Boxeo erótico o sexobox
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Gutpuncher25.
Quizás no mucha gente se excite al ver un combate de boxeo. Pero yo sí. Encuentro algo atractivo, sensual, en dos hombres en forma intercambiando golpes con los guantes. El sudor, el esfuerzo, la agresividad, la deportividad, son factores que más o menos se entremezclan para despertar la pasión que siento.
Cuando más arriba comentaba que no sabía en qué categoría pondría este mensaje lo decía porque bien podría ir también en fetichismo. Me encanta ser atado o ponerme contra una pared y que un chico o una chica (soy bisexual, aclaro) se ponga unos guantes de boxeo y me castigue en el estómago, en la zona del abdomen. El contacto de los puñetazos en mi vientre, acompañado del cuero de los guantes de boxeo, hace que se me ponga dura la polla.
Así que, en más de una ocasión, he tenido oportunidad de practicarlo con gente a la que, o bien le apasionaba el tema, o bien le gustaba experimentar con cosas nuevas.
Mis sesiones siempre comienzan con ambos poniéndonos los guantes de boxeo e intercambiando miradas, como si estuviéramos en el cuadrilátero. Luego, mientras él/ella me trabaja el abdomen con los puñetazos, yo suelo besarle, abrazarle o, si se trata de un chico, tocarle la polla o masturbarle mientras me da caña. Si se trata de una chica, chuparle y besarle los pechos, mientras me trabaja el abdomen. La intensidad y la fuerza de los golpes me gusta que sea progresiva, de suave a fuerte, de menos a más, con los golpes más duros casi llegando al orgasmo, como si se tratase del clímax sexual. Mientras dura el "castigo", me gusta complacer al otro, bien dándole puñetazos en el vientre, si le gusta, o besándole, dándole caricias, recorriendo cada centímetro de su cuerpo, y masajearle la polla o los pechos (en caso de ser chica).
También me gusta, en ocasiones, ser sumiso al 100% y que me aten y me usen de saco de boxeo. Es curioso porque he probado con otras formas de castigo corporal y ninguna me excita tanto como la de los puñetazos. Con mi antigua pareja, ya teníamos complicidad en estas cosas. La mirada de uno servía para que el otro respondiese. A veces rematábamos el "combate" con un golpe contundente en la panza, que hacía que el otro cayese al suelo y quedase de rodillas chupándole la polla al vencedor.
En definitiva, la combinación de guantes de boxeo con los puñetazos al cuerpo (nunca la cara, o, si ocurre, de forma suave) me fascina. Sé que es un gusto poco común donde los haya, pero es tan respetable como cualquier otro. Tengo un sinfín de experiencias de este estilo por contar. Gracias por leerme.
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