A mis 69 años
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Marcielo.
Tengo 69 años. Desde muy joven he hecho ejercicio y me veo bien. No tengo aspecto de jovencita, tengo un cuerpo y el aspecto de una mujer de mi edad: Voluptuoso. Aun puedo usar faldas cortas o pantalones ajustados y no me veo mal. Soy blanca y llego el pelo teñido de rubio, cuando no me depilo tambien me tiño el vello púbico del mismo color.
Me separe de mi pareja hace cuatro o cinco años y desde entonces no he tenido otra relación. El es doce años menor que yo.
Siempre he sido activa en la cama y creo ser buena en eso de la sexualidad.
Ahora vivo sola y debo buscarme mis formas de satisfacer el escozor entre mis piernas que aun con mis casi setenta años, continua exigiéndome atención.
Como vivo sola, mis hijos ya viven en sus respectivas casas, tengo espacio y libertad de tener un ambiente adecuado para proporcionarme placer en solitario; media luz, velas, inciensos, consoladores, ¡consoladores!. Los adoro. No sabia que tan útiles pueden ser.
Y aun cuando no creo que sean lo ideal si me dan enormes momentos de placer.
Me he comprado ropa muy sexy, solo para mi . . . por ahora.
Ropa de todo tipo: transparente, faldas muy cortititas, vestidos largos y muy escotados, tacones muy altos, sandalias bonitas de tacon y de piso, ropa ajustada y ropa muy holgada.
Me encanta bañarme tranquilamente en la tina, con aceites y luz tenue, incienso y vino tinto.
Me baño despacio, me recorro toda con aceite y gel mientras me tomo una copas de vino.
Salgo, me froto con una toalla para enseguida ir a la recamara a ponerme mi vestuario para continuar con mi erotización, sola, onanista. Para ponerme el vestuario que ya deje sobre mi cama.
Algunas veces solo es una tanguita, blanca, roja o negra. Se me ven bien esos colores, tal vez agregue sandalias de tacon alto.
Tengo una recamara muy amplia en la que solo esta un escritorio. En esa recamara he colocado una cama de aire, esta cama la puse justo en medio de la recamara. Tiene una ventana muy grande que cierro con cortinas. Por todas partes tengo velas de todo tipo.
Aunque ya no tengo veinte años me conservo en peso y con ejercicio y buena alimentación no estoy tan mal.
Algunas veces este atuendo; tanguita y sandalias de tacon es suficiente. Voy hacia la cama, me acuesto dejando mis nalgas al aire y empiezo a frotarme mi pubis, mi panochita que tanto plcer me da. Basta con tocarla y responde que quiere mas. Y claro que yo estoy para complacerla.
Sigo frotándome un rato hasta que me pide algo mas, y yo se lo doy: ¡Un consolador!
Me quedo ahí, con medio cuerpo suspendido en el aire y mis piernas separadas, subidas en las sandalias.
Me meto uno, despacio, lento. Cuando dedico tiempo para mi, para estar en una de mis sesiones conmigo, nunca tengo prisa, puedo durar cuatro o cinco horas en mi sesión.
En otras ocasiones me visto como si fuera a salir. Me pongo medias, liguero, brassier, falda corta y ajustada, blusa y un blazer,. . . .sin pantaleta. Me gusta ir asi los Domingos a hacer la compra semanal.
He fantaseado con perros, mientras me masturbo metiéndome algún consolador y eso me excita muchísimo pero no creo que me atreviera a experimentar con uno.
También fantaseo -esta es una fantasia que me pone calientísima- con estar en mi cama de aire con una mujer, de mi edad o mas joven.
Por mi profesión no me seria difícil seducir a alguna paciente pero aun no me he atrevido.
Uno de los atuendas mas atrevidos que me gusta usar cuando salgo a la calle -atrevido por mi edad- son los vestidos de licra muy ajustados. Me los pongo con tacones altos y sin ropa interior.
Algunas veces hablo con una ex-compañera de consultorio que es bisexual, debido a eso fue que decidi separarme de ella porque es muy atrevida y se acostaba con sus pacientes dentro del consultorio; con hombres y mujeres. Creo que prefiere las mujeres muy jóvenes, ella es de mi edad.
Platico con ella con la intención de conocer y experimenta mi parte lésbica, no con ella, sino a través de ella conocer a alguien sin comprometer mi consulta directamente.
Por ahora, y cada vez con mas intensidad, siento el impulso de estar con una mujer. Sentirla cerca, olerla, verla como no se puede ver de una manera normal. Tocarla, estar con ella desnudas, sentir su piel, besarnos, tocarnos. ¡Mojarnos juntas!
Por ahora esto aun es una fantasia.
Me quede electrizada al verla.
En una platica que tuve con mi amiga Carmen ella me dijo que conocía un muchachito homosexual de unos 18 0 19 años con aspecto de alguien de 15. Que se vestia de mujer y parecia una muchachita. Según me dice este muchacho va con frecuencia a visitarla y son amigos. Ella no tienen claro si va por ella o haber si liga a su hijo.
Me dice que el muchachito tiene un amiguito igual que el y que ha notado que cuando esta solo llega el amiguito y se visten y se pintan como si fueran mujercitas. Que algunas veces que la visita ya va vestida casi como muchachita.
Me cuenta que se le antoja para tenerlo en su cama un dia que no este su hijo.
Me dijo que si me animo un dia los invita y me dice para que vaya y ver lo que pasa, que me van a gustar los dos escuincles.
Desde que me lo dijo no dejo de pensar en el par de mocosos
Los imagino constantemente, pienso si me gustaría acostarme con un adolescente afeminado. . . . .y creo que si me gustaría.
A mi edad creo que me puedo dar ese gusto.
Le llame para decirle que si me gustaría ir el dia que invite al muchachito pero que pareciera coincidencia. Acepto de inmediato.
Carmen es muy voluptuosa, tetas grandes, nalgas muy grandes, morena y le gusta teñirse el pelo de rubio, lo lleva muy corto.
Me dijo que llevara algo de ropa mia para haber si podíamos hacer que los chavitos nos mudelaran.
Quedamos que el Sabado.
Llegue y aun no llegaban los amiguitos de Carmen.
Le di la ropa que lleve para que nos modelaran.
Tangas, faldas, vestidos.
Apenas os había llevado a su recamara cuando tocaron el tiembre; son ellos, aseguro Carmen.
Me sente rápidamente en la sala y ella fue a abrirles.
La oi saludar y pude oir la voz de uno de ellos. Bonita voz, pensé.
Solo llego uno, el amigo no pudo venir, le dijo antes de llegar a la sala.
Ah, mira, te presento a una compañera, le dijo.
Hola, le dije. Que tal, contesto.
Me quede electrizada al verlo.
Llevaba un pantalón de mezclilla de licra con sandalias rojas y una camiseta blanca de manga muy corta. El pantalón le entallaba de maravilla dejándole ver su masculinidad femenina de lo lindo.
Era muy blanco y traía el pelo un poco largo, lo suficiente para hacerse una mini-colita, cerca de 1.65 mts y delgado. Sus nalgas paraditas por su edad y sus brazos bonitos.
La camiseta apenas le llegaba al pantalón, de cuello en V.
Me impresiono, era hermoso. Un adolescente femenino encantador a la vista.
No sabia que tuvieras visita, dijo en un tono de timida disculpa.
No te preocupes, le contesto Carmen. Es una amiga de muchos años y de mucha confianza.
Que buena idea fue aceptar la invitación de Carmen, pensé.
Note que tenia sus pies muy cuidados, con las uñas con un barniz translucido.
Que lindo eres, le dije. Que edad tienes?
18, contesto.
Te ves mas jovencito, como de 16, le dije. Se sonrio diciéndome gracias.
Yo me me había puesto un vestido rosa subido ajustado abierto de la parte de atrás casi hasta media pierna, sin mangas y con un bra que me levantaba mis tetas dejandolas casi expuestas, el vestido es de escote pronunciado. Zapatos negron de tacon alto, sin medias y una gargantilla de plata. Llevo el pelo en melena al cuello rizado con tres tonos de rubio. Me puse gel y perfume.
Carmen tenia una falda negra muy ajustada con una blusa blanca transparente y un bra hiper-escotado, sandalias de tacon muy alto negras. Dejo dos botones abiertos.
Yo estaba caliente, por el muchachito pero también por Carmen, por su atuendo, por su actitud tan provocativa. Me di cuenta que ella no se iria sin coger ese dia. Ya fuera con el chico o conmigo, o con los dos!.
Me gusto la idea de que acabaríamos cogiendonos al muchacho entre las dos o cogiéndonos nosotras.
Me pregunto que ya que me había vestido tan sexy que me había puesto de pantaleta; se me olvido, le conteste.
Los ojos le brillaron al tiempo que volteaba con Rola para preguntarle que como veía que a mis 69 años no me ponía ropa interior.
No me digas que tu si traes!, le pregunte.
Claro, chiquita pero si me puse. Quieres verla?
Me encanto su respuesta, hizo que me palpitara mi rajita.
Mejor cambiemos de tema, Rola va a pensar que somos una viejas depravadas, conteste riendo.
Yo tenia las piernas cruzadas y tenia el vestido subido casi hasta donde se veía que efectivamente no traía pantaleta.
Me sentía caliente, ya sin poderme detener en ese juego que Carmen tan bien jugaba.
Estabamos mentiendo al chico en nuestro juego y a èl parecía estarle gustando.
Carmen hacia como que no se daba cuenta pero cada vez sus tetas se le veian mas.
De pronto Carmen me alcanza con su mano y me recorre mi pierna hasta tocarme la nalga, diciéndome; que bonitas piernas y que seductora viene hoy amiga!
Yo siento que algo se me agolpa en el cerebro e instintivamente levanto la pierna para que su mano tenga mayor acceso.
Ella retira su mano y me sonríe, adelantando en esa sonrisa lo que ya estamos deseando.
Con el movimiento las dos quedamos con las piernas aun mas descubiertas y no puedo evitar mirar hacia la bragueta de Rola. Me excita lo que veo; un pequeño circulo de humedad.
¡Se esta calentando este adolescente!
Me levanto a la cocina por agua y al pasar junto a Carmen ella también se levanta y al hacerlo nos rozamos, un roce que fue casi un ligero frote de nuestros cuerpos. Pude sentir la tibieza de su cachondo y voluptuoso cuerpo y percibir su aliento de fumadora.
Quieres agua Rola?, le pregunte a Rolando.
Mejor una cerveza, me contesto.
Carmen abrió el refrigerador para sacar la cerveza y para coger el destapador para abrirla se acerco a mi y se me repego dejándome sentir su cuerpo y nuevamente su aliento de fumadora, ahora muy cerca de mi cuello, lo cual me mareo de placer.
Acto seguido Carmen fue hacia la sala y yo detrás de ella, pude verla caminar delante mio, pude verle esas nalgas y esas pantorrillas subida en sus sandalias.
¡Que cachonda estas!, pensé.
Al llegar nuevamente a la sala Carmen se sento justo al lado de Rola.
El chico esta muy lindo, es muy sexi y esta para comérselo a lammidas y chupadas.
Ya estaba mojada de pensar en el banquete que nos dariamos la Carmen y yo con su amiguito.
Pero llego su hijo con su novia y todo se nos vino abajo.
Platicamos de cine, la fil, el clima.
Despues que conoci a Rola en la casa de Carmen el Sabado aquel lo he seguido viendo.
Lo he invitado a comer dos veces, las dos veces se ha quedado a dormir conmigo.
Es un muy femenino, a tal grado que lo pienso como una mujercita . . . .una mujercita con pene.
Con verga, una verga deliciosa y femenina.
Es muy bello, de piel suave y delicada. Aun cuando es de boca chica tiene sus labios gruesos y de un rosado intenso.
Se esta hormonando y eso lo hace ver como mujercita.
El Viernas pasado lo invite a que se quedara en la casa y me dijo que si. Quedamos que llegara despues de las 18hrs para haber terminado mi dia.
Me siento excitada de saber que me estoy pagando semejante manjar, tengo a esa muchachita para cuando la quiera gozar.
Parece de 16 años. Blanca, esbelta, con muy bonitas piernas, piel suavizada por las hormonas, cara lindisima. Su verga suficientemente grande para que sea un gustazo a la vista y para cuando la tengo dentro. De un olor y sabor exquizitos, cuando lo hago terminar le salen chorros.
Me fascina tragarmelos, que me los chorree en mi cara.
Pienso que a mis 69 años es un gran lujo que muchas mujeres quisieran tener.
Le compre un Shortcito en color lila y una pantaletita rosa con coranzoncitos rojos. Una blusa morada de margas muy cortas y muy ajustada igual que el shortcito.
También le compre un vestido de elastano suelto tipo top para que se lo ponga para mi sin nada debajo.
Quiero verlo con el vestido puesto y sin nada debajo, que se pasee frente a mi y calentarme viendo a mi dulce juquete.
Compre también dos pares de zapatos, de tacon alto por supuesto. Unos son de rojos sin talon y los otros negros con unas tiras de plastico transparente, también sin talonera.
Le llame para decirle que le tenia un detallito que le iba a gustar, que pasaba por el el Sabado para ir a comer y después venir a la casa a darle su detallito.
El Sabado antes de ir a recogerlo prepare el atuendo con el que quería deleitarme con mi mujercita con pene.
Lo puse sobre la cama; los zapatos rojos, el shortcito y arriba la camisetita, sobre el short, la pantaletita, un labial y un frasco de perfume.
También deje preparado mi propio atuendo: Vestido negro muy entallado de likra, zapatos de charol negro con tacon de aguja, tanga abierta del frente y no puse brasier ni medias.
Lo acomode igual que la ropa de Rola.
Saque dos consoladores y los deje a un lado de la cama de aire donde sabia que terminaría cogiéndome a Rola y yo.
Pase por el para ir a comer, comimos en un restaturante italiano que esta por Chapalita para enseguida regresar a la casa.
Entramos a la casa y nada mas cerre la puerta lo atraje hacia mi y me bese sus labios que tanto me gustan, se los mordí un poco y lo solte para que subiera y vestirse para mi, para su madrota.
Al ver lo que estaba sobre la cama se puso feliz.
Anda, pontelos, le dije.
Entro al vestidor y yo fui a la recamara a vestirme con el atuendo que había dejado preparado.
Al salir se veía bellísimo!
El shortcito le entallaba de maravilla haciendo lucir sus nalguitas muy femeninas, la blusa le permitia resaltar sus incipientes tetitas resultado de las hormonas y los tacones se le veian perfectos para el atuendo.
Tenia los labios muy rojos y se había puesto un poco de gel en su pelo, olia riquisimo!
Que bella te ves, le dije.
Me miro, y reparo en mi atuendo diciéndome; ¿me vas a coger?
SIII!, conteste de inmediato.
Si, me encantas como te ves. Me caliento solo de verte vestida asi.
Que hermosa se veía mi muchachita con pene, con verga.
Le dije que me gustaría bailar y me dijo que si.
Salimos de la habitación y nos pegamos para bailar sin música, solo contoneándonos cda vez mas cerca.
Empece a sentir como su verga se le abultaba y le sople un poco su oído, para luego rozar su cuello con mis labios, cosa que le hizo estremecer.
¡Que ricura!
Miestras bailábamos, o, mientras nos frotabamos, le pregunte sobre su amigo.
Me contesto que se querían mucho, que su amigo también era gay.
Que también se estaba hormonando.
Le susurre en el oído que lo invitara un dia para platicar los tres juntos.
Cuando lo quieres tener aquí, contesto.
Nada mas con verlo me enciendo como si tuviera veinte años.
¡Es tan hermos@!
Pase por el como todos los Sabados, a verlo trague saliva de lo sexi que se veía.
Traia puesto un shortcito de mezclilla muy corto, una camiseta negra de likra y una botas negras arriba del tobillo.
Sus piernas le lucían de maravilla?
Nos saludamos con un ligero roce de labios, al mismo tiempo yo le recorri el interior de uno de sus deliciosos muslos.
¿De que color es tu tanga?, le pregunte.
Me puse un bikini cachetero negro muy cortito de likra transparente.
Te has de ver riquito, dije.
Arranque el auto y lo primero que dijo fue; "Quiero que me cojas toda la tarde".
¡Encantadisima!, conteste.
Llegamos a la casa y justo al cerrar la puerta toco el jardinero, le dije que subiera mientras atendia al señor.
Me tarde algunos 15 minutos y luego subi.
Lo que encontré me fascino: Se había quitado al blusa, el shortcito y las botitas. Estaba totalmente desnudo para mi.
En la cama, semi-acostado, sobre cojines.
Con sus piernas separadas y una erección hipnotizante, podía verlo ahí, esperándome.
Sus testículos depilados me llamaban con urgencia a lammerlos y su verga parada e irritada por su excitación era como un iman que me atraía, que me llamaba a pasarle mi lengua por todo ese trozo de verga.
Podia verle su culito rosadito, cerradito. Sus tetitas incipientes y sus pezones rositas.
Me tiene enloquecida este chiquillo!
Se agarraba su verga desde la base, apretando un poco sus testículos haciendo que se vieran brillosos, sus manos delgadas con sus uñas nacaradas, esas manos que en unos momentos me estarían apretando mis nalgas mientras yo subia y bajaba con mis piernas abiertas sobre el, sobre su verga.
Yo tenia puesto un vestido rosa mexicano de elastano ceñido al cuerpo, tenia una abertura al frente, una tanga del mismo color con zapatos de aguja rojos y un mini-bra también rojo.
Después de deleitarme admirándolo por unos minutos camine hacia la cama y el se paro sobre la cama, acercándose a la orilla para esperarme ahí. Se puso de perfil permitiendo admíralo cuan perfecto es; delgado, de nalgas pequeñas pero levantadas, vientre plano, piernas delgadas bien torneadas, y su verga. Esa verga que tanto
placer me provoca!
Perfectamente depilada, luciendo como una maravillosa escultura, dura y recta como una flecha apuntando al cielo.
Me paro justo frente a èl, se voltea y queda de frente a mi; ¡Que hermoso eres!, le digo.
Acerco mi nariz a la puntita de su verga, apenas la alcanzo a sentir y me retiro para verla un poco, con mis labios la rozo y me traigo la gotita que tenia esperándome en el pequeño orificio.
Lo tomo con mis manos de sus caderas y me dispongo a meterme su verga en mi boca, me la trago hasta que choca con mi garganta.
Por supuesto que la tarde va a ser larga.
Rola sigue con su tratamiento de hormonas el cual le estoy ayudando a pagar, cada vez se le nota mas, cada dia se vuelve mas y mas femenino.
Su tetitas se le ven ya creciditas y ya puede ponerse bra de talla chica. Tiene los pezones rositas.
Le tomo con una mano su verga mientras le mordisqueo suavemente su huevos.
Que juguete tan hermoso me consegui.
Le digo que se voltee para besarle sus nalgas y el de inmediato lo hace parando sus preciosas nalguitas hacia mi, ofreciéndomelas.
LO tomo por las caderas para presionarlo contra mi para poder hundir mi cara entre sus nalgas y alcanzar con mi lengua su culito.
Jadea un poco y con la voz apenas audible me dice que y le dijo a su amigo y que si quiere venir para tener una fiesta entre los tres.
Me fascina tener su verga cerca de mi cara, al alcance de mi boca. Recto, un poco curvado hacia arriba. De cabeza bien definida, parece que fue esculpida a mano. Se le pone roja y muy brillosa.
Cuando eyacula no desperdicio ni una gota de su semen, me gusta tragármelo todo, algunas veces cuando va a terminar le digo que me los eche en mi cara.
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