Juego de Hermanos I

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por summoner.
Las imágenes en aquella computadora mostraba el cuerpo desnudo de aquellos jovencitos, aun se masturbaba viéndolas, las había tomado con su celular, pero consideraba que sus pequeños cómplices sexuales merecían ser grabados con una cámara de mejor resolución, en algunas fotografías estaban solo aquellos dos jovencitos desnudos besándose las nalgas o en la boca, en otras se contemplaba su verga entrando en aquellas jóvenes bocas, o en su apretado culo, la vida le sonríe a aquellos que saben disfrutar de ella, como un hermoso banquete puesto solo para aquellos que se atreven a sentarse a comer de sus manjares.

Tal es el caso de Antonio a sus 32 años y siendo instructor de gimnasio de un gimnasio, no podía quejarse de cómo había vivido, si bien era cierto que no poseía un trabajo autentico, no le resultaba dificil encontrar a alguna chica siendo un hombre de carácter extremadamente explosivo, se compensaba con un atractivo físico resultado de años de entrenamiento y modelaje de su cuerpo y además contaba con un carisma que hacían de él un hombre bastante interesante para las mujeres, su última esposa lo había abandonado debido a que pocas veces trabajaba y el poco tiempo que le dedicaba, prefiriendo pasar esas horas acondicionando su cuerpo, debido a su reciente traslado de domicilio pudo conocer a Ema una mujer bastante atractiva y madre de 2 jovencitos, en cuestión de meses Antonio logró enamorarla y en poco tiempo ya tenía completo acceso a su departamento. Por cuestiones de horario Ema comenzó a trabajar los fines de semana, y contratar a alguien que cuidara de sus hijos le originaba gastos aun mayores, por lo que considero buena idea pedirle a su nuevo amante que cuidara de sus nenes, cosa que si bien le molestaba cuidar de aquellos mocosos pronto se convertiría en una práctica sumamente placentera.

Era fin de semana y por consiguiente Antonio se encontraba viendo un partido de futbol era un habito que había desarrollado desde hacía ya bastante tiempo, comprar cervezas y disfrutar de un merecido descanso, era fanático de aquel deporte, desde muy joven lo había practicado, razón por la cual era poseedor de unas piernas fuertes y bien desarrolladas, había comprado un cartón de cerveza y se sentó frente del televisor en compañía de los dos chicos, solo portaba unos pantaloncillos cortos con el logotipo de su equipo de futbol preferido que le llegaban hasta las rodillas, una playera blancas sin mangas que permitía contemplar sus brazos casi tan gruesos como sus piernas y una gorra con la visera puesta hacia atrás que cubría su cabello quebrado, había tomado un poco más de lo acostumbrado y el calor del alcohol empezaba a surtir efecto, estando en su departamento simplemente se hubiese dado una buena masturbada y continuaría viendo aquel partido, pero no se encontraba ahí, por lo que simplemente empezó a sobarse aquel miembro ya erecto por sobre su ropa, aquellos chicos parecían no percatarse de aquella acción, una idea comenzó a brotar dentro de su psique, de momentos veía el televisor y de momentos contemplaba a aquellos muchachitos, instintivamente su mano comenzó a acariciar la espalda de Ricardo el mayor de aquellos hermanos y también el más atractivo, sus pensamientos se centraron en una sola idea, quería desnudar a aquel chico y poseerlo, abrazo a ambos chicos y su excitación aumento aun mas cuando su piel roso la nuca de aquellos jovencitos, empezó a sobar el abdomen de sus acompañantes, su piel suave y lampiña fue la gota que derramo el vaso, levanto a Ricardo del sillón y le dijo, -Quítate la camiseta- el chico se quedo desconcertado, era sumamente extraño que aquel hombre le pidiera eso, pero antes de que pudiera analizar la situación las manos de aquel hombre ya estaban despojándolo de su playera, -Tienes un cuerpo muy bonito- tomo a Brayan el hermano menor, y se lo sentó en su regazo, justo sobre su miembro, y comenzó a mover al chico para estimular aun mas su órgano sexual, -Ven acércate- le dio un trago a su cerveza y empezó a acariciar el tórax desnudo del chico, mientras que con su otra mano sujetaba fuertemente a Brayan pegando aquel tierno culito lo mas que podía a su excitado pene –Voltéate, quiero verte de espaldas- aquel muchacho como si fuere un perro amaestrado hizo caso, sintió la mano de aquel hombre intentando bajar su pantalón junto a su ropa interior, como un acto reflejo Ricardo intento evitarlo, pero las fuerzas de aquel hombre eran superiores a las suyas y pronto estaba mostrando sus nalgas redondeadas a aquel sujeto, de pronto el chico sintió como la mano de Antonio empezaba a sobar sus nalgas, el chico se quedo petrificado, ya no sabia como actuar, sentía una gran vergüenza, debido a que era la primera vez que alguien lo tocaba de esa forma, aquella mano continua explorando su piel hasta llegar a sus testículos, intento retirar nuevamente aquella mano de sus partes intimas, pero poco pudo lograr.

Continuaba el partido el equipo favorito de Antonio iba perdiendo 2-0, pero poco le importaba, se encontraba haciendo algo un poco más divertido, sentía su verga ansiosa de entrar en aquellos culitos, le bajo los pantaloncitos a Brayan dejándolo solo en ropa interior, al principio los hermanos se resistieron pero al comprobar que sus pequeñas fuerzas eran inútiles, se dejaron llevar, como corderos dispuestos para ser sacrificados –tu también tienes un culo bien sabroso nene- acto seguido se bajo su short y el bóxer dejando al descubierto su miembro erecto con la cabeza de su miembro cubierta hasta la mitad por su prepucio, no era muy grande pero si bastante gorda y de buenas proporciones, la coloco en la entrepierna del chico y comenzó a masturbarse con los testículos lampiños del muchacho –Quiero que me mames la verga- le ordeno a Ricardo que aun desconoció el significado de aquella palabra –¡Agáchate y metete mi pene en tu boca!- el chico no estaba dispuesto a ser tal cosa, Antonio sabía que tenía que amenazarlo de alguna manera, y que mejor con el cariño que le tenia a su hermano menor –¡Carajo, que si no me chupas la verga mato a tu hermano!- Antonio coloco la mano en el cuello de Brayan que se encontraba llorando desde hacia un buen tiempo, Ricardo no tenía otra alternativa, se coloco frente de ellos y acerco su rostro a la altura de los testículos, contemplo la diferencia entre los genitales de aquel hombre y de su hermano, la diferencia del tamaño era lo que más le llamo la atención, Antonio besaba la nuca de Brayan, le mordía el cuello suavemente, deseaba aplicar mas fuerza, pero debía de conservar la calma para evitar dejar huellas, sintió la mano de Ricardo agarrando su verga, era una mano suave, y un escalofrio recorrió su cuerpo, lo mejor de todo fue cuando sintió los labios de aquel chico rosando su miembro, -No me vallas a morder puto, si no ya sabes que le va a pasar a tu hermano- era lo más delicioso que había experimentado hasta ese momento, ni siquiera el coño de una vieja le había parecido tan sabroso, tomo la nuca del chico e intento introducir su miembro lo mas profundo que podía en aquella pequeña garganta, Ricardo empezó a dar arcadas, no solo por la estimulación producida por la entrada de un cuerpo extraño en su garganta, también el hecho de saber que era el pene de un hombre, tenía los ojos cerrados, puesto que si los habría veria los genitales d su hermano, lo escuchaba llorar, incluso de ve en cuando sentía como los testículos de su hermano le rozaban la frente y los ojos que se encontraban llenos de lagrimas, -ahora los huevos- Antonio bajo a Ricardo a que le besara los huevos, pero cuando sintió que el chico le chupaba un testículo le dijo –Con la lengua idiota, eso es, asi, ensalívame las bolas- los testículos de Antonio eran grandes, sin embargo habían disminuido ligeramente de tamaño debido al consumo de esteroides, esto también generaba en su cuerpo otra respuesta biológica, su sudor era más penetrante, y el aroma en su area genital tenia un olor muy diferente al que Ricardo percibió de su propio hermano, una mescla de sustancias químicas aromáticas que Ricardo nunca podría borrar de sus recuerdos.

Le indico a Brayan que hiciera lo mismo que hacia su hermano, se acomodo en aquel sillón y disfruto de las caricias de aquellos chicos, parecían cachorros tratando de amamantarse, tenia la cabeza de los hermanos sujetada una en cada mano, indicándoles el lugar donde debían lamer, chupar y besar; esos pequeños labios, suaves y deliciosamente húmedos, la succión que ejercían aquellas mejillas era la correcta, sentía como la sangre bombeaba su entrepierna y aumentaba el tamaño de su miembro –asi mariconcitos, asi me gusta, sigan chupándole la verga a papi- se sentía realmente feliz, en la televisión su equipo estaba a punto de anotar un gol, jamás se había imaginado obtener tato placer en toda su vida, le dio un trago a su cerveza, sabía que era dueño absoluto de aquellos chicos puso los ojos en blanco en el momento en que el balón de futbol entraba en la portería del equipo contrario, tomo con fuerza la cabeza de aquellos chicos y se dejo llevar por aquella relajante sensación –Gooool!!!!- grito en el mismo momento en el que eyaculaba en la boca de alguno de los chicos, tomo la cabeza de Ricardo con ambas manos quien fue el que recibió el primer trago de semen de su vida, y como si deseara atravesarle el cráneo le metió lo mas profundo que podía su miembro en aquella garganta, incluso los movimientos ocasionados por las arcadas y los sollozos del otro chico le provocaban descargarse aun más, tomo a Brayan de la cintura y con violencia lo arrojo sobre el sillón, acerco las jóvenes nalgas hasta su rostro, le fascinaba olerlo, con una mano, intentaba separar aquellos glúteos e introducir su cara lo ams que podía para lamer aquel culito virgen, mientras que con la otra aun se masturba con la boca de Ricardo, tomo la cabeza de los dos hermanos y la bajo nuevamente hasta su verga, a pesar de que ya había eyaculado en la boca del más grande no parecía agotarse la energía de aquel hombre, su miembro permanecía firme y con ganas de continuar la fiesta, sintió como esas boquitas inexpertas recorrían su miembro nuevamente.