Pecado mortal
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Spankeador.
Pecado mortal
Esta es la historia de mi vida escolar adolescente , historia similar a múltiples personas que vivieron conmigo un devenir semejante. Historia que nos debería hacer reflexionar sobre nosotros mismos y la educación que recibimos, pues somos producto de todos esos años que vamos creciendo en edad y conocimiento.
Pecado mortal es un titulo que resume perfectamente toda mi vida escolar. Debido a ello, muchos instintos naturales fueron reprimidos, muchos miedos acumulados, muchas angustias pasadas y muchos pensamientos cercenados. Aun revolotean en mi cabeza aquellas palabras que me producían un gran temor “ no caed en el pecado pues seréis carne del infierno donde sufriréis el fuego por vuestra maldad”
Ha llegado el momento por fin de abrir el arcón donde guardo toda mi vida escolar y ponerme a escribir las sensaciones y experiencias que viví de adolescente en aquellos bizarros años 80, donde el orden escondía la ausencia de paz, y el silencio los problemas reales de las personas.
No niego que con este relato, intento superar todas mis represiones, miedos y angustias, sacar a flote todos aquellos instintos y fantasías que nunca me atreví a contar a nadie, centrándome en las vivencias que tuve en el internado donde recaí tras pasos fortuitos por centros privados varios en los que me expulsaban viendo en mi un hijo de Lucifer, carcomido por el mal y el pecado.
No intento con el relato arremeter contra todo aquel que se cruzó en mi camino, pues fueron muchos los profesores que se esforzaron en hacer mi una persona de bien, devanándose los sesos por intentar incentivar mi aprendizaje si bien con resultados baldíos. No quiero con ese escrito, criticar un sistema de enseñanza que arremetía contra la libertad de las personas pero que conformaba un ser educado, culto, respetuoso y con sentido del honor. Muchos hoy en día añoran volver al tiempo pasado, agobiados por la falta de autoridad, la nula disciplina, el escaso rendimiento y cultura nimia que se adquiere en los centros que pululan por el marco geográfico.
Y antes que nada, voy a presentarme, me llamo Ignacio Álvarez, nacido en la noble y señorial ciudad de Vitoria, viviendo de niño en un piso humilde del ensanche histórico, pleno de goteras, cucarachas y fracturas en la pared, rodeado de un vecindario trabajador de clase baja, en calle que despedía un aire cansino y viejo ,de ascuas y cenizas, por haber cumplido su cometido en otras épocas. Hijo de padres trabajadores, que gastaron en mi lo que tenían y lo que no, en aras a alcanzar una formación y status, que el destino nunca quiso que lograra.
Padres típicos de la época, temerosos de la religión, represores de sus deseos, melancólicos en su pensamiento, reducidos a vivir porque sí , gastando todo su tiempo en el trabajo afanoso de cada día ,llevados por la monotonía aburrida y con la única ilusión de que su hijo, osease yo, alcanzara aquello que ellos nunca tuvieron, proyectándome todas su expectativas convertidas en frustraciones al paso de los tiempos.
Mi padre, Jesús, un impresor artesanal propio de los gremios del siglo XIX, vivía aun en el siglo de sus antepasados, sin saber el lugar ni el sentido de su vida, acuciado por los problemas económicos, si bien he de decir, que se forjó su destino haciéndose a si mismo, con su esfuerzo y laboriosidad. Era de presencia resultona, algo terco y orgulloso, taciturno y huraño que se casó con una niña mona de familia muy católica de Estella, población Navarra y que muy pronto, al año de conocerse, ella con 27 años y él con 31, me tienen a mí, a un sonriente niño de sonrosados mofletes que no paraba de llorar en todo momento, probablemente preludiando mi triste existencia posterior.
Y he aquí, yo, hijo único, joven de 15 años, elegante en modales, disipado en pensamientos , esquizotímico en complexión física, moreno, de tez muy pálida y pelo oscuro, casi negro, de aspecto cerebral, nariz recta y corta, boca ancha y carnosa, orejas desplegadas y barbilla algo prominente .De mirada reservada, seria e incluso académica, no podía ocultar el brillo de mis ojos marrones, probablemente lo único reseñable en mi vulgar aspecto. Y a pesar de mi figura y aspecto ilustre, todo mi tiempo consistía en no hacer nada ,perdiendo el tiempo en hacer novillos cuando me eran posible, llevado por mil y una fantasías eclipsadas forzosamente en mi mente y con el consiguiente y lógico fracaso escolar.
Quedaban lejos aquellos tiempos de niño en los que profesores, expresaban alegres a mis padres, en nota aclaratoria tras los resultados “ tiene una inteligencia extraordinaria, observador, inquieto y sereno” Siempre el calificativo de inquieto fue aquel que se me quedó mejor grabado en mi mente, y probablemente el único que se hizo verdad a lo largo de mi vida. Inquieto en cuanto quise ser y vivir lo que en la época era pecado, pensar en lo que era blasfemia, sentir lo que era lujuria, y soñar en ser lo que mi entorno no permitía.
Y he de aclarar, sin embargo, que mi infancia fue feliz, sin apenas desgracias ni problemas personales que reseñar, aunque a lo largo de los años siguientes, se iría derrumbado como la madera de un gran barco que es corroída por la carcoma hasta desaparecer. Y fue justo en la prepubertad cuando empecé a tambalearme sin rumbo fijo, fruto seguramente a darme cuenta que mis apetitos eran diferentes al resto de los compañeros que tenia en clase, los intereses por el estudio se esfumaron cual castillo de naipes arribado por ráfaga de aire y los conflictos, sin casi darme cuenta, aumentaron de modo creciente y las dudas sobre mi identidad, sobre la fe, sobre los demás, retrajeron aun mas mi carácter huidizo y miedoso, con lo que el temido fracaso escolar tomó cuerpo y con ello, los malos resultados académicos.
Y con ello, obviamente las relaciones con mis progenitores se enturbiaron, ya no eran los dioses en los que protegerme ante cualquier desliz, ni la mano cálida de apoyo y seguridad de antaño , sino voces airadas y crispadas que me atormentaban diariamente disminuyendo mi ya alicaída autoestima. Las monsergas y reprimendas verbales eran pan nuestro cada día, revestidas de severidad y ceño fruncido
– ¡Hijo mío, no tienes motivo para estar orgulloso de ti mismo. ¿cómo llegaras a ser alguien en esta vida? con estos resultados desesperantes te vas a comer los codos de hambre ¿cómo puedes sacar estas notas después de todos los esfuerzos que nos ha costado criarte y todos los sacrificios que hemos tenido que hacer desde que naciste para permitirte que estudiaras?
A los que yo respondía con rebeldía y venganza propia de la edad :
– ¡ hey viejos sin pasarse… ¿acaso no deseasteis tenerme? Si no estáis contentos conmigo, no haber hecho el pedido. Así que menos palabrería y abuso verbal. ¡ Afuera los padres asfixiantes y castradores¡ y a soportarme como es vuestro deber.
Y si bien, esas reacciones rebeldes, dieron resultado en primeras ocasiones, debido al chantaje emocional que acompañaba esas palabras ( arrumacos, sonrisas.,lloros, …) con el tiempo, solo sirvieron para incrementar los castigos que empecé a recibir ya no solo por las notas sino por mis engreídas y arrogantes palabras, Y la debilidad y paciencia de mis padres se fue tornando en rectitud y disciplina.
Y a mis ya permanentes señales de sublevación de franqueza relajada “ pasad de mi, no os metáis en mi vida, es mi problema” ya no bajaban la mirada y se callaban, sino que se manifestaban del mismo modo, hasta que un día de modo tajante me dijeron :
-Hemos decidido hijo, que ha llegado la hora de que por fin llegues a crecer y madurar como un hombre recto y derecho, te vamos a llevar a un internado que te forme y eduque debidamente, que te muestre los caminos de la virtud, pues desde el día en que naciste hemos intentado ayudarte, construirte, armarte, darte las mejores oportunidades de vivir una vida que merezca la pena, vida que se ajuste a lo que eres y a lo que eres capaz de convertirte, pero nada ha sido posible, tu indisciplina, tu informalidad han sobrepasado nuestros límites.
– Nos haces la vida imposible y eso no puede seguir . Así que antes de que te pierdas, hemos decidido recluirte en un internado como medida de necesidad para tu mejora.
Al escuchar esas palabras, lo que en un principio me causó alegría, pues creí implicaba total independencia, vida propia, separación de mis padres atosigantes, se tornó en molestia y desazón. Turbaría el cambio todas mis costumbres, todos mis hábitos; ya no podría leer, jugar y soñar cuando y como desease. Allí seguro habría un código estricto, un cuerpo de educadores que me tendrían a raya, que me evitarían los continuos absentismos voluntarios de clase , las permanentes borracheras de fin de semana, la vida nocturna de buho decrépito y los incesantes flirteos onanistas para aliviar las pulsiones propias de mi edad. Y un temblor repentino anegó mi cuerpo. Intenté en vano de suplicar, rogar incluso acompañado de lloriqueos fingidos, para que cambiaran de opinión, les prometí con boca pequeña cambiar de actitud, de esfuerzo , de intensidad en el habito del estudio. Todo fue en vano. La decisión estaba tomada.
Y ni que decir tiene que la experiencia que iba a vivir, me iba a cambiar para siempre. El mundo ya no iba a tener nunca el mismo aspecto.
El internado en el que fui recluido a mi pesar, estaba en la población de Izarra, a pocos kilómetros de donde vivía, Vitoria. Izarra roza casi las estribaciones del monte Gorbea y se alarga por los valles de los ríos Bayas y Altube, y allá rodeado de un bosque frondoso de exuberante vegetación en un marco paradisíaco ( Beluntza-Baluntea) se levantaba el colegio opusiano de élite donde los haya, que había pertenecido a la familia Oriol y que era ahora propiedad de Rumasa. Mis padres, con la ayuda de mis abuelos y tíos, debieron pagar la friolera de 900 euros, mes a mes, allá por los años 1980, para que yo pudiera formarme, es un decir, en este ilustre colegio de alcurnia. El colegio estaba dividido en dos sectores, uno para el alumnado masculino y otro para el femenino, separados por una pequeña franja que era traspasada sin miramientos por jóvenes inquietos bajo la oscuridad de la noche.
Recuerdo como si fuera ayer el día en que mi madre me llevo a hacer una entrevista previa con el director del centro como paso previo a mi ingreso, era un personaje peculiar, bajito y con gafas anchas que ocultaban su rostro, que nada mas sentarnos, nos mostró con honor y orgullo el código ético que se hallaba inscrito en la pared del despacho y al que debiera someterme , desde mi incorporación próxima.
CÓDIGO ÉTICO
Aquí la más principal
hazaña es obedecer,
y el modo como ha de ser
es ni pedir ni rehusar
Aquí en fin, la cortesía,
el buen trato, la verdad,
la firmeza, la lealtad,
el honor, la bizarría,
el estudio, la opinión,
la constancia, la paciencia,
la humildad y la obediencia
fama, honor y vida son
caudal de alumnos serios
que en buena o mala fortuna
la tutoría no es mas que una
religión de hombres no necios.
Podéis imaginaros, cuan grande fue mi sorpresa al leerlo, y más cundo nos entregó un reglamento que debiera leerlo por mi bien, -según él, para mi buena adaptación al centro, y que os paso para vuestro conocimiento, y que da muestras claras del tipo de campo de concentración en el que iba a vivir los próximos años, y que para mas inri debiera firmar , en señal de aprobación y asentimiento.
REGLAMENTO INTERNO DEL INTERNADO DE IZARRA
El presente como centro personalizado y especializado esta, abierto a todos los alumnos sin distinción de origen o credo religioso, reafirmando la adhesión a una cantidad determinada de valores y principios comprometiéndome a respetarlos y a hacerlos respetar.
Porque ser libre y responsable significa elegir bien, la misión del Centro es transmitir conocimientos, valores y modelar el espíritu crítico de los alumnos. Para que todos puedan acceder a esta oportunidad, el Internado se compromete a favorecer un clima de confianza, disciplina y respeto propio a la educación, trabajo de los alumnos y formación ciudadana.
Aceptando las diferencias, respetando siempre a los demás, es un primer paso hacia la tolerancia, condición indispensable para que funcione la formación . El alumno tiene el derecho de expresarse pero, para ello, ha de ser cortes, utilizar un lenguaje adecuado, un protocolo verbal respetuoso, adoptando una actitud correcta y bien pensada : no existe libertad verdadera sin obligaciones.
Para poder llevar a cabo ello, se impondrá un tipo de doctrina política moral y religiosa, de valores absolutos e inmutables, que hemos de cumplir a rajatabla.. Para velar por ellos y protegerlos contra cualquier forma de infracción , hemos de encaminar y encauzar los comportamientos inadecuados y actitudes negativas, y por ello utilizaremos los correctivos sicológicos, físicos o morales justos, oportunos y necesarios, convenidos a la falta cometida. El correctivo ha de encaminar al alumno hacia la obediencia, respeto hacia tus superiores, autocontrol, honradez, aplicación y generación de una actitud moral sana , exenta de egoísmos, pulsiones, apetitos, vicios inconfesables, mimos y libertinajes dañinos ( libertades desenfrenados y espíritu de rebeldía destructivo)
Esta formación brinda la oportunidad a todos de evolucionar en un ambiente educativo, rígido, y estricto, no exento de honor, comprensión y confianza, fuente de enriquecimiento mutuo. Permite promover la enseñanza, el estudio y cultivo del conocimiento, al mismo tiempo que preserva la los valores propios de una ética firme y saludable.
En el marco de estos principios, el reglamento interno sólo tiene por objetivo determinar las reglas aceptadas y consensuadas r quienes deben tomar conocimiento del mencionado reglamento y velar con atención a su aplicación estricta.
I. LA ESCOLARIDAD
1. HORARIOS
Mañana Tarde
Levantarse/ Toque de revista. Costumbres de aseo personalLimpieza habitación 7,30 horas 7,35-8.15 horas 8.15-8.45 horas 9.00 Revisión tutor 14-15 horas/ comida/ aseo/ refectorio
Educación física/ aseo 9.15-10-15 horas10.30-11 horas Mañana 15-16 horas Limpieza y orden /recogimiento
Desayuno 11 a 11.30 horas . 16.15-18.30 Estudio
Estudio 11.30 a 13 horas Evaluación. 18.30-19 horas Revisión del estudio.
Labores domesticas :Limpieza compra comida mesa 13-14 horas. 19.15 a 20.15 horas Revista y expresión corporal20.15- 22 horas Paseo22-23 horas Cena. 23 horas Revisión del día.23.45 horas Aseo e higiene..24 horas silencio./dormir
2. LA ASISTENCIA A CLASES
La asistencia y puntualidad son obligatorias. Los alumnos deben respetar los horarios de clases previstos en el horario del curso, cumplir con los trabajos escritos y orales que se les solicitan y someterse a las modalidades de control de conocimientos que se les imponen. Negarse a cumplir con una de estas obligaciones significa exponerse a una corrección en función de la falta..
2.1 Las ausencias
Todo alumno inscrito queda sometido a la obligación de asistencia y cumplimiento de horarios.
Las visitas médicas, paramédicas u otras deben desarrollarse, salvo gravedad fuera del horario de clases, en horario de comida o paseo.
De igual forma, si un alumno debe salir excepcionalmente antes del final de la jornada , el alumno debe solicitar la autorización mediante una carta exponiendo las razones y la debe presentar a su tutor a modo informativo y éste otorga o no la autorización para salir.
Toda ausencia – sin importar la naturaleza – debe ser justificada en la libreta de comunicaciones del alumno. Y a su regreso a la casa y a sus clases,, el alumno debe dirigirse al tutor para presentar la libreta donde se le autoriza a reintegrarse al régimen (firma y timbre en el talón ). En caso de no seguir el procedimiento, no se aceptará al alumno en clases en el día, y será confinado a la sala de recogimiento.(celda de aislamiento)
Las ausencias repetidas y /o abusivas pueden acarrear la aplicación de sanciones muy duras previstas por el presente reglamento. Si un alumno que ha sido autorizado para salir durante el paseo no reingresa al colegio al horario de la jornada de noche, será corregido de modo ejemplar /humillación, azotes , sin cena y/o confinado a la sala de recogimiento.
2.2 Los atrasos
Los atrasos perjudican la escolaridad del alumno y perturban las clases.
Todo alumno que rompa sin permiso el reglamento interno , se corregirá de modo oportuno,
. Los atrasos se contabilizan y su acumulación puede entrañar la aplicación de medidas previstas por el presente reglamento.
2.3 Exención de la educación física y deportiva
La exención de una sesión debe ser solicitada por el alumno, mediante la libreta de comunicaciones, autorizada por el Tutor y éste adapta las actividades a su estado físico. Al ingresar en el centro se hará un reconocimiento medico general por el Tutor..
2.4 “Travaux personnels espirituels encadrés” o TPE
En el marco de los TPE (trabajo personal estudio orientado), los alumnos pueden utilizar el ordenador para realizar investigaciones, labores o misiones .. Importante : les actividades que se realicen fuera de casa se harán siempre con el Tutor.
3. EVALUACIÓN
3.1 Evaluación, organización general :
La evaluación regular se realiza mediante controles escritos u orales, tareas para la casa, trabajos personales, etc. Se entregara un boletín de evaluación al final del cursillo. El tutor también pueden solicitar – en cualquier momento del curso – una entrevista individual con los alumnos
En el transcurso del cursillo escolar, los alumnos deber obtener notas y comentarios positivos en su estudio de las asignaturas estudiadas , siendo corregido por su holgazanería y desinterés todos aquellos alumnos que no superaran con éxito esa fase de evaluación, siendo el Tutor el que determine el correctivo a infringir a final del cada día en la revisión diaria .
3.2 Promoción :
Todos Aquellos alumnos que logren superar con éxito los objetivos previstos, recibirán un premio que estime su Tutor.
II. LA VIDA EN EL ESTABLECIMIENTO –CASA / AULA
1. DEBER DE PRESENCIA
Los alumnos deben estar presentes en el establecimiento a contar desde el toque de maitines, y de la primer hora de clases de la mañana hasta la última hora de clases de la jornada (incluyendo la hora de almuerzo).hasta la hora de cena , revista y revisión del día.
2. COMPORTAMIENTO
4.1 El porte del uniforme es obligatorio para los alumnos desde el primer día de clases (descripción del uniforme en anexo 1).
4.2 El establecimiento no se hace responsable en caso de extravío o robo de objetos, ropa, dinero u objetos de valor. Se deberá entregar de inmediato en tutoría todo objeto encontrado. Todo robo, fraude o intento de fraude exponen a su autor a las sanciones previstas en el presente reglamento. Se entregara al Tutor el primer día los bienes personales y caudales, para que los administre debidamente en todo el curso.
4.3 El consumo de sustancias toxicológicas (tabaco, drogas, alcohol…) está prohibido dentro y en las cercanías del recinto o establecimiento donde se esté. La tenencia de droga o alcohol está estrictamente prohibida dentro del establecimiento.
4.4 La atención, concentración estudio y trabajo constituyen las reglas esenciales del funcionamiento de un curso. Todo objeto, todo elemento o actividad que vaya en contra de estas reglas está completamente prohibido : teléfonos celulares, lectores portátiles (de casetes de audio ,CD…), videojuegos, juegos, consumo de bebidas y comida., salvo permiso dado por el Tutor.
4.5 El respeto por el material, instalaciones y bienes comunes se impone para todos. Los alumnos deben contribuir con la limpieza y aseo del establecimiento y facilitar así el trabajo del personal de mantenimiento Todo deterioro entrañará el pago de la reparación financiera por parte del alumno .. En caso de daño o deterioro cometido de forma voluntaria, además de la reparación financiera se aplicará una sanción disciplinaria al alumno.
5. SEGURIDAD
5.1 Se ha establecido un plan de operación "DEYSE". Todos deben tomar conciencia de su importancia y participar activamente en los ejercicios que se efectúan periódicamente.
5.2 Está prohibido introducir en los establecimientos que se utilicen para la formación,., objetos y productos peligrosos y, en general, cualquier objeto que no tenga ninguna relación directa con la vida dentro del establecimiento.
5.3 El botiquín del establecimiento brinda los primeros auxilios a los alumnos accidentados o enfermos dentro del establecimiento y si el tutor lo precisa, tomara la decisión de ingreso en sistema hospitalario..El tutor preguntará a sus pupilos si padecen malestares o enfermedades crónicas e indicarlos en la ficha personal.
4. DOCUMENTACIÓN ? INFORMACIÓN ? ORIENTACIÓN
6.1 Todo alumno inscrito en la tutoría rellenará una ficha individualizada personal, para su mejor formación y educación al comienzo dcl curso. Se exige la plena sinceridad y objetividad de las respuestas, sin que luego pueda uno reclamar o rehusar conductas , enseñanzas o actitudes si la ficha personal no lo aclara pertinentemente.
5. PROCEDIMIENTOS DISCIPLINARIOS
Uno de los objetivos de la Tutoría es que los alumnos tomen progresivamente conciencia de su responsabilidad frente al trabajo individua (estudio) l y vida colectiva (autodisciplina). Como en toda colectividad, el colegio prevé medidas disciplinarias (castigos y sanciones) en caso de no respetar las reglas.
Los castigos escolares están relacionados esencialmente con determinadas faltas menores a las obligaciones de los alumnos y perturbaciones en la vida del curso o establecimiento. Son dictados por el Tutor y pueden ser : excusa oral, excusa escrita, permanencia en el establecimiento en horario de paseo, por trabajo no realizado, trabajo extra para el tiempo libre con o sin permanencia en el establecimiento fuera del horario de clases durante el tiempo de paseo, correctivos físicos como el azote en todas sus modalidades, variantes e instrumentos, bofetadas, humillaciones publicas ,demostraciones de .ejemplaridad, encerramientos, aislamientos, inmovilizaciones, y cuantas acciones pertinentes que penalicen las conductas equivocas, sin menoscabo de su salud física y mental, respetando los principios y limites fijados por el alumno en el informe previo. Todo castigo no realizado en las fechas y horarios impuestos acarreará una sanción superior que dictará el tutor.
Les sanciones disciplinarias son de competencia del Tutor. . Están relacionadas con daños a las personas y /o a los bienes así como también a faltas graves a las obligaciones de los alumnos. Las sanciones pueden ser aplazadas de forma total o parcial y tienen diferentes grados, éstos son : advertencia, amonestación,, confinamiento y aislamiento, castigos físicos, expulsión temporal o, expulsión definitiva.
Toda sanción tiene carácter individual y debe considerar : el grado de responsabilidad del alumno, su edad, su implicancia en la falta que se reprocha, sus antecedentes en materia disciplinaria. Al final de cada día se hace una revisión particular y general de las faltas cometidas, siendo hora de aplicación en muchos casos de los correctivos merecidos durante el día.
Cabe señalar que el interés de una sanción reside en su sentido educativo y que debe hacer reflexionar al alumno sancionado sobre la gravedad de su falta.
III. RELACIONES AL INTERIOR DE LA COMUNIDAD ESCOLAR
1. LAS RELACIONES ENTRE LOS ALUMNOS Y EL ESTABLECIMIENTO
1.1 Todos los alumnos deben portar en todo momento la libreta de comunicaciones que les entrega el internado. La libreta de comunicaciones no debe tener ninguna marca distintiva (dibujos, autoadhesivos…).
.
1.2 Al final del día, el tutor revisara la conducta y las actividades realizadas en el día.
1.3 El tutor, que deseen entrevistarse con un alumno ha de solicitarle una cita mediante la libreta de comunicaciones del alumno., en horario libre de clases.
1.4 Colegiatura :
El acto de firmar el presente reglamento interno compromete a los alumnos responsables financieros a pagar los gastos de colegiatura en los plazos que fija con anticipación el establecimiento
. Han de abonar 900 euros /mes en concepto de estancia, manutención y formación . El centro los gestionara oportunamente, sin que el alumno quede con dinero para uso.
Anexo 1 : UNIFORME ESCOLAR
1. UNIFORME CASA , CALLE
Pantalón largo de tergal de color gris
Eventualmente cinturón negro.
Camisa blanca de manga larga
Corbata.
Calcetines negros
Zapatos negros.
Jersey granate de manga larga.
Ropa de interior blanca
Americana granate con el emblema del centro
2. CLASE DE EDUCACIÓN FÍSICA Y DEPORTIVA
– Pantalón deportivo negro.
– Calcetines blancos o blancos con algunas rayas horizontales.
– Zapatillas negras.
– Camiseta blanca de manga corta .
– Ropa interior blanca conforme al uniforme de clase.
Anexo 2 : CENTRO DE DOCUMENTACIÓN E INFORMACIÓN
1. Todo alumno es responsable de sus libros, apuntes, cuadernos y material de trabajo.
.
2. Ningún material puede salir de los establecimientos sin previo registro en el sistema computacional o autorización del personal encargado.
3. Se aplicarán sanciones inmediatas en caso de robo, rupturas o modificaciones o alteración de los dispositivos de conservación.
Anexo 3 : INFORMÁTICA
La computación en el curso es una herramienta de trabajo (medio de información, formación y comunicación) y es en este marco que la presente carta tiene por objetivo definir las reglas de uso de los medios y sistemas computacionales de nuestro establecimiento. Los principios de esta carta se ajustan a la leyes vigentes.
La presente carta se aplica a todos los alumnos autorizados a hacer uso de los medios antes mencionados. El uso del material con otros fines puede ser considerado como abuso de confianza y entrañar sanciones.
1. RESPONSABILIDADES DEL USUARIO : Todo usuario se compromete a :
1.1 Respetar a los demás usuarios
· no acceder, apropiarse, alterar o destruir recursos que pertenezcan a otro usuario sin su autorización ;
· no atentar contra la integridad de otro usuario o contra su sensibilidad, en particular mediante imágenes, textos o mensajes provocativos.
1.2 Respetar el material
· cuidar el material e informar al encargado de toda anomalía observada ;
· no modificar el funcionamiento normal de la red ;
· no tratar de eludir la seguridad ;
· respetar las reglas relativas al uso del material (conexión a la red eléctrica, encendido de los equipos, protocolo para cerrar un programa…);
· respetar la configuración de los aparatos (no modificar, mover o suprimir los íconos del escritorio, carpetas o archivos de los diferentes computadores);
· descargar archivos desde Internet (sonido, video, programas…) queda sometido a la aprobación del encargado educativo ;
· conectarse a grupos de discusión en directo (Chat – Forum – News…) únicamente en el marco de actividades escolares ;
· usar algún soporte (disquete, u otros…) para trabajar, instalar o guardar un trabajo una vez que el administrador o profesor encargado hayan verificado la confiabilidad de éste ;
· no imprimir documentos sin la autorización del administrador o profesor.
1.3 Respetar los derechos de autor
Publicar y distribuir documentos o programas descargados desde Internet sólo con el permiso de los autores.
1.4 Respetar los valores humanos y sociales
No abrir en pantalla o guardar en disquete documentos descargados desde Internet de carácter racista, extremista, pornográfico o pedófilo.
2. DERECHOS DEL USUARIO
· Derecho a hacer uso del material con fines pedagógicos; este derecho se antepone al derecho del usuario que llegó en primer lugar.
· Derecho de intercambiar y comunicar ideas y opiniones mediante el correo electrónico o toda otra forma de transmisión electrónica de datos.
· Derecho a defenderse cuando el profesor o administrador cuestiona la naturaleza del contenido de lo que se está viendo en Internet.
Anexo 4 Material del alumno
.1 Uniforme de clase y de educación física.
2.- Neceser personal, toalla ,material de aseo , mudas diarias.
3.-Cuaderno de trabajo y estuche.
(fin del reglamento interno)
Ni que decir tiene, que la experiencia que os voy a contar marcó mi vida para siempre, guardando en el recuerdo, mil y una aventuras, andanzas y castigos que pude vivir dentro de esas paredes tan ostentosas. Pude empezar a entender muchas cuestiones que me resultaban incomprensibles, a relacionarme con personas fuera del contexto familiar, a convertirme en adulto en un cursillo intensivo dado por la propia vida para evitar ser menospreciado, vejado o torturado no solo por los tiranos profesores sino por los propios compañeros que vieron en mi persona débil y enmadrada a la que poder utilizar a su antojo.
No os voy a engañar que soñaba todos los días con estar junto a mis padres en el calor del hogar familiar, y que hablaba con su fotografía esperando su respuesta, recibiendo solamente su silencio sonoro. Y curiosamente, en la distancia y sin su presencia, es cuando más los necesitaba. Mas no me voy a volver tierno y cándido, pues quiero contaros lo vivido en el internado.
Vivir en un internado es experiencia muy dura, y más en el paso de niño a adulto, que es cuando me tocó vivirlo. Tuve que espabilarme y utilizar todas mis artes para poder adaptarme al lugar y a sus gentes. Me instalaron en una gran habitación con otros siete adolescentes, que desde luego, eran en su mayoría unos verdaderos desalmados indolentes cuasi delincuentes : junto a ocho catres pequeños en los que casi no cabíamos y un baño apestoso con instalaciones nada acordes al elitismo del internado.
Y ya el primer día de estancia durante la noche pude conocer el sadismo del cabecilla del habitáculo, pues empezó a hacerme la vida imposible. Tramaron bajo su dirección una lucha entre dos de los presentes, uno rubio de cuerpo fibrado y ojos azules, que presumía de gruesos abdominales que exhibía orgulloso y sin recato, llamado Pedro, y otro más enclenque pero de gran nervio llamado Miguel. Yo en mi ingenuidad intenté separarles mas cuan fue mi sorpresa cuando se echaron sobre mí ayudados por otros cuatro quitándome la ropa de encima que llevaba, y dejándome plenamente desnudo. Yo ruborizado intentaba en vano ocultar mis partes y aquel que no había participado directamente en mi desnudez, se alzó sobre mi, diciéndome :
-Aquí se duerme en pelotas.-de hecho todos lo hacían así- Y me trasladaron al catre de forma violenta. Allí me manosearon todo el cuerpo bajo mi aterrada mirada e incluso refregaron mi miembro con sus lapos viscosos entre insultos Mas lejos de acabar con esto, Antonio, el cabecilla , volvió a imprecarme:
– Mariconcete ¡ te vamos a dejar el culo mas escaldado que el yunque de un herrero para que aprendas como las gastamos por estos lares. Y empecé a sentir las caricias en un principio sobre mis nalgas blanquecinas, para pasar posteriormente a ser azotado con violencia por manos que se sucedían alternativamente. Yo pedía clemencia en voz baja entremezclado en aullidos y quejidos lastimeros, en espera que el martirio acabara prontamente, pero lejos de eso, se picaron aun mas, y mis nalgas enrojecieron cual magenta vivo. Tras ello, se rieron y se fueron cada uno a su litera.
–
Lo sorprendente del hecho es que el recuerdo tras el vapuleo sufrido lejos de angustiarme , enervó mi miembro viril de modo inesperado derramando mi néctar blanco sin tocarme, por primera vez en mi vida. Y si bien, el escozor mortificaba mis nalgas apegadas a las sabanas del catre, mis deseos deseaban revivir el episodio sufrido.
Por desgracia para mi, todo lo vivido en esa noche no era mas que la inocentada propia a todo aquel que pisaba por primera vez las dependencias del centro, y si bien las trastadas, las gamberradas y las mofas continuaron, no así ese trato que lejos de vejarme me había satisfecho plenamente.
Durante el primer año que viví en el internado fueron muchas las experiencias vividas, si bien son tres de ellas las que aun recuerdo con nitidez, pues marcaron mi temperamento y conducta. Todas ellas tuvieron como protagonistas al cuerpo de profesores que nos tocó en suerte.
Siempre que pensamos en los profesores creemos que son nuestros segundos padres, a los que cogemos cariño u odio, dependiendo de la química que tengamos con ellos, y en una situación como la del internado son como nuestros familiares, pues conviven con nosotros las 24 horas del día. Ahora bien, tuve la desdicha en que nuestro tutor del curso fuera el hermano Rafael, persona madura de unos 55 años, encorvado y de muy pequeña estatura que le emparentaba a los enanos del circo. Persona de fuertes creencias religiosas, le convertían en un fanático déspota tirano. Sus clases eran propias de la educación espartana mas estricta, justificando sus actos sádicos y crueles con citas bíblicas. Era el vigilante escrupuloso de mantener vigentes las normas del código ético y los principios y las directrices del centro.
Y he aquí que trascurridos unos días desde mi ingreso, el aburrimiento era alto, así que corto ni perezoso, pedí que me dejaran ver las revistas subidas de tono que guardaban dos de mis compañeros de mi habitación, ocultas en el armario.
En una de ellas se podía ver a dos esbeltas mujeres mostrando sus bellos encantos a un joven muchacho musculoso que dejaba ver su erecto miembro. No os voy a engañar, que a mi la vista en ese miembro grácil y delicado me provocó al instante un fuerte espasmo y un deseo irrefrenable en manosear mi manubrio, que he de decir, que a pesar de no ser excesivamente grande, era un instrumento de gran belleza. Un poco más corto y fino que los de mis compañeros de habitación, se erguía tierno entre mis piernas con una suave curvatura hacia arriba, efecto de la iluminación y la elevación, casi gótico en su tersura saltarina. Con la acostumbrada habilidad de mis dedos la verga temblaba ligeramente en toda su longitud preludiando exquisitas sensaciones y cuando el orgasmo estaba a punto de presentarse puntualmente a la cita, se abrió la puerta de la habitación, hallándome el hermano Rafael en pleno éxtasis climático.
Mi turbación y rubor fue descomunal, y mis gemidos de placer fueron reemplazados por vanas palabras sin sentido tartamudeadas en voz baja, mientras alzaba los slips puestos en mis rodillas de modo súbito. El hermano Rafael se paseó unos segundos que se me hicieron interminables delante de mí sin decir palabra, hasta que con voz grave y dura espetó un exabrupto ininteligible tomando y elevando mis patillas con sus dedos de modo vigoroso provocándome un fuerte quejido de dolor. Tras ello, mandóme que fuera al instante a su despacho, que se hallaba al final del pasillo, para arreglar lo acaecido.
Me personé en su despacho en breves segundos muy molesto y azorado con fuerte sentimiento de vergüenza y turbación. Permanecí de pie, con la mirada bajada y las manos entrelazadas por detrás, y él a pesar de su baja estatura se tornó arrogante clavándome sus ojos penetrantes en los míos acomodándose en su silla
-Voy a hablarte muy seriamente sobre ese hábito hijo de Satanás, pues quiero convencerte de los peligros que corres dándole rienda suelta.¿cómo puedes voluntariamente y a solas derramar el germen de vida que Dios da? ¿cómo puedes ofenderle de modo tan claro cayendo en pecado mortal?
Este vicio denigra tu personalidad, te envilece, te embrutece, agota tu organismo, anula tu voluntad, destroza tu carácter, embota tu sensibilidad, perturba tu sistema nervioso y puede conducirte a la locura. Te hace melancólico e introvertido y egoísta debilitándote tu hombría- expresó con severidad.
Y continuó de modo autoritario su homilía – El hábito de saciarlo, hijo mío, te hace caer en la incapacidad sexual sicológica para poder engendrar hijos con tu futura mujer, y con ello no poder conciliar el sueño cayendo en fuertes estados neuróticos de ansiedad. De modo que hijo mío- hemos de hacer el esfuerzo de corregirlo, para que no vuelvas a pecar mas.
Y levantándose, guardando silencio, me acarició la piel de las caderas agarrando firmemente con sus fuertes dedos, dedicándome una calurosa sonrisa. Y presto se dirigió a un viejo baúl donde extrajo una fina, flexible y larga vara, flameándola al aire con fuerza, mientras su cara se tornaba pálida, con los ojos fulgurantes y expresión de extraordinaria severidad
-Tendré que azotarte para que aprendas a no volver a cometer actos impuros. ¡ Desnúdate ahora mismo¡- esgrimió con autoridad.
Yo le dirigí una mirada implorante, crispando las manos mientras tartamudeaba :
-Señor, yo…..lamento lo que he hecho. Por favor, perdóneme…..
El negó con su cabeza.
– No, hijo. ¡ No tolerare concupiscencias ni pecados¡ . Apresúrate y haz lo que te he ordenado.
Con un gemido de rabia y desesperación empecé a desnudarme. Tendió su mano para cogerme la mía y atraerme hacia él. Intenté evitarlo.
-Ah¡ esto es demasiado , aparte de pecador, cobarde.
Mi palidez iba en aumento, y grité despavorido:
– ¡Señor por favor¡ Lo siento…..
El airadamente, levantó su brazo desnudo y me golpeó en mi mejilla tan fuerte que me hizo tambalearme cayendo al suelo
– De modo que te resistes mozalbete- repitió con ceño fruncido ¡ levántate¡
Me levanté como pude, levantando las manos para defenderme ante otra bofetada.
-¡Baja las manos y mírame¡ Apóyate en la mesa de modo fuerte, tendiéndote levemente.¡
Obedecí con la calma que da la desesperación, mis músculos de las nalgas se contraían ante el temor del dolor que le aguardaba. Y en un ultimo intento, lloriqueando expresé :
– ¡ oh, por favor…no¡ le prometo no volver a hacerlo más y le obedeceré en todo lo que me diga.
Mas, él tomando con firmeza la vara batió con rudeza desde su primera batida. Uno tras otro fui recibiendo los breves y enérgicos golpes de su poderosa muñeca sobre mis hinchados ijares, mientras mis gritos se hacían cada vez mas agudos y penetrantes acompañando al silbido de la vara al ser ondeada. Y prosiguió hasta que mi piel quedó seriamente dañada, con finas estrías surcando mis carretes del culo.
El miró impasible su obra durante unos momentos en silencio, escuchándose exclusivamente entonces mis sollozos ante el castigo recibido, que por cierto era la primera vez que recibía con tanta severidad. Y mostrando un rostro radiante cual iluminado que manifestaba un sutil goce que reflejaba su peculiar naturaleza, me manifestó:
– Te he azotado porque así lo quiere nuestro Padre Misericordioso
Ya lo dice en hebreos 12:11
“Ciertamente, ninguna disciplina, en el momento de recibirla, parece agradable, sino más bien penosa, sin embargo, después produce una cosecha de justicia y paz para quienes han sido entrenados por ella.”
hebreos12:6-7
”Porque el Señor disciplina a los que ama, y azota a todo el que recibe como hijo. 7.- lo que soportan es para su disciplina, pues Dios los esta tratando como a hijos. ¿Que hijo hay a quien el padre no disciplina?”
– ¡Estás perdonado¡ – me dijo sonriente. Así que vive con alegría y fortaleza este correctivo, pues con él saldaste la deuda contraída con el Padre y contigo mismo, de modo que te libraste del sepulcro del pecado mortal provocado por tu vicio debilitador.
Para terminar con palabras que creí venían del cielo : -Has de ser educado en la instrucción del Señor para seguir su camino. ¡ Vete y no peques mas¡
Y pausadamente me dirigí a mi habitación, amusando mi pompis con mis manos aún frías y temblorosas. Como era de prever, no comenté a nadie lo ocurrido, tumbándome en la cama boca abajo, para evitar el roce de mis nalgas con ella.
Mi segunda experiencia que os relataré fue con el profesor de matemáticas, hermano Damián, un personajillo curioso de la fauna docente, pues si bien era un verdadero entusiasta de su materia, a la que dedicaba todas las horas del día, ya sea en clase o resolviendo enigmas matemáticos de profunda dificultad en su cuarto o en cualquier dependencia en que se encontrara. Vivía exclusivamente para las matemáticas, comiendo y cenando números y algoritmos. Era un personaje excéntrico, de aspecto descuidado con frente ancha y pantalones desteñidos y caídos. Más lo peor en él, al menos para sus alumnos, era su adscripción plena a los principios básicos de la escuela tradicional, siendo hijo ejemplar y prosélito del dicho : el número con sangre entra. Por ello, no os ha de extrañar que generara un auténtico sistema de terror, que os relataré brevemente.
En su clase, nadie se movía, existiendo una calma absoluta por lo que el orden era total, pudiéndose escuchar cualquier sonido por leve que fuera. Él tras las explicaciones pertinentes en la pizarra que atiborraba con números y formulas, que al menos yo nunca entendí, presentaba inquisitivo unos problemas del tema que el alumnado debiera resolver en breves minutos, y luego corregir en el encerado. Para ello, mandaba salir a la pizarra, por puro azar a quien le apetecía, y en una ocasión ¡ perca miseria¡ fui yo el elegido. El problemilla de marras era una serie de progresión geométrica que evidentemente no supe resolverlo.
Yo…no sé resolverlo, señor Profesor Don Damián ( así le gustaba que le cortejaran)
¿cómo que no’- y echó hacia atrás la silla con un movimiento de su pie. ¿acaso no has estado en clase cuando lo he explicado? ¿estabas en la luna de Valencia’
Yo permanecí en silencio, con la cabeza baja
ya veo que no me has atendido- me dijo con serenidad. Si lo hubieras hecho serías capaz de resolverlo. Tendré que castigarte para ejemplo de los demás y arrepentimiento tuyo por tu distracción.
Así que voy a corregirte dándote diez buenos golpes en cada mano ¿ lo comprendes?
Yo le miraba aterrorizado, incapaz de pronunciar palabra alguna, mientras se escuchaba las risitas de fondo del alumnado ya acostumbrado a este ritual rutinario diario.
– ¡Dime¡ ¿ lo comprendes?
Yo asentí con gesto aquiescente.
– Muy bien. Extiende la mano derecha y no la cierres para nada.
Y con parsimonia levantó la regla y la sostuvo en el aire, para de repente bajarla con toda la fuerza de su muñeca.
Lancé un alarido de dolor, al tiempo que intentaba sacudirla para mitigar sus efectos.
-Ahora la otra mano, por favor. ¡ Deprisa¡
Al quinto golpe el dolor era indescriptible, aunque tuve que recibir el correctivo prescrito sin rechistar.
No os niego que aun en sueños recuerdo la pesadilla de la regla descendiendo regularmente y la sensación hirviente de las palmas que me producía un aturdimiento pleno.
– Ahora estás perdonado, en el futuro deberás prestar más atención- Y volví a mi pupitre con paso lento, con lagrimas en los ojos ante lo ocurrido, incluso mas ruborizado y humillado por ser visto por todos mis compañeros que por el mismo castigo recibido.
Si bien, historias como la anterior, se producían diariamente en sus clases, sus métodos de enseñanza no se reducían a sus clases, encontrando cualquier situación para impartir sus enseñanzas y sus peculiares procedimientos. Así, antes de dormirnos muchas veces entraba en nuestra habitación sin previo aviso, y nos preguntaba por las fórmulas explicadas en clase y si no las sabíamos, nos obligaba a dormir en el suelo.
Dejemos pues ya al hermano Damián pues supe hace poco que sufre del mal de Alzheimer y uno nunca quiere sacar mas leña del árbol caído….
La tercera experiencia, que me viene a la memoria , es la del profesor de educación física Don Vicente, un autentico gimnasta con músculos desarrollados y cuerpo superfibrado. De aspecto dandy y altanero, intentaba disimular su ya decantado homosexualismo, bajo alardes falsos de ligues femeninos. Lo peor del tema, es que no solo se ocupaba de la clase de educación física sino controlaba y supervisaba los hábitos de higiene y de cumplimiento del régimen interno, especialmente, los horarios de diana.
Y ya casi, sin necesidad de proseguir el relato, podéis imaginar a qué le impulsaban sus tentaciones de la carne fruto de su naturaleza débil , y que como podéis adivinar, la respuesta es sencilla y evidente, a ejecutar actos llamémoslos deshonestos o quizás mejor decir, perderse en pensamientos impuros.
Así entraba a nuestras habitaciones , a primeras horas de la mañana antes de la diana y tras el toque de silencio por la noche, y creyéndonos dormidos, levantaba las sábanas , examinando nuestros cuerpos desnudos, que por la mañana, presentaban violentas erecciones propias de la edad.. Y por la noche, nos obligaba a rezar nuestras oraciones para pasar sigilosamente en horario mas tardío, casi de puntillas ,llevando una pequeña linterna para cerciorarse de que nos habíamos dormido. En ello, muchas veces nos destapaba las sábanas sintiéndonos desnudos hasta los muslos, volviendo rápidamente a su lugar dándonos un cándido beso en las mejillas. Era su pase de revista diario en el que quedaba embelesado ante la belleza de sus jóvenes criaturas.
Cuando los habitantes del dormitorio, estábamos metiendo ruido se presentaba presto y dispuesto a cesarlo como fuera, y para ello, utilizaba la persuasora medida de echar reflex en los testículos de aquellos que lo producían, con el consiguiente picor que nos duraba una semana.
Me acuerdo que un día , había pasado una mala noche envuelto en terrible pesadilla en la que era abducido por un extraterrestre malvado por lo que me quedé dormido sin escuchar la diana, mientras el resto ya estaba en tareas de limpieza e higiene, previo al desayuno.
Vino él al observar que faltaba en ellas, y con voz dulce y femenina, cualquiera hubiera dicho que era de mujer, dijóme
– ¿tu qué? Vamos, levántate de una vez, y con un raudo movimiento apartó las sábanas descubriendo mi cuerpo desnudo. Yo instintivamente me tapé el miembro con mis manos.
-oh¡ ¿de modo que es esto lo que te preocupa? ¿en realidad es absurda semejante falsa modestia’ ¿ levántate ahora mismo , no hemos de esperar que baje esa tensión matinal.
Y se alejó impaciente, yo confuso aun tanto por las imágenes de la pesadilla que aun revivía en mi mente como por la escena vivida tomé mi bata dirigiéndome al baño donde ya no quedaba nadie. Y de nuevo surgió Vicente desde su despacho, inquiriendo darme prisa en la ducha.
-¿A qué estas esperando?
-Tengo que desnudarme- comente con rapidez.
Por supuesto. Espero no tengas la costumbre de ducharte con la bata.¡ Quítatela.¡
Y en eso comprendí que me iba a supervisar el baño de arriba abajo, Y pude observar su mirada lasciva que recorría mi cuerpo de arriba abajo, mis tiernos hombros, mis anchas caderas y esbeltas piernas. Y ante su observación detallada, no tuve más opción que ducharme ante él, y creanme que incluso fui en esta ocasión mas lento y cuidadoso en la limpieza de todo mi cuerpo, especialmente de mi miembro que yacía blando y colgante.
¡ Pobre Vicente, siempre fue un reprimido imbécil…..¡
Son muchas las historias que aún pudiera contaros de estos años que pasé en el internado. Muchos diríais que fue una experiencia para olvidar y pasar página, si bien no niego que cambió mi vida y Jesucristo entró en mi para cambiarme. Ya supe de mis tendencias y fantasías, pude identificarme y conocerme. En definitiva, me hice el hombre recto y derecho que mis padres deseaban cuando me enviaron.
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