Cogido en un Balneario
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por summoner.
Gregorio era el típico hombre de familia, la edad le había dejado unos kilos de más y ahora era padre de 2 niños, un prestigioso médico de quien nadie podría sospechar que sería capaz de dejarse llevar por sus más deliciosos instintos.
Era el fin de semana planeadas de improvisto, un merecido descanso después de una larga semana laboral, había decidido llevar a su familia pasar un día de diversión a un balneario de prestigioso renombre, al no ser temporada vacacional había pocas personas a comparación de otras fechas, como buen hombre de familia también disfrutaba de tomar grandes cantidades de alcohol, posteriormente los efectos diuréticos de aquel consumo se hicieron presentes y fue necesario ir a buscar un baño.
Lo que pasaría en aquel lugar parecía maquinado por el mismo destino para compasar a aquel buen hombre de varias semanas sin sexo, al ingresar a aquel lugar se encontró a un angelito llorando, un chico delgado bastante bajo y de un rostro angelical, le pregunto por que llorab y aquel chico le contesto que se había perdido en aquel lugar.
Condujo al angelito al baño y cerró la puerta, se centro en el retrete y sentó al nene en sus piernas, ambos estaban mojados, el nene por el agua de la alberca en la que había estado, Gregorio por lo mismo pero juntado con el sudor de su propio cuerpo, podía sentir la piel suave de aquel angelito, sus piernas eran a comparación del nene bastante gruesas, de tez morena y cubiertas de vello masculino, el alcohol en su sistema aumentaba su excitación, habían pasado ya un par de semanas que no cogía con su esposa y este era su premio de consolación -Ya no llores, ahorita buscamos a tus papis- su miembro estaba completamente erecto no le interesaba encontrar los padres de aquel chico solo quería disfrutar de una buena cogida, empezó a acariciar las piernas del angelito, eran suaves, extremadamente suaves, le bajo su pequeño traje de baño el nene quiso poner un poco de resistencia, pero aquel hombre no pensaba, solo se dejaba llevar por sus deseos, saco su miembro de su bermudas y coloco al nene con una pierna cada lado de su cadera, empezó a pasar el glande por la zona genital del angelito, el chico no entendía lo que pasaba, atribuyo el hecho a que aquel hombre estaba ebrio, había visto a hombres ebrios hacer cosas muy raras, aquel hombre era para él como su padre cuando tomaba, los ojos rojos, el aroma etílico combinado con sudor masculino, aunque aquel hombre era mucho más alto que su padre, intento detenerlo, pero era inútil, cuando quiso gritar aquel hombre puso sus dedos en su boca ocasionándole al nene unas arcadas grandes, su garganta rápidamente se lleno de baba y quiso llorar nuevamente –No vas a llorar, si no te ayudo encontrar a tus papas- coloco la ropa interior del angelito en su boca para acallar sus gritos, el angelito quiso quitarse aquello de la boca pero Gregorio le acerco más a su cuerpo cubriendo el rostro del nene con su pecho para así evitar que hiciera algún sonido, se marco la musculatura en el brazo con que apresaba al nene, huella de una vida dedicada al deporte empezó a nalguearlo tal y como haría con su esposa, pero escala, fueron unas nalgadas fuertes que dejaron la marca de su mano en aquellas nalguitas tiernas y redondeadas, el chico lloraba ahora por el dolor en su tercero pero sus sollozos eras ocultos muy bien con el cuerpo de aquel hombre, sintió como aquel hombre volvió a jugar en su zona anal, pando su enorme miembro por su anillo virginal, sintió el calor de aquel órgano, combinado con un liquido resbaladizo, y de pronto una presión que descargo un dolor punzante en aquel nene, quiso gritar moverse pero era completamente inútil.
Gregorio escupió en su mano, y un hilo de saliva se formo y cayó en el hombro del chico, paso su saliva en la entrada de aquel culito, era más apretado de lo que había imaginado, incluso cuando cogía con su esposa la llegaba a lastimar, en parte por la brusquedad con la que le gustaba coger, y por otra parte el diámetro de su falo era de proporciones considerables, digna característica de aquellos que disfrutan del sexo, una vez que aquel orificio estuvo lubricado sin más espera dejo entrar la mitad de su verga, el chico se crispo, sus ojos se inundaron de lagrimas y su rostro se ruborizó, tomo al nene de los cabellos y lo hizo verlo a la cara, era algo que aquel hombre disfrutaba, ver la expresión de dolor o satisfacción cuando su verga lograba entrar en alguien, o algo, el chico instintivamente dirigió sus manitas a las manos de aquel hombre intentando escapar de su agresor, su rostro era una mueca de desesperación y suplica, en cambio Gregorio sonreía con su boca ligeramente abierta y su respiración agitada, aquel aro de carne había cedido y ahora se encontraba estirado al límite, apretaba todo el contorno de aquel miembro masculino, como si estuvieron fusionados en uno solo, cuando aquel miembro carnoso se introducía mas en el recto del chico, el aro lo acompañaba, plegándose hacia adentro, y viceversa, cuando aquel órgano masculino hacia el intento de salir aquel aro anal lo acompañaba, abrazándolo succionándolo, tratando de evitar que saliera de aquel recto pueril, si había intentado ocultar los sonidos de aquel nene, los suyos no lo habían hecho, -No mames que rico- decía mientras ponía sus ojos en blanco y nalgueaba las nalgas de aquel chico, no se había percatado que alguien más también había entrado en aquel baño, un chico de 14 años que debido a su edad ya sabía perfectamente la eufonía de alguien teniendo sexo.
El destino había planeado todo, los padres de aquel chico pensaban que aquel angelito estaba siendo cuidado por sus hermanos y los hermanos de éste pensaban lo mismo de los padres, incluso el tiempo parecía ir más lento en aquel baño, cuando el adolecente entro en aquel baño escuchó los sonidos de aquel hombre y un morbo se apodero de su cuerpo, quiso ver en vivo a un hombre teniendo sexo con alguien, nunca en su vida había tenido esa oportunidad, así que cuando vio una de las puertas cerradas y los pies de un hombre lo mas sensato fue meterse en el cubículo de al lado, la pequeña abertura que conectaban ambos escusados apenas podía mostrar los enormes pies de aquel hombre, al parecer no se había percatado de que tenia compañía, se sentó e intento ver un poco mejor la escena pero lo único que podía distinguir eran los pies de aquel hombre, moviéndose rítmicamente, acompasado por el sonido de aplausos, o lo que parecían nalgadas, y sollozos, y nada más, se pregunto si había alguien más o solo era que hombre se estaba masturbando.
Gregorio estaba extasiado con aquella situación y no se había percatado de su nuevo acompañante, introducía su miembro lo más profundo que podía y el suave rose de las mucosidades intestinales de aquella cavidad acariciaban su miembro, no podía soportarlo más, y un enorme chorro de semen se introdujo en aquellas entrañas, millones de espermas de un hombre adulto buscarían la forma de reproducirse en aquella cavidad angelical, movió el cuerpo del nene para dar más placer al orgasmo inmenso que sintió al liberar su leche en el chico, una de las mejores eyaculadas de su vida, y esta vez no era una vagina, sino un suave y lampiño culo de aquel nene, lo hizo brincar un par de veces más en su entrepierna antes de sacarle su miembro grueso, lleno de semen, le quito la mordaza al nene y le volvió a acomodar su ropa, -No, pues eres muy chillón, no te voy a ayudar a buscar a tus papás- a aquel nene no le interesaba la ayuda de aquel hombre, ya no ahora solo pensaba y sentía el dolor en su ano, aquel hombre abrió la puerta de aquel cubículo y empujo al nene, casi lo hace caer –ándele a chingar a su madre, o me lo vuelvo a coger- el chico se fue gimoteando, Gregorio se lavo la verga en el lavabo su estatura le permitía hacerlo sin necesidad de hacer esfuerzo, de pronto un adolecente salió del retrete adjunto al que había estado.
Aquel chico no dijo nada, pero sabía lo que había ocurrido, miro a Gregorio a los ojos, aquel hombre seguía lavando su miembro, el muchacho se quedo callado, dubitativo contemplo el miembro de aquel hombre, era grueso más grueso del que había visto en alguna película de internet, Gregorio se había asustado un poco pero rápidamente capto la señal, aquel chico no lo delataría, continuo lavándose el miembro mientras un torrente de sangre y excitación volvió a hacer que se levantara, le sonrió al muchacho y este solo lo miro con ojos de asombro -¿Te gusta?- el chico solo se quedo inmóvil, sin nada que hacer o pensar, Gregorio tomo la iniciativa con su miembro al aire, condujo al adolecente de nuevo adentro del baño, lo sentó en el retrete y lo puso a mamar su verga, el chico era nuevo en eso pero rápidamente se dejo llevar.
Gerardo estaba siendo recompensado nuevamente ahora pero esta vez por haber cogido a un angelito, y ahora a un adonis, posteriormente aquel nene fue encontrado y atribuyeron su llanto al trauma de haberse extraviado.
Gregorio jamás seria culpado de nada en su vida.
Mensaje del autor
Se que me tardo en sacar las continuaciones de mis relatos, agradezco enormemente sus comentarios, y me alegra saber que hay personas que apoyan mis relatos, pero entiendan que es dificil para mi escribir sin dejar de masturbarme con mis propias historias, espero pueda contactar con ustedes y me den ideas par hacer nuevos relatos
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