Ultimos Relatos






Irina, mi hermana tiene un año más que yo. Ella 16 y yo 15. Ella es una preciosura por donde se la mire. Unas nalgas voluptuosas y muy bien formadas. Sus pechos son la atracción del barrio. Ni contar la cantidad de pajas que me hago a la semana soñando que la cojo. .






En este relato les contaré cuando me dejé follar por gitanos, evitando un mal mayor….












Celeste tenía 13 años, yo apenas 11. La pubertad de ambos nos llevó a tener sexo sin tener idea de como se hacía. Ni que se sentía. .






Una madre desatendida y un marido que no puede complacerla.












Tanto Alma mi nieta como la Turquita, su amiga, habían visto y probado el sabor y tamaño de mi verga. Obviamente que es bastante común, 20×6,5 no es una locura. Pero para niñas de 11 años obviamente que parecía enorme. Y no conforme ambas con habérmela mamado volvieron por más. .












Las cosas cambiaron drásticamente a nivel familiar, afortunadamente y luego de varios intentos de provocación sexual, mi hermano y yo revivimos los momentos sexuales que compartíamos cuando éramos niños..






Acompañando a papá en una de sus salidas a tomar alcohol, descubro la complicidad que tiene con uno de sus amigos. La curiosidad de descubrir hasta donde tienen complicidad me lleva a tener sexo con un hombre que no es de mi familia.






Le lleno la conchita de leche a mi nena. Cada vez me demuestra ser más sumisa y hace lo que le pido. Estoy formando a una putita hermosa .






Luego de tener que cambiar de casa pereció algo malo, fue el comienzo de nuevas experiencias..






Un amigo de mi papa me enseña los placeres de ordeñar machos con la boca..






Tras la muerte de su hermano mayor y el abandono de su madre , el hijo menor a sus 12 años tiene curiosidad del trabajo de su padre que lo ama mucho..






Un tío pervertido, corrompido, exconvicto y abusador, llega a casa de Roni, con sus amigotes, para ponerse de ruana todo el hogar y jugar un poco con las mujeres de la familia..