La ciudad de la Supremacia Femenina
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por exclavo24.
LA CIUDAD DE LA SUPREMACIA FEMENINA
CAPITULO I: LA DOCTORA Y UN NUEVO ESCLAVO (escrito por diablillo)
Abri los ojos, ¿Donde estaba? ¿Que hacia alli?, no conseguia recordar como habia llegado hasta alli, estaba en una habitacion oscura, habia muy poca luz y el suelo se movia , parecia como si estuviera viajando en un barco, si ,era un barco, pero como habria llegado hasta el, empezaba a tener leves recuerdos; una atractiva mujer, mucho alcohol en mi cuerpo y… ahora lo recordaba , un fuerte golpe en mi cabeza, aquella mujer me golpeo con algo en mi cabeza, de hay en adelante mi memoria estaba vacia, no recordaba mas, perdi el conocimiento hasta ahora.
Trate de reponerme pero mi cabeza me dolia por el impacto recibido por aquella mujer, estaba algo mareado, trate de levantarme, pero… ¿que pasaba que era aquello?, estaba encerrado en una jaula y desnudo ,no podia ponerme de pie, era una pequeña jaula humana, toque con mis manos los barrotes, estaba enjaulado como un animal, empece a zarandear los barrotes pero era una jaula con barrotes solidos, empece a golpear la jaula, pero era inutil no podia hacer nada para salir, comence a gritar pidiendo ayuda, pregunte una y otra vez quien me habia hecho esto, pero no obtuve respuesta, patalee los barrotes y trate de doblarlos hasta quedar exhausto, grite una y otra vez hasta cansarme , me di por vencido, tuve que esperar que sucedieran los acontecimientos por si solos , no pude hacer otra cosa, tarde o temprano alguien vendria y sabria que es lo que quiere de mi, seria aquella mujer con la que estuve la que me ha habia echo esto o simplemente era un anzuelo para atraparme otra persona, pronto lo descubriria.
Mi fuerte dolor de cabeza provoco que me tumbase encogido en la jaula y volviese a dormir durante horas, sentia como el suelo se movia por el movimiento de las olas, dormia de una forma placentera durante varias horas hasta que un ruido me desperto. Abri los ojos de inmediato y vi una luz al fondo, era una trampilla, era la trampilla del barco, la luz entraba en la habitacion, la luz cegaba mis ojos, habia estado varias horas a oscuras y ahora la luz golpeaba mis ojos, entraron dos sombras, apenas podia distinguir las siluetas, entraron al interior y ataron el extremo de una cuerda a la jaula, de inmediato la cuerda tiro sobre la jaula y la jaula empezo a arrastrarse conmigo en el interior, descendi la trampilla en el interior de la jaula y sali al exterior, la luz cegaba mis ojos pero poco a poco recupere la visibilidad, ¿ Donde estaba ? ¿Que lugar era aquel?, era una especie de isla, pero no una isla primitiva o normal, era una especie de ciudad, a lo lejos se veian edificios, casas, vehiculos y lugares con estructuras muy extrañas, ¿que clase de ciudad era esta? , parecia una ciudad muy desarrollada y moderna, si, era La ciudad de la Supremacia Femenina.
La ciudad de la Supremacia Femenina era una ciudad grande, no era la tipica isla que nos viene a la cabeza con sus palmeras, era una ciudad con edificios y con mucha actividad, perfectamente organizada y desarrollada, era una ciudad con sus propias leyes y reglas, pero si tuviese que describir la principal caracteristica de esta ciudad es que esta unica y exclusivamente gobernada por mujeres, en esta ciudad las mujeres estan por encima de todo, ellas mandan y gobiernan a su antojo, ellas crearon las leyes de esta ciudad , muy pronto sabreis cuales son.
Mis ojos fueron recuperando visibilidad, quede asombrado al ver aquella ciudad, pronto desvie la mirada a aquellas siluetas que me habian sacado de alli, quede impresionado al descubrir que eran mujeres, eran dos mujeres jovenes, su indumentaria era un uniforme negro ajustado , una camisa y pantalon estrecho terminado en unas botas altas de un tacon vertiginoso y unos guantes negros , ambas llevaban un brazalete en el que se podia leer supremacia femenina, ni tan siquiera me miraron, actuaban de una forma muy normal, no daban importancia a lo que estaban haciendo, una de ellas dio una orden y un aparato siguio tirando de la cuerda arrastrando la jaula hasta un pequeño edificio , en el rotulo del edificio se leia “ mercado de esclavos” , estaba totalmente asombrado , que era aquel lugar, quien y que querian esas mujeres, pronto la cuerda me arrastro hasta el interior del edificio, en su interior habia una sala grande, mi jaula se detuvo en la sala, una mujer se acerco a mi, llevaba la misma indumentaria que las otras dos mujeres, sus tacones resonaban en el suelo a cada paso que daba, era una mujer muy hermosa con una mirada que te atravesaba, se puso delante de la jaula:
– a ver que tenemos aqui- exclamo aquella mujer mirandome de arriba abajo
– ¿quienes sois?, ¿donde estoy? ¿Porque estoy metido aqui dentro?, ¡sacarme ahora mismo ¡- mis palabras salieron apresuradamente en busca de una respuesta.
La mujer uniformada se llevo el dedo a sus labios haciendo el gesto de que me mantuviera en silencio, – nadie te ha dado permiso para hablar- me reprocho con un tono autoritario aquella mujer.
– pero… pero…. desde cuando tengo que pedir permiso para hablar ¡Soltarme ahora mismo o lo lamentareis, las reproche gritandola.
– aun no sabes donde estas ¿verdad?- me pregunto aquella mujer.
– Estas en la ciudad de la Supremacia Femenina esclavo- me dijo la preciosa mujer.
– te asignare una tutora cuanto antes- , la mujer hizo un gesto y llamo a otras dos mujeres con la misma indumentaria , las dio ordenes de llevarme a la habitacion 120 ante una tal doctora con un mombre extraño, que era eso de la tutora y donde estaba, pronto saldria de dudas.
Aquellas mujeres colocaron unas ruedas a la jaula y la arrastraron conmigo dentro, me llevaron a traves de un largo pasillo, habia muchas puertas a ambos lados, mi sorpresa fue cuando vi que no era el unico en aquella circunstancia, me cruce con otros hombres dentro de jaulas, algunos encadenados, algunos otros con un collar llevados como un perro por una mujer, tambien escuche gritos o quejas de otros hombres detras de las puertas y el inconfundible sonido de latigos chocando contra carne, aquello intensifico mi panico, que lugar era aquel donde todos los hombres que vi estaban enjaulados o encadenados, solo las mujeres vagaban a sus anchas por aquel edificio, estaba muy asustado.
Pronto llegamos ante una puerta que marcaba la 120, y en la puerta habia una pequeña placa donde se leia “Doctora Hoffman “ , llamaron a la puerta y una voz ordeno que entrasemos, las dos mujeres arrastraron la jaula hasta el interior de aquella sala, era una sala de un hospital, con instrumentos clasicos de medicina, habia una camilla – sillon en un lado de la sala, unos armarios con instrumentos, y una mesa en el centro con una mujer sentado al otro lado de la mesa, era una mujer madura de unos 50 años de edad, de cabello rubio rizado hasta sus hombros, con un rostro serio y autoritario , con una mirada directa a traves de sus gafas que cubrian sus ojos.
Una de las mujeres que me llevaron hasta ese lugar fue la primera en dirigirse a ella:
– señora, tenemos ordenes te traer ante usted este esclavo que acaba de llegar – informo la mujer a la doctora.
– esta bien, podeis retiraros, yo me ocupo de el- , las dos mujeres se marcharon dejandome ante la conocida como doctora Hoffman.
Rapidamente empece a disparar preguntas a la doctora, estaba asustado y nervioso, la grite que me explicara que estaba sucediendo.
– veo que modales no tienes, pronto cambiara tu comportamiento te lo aseguro- me reprocho de forma muy autoritaria la doctora.
Empece a insultarla, era yo el que estaba en una jaula y ella me reprochaba que yo no tenia modales, una gran cantidad de insultos salieron por mi boca a velocidad de vertigo, empece a patalear la jaula e intentar salir, no lo pense en ese momento pero estaba dando la impresion de ser un animal tratando de escapar de su jaula.
La doctora se levanto de su silla, pude ver su cuerpo por completo, iba vestida con una bata de doctora con su nombre bordado, unas medias blancas por debajo de su uniforme acabados en unos grandes y vertiginosos zapatos de tacon blancos, sus tacones resonaban en la sala, lentamente se dirigio hacia mi , se planto delante de la jaula.:
– Ahora soy tu tutora y tu doctora, seras responsabilidad mia mientras estes aqui, te enseñare como has de comportarte hasta ahora y todo lo que debes saber de esta ciudad- .
– ¿mi tutora? ¿mi doctora? , lo que eres, eres una…., – otra nueva oleada de insultos salieron por mi boca.
Ella no perdio los nervios en ningun momento, manteniendo su caracter autoritario y tranquilo, ella saco de su bolsillo un aparatito muy pequeño con una pequeñita aguja, ella rapidamente sin darme tiempo a reaccionar me pincho con el, senti una pequeña punzada pero nada mas, casi no senti el pinchazo de aquel aparto, no sabia que era aquello pero no debia ser nada de mi agrado.
La doctora guardo el aparato y se alejo hacia la camilla, se acerco a la camilla que habia en la sala y empezo a desabrochar una especie de grilletes que habia y unas correas, ella estaba de espaldas a mi preparando la camilla, de pronto empece a encontrarme sin fuerzas, rapidamente empezo a invadirme una sensacion de debilidad, no tenia fuerzas para moverme, comprendi que era a causa de aquel pinchazo, no se que sustancia llevaria pero rapidamente hizo efecto en mi, en apenas unos segundos perdi mis fuerzas .
La doctora se acerco a mi y empujo la jaula hacia la camilla, abrio la puerta de la jaula y me saco por un brazo, apenas tenia fuerzas para ponerme de pie, ella me ayudo a sentarme y me tumbo en el sillon, intente poner resistencia pero todo el lugar me daba vueltas , una vez sentado en el sillon clinico ella me estiro un brazo hacia el suelo y en una barra del sillon habia un grillete con el que me sujeto la mano al sillon, lo mismo hizo con el otro brazo, mis manos quedaron sujetas a los barrotes laterales del sillon y con unas correas los fijo con mayor firmeza al barrote de aquel sillon clinico, la doctora preparo unos sujeta pies que salian del sillon, separo uno de mis pies atandolo con otro grillete , despues me separo la otra pierna, parecia que me iba a romper, tenia las piernas muy separadas y en esa posicion me ato al otro extremo, ahora estaba atado de pies y manos con las piernas muy separadas, era increible, aquella especie de sillon clinico no tenia limites, llevaba un reposacabezas en donde me recosto la cabeza, y con un grillete ancho me sujeto por el cuello a el, para mi sorpresa continuo la doctora con su trabajo, con una cuerda elastica empezo a atarme mi cuerpo a la camilla, cuando me rodeo con ella mi cuerpo tenso la cuerda elastica y la sujeto al sillon oprimiendome contra el. Ya no podia estar mas atado, estaba atado por todo el cuerpo, no podia mover un solo centimetro de mi cuerpo, estaba totalmente indefenso y bajo el control de aquella perversa doctora.
– Ahora comenzare tu examen medico esclavo – me dijo con una mirada perversa.
¡Como que mi examen medico¡ ¿ que era aquello? , pronto lo averigüe, ella se alejo hasta una mesita y cogio un par de guantes de latex y un tarro, empezo a colocarse sus guantes de latex, se puso los guantes de latex ajustados a sus manos y tiro de ellos suavemente para ajustarselos, se los ajusto con cuidado y cuando termino cogio el tarro y lo destapo, unto dos dedos en el, me temia lo que pretendia, estaba abierto de piernas y ella dirigio sus dos dedos enguantados a mi ano, la suplique que no lo hiciera, no obtuve respuesta , ella metio el extremo de su dedo dentro de mi ano, gruñi por el dolor pero ese dolor no fue nada comparado a cuando metio su dedo de golpe rapidamente hasta el fondo, solte un grito que se escucharia en todo el edificio.
– estoy cansada de tus lloriqueos esclavo – , La doctora se acerco a la mesilla y regreso con una esponja y una tela, ella me tapo la nariz con una mano, rapidamente abri la boca para respirar y me introduzco su esponja en mi boca, la esponja me lleno por completo mi boca y con la tela que llevaba en la mano me rodeo la boca oprimiendo la esponja dentro de mi boca.
– Ahora continuare con mi trabajo sin oir tus quejidos – , Ella volvio a acercar su mano enguantada a mi ano, y note como volvia a meter su dedo en mi ano, como antes volvio a introducir de forma brusca su dedo por completo, volvi a gritar pero quedo silenciado por la mordaza, ella me miro y mostro una risa malefica al descubri el dolor que me estaba provocando y no poder hacer nada para evitarlo, ni un solo quejido, ella volvio a acercar su mano y esta vez metio dos dedos, introdujo sus dos dedos dentro de mi y al igual que antes volvio a introducirlos por completo , estaba siendo torturado por la doctora, aquella tortura duro unos minutos, ella continuo metiendo sus dedos en mi interior una y otra vez.
– Nadie comprara a un esclavo que no tenga abierto su agujero – Me reprocho la doctora.
Ella se acerco a su mesa en busca de algun instrumento y regreso con un aparato de goma que tenia forma de pene, ¡ era un dildo ¡ ella lo acerco a mi ano, mis ojos estaban llenos de terror y los suyos de malicia mientras acercaba ese aparato a mi ano, empece a notar como fue introduciendolo, gritaba entre la mordaza mientras la doctora me torturaba penetrandome con su dildo de goma , introdujo el dildo por completo dentro de mi, yo trataba de respirar hondo por mi nariz soportando aquel dolor que llegaba a lo mas profundo de mis entrañas, la doctora me acaricio la cara de forma perversa mientras aguantaba su tortura.
– relajate o sera mucho peor esclavo – Me dijo la doctora mientras me acariciaba con su mano mi rostro.
Ella regreso con un rollo de cinta adhesiva en la mano, sello con varias tiras el aparato en mi interior impidiendo que se moviera o pudiese expulsarlo, se cercioro que no podria salirse el aparato de mi interior.
La doctora se quito sus guantes de Latex y se marcho de la habitacion dejandome en aquella situacion tan dolorosa y humillante.
Yo intentaba soltarme de aquella prision de sillon pero era inutil , acabe exhausto de intentarlo y no consegui desatar ni una sola correa, intente gritar o expulsar la mordaza tambien fue absurda la idea, me resigne a que tendria que esperar la vuelta de la doctora, el tiempo pasaba y seguia en la misma situacion en aquella habitacion, nadie venia a buscarme, mi ano parecia que me iba a explotar, trataba de relajarme pero el dolor me lo impedia, paso mas de una hora hasta que volvio a abrirse la puerta, la doctora estaba alegre venia bromeando con otra doctora, una vez que entro y cerro la puerta volvio a su trabajo y su sonrisa desaparecio de su rostro.
La doctora se acerco hacia mi, me miro de arriba abajo y volvio a alejarse en busca de algo, regreso arrastrando algo con ruedas, al principio no distingui que era aquello que puso a mi lado pero luego vi que era para aplicar enemas, una bolsa sujetada en lo alto de una barra con un largo tubo, mi cuerpo se lleno de terror, aquella mujer saco de nuevo unos guantes de latex que se ajusto a sus dedos , se acerco a mi y quito la cinta que sujetaba aquel dildo en mi interior , saco de forma brusca el dildo de mi interior, el cuidado de sus pacientes no la importaban lo mas minimo, tras retirar el dildo acerco el extremo del tubo de goma y empece a notar como el tubo penetraba en mi interior, ella libero un tapo de la bolsa que colgaba y mi ano y estomago empezo a llenarse de liquido, cuando creia que me iba a estallar mi vientre ella bloqueo la bolsa, ella sujeto el tubo con su extremo y con la otra mano empezo a mirar el reloj, no se cuanto tiempo debia de tener el liquido en mi vientre pero ella miraba su reloj y no parecia acabar el tiempo, tras unos minutos de nuevo senti como el liquido era expulsado de mi interior, senti una gran sensacion de alivio, respire hondo y aliviado.
Cerre los ojos un instante rogando que todo hubiese terminado no resistia mas esta situacion , entonces comence a escuchar el ruido de sus tacones alejarse del sillon, pense que todo habia terminado pero no era asi, la vi buscar una cuchilla de afeitar y entonces me temi lo que haria, y a si fue se acerco a mi y tomo mi miembro con la mano izquierda , acerco su mano derecha con la cuchilla de afeitar y empezo a rasurarme , cuando estaba bien rasurado, la doctora se echo en la mano un chorro de un liquido, me extendio el liquido por mi parte rasurada y senti un gran dolor, el liquido llevaba alcohol , emiti un fuerte grito que fue inaudible en mi mordaza, la doctora me acaricio suavemente:
– bien esclavo hemos terminado tu reconocimiento medico, ya estas preparado para ser puesto en venta- me dijo la doctora.
– Antes debes conocer tus derechos y obligaciones, escucha con atencion porque solo te los dire una vez, ¿has entendido?, La doctora me propino un fuerte bofeton :
– pestañea para saber que lo has comprendido – , pestañee dos veces como afirmacion y ella continuo su explicacion.
– Tus derechos en esta ciudad son ninguno, no tienes derechos, los esclavos no tienen ningun derecho en esta ciudad que no se te olvide, solo tienen derechos las mujeres ¿comprendes esclavo?, volvi a pestañear dos veces como afirmacion aunque por supuesto no estaba nada de acuerdo con aquella ley.
– Tus obligaciones solo seran 2 guardalas en tu memoria, existen dos reglas de oro en esta ciudad, La primera regla sera obedecer a tu ama por completo, nunca bajo ninguna circunstancia la desobedeceras, te aconsejo que nunca lo hagas o ella misma decidira que hacer contigo, ¿has comprendido?- me tiro del pelo con brusquedad y yo pestañeando volvi a afirmar.
– La segunda regla de oro y mas importante sera que nunca jamas te atrevas a levantar la mano a una mujer, si eso sucediera seras enviado al reformatorio de esclavos, alli seras sometido a los peores castigos que te puedas imaginar bajo la mano de las mas perversas Amas.
– Ahora ya estas preparado para ser vendido, bienvenido a la ciudad de la Supremacia Femenina esclavo, Ahora comportate como un verdadero esclavo o….-
De pronto su mano enguantada me tapo la nariz, esa era su amenaza o advertencia, no podia respirar, la doctora me miraba de forma cruel mientras miraba como me asfixiaba, cuando creia que iba a perder el conocimiento ella me libero, respire muy exhausto, ella comenzo a reirse, comprendi su amenaza, sino cumplia las reglas lo pasaria muy mal.
La doctora se quito sus guantes y me los arrojo a la cara, ella se alejo hacia la pared, sus tacones resonaban cada paso que daba en la sala, pulso un boton de una especie de telefono:
– ¿si? una voz femenina contesto al otro lado del telefono.
– Podeis venir a por el esclavo y ponerlo en venta – ordeno la doctora.
– Si doctora – contesto la otra voz.
La doctora abandono la habitacion y al instante regresaron dos mujeres con la vestimenta de color negro de aquel sitio, su pantalon y camisa negra ajustada con botas de tacon muy fino, prepararon la jaula y se dispusieron meterme en ella de nuevo, ahora iba a ser vendido en el mercado de esclavos.
Continuara…………
Escrito por “diablillo”: gracias a Miss Shade Severa, gracias por tu ayuda y comprenderme, me alegro de conocerte.
Para cualquier comentario: sumisso22@yahoo.es
Autor: exclavo24
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