Traficando culitos II. La Revisión Médica
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por summoner.
Cuando Mauricio recupero un poco el conocimiento se percato que que se encontraba en lo que parecía un consultorio médico, se encontraba en una camilla, intento moverse un poco pero algo le sujetaba las manos, si bien había recibido una golpiza los golpes aun no los sentía, al parecer sin que lo supiera lo habían drogado, poco a poco fue percatándose de su estado, se encontraba desnudo y sujeto de manos y pies, en frente de él un sujeto co un cigarrillo lo examinaba desde un pequeño banco, -valla, empiezas a despertarte, eso me gusta, así sabrás exactamente lo que hacemos en tu revisión médica, eso si no le vallas a contar al jefe, no le agradan mucho mis juegos- aquel hombre paso una mano por el abdomen desnudo del chico, aquel chico recordó su encuentro con los soldados y empezó a llorar –por favor señor, déjeme ir
Yo solo quiero ir con mis papás a estados unidos- aquel hombre se burlo de el con una risotada, -mira chico en primera s tus papas te quisieran tanto no te hubiesen dejado solo, y en segunda, de aquí no vas a irte, mas vale que te acostumbres- mientras decía esto, aquel hombre se levanto de su lugar y tomo una aguja , jeringa y unos tubos de colores, era un hombre bastante alto y corpulento, posiblemente por una dieta rica en grasas, volvió a sentarse en aquel banco y le coloco una liga en la pierna del chico –a mi no me gusta maltratar los bazos, a los clientes les gusta saber que su mercancía no esta maltratada o usada, esos pendejos no se porque te golpearon, pero ya veras que te dejaré como nuevo- sujeto la pierna del chico y se acerco a la altura de su ingle, por debajo de donde había puesto el torniquete, empezó a lamerlo y a darle unas pequeñas mordidas, el chico estaba aterrorizado intentaba moverse, – no te muevas o te voy a ponchar una vena- continuo lamiendo y chupando la pierna del chico, después de unos segundos tomo la aguja y la clavo en la pierna del chico, que en poco tiempo empezó a retorcerse como gusano y a gritar como loco
El doctor bien podía haber tomado la muestra de sangre, pero decidió divertirse un poco mas y dejándosela adentro, -ya te dije si te mueves no voy a poder tomar la muestra- su oz era tranquila, al parecer esto parecía una rutina normal para él, saca la aguja y volvió a picarlo, -ya quieto o te vuelvo a picar- el chico con una fuerza de autocontrol como nunca antes había tenido intento tranquilizarse, tardo unos segundos y al final aquel hombre tomo aquella muestra de sangre, retiro la ligadura y lo volvió a chupar y lamer, esta vez paso su boca por su ano y sus genitales, el chico podía sentir la barba aspera de aquel hombre, -y ahora necesito una muestra de orina- en realidad solo con la muestra de sangre se podía determinar si aquel chico llevaba alguna enfermedad que lo haría inútil para el trabajo, o estaba en perfectas condiciones, la “muestra de orina” era solo parte del juego de aquel hombretón.
Aquel hombre se había bajado los pantalones y se había quedado en ropa interior, sus piernas eran gruesas y robustas, y se notaba una enorme erección de su enorme miembro viril, el chico sollozaba, también su respiración estaba agitada, pero sabía que aun no era el momento de penetrar a aquel juguete, primero debía de ser estrenado por los clientes, luego ya podría divertirse con él, tomo un tubo de plástico y lo lleno de una sustancia gelatinosa y tomo el pene lampiño de aquel chico, – si te mueves te va a doler, asi que ya sabe mi muchacho hermoso aguante y no lo voy a lastimar- aquella sonda era gruesa, diseñada para alguien de mas edad, pero a aquel hombre le gustaba utilizarla de ese tamaño, le encantaba ver como ese enorme tubo de plástico entraba en aquel diminuto pene, era su forma de ser el primero en penetrar a aquellos juguetitos de carne, tomo con firmesa el pene de aquel chico y coloco la sonda en aquel diminuto orificio, el chico sintió un ardor cuando aquel plástico se adentro en su uretra, le costaba trabajo meterla, y eso le exitaba
El chico se desmoronó –ya no por favor, me duele mucho, auxilio- el juego era sencillo, la introducía un poco y la volvía a sacar, la erección de aquel hombre estaba en lo máximo, pronto eyacularía sin ni siquiera penetrar al chico, metia cada vez mas aquella sonda, la giraba la volvia a sacar, por fin la metió toda y un chorro de orina salía del otro extremo, el chico lloraba sin parar, suplicaba porque aquel hombre se detuviera, tomo la muestra de orina mas como premio que para analizarla, tomo un recipiente de vidrio y lo acerco a donde se encontraba y se saco la verga, con una mano acariciaba el cuerpo del chico y con la otra se masturbaba, después de unas pescueceadas (masturbadas) eyaculo dentro del frasco, era bastante liquido blanquecino, el sudor llenaba su frente y se marcaba en su ropa, tomo una jeringa grande y recolecto parte de aquel semen, puso la jeringa en la sonda
El chico empezó otra vez a llorar pensando que volvería a torturarlo, pero simplemente introdujo aquel liquido dentro de su vejiga, aquel hombre sonreía, estaba orgulloso de lo que había hecho –este será nuestro pequeño secreto, y quiero que lo recuerdes, ves mi semen, ahora esta dentro de ti, podrás ser la puta de todos ellos, incluso si te matan en tu primera vez, ya no me importa, yo fui el primero en estar dentro de ti, no se te olvide nunca- cocolo su dedo dentro del ano de aquel chico –no estaré aquí, pero estoy aquí- colocando ahora su mano en el abdomen del chico, lo acaricio se volvió a reir, beso al chico en la boca, aquel chico sollozaba, ahora esto seria su vida, unos minutos mas tarde un hombre con ropa y sombrero ranchero entraron, con otro chico en el hombro, el médico ya había desatado a su paciente y le había puesto la ropa, el hombre del sombrero negro condujo al chico a su nuevo dormitorio, en una semana seria estrenado, pero antes debía conocer a su nuevo dueño.
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