Sometido entre velas
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por juancarlitozzz.
Bueno este relato comienza un día que regresé de un viaje por el extranjero.
Mi ama paso a recibirme en el aeropuerto para ir a casa.
Yo llegue muy cansado así que le dije que me recostaría en la cama un rato.
Me desnude como es mi costumbre ya que no puedo dormir bien con ropa.
Debo haber dormido un par de horas.
Al despertar cual fue mi sorpresa que ella me había puesto mi collar y atado boca arriba en la cama, por lo que no me pude levantar.
Ella estaba en la habitación iluminada tan solo por unas cuantas velas.
Al verme despertar y moverme, aunque no pude, me dijo "ahh veo que ya despertaste mi pequeño gatito, espero estés cómodo porque así te voy a tener un muy buen rato.
Dicho esto se acerco a besarme en los labios, lo cual al final solo fue un truco para estar cerca y distraerme, pues a medio beso me colocó una mordaza de bola.
Mientras abrochaba la correa me dijo "lo siento gatito no quiero que hagas ruido y me distraigas".
Comenzó tocar y lamer todo mi cuerpo.
Cada lugar donde pasaba su boca dejaba su saliva y lo dejaba sensible y tomaba ventaja para dejar aun más sensibles ciertos lugares.
Terminó chupando por un rato mis huevos y mi pene, que lo tenía bien duro.
Después de un rato tomó una de las velas diciendo "ahora si mi gatito es hora de jugar".
Dicho lo anterior comenzó a dejar caer lentamente una y otra gota de cera sobre mi pecho, cada ves más cerca de mi hasta que vio que mi reacción era lo suficientemente intensa.
Entonces a esa altura comenzó a dejar caer muchas gotas una a una sobre mi pecho, mis piernas, pies y en especial mis tetillas.
Yo solo me sacudía con la sensación de cada gota.
Una ves cubiertas y que yo ya no sentía tanto calor pensé que vendría la calma pero no.
Ella quitó la cera acumulada y volvió a tirar cera, esta ves con la vela más cerca.
Yo solo me podía retorcer ahí atado y sacar aire por la boca de mis gritos ahogados con la mordaza.
Para mi la sorpresa fue que empezó a tirar la cera en mis huevos, la cera caía y caía, parece que los quería cubrir por completo y así paso.
Yo no podía creer lo que me estaba haciendo, me dolía pero me gustaba.
Luego se puso a chupar mi pene hasta ponerlo como mástil y entonces también lo salpicó de cera.
Me decía, me gusta como se te ve con la cera mi pequeño gatito, espero que lo estés disfrutando tanto como yo.
Cada gota se sentía mas intensa que la anterior.
Yo no podía creer que estaba ahí a su merced y siendo un juguete.
Era un dolor rico la verdad.
El no poder hablar ni gritar me hacía sentir totalmente sometido.
Su cara lo decía todo, lo disfrutaba como niña con su nuevo juguete favorito.
Finalmente terminó de jugar con la vela.
Se puso a quitarme suavemente la cera de todo mi pene.
Terminando de hacerlo se montó sobre mi, ella estaba mojadísima, así que mi pene entro en ella sin problema alguno y comenzó a moverse como poseída.
Sus movimientos eran deliciosos y yo lo tenía super sensible después de la cera caliente que me había puesto minutos atrás.
Tanto dolor había valido la pena.
Ella empezó a tener una cadena de orgasmos deliciosos, se le veía en su cara y sentía como escurría sobre mi.
Finalmente dijo, gatito creo que es hora de hacerte terminar, y tomó unas pinzas para pezones y me los colocó, los apretaba suavemente hasta que veía que yo saltaba.
Entonces pasaba a apretar y jalar el otro, así hizo varias veces, hasta que vio que yo no aguantaría más presión.
Entonces comenzó a moverse de la manera más deliciosa jalando las pinzas como quería, yo solo quería gritar y no podía.
Finalmente sentí que iba a terminar.
Ella seguía moviéndose mientras me decía "que rico se siente tu leche gatito, te estas viniendo un montón, eso me encanta" finalmente dejo de moverse para que terminara de venirme.
Una ves que terminaron mis espasmos se levantó y me dijo "es hora de que tomes tu lechita mi pequeño gatito" y se puso sobre mi cara para que le hiciera oral.
Yo estaba lamiendo como loco, era delicioso saborear sus fluidos combinados con mi leche que le escurría y ensuciaban toda mi cara.
Finalmente me desató y nos besamos intensamente y dormimos un rato abrazados.
Unas horas después desperté con todas las ganas del mundo de hacerle sentir tantas cosas como ella me hizo sentir a mi, eso lo contaré en un nuevo relato.
Espero les haya gustado y me manden sus comentarios por inbox.
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