SUBASTADO POR 24 HORAS
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
SUBASTADO POR 24 HORAS
La subasta se celebraba el ultimo día de cada mes, en esta ocasión estaba repleta de gente, se subastaban muchos sumisos, mas de lo habitual, hasta un total de 20 esclavos entre los que me encontraba yo. Hace un año que se celebraba la subasta mensual, eran todo un éxito, hombres y mujeres dominantes pujaban por el esclavo que mas les gustaba, se compraban con dinero real, dinero que luego iba a parar a financiar la fundación para poder seguir realizando todo tipo de eventos. La subasta lleva más de una hora desde que empezó, se había pagado cifras importantes por los esclavos mas codiciados. El esclavo se subía a un atril y la mujer que quisiera hacerse con el pujaba con la cantidad que creyese adecuada, quien mas ofreciera se hacia con el esclavo durante 24 horas, se firmaba un contrato de compra- venta donde se le daba en propiedad el esclavo. Muchas mujeres ya agarraban el extremo de la cadena con el esclavo que habían conseguido.
Llego mi turno, no me esperaba una buena puja por mi, pero tampoco me esperaba aquello, nadie pujo por mi, escuche los rumores sobre que si era novato, era un mal sumiso, indisciplinado, en fin que nadie había pujado, mi mala reputación me perseguía, no era un ejemplo a seguir como sumiso. Fueron unos momentos difíciles al observar como nadie pujaba, me sentía completamente humillado, hasta que pronto se hizo la primera y única puja por mi, alguien ofreció 5 euros, me sentí muy humillado, eso era todo cuanto valía, nadie la supero y me adjudicaron a la única mujer que pujo por mi.
Llego el momento de conocer a mi dueña, levante la mirada y observé a MistressPain, me quedé congelado, ya conocía a aquella mujer, su fama de sádica y cruel la catalogaban, una mujer mucho mayor que yo, de unos 50 años de edad con un semblante serio y mirada penetrante que te traspasaba. Tragué saliva al comprobar a quien había sido vendido, los rumores sobre ella los iba a poder comprobar en primera persona. Ella se acercó, firmo el contrato de propiedad y acto seguido lo firme dando mi consentimiento, durante 24 horas la pertenecería. Ella se acerco a mi, con su dedo me hizo levantar la mirada a su rostro y me dio un papel con una dirección y una hora donde debía estar el fin de semana. Se inclino hacía mí y casi susurrando me dijo algo que solo yo pude oír:
– ya va siendo hora de que alguien te enseñe lo que significa la palabra disciplina – . Me sonrío de una forma maligna y se marcho.
Era un manojo de nervios cuando me plante ante la puerta en la dirección que me facilito, temblando toque la puerta y esperé que me abriesen, para mi sorpresa la puerta estaba abierta y una voz desde el interior me invito a pasar al interior. Recorrí un largo pasillo y llegue hasta un amplio salón. En el sofá estaba sentada MistressPain cruzada de piernas y fumando un cigarro, al observarla mis nervios aumentaron, infligía mucho respeto viéndola y mas así vestida, ya estaba esperándome, iba vestida con un traje de látex ceñido al cuerpo que acaba con unas botas altas de tacón de aguja. Echo el humo y me miro:
– ¿te vas a quedar en la puerta todo el día estupido? – Su voz autoritaria hizo que me moviese. Entre al interior y me aproxime hasta ella.
– De rodillas estupido – . Su tono de voz era muy dominante, la obedecí al instante.
– Veo que no tienes modales, ahora me perteneces y deberás aprender ciertas normas de comportamiento, según nos conozcamos te las iré comentando, como ves esta es una de ellas, ante mi siempre estarás de rodillas salvo que yo diga lo contario, según aprendas mis reglas te recomiendo que te las grabes en la cabeza, solo las digo una vez, si he de repetirla lo haré de otra manera que no te gustará tanto- . De pronto un fuerte bofetón se estrello en mi cara, resonó en toda la habitación el tortazo en mi rostro:
– A mi me miras a la cara estupido cuando te estoy hablando, y me trataras como señora, te aseguro que aprenderás modales, presta atención y no me hagas enfadar – . Ella dio una calada a su cigarro y continuo hablándome y dando instrucciones mientras yo atendía cuidadosamente, tendría que poner un especial interés, era una mujer muy dominante y autoritaria.
– Eres de mi propiedad y por tanto me obedecerás, serás útil para mí y me prestarás un buen servicio, fregaras, limpiaras, plancharas y prepararas la comida, serás mi puta particular. Ves aquella ropa quiero que te la pongas de inmediato – . Me dirigí hacia una percha que había y cogí la ropa que allí había, al ver lo que era sentí una gran humillación, era un traje de criada, según me había ordenado me vestí con aquella vestimenta, me puse unas medias de liga, una braguita de encaje, el delantal de criada y unos zapatos de tacón de los que apenas me mantenía en pie. Llegue andando hasta ella apenas como pude, me caía sobre aquellos tacones, me puse delante de ella y esperé más instrucciones.
Mi dueña se levanto, me miro fijamente y me cruzo la cara con dos bofetadas:
– te dije que de rodillas siempre estupida puta – . volvió a abofetearme, – es la segunda vez que te lo digo -volvió a abofetearme la cara en varias ocasiones, la cara me escocia por las bofetadas recibidas, la mire como ella deseaba mientras me hablaba y la pedí perdón.
– Ahora quiero que te comportes como la puta que eres, anda de un lado a otro de la habitación hasta que aprendas- . Obedecí y camine de un lado a otro, cada dos pasos me iba al suelo, no me mantenía sobre los tacones, estaba haciendo el completo ridículo bajo la mirada de mi dueña. Mistresspain me ordeno que parase, era obvio el ridículo que estaba haciendo y mi dueña estaba enfadada, se levanto y salio de la habitación, al momento regreso con un maletín en la mano, no sabía que pretendía pero pronto lo comprobé, iba a adoptar otras medidas.
– Aprenderás modales te lo prometo, solo depende de ti si por las buenas o por las malas, eres la puta mas torpe que he conocido- . Abrió su maletín y saco unas esposas metálicas, se levanto y me cogió mis manos llevándolas a la espalda, en un abrir y cerrar de ojos tenía las manos esposadas a la espalda, apretó las esposas a mis muñecas , se me escapo un pequeño quejido de dolor :
– a callar puta, no quiero oír tus quejidos de niña, si es necesario te tapo la boca y no vuelves a abrirla mas – . trate de aguantarme el dolor y no quejarme de nuevo, estaba seguro que sino cumpliría su amenaza.
MistressPain saco del maletín unos guantes de cuero que comenzó a ponérselos, la llegaban hasta la altura del codo, se ajusto los dedos a los guantes cuidadosamente, la quedaban bien ajustados a sus manos, con sus manos enguantadas de cuero cogió varios objetos del maletín, mis ojos se abrieron de temor al ver que era un pene de goma y vaselina. Ella se acerco con ellos en sus manos hasta mi:
– abre bien las piernas puta – me separo las piernas con la puta de su bota, y lo que venía después ya me lo imaginaba, note la vaselina fría en mi ano y pronto sentí el contacto del pene de goma en mi ano, poco a poco empezó a introducirse, pero era muy grande y me dolía mucho, no pude resistirme y me queje y me moví impidiendo que siguiese entrando, lo que produjo un gran enfado a mi Ama, ella se inclino me tapo la boca con una mano fuertemente y con la otra hizo fuerza hasta que entro por completo, dolió mucho pero una vez que entro pude relajarme, descanse exhausto por el sufrimiento pasado hasta que fue introducido. Mi Ama regreso con un cinturón en la mano, era un cinturón para impedir que se saliera el pene de mi ano, lo rodeo sobre mi cintura y apretó con fuerza la correa de tal manera que una tira de cuero apretaba mi ano impidiendo que pudiese expulsar el consolador.
– Ahora camina hasta que aprendas, si es necesario lo llevaras el día entero puesto- . Mi Ama demostró su autoridad, sin rechistar comencé a caminar de un lado a otro de la habitación, tropezaba y me caía sin poder agarrarme por llevar las manos esposadas, cada paso me dolía el pene que llevaba en el ano, pero continúe caminando para no enfadarla mucho mas, ella tenia razón aprendería disciplina y mi esfuerzo me estaba costando. Estuve andando un buen rato, ella me apremiaba que no dejara de caminar, poco a poco me caía cada vez menos, empecé a cogerle el truco y tras un largo rato comencé a estabilizarme sobre aquellos zapatos de tacón, lo había conseguido.
Mis labores domesticas no fueron mucho mejor, el agotamiento físico empezaba a pasarme factura, de rodillas arrastrándome fregué todos los suelos. La casa era grande por lo tanto me llevo mucho trabajo y tiempo, según pasaba el tiempo el pene de goma que llevaba en el ano me molestaba mas, deseaba quitármelo pero las consecuencias podrían ser mucho peores, no deseaba enfadar mas a mi dueña. Al terminar de fregar me levante con gran esfuerzo debido al agotamiento y todavía me quedaba lavar, planchar, cocinar y un sin fin de labores domesticas que me había asignado mi Ama. No aguantaba más, había dado todo lo que tenía dentro, ya no se podía esperar más de mí, pero mi dueña no opinaba lo mismo:
– ¿que haces ahí parada estupida puta? Me recrimino mi señora al contemplar mi agotamiento
– No puedo mas señora, estoy muy cansado, necesito descansar –. Quizás se apiadaba mi dueña de mí y me concedía ese descanso tan esperado.
– ¿te he dado permiso para descansar? El tono de su voz demostraba su enfado.
– No señora, pero no aguantaba mas – . Trate de excusarme.
.
– Lo estabas haciendo muy bien puta, pero veo que ya se te ha olvidado, solo respondes a base de disciplina, bien yo te lo recorderaré – . Mi Ama se acerco a mi y me cogío por el pelo, con un fuerte tirón me llevo hasta una habitación que estaba cerrada, la abrió y pasamos ambos a su interior, era una habitación espaciosa, con su cama, armario y una pequeña mesilla de noche. Mi señora me empujo a la cama, caí en ella agotado, pero no me llevo hasta allí precisamente para que descansara. Me coloque bocabajo en la cama, mi dueña con fuerza e ira me esposo las manos al cabecero de la cama:
– Aprenderás a obedecer sin rechistar, a mi no me dices que necesitas, eso lo decido yo, todavía no me has tomado en serio, te enseñare a hacerlo- . Mi Ama cerró las esposas metálicas en mis manos, ahora estaba esposado al cabecero, iba a recibir un castigo, no debí pararme y dejar de hacer mis labores, fue un gran error, pero era tarde para lamentarse.
En su mano llevaba un cinturón ancho de cuero completamente elástico, jugaba con el en las manos mientras caminaba de un lado a otro de la cama observándome, se ajusto sus guantes a su mano y de pronto note como me azoto con el;
– serán 50 azotes, cada vez que me desobezcas se duplicará, si esta es la única forma que aprendas así será- . El cinturón volvió a estrellarse contra mi culo, sentí un fuerte picor, era un cinturón diseñado por ella especialmente para azotar. Cada azote dolía un poco mas, el culo comenzaba a calentarse y sensibilizarse y cada azote escocia mas.
– AAAAAhhhhhhAAAhhh-Un quejido salió de mi boca, cada azote era más difícil de llevar, era doloroso.
– Te lo advertí, te dije bien claro que no me gustan los quejidos de niña, te lo diré de otra forma- . Soltó el cinturón en la cama y cogió algo con sus manos, me giré para ver que estaba haciendo y comprobé como regresó con un pañuelo y cinta de embalar en sus manos. Me ordeno abrir la boca y me encontré como introdujo su pañuelo en mi boca echo un ovillo, presiono con sus dedos para que entrara por completo hasta que llenará mi boca, metió sus dedos en mi boca para que no se saliera el pañuelo y corto un trozo de cinta de embalar, pegó varias cintas para que no pudiese escupir el pañuelo, ahora estaba amordazado por completo, no podía articular el mas mínimo sonido. Volvió a situarse en un lado de la cama y agarro de nuevo el cinturón tras ajustarse sus guantes de cuero.
– Te advertí que cada vez que me desobedezcas duplicaría el castigo, ahora serán 100 azotes, creo que va a ser un día muy largo para ti- . El cinturón comenzó a estrellarse de nuevo en mi culo una y otra vez, cada azote dolía más pero no había nada en mi mano que pudiese hacer, solo aguantar mi castigo, mi trasero comenzó a ponerse muy rojo y me ardía. La azotaina se hacía cada vez mas inaguantable y llevaría aproximadamente solo la mitad, ella cumplió su amenaza sin dudarlo, recibí los 100 azotes, fue una larga y dura azotaina, una lagrima se escapo de mis ojos, ella impasible me azoto sin aflojar el ritmo, comprobé lo dura que era mi dueña, ella tenía razón aprendería disciplina.
Tras la interminable azotaina me libero de las esposas, volvió a introducirme el pene de goma en mi ano y lo sujetó con las correas, la mordaza me la dejo puesta y ambos salimos de la habitación, ella con la cabeza bien alta y yo humillado y castigado con la lección aprendida, no debía desobedecerla más.
– puta ahora continua con tus labores, hazlo bien sino quieres que volvamos a entrar de nuevo a la habitación, te aseguro que si tengo que romperte el culo azotándote lo hare, ¿has entendido estupida? – . Asentí con la cabeza y continúe mi trabajo que deje a medias. Fregué todos los suelo de nuevo, limpie el baño, prepare la comida, planche, puse lavadora…. infinidad de labores domesticas, esta vez no pare hasta terminar todo. Deje en la mesa la comida de mi Ama que preparé cuidadosamente y me puse de rodillas junto a ella, estaría orgullosa de mí.
Mi Dueña me permitió comer a sus pies debajo de la mesa, trituro la comida con sus finos tacones metiendo sus botas en mi plato, era repugnante el aspecto de la comida pero estaba deliciosa, la punta de la bota de mi ama se introducía en mi boca y de vez en cuando me llamaba, asomaba la cabeza y escupía comida de su propia boca en la mía humillándome, comí como su perro a sus pies.
– comerás y beberás todo cuanto te de, dame las gracias perra – . Obedecí a mi Ama y la di las gracias por permitirme comer a sus pies. Estaba hambriento y comí todo mi plato, todo lo que me ofreció de su boca y lamí sus botas cuidadosamente limpiando los restos de comida. Terminé y fregué todos los platos, recogí todo mientras mi señora descansaba en su habitación. Me sentí orgulloso hoy si era un esclavo de verdad, mi esfuerzo y lagrimas me estaba costando, pero mi señora tenia razón aprendería a obedecer.
– puta ven aquí ahora mismo – . Mi señora me reclamaba, deje todo cuanto estaba haciendo y fui a su habitación rápidamente , el entrar encontré a mi señora fumando un cigarro tranquilamente en la cama, me fijé y llevaba puesto un strapon alrededor de su cintura, ella acarició con su mano enguantada el pene que sobresalía de su arnés, me miro y me indico con su dedo que me tumbara:
– Voy a follarte puta, lo haré siempre que me plazca – . Me coloque a cuatro patas encima de la cama con las manos esposadas, mi Ama se acerco a mi por detrás y pego su cuerpo junto al mío, noté como empezó a introducir la punta del pene de su strapon en mi ano hasta que dio un empujón y entro por completo, aguanté el dolor y el quejido, ya había aprendido la lección de no quejarme, ella me agarro con la otra mano mi pelo echándome la cabeza hacia atrás y comenzó a follarme bruscamente con su arnés. El pene de su strapon me penetraba una y otra vez mientras mi ama jadeaba de placer, el ritmo se intensifico y finalmente mi ama se dejo caer en la cama con una sonrisa de lado a lado en su rostro.
Las 24 horas de subasta llegaron a su fin tras una intensa tarde de trabajos, estaba completamente agotado, había cumplido como esclavo, ahora solo deseaba marcharme a casa a descansar. Mi reputación de ahora en adelante sería diferente, pujarían por mí en las subastas, me había convertido en todo un esclavo, al menos eso creía yo, todavía quedaba un largo camino por delante. Me dispuse a despedirme de mi señora y que me quitara las esposas para poder quitarme mi atuendo de criada.
– un placer Señora, gracias por enseñarme a ser un buen esclavo – . La di las gracias educadamente antes de despedirme.
– puta, estas muy lejos de ser un buen esclavo, todavía te queda mucho para aprender- . Me contesto mi señora.
– Tiene razón señora, si algún día desea de mis servicios no dude en avisarme – . Me ofrecí encantado, pero por hoy había sido más que suficiente.
– No he dicho que puedas marcharte, ¿has oído que lo haya dicho imbecil? Mi Ama se dirigió en tono muy autoritario hacia mí, comenzaba a enfadarse.
– No señora…. Es que…. yo pensé….- . comencé a tartamudear por el temor que inflingía hacia mí.
– Te iras cuando yo lo diga estupido, siempre termino lo que he empezado- Me propino un rodillazo en los testículos, caí al suelo retorciéndome de dolor. Me encontraba rendido ante sus pies con un fuerte dolor por el rodillazo recibido, me levanto por el pelo y me llevo de nuevo a la habitación. Me tiró sobre la cama, cogió de nuevo el cinturón y se dirigió hacia mi con el en la mano.
– 50 azotes te ayudaran a recordar quien toma las decisiones puta estupida- . Mi culo no aguantaba mas azotes, no deseaba pasar de nuevo por aquel duro castigo.
– No señora, mas azotes no, lo siento, no la desobedeceré mas pero HHHHHMMMMHHHHH- No pude terminar la frase, volvió a introducirme su pañuelo amordazándome con el.
– Tienes razón no volverás a desobedecerme, 100 azotes te ayudaran a recordarlo estupido- . PLAAAAAAAS. PLAAAAAAAS,
AGRADECERÉ SU COMENTARIOS: SUMISSO22@YAHOO.ES
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