijas- Me decía en un tono tranquilo el señor.
-dime una cosa ¿te gustó mucho jugar con ellas?- me pregunto muy curiosa la señora.
-sí, me divertí mucho- les respondí algo apenado.
-bueno, si quieres jugar con nuestra hijas otra vez solo tienes que pedirlo- Me ofreció el señor Benjamín
-Por supuesto que sí señor, pero tengo que irme, me están esperando-
-No te preocupes, nosotros estaremos aquí unos días más por si te animas- me dijo Bonnie con un tono de confianza imposible de rechazar.
-de acuerdo, nos vemos después- contesté aceptando la oferta.
Me despedí de las niñas y sus padres, les dije que vendría esa misma noche, las niñas me esperarían en su habitación mientras los padres irían a los clubes nocturnos, me salí de su habitación y al entrar a la habitación (que estaba junto a la de la familia que venía del Reino Unido) estaban mis amigos poniendo las cosas que fueran necesarias porque íbamos a ir a Isla Mujeres (que es una isla que está a muy poca distancia de Cancún), nos fuimos al muelle en una van rentada porque nos salía más barato que el taxi (que dicho sea de paso el servicio de alquiler de taxis es carísimo, así que si van a ir a Cancún busquen agencias de renta de vanes y camionetas, se van a ahorrar muchísimo, créanme) y llegamos al muelle para tomar el ferry y una vez ahí nadamos, comimos y paseamos en la isla tomándonos selfies y comprando suvenires para la familia, cuando regresamos al hotel eran las 8:30 P.M. y mis amigos querían ir al club que no recuerdo el nombre, pero les mentí diciendo que el viaje en el ferry me dejo algo mareado y quería descansar, así que ellos se fueron al club y yo me quedé para ir a visitar a las niñas del matrimonio inglés, después de que mis amigos se fueron al club esperé unos minutos para que no me sorprendieran, no tenía intención de decirles nada por si existiera la posibilidad de que uno de ellos nos delatase, fui a la habitación de al lado donde me estaban esterando las tres divinas niñas, toque y me abrió la puerta Jazmín, me dijo que pasara, entré y me senté en una de las camas.
-Qué bueno que ya estás aquí- comentó muy alegre Kimberly
-llevamos tiempo esperándote-
-nuestros padres se fueron a bailar al club y dijeron que puedes jugar con nosotras el tiempo que quieras-
-de acuerdo, no perdamos ni un minuto-
Las tres niñas se despojaron de sus ropas y quedaron como dios las trajo al mundo, no sé porque mi corazón latía al mil por hora, tal vez por la excitación de verlas sin ropa, yo también me desnude y las tres se hincaron y con sus lenguas me dieron una increíble felación, Harriet se engullo mi verga mientras las otras me chupaban un huevo cada quien, luego Jazmín me chupo el trunco y después Kimberly, cada una se tragó una ración de leche blanca, espesa y caliente que disfrutaron mucho, ahora me tocaba meterles mi verga en sus rajitas, comencé de la más pequeña a la más grande, Kimberly a pesar de ser la más chica, era la que más disfrutaba de que la cogieran por su conchita, era notable que tantas cogidas hicieran que se acostumbrara y lo gozara, mientras me cogía a Kimberly, le chupaba los pezones a Jazmín y a Harriet, primero una y después la otra, hasta que eyacule en el coñito de la pequeña, y ahora era el turno de Jazmín, con ella dilate más tiempo, ya que me la cogí tanto misionero como perrito (esta última posición era su preferida), mientras le mamaba las tetitas inexistentes de Kimberly, ahora solo faltaba Harriet, por ser la mayor de sus hermanas, tenía más experiencia en el sexo, pues disfrutamos de todas las posiciones posibles mientras las niñas le chupaban sus pezones bien duritos que marcaban el crecimiento de sus glándulas mamarias, termine por llenar su vagina de semen dulce y calientito, nos dio tiempo de una chupada a sus pezones, y por supuesto una segunda ronda de sexo que disfrutamos hasta caer rendidos, deje a las niñas durmiendo en sus camas, me regrese a mi habitación donde me di una ducha, salí a cenar algo ligero y regresé para acostarme, mañana sería el último día del año para recibir el año nuevo ¿Qué sorpresa me esperaría para ese día? No se lo pierdan. Dejen sus comentarios y likes.
Sigue esta muy bueno tu relato
Que relato mas morboso
Uuuuuf
Me ha encantado
Gràcies