Me tocó ser un torito… ordeñado.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Old-Legolas.
Conocí una nueva partenaire en mis incursiones en el sexo fuerte.
El primer encuentro sería en su terreno y el segundo en el mío.
-Te gustaría ser mi torito-. Me dijo.- Por supuesto que sí-. Le respondí.
Después de los preliminares que voy a obviar, quedé desnudo en 4 patas, una correa en mi cuello amarrada a la pata de un sillón y con un par de cuernos de utilería en mi cabeza.
Se alejó unos momentos y volvió en 4 patas vestida de vaca provocandome para que la montara. – Sin usar las manos, igualito que los toros-. Dijo. Yo con mi miembro bien endurecido la montaba como un toro, llegaba a penetrarla un poquito y ella se movía apropósito para que no lo consiguiera. Se paró y dijo, .- Voy a buscar a la patrona para que resuelva este tema.
Se alejó un minuto y volvió vestida solo con un sombrero vaquero, un chaleco de cuero crudo y un par de botas.
Agarrando la soga dijo.- Ya que el torito no pudo servir a la vaca lo vamos a meter al corral para ordeñarlo y hacer inseminación artificial.- Acercó una mesa de living de madera y la dio vuelta, quedando sus 4 patas hacia arriba, me hizo ingresar a su corralito y se puso detrás de mío. Agarró mis bolas diciendo .- Que lindas bolitas torito, están muy llenas, las vamos a vaciar-. Comenzó a masajear mi muy endurecido garrote mientras muy rápidamente me sacó un UUUUUHHHH introduciendo un dedo dentro de mi ano presionando la próstata. Me estremeció y sorprendió por completo.
-. Se mueve mucho este torito habrá que atarlo -. Dijo y se alejó. Volvió con unas cintas de tela anchas. Ató mis brazos y piernas con unas cuantas vueltas de cinta a las 4 patas de la mesita ratona y quedé en 4 e inmóvil, no había forma de zafarse.
Volvió a irse buscando algo mas y volvió con una bola roja con dos cuerdas que metió en mi boca y ató en la nuca.- para que no muerda las cuerdas y se desate.- Agregó.
Fue hacia la retaguardia y me sacó un MMMMMFFFFFFFFF cuando dos de sus dedos bien lubricados entraron en mi culo, y varios gruñidos mas fuertes cuando empezaron a hurgar en el interior y masajear.
-Vamos a ver cómo me va a dar la lechita mi torito.- me dijo y volvió a irse. Trajo una caja rectangular con unas perillas y unos cables y un tubito como un consolador de unos 10 cm de largo y 2 cm de grosor que comenzó a lubricarlo, pude ver que tenía a lo largo 3 hilos metálicos y me imaginé lo que se vendría.
– Si mi torito-. me dijo asintiendo con la cabeza .- le vamos a hacer electroeyaculación.- mientras yo movía negativamente mi cabeza y decía MMMMMMMOOOO.
Como si fuera un animal a ser ordeñado el tubo (Que llamó Electrodo) entró en mi culo mientras yo trataba de zafarme de las ataduras. Tomó la caja metálica con las perillas y la encendió. No se sentía nada. Todo cambió cuando giró la perilla un poco y la volvió, mi culo se ajustó involuntariamente alrededor de tubo y volvió a relajarse. Lo hizo varias veces, se sentía molesto pero agradable.
– Este es el pre-calentamiento, ahora vamos a comenzar con la extracción-. Dijo y empezó a girar con más recorrido la perilla, a intervalos regulares y cada vez mas largos. Se me tensaban los músculos, sentía la corriente de ese electrodo querer salir por la punta de mi pene, arqueaba la espalda mientras bufaba como un toro.
Unas gotitas comenzaron a salir de mi pene. – Muy bien ya estamos a punto-. Dijo, mientras las descargas eléctricas eran cada vez mas fuertes y largas, ya estaba afónico de gritar con mi boca tapada emitiendo solo los MMMMRRRRRFFFFFF MMMMRRRRRFFFFFF MMMMRRRRRFFFFFF.
Estaba casi al borde del desmayo con dolorosas contracciones de mi culo y mi próstata, cuando mi enrojecido pene comenzó a llorar de alegría, en cada descarga eléctrica largaba un montón de semen. Fueron como de unos interminables 15 segundos. Los impulsos eléctricos continuaron hasta que no quedara una sola gota..
-¿Le sacamos el electrodo del culito? Me preguntó. Como pude, asentí. – Bueno pero antes otro gruñidito.- dijo y volvió a girar la perilla. Otro MMMMMRRFFFFF salió de mi mientras arqueaba nuevamente la espalda y sentía mi culo y mi próstata adoloridas a mas no poder. Ya no salía nada de mi, estaba completamente descargado. Sacó el electrodo y me desató, me tiré al piso a descansar de mi maratónica eyaculación y con una sonrisa le agradecí la increíble experiencia que me había brindado.
La próxima será en mi terreno (Pensé)
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