adiestrando a Andreita

Andrea es una nena de 11 años que descubre los placeres de sexo de mano de un moreno acostumbrado a seducir nenitas.
Este relato no es mio me lo enviaron hace mucho y haciendo lagunas correccines se los dejo.

Antonio llego a una comunidad rural, se instalo en una residencia cerca de una escuela primaria para tener mas acceso a las nenitas. Entro a trabajar en dicha escuela como un obrero, el mas joven de todos, a sus 20 años, musculoso, piel canela, tatuajes, cabello rapado, con su overol gris y sus guantes amarillos.

En ese lugar se fijo en una nena en particular, Andrea, 11 años, chiquita, rubia, cabellos rizos que siempre llevaba en dos coletas con lazos, el uniforme de vestido azul marino, camisa blanca y medias hasta las rodillas la hacia ver hermosa, Siempre buscaba la manera de verla al llegar y al irse por las tardes y fijarse en su horario diario.

Entro en contacto con ella

– Hola nena, como te llamas? – dijo el

– Andrea

– y que edad tienes?

– Tengo 11, voy a sexto grado de la escuela y tu?

– me llamo Antonio, tengo 20 y soy el que mantiene limpia tu escuela

– aaaaaaaaah.!!

A diario fue el mismo sistema, para ganarse su confianza, durante dos semanas

Una tarde la abordo diciéndole

– nena, y tus papas a que hora e vienen a buscar a la salida? Por que siempre te veo hasta tarde aquí.

– mis papas no me vienen a buscar, a mi me pasa buscando una vecina que pasa por aca saliendo de su trabajo creo

– hmmmm ok.

– y donde vives tu.

!? Si quieres yo te llevo a tu casa cuando salgas.

Yo salgo a la misma hora que terminan las clases

– le preguntare a mi mama respondió ella toda inocente

Paso el fin de semana y llegado el lunes Andrea le dio la gran noticia al moreno conserje de que su mama había dicho que si, solo si no habría problemas.

– no, claro que no, yo puedo llevarte, solo que al salir deberás esperarme a que yo me cambie ok.

Nos vemos ahora a la salida señor

– llámame Antonio

Esa tarde Antonio espero a Andrea a la salida

– acompáñame a mi local para cambiarme.

Y nos vamos.

Al llegar al sitio donde Antonio se cambiaba comenzó por quitarse las botas, bajar el cierre del overol, sacar sus fuertes brazos y dejarlo caer por su amplia espalda hasta que cayo al suelo, mientras Andrea sentada a su espalda lo observaba el quedo vestido solamente con su franelilla y un bóxer blanco  debajo una erección prominente, el se acerco a ella, alzo un brazo y tomo su pantalón del ropero, se lo puso y termino de vestirse mientras ella no quitaba la mirada de su esbelto y bien formado cuerpo mas aun del pene de Antonio que desaparecía por el pantalón que el se ponía lentamente.

Un par de semanas después de la misma rutina, un viernes que apenas soleaba, Antonio salió con Andrea camino a su casa pero tomo un desvió aprovechando que las clases terminaron mas temprano, acompáñame a mi casa un momento, debo llevar la ropa sucia de trabajo y ducharme le dijo el, y después nos vamos a tu casa.

– ok ella respondió, dentro de ella disfrutaba la compañía del hombre, ella se estremecía cuando caminaban y el ponía su inmensa mano en su hombrito provocándole sensaciones desconocidas, ese día en particular había llovido dejando varios charcos en la avenida y un carro al pasar los había manchado con algo de lodo.

Al llegar a la habitación de Antonio entraron, para ella no era desconocido el lugar ya un par de veces había estado ahí solo por unos minutos el desorden era típico de un hombre soltero, el se dirigió al cuarto de baño dejando la puerta abierta a propósito mientras ella sentada en una silla trataba de limpiarse las manchas de su uniforme viendo de reojo como el se desvestía poco a poco frente a la niña quedando solo con un pequeño bóxer negro el voltea y le dice

– quieres darte una ducha conmigo, el agua aquí es rica y calientica, anda ven tratando de sonar lo mas convincente mientras ella con un mar de dudas en su cabecita se paro aun indecisa de meterse ala ducha con un hombre mayor y que apenas conocía.

El se acerca a ella y comienza a quitarle el uniforme, deja caer su faldita escolar y saca su camisita blanca, sus zapatos y sus calcetines, dejándola con su ropita interior de color rosado con unos dibujitos infantiles y un formador que cubría sus nacientes senos. La tomo de la mano y entraron en la ducha, el musculoso cuerpo de Antonio era ignotizante para la pequeña nena quien se dejaba llevar inconscientemente de las intensiones del tipo.

Las manos del enorme moreno recorrieron la piel blanca de la niña, recordando la primera vez que el tuvo a una niña en sus manos, se arrodillo detrás de ella posando sus labios sobre su cuello soltó sus colitas y dejo caer su cabello sedoso, ante la pasividad de ella le quito el formador y recorrió su pechito deleitándose con los pequeños montículos de carne que apenas se formaban haciendo presión en sus pezoncitos rosaditos que comenzaban a endurecerse del tocamiento que ejercía, su erección rosaba las piernas de la infante mientras las manos del hombre bajaban su ultima prenda de tela dejándola completamente desnuda, Antonio se levanto casi doblando la altura de Andrea se coloco delante de ella y con sus manos bajo su propio bóxer, liberando su enorme y grueso pene frente a la niña

– quieres tocarlo. Veras que te va a gustar.

Ella  alzo temerosa sus manos y las poso con cuidado sobre el miembro grande y erecto de Antonio quien sintió un correntazo por toda la columna al sentir las manos de esa nenita sobre su verga

– Ufff, si nena.

Anda acércate, dale besitos aquí en la puntica

Ella obedecía a todo lo que el hombre le pedía.

Se acerco y poso sus labios sobre la punta de su miembro, aspirando el olor a hombre que despedía la carne morena, caliente y palpitante de Antonio

– Oh, si, así.

Ahora abre la boquita grande y mételo.

Siiiiiiiii, eso, así, chúpalo como si fuera una paleta de caramelo.

Ooooh dios, se siente tan rico tus boquita sobre mi verga, siiii, sigue haciéndolo así, tómalo también con tus manitas mientras lo chupas.

Ella torpemente obedecía a su instructor, su pene palpitaba dentro de la boquita calidad de Andrea, comenzando a brotar sus jugos sobre su lengua que ella se tragaba gustosa, saboreando el néctar que su hombre le regalaba, era algo nuevo para ella, algo único y extraño.

– ven, vamos a la cama, vamos a pasarla rico los dos durante el rato que tendremos juntos

La llevo en brazos y la recostó sobre su cama, dejando sus piernas al borde de su cama, se arrodillo frente a ella, se las abrió y hundió su cara en medio de ellas, sus labios besaron y rosaron la rosada vagina, su lengua roso su diminuto clítoris, su nariz aspiro profundamente el olor dulce y tierno de la infancia

Andrea se estremecía con cada caricia que la lengua de Antonio le daba, su vagina se volvía cada vez mas babosa con la saliva del gran conserje moreno y musculoso de su escuela.

Eso a ella le estaba empezando a gustar, se sentia rico

– Aaaaah.

!! Oooooooh.

Hmmmmm señor Antonio, eso que me esta haciendo se siente raro

– te gusta mi amor?

– creo que si.

No lo se

– a mi me encanta comerme tu cuquita.

Unos minutos después de estar comiéndose la virginal vagina de Andrea, Antonio se levanto y se coloco sobre ella en un dificultoso 69 en el que su pene entro lo mas que pudo en su boquita mientras la punta de su lengua jugaba con el clítoris rosado, sus piernas abiertas a los lados de la cabeza de Andrea, su espalda arqueada al máximo, sus manos apoyadas en el colchón al tiempo que ella lo sujetaba por las caderas deslizando su manitas a los fuertes glúteos de el.

– hmmmmmmmm, aaagggg, uuuuuuuuum.

Era lo que se escapada de la garganta de ella mientras el movía su cadera arriba y abajo

– hmmmmmmm dios, que rico, estas demasiada sabrosa mi niña

 

Por ser un don juan y estar siempre preparado Antonio siempre tenia lubricantes y condones preparados, para cualquier ocasión, pero el prefería clavar a nenas como Andrea al natural completamente, sin condón y con su saliva como lubricante

Se situó entre sus piernas, besando suavemente sus labios, acariciando su delicada piel, su cadera se movía hacia delante y hacia atrás, su pene se refregaba sobre la caliente vagina de Andrea esparciendo los jugos por toda la piel

– ya es hora mi amor, te voy a convertir en una mujer completamente y serás totalmente mía y yo seré tuyo.

– como seria eso?

– voy a poner esto (señalando su pene) dentro de eso (señalándole la vagina)

– pero no se puede, usted es un hombre muy grande

– créeme que si se podrá.

Y veras como lo vas a disfrutar.

– no mejor no, ya tengo que irme dijo un poco asustada y ala ves deseosa de sentir lo que el le proponía, ante la duda de la nena y sin hacer caso de sus palabras Antonio con destreza movió su cadera y coloco sus 19cm en la entrada de la vagina de Andrea.

Presiono varias veces para irla preparando, 3 o 4 veces, y para la 5ta vez la beso y dejo caer su cadera sobre ella, la pequeña vagina de Andrea se rompió debido a la invasión repentina del enorme pene de Antonio, que solamente entro la cabeza y un par de centímetros mas.

Andrea intento gritar, moverse y zafarse del peso de Antonio pero la fuerza tremenda del hombre no se lo permitió, las caderas de Antonio subieron nuevamente para dejarse caer metiendo mas de su pene dentro de ella, la vagina de Andrea se estiraba tanto que sus labios externos se confundían con los internos, su clítoris estaba tenso casi a punto de romperse y su himen era sometido a presión constante

– aaaaaaaaaah siiiiii, que rico se siente tu interior.

Dios estas divina, tu vagina me aprieta como un guante

– aaaaaayyyy señor Antonio me duele mucho, sáquemelo, ya no quiero

– aguanta, ya veras como te va a gustar

 

El se levanto y se arrodillo, tomo las piernas de ella por los tobillos y los alzo abriéndolos todo lo que pudo, apoyo sus glúteos sobre sus talones y con un movimiento brusco metió la mitad de su pene, traspasando la virginidad de ella completamente

– aaaaaaaaaaaaah.

!!!!! Noooooooo

– siiiiiiii, uuuuuuf que rico, ya paso mami, ya eres mía, aguanta y disfruta de tu hombre

 

Los movimientos de Antonio fueron mas intensos, su cadera se dejaba caer mas y mas hasta que la punta de su pene toco el fondo del útero de Andrea, un hilo de sangre rodo un poco sobre la cama, se dejo caer sobre ella apoyando sus codos en la cama, quedando la carita de ella pegada en su pecho, las manitas de ella se agarraban fuerte de los costados del musculoso torso de su amante mientras las caderas de el subían y bajaban metiendo y sacando su pene de su adolorida vagina

Pasaron los minutos en los que el cuerpo del hombre sudaba sobre el de la nena, quien padecía un dolor en su rosada vagina que se expandía teniendo una enorme barra de carne oscura dentro, El se salió y se levanto de la cama, la cargo y la volteo poniéndola de rodillas sobre la cama con su trasero apuntando hacia el, tomo con una mano su miembro y volvió a penetrarla profundamente poco mas allá de la mitad de su verga

– aaaaaaaaaaaaaggggggggghhhhhh, grito la niña al sentirse nuevamente penetrada

– shhhhhhhh, aguanta mi amor, veras que ya después vas a disfrutar y vas a pedir verga, siempre lo hacen decía el resoplando por el esfuerzo y placer que sentía al penetrarla y sentir lo apretada de su conchita, la tomo de la cadera con sus grandes manos y comenzó un mete y saca rítmico, apasionado, un poco rudo pero no salvaje, sacaba hasta solo quedar la cabeza dentro y volvía a entrar metiéndolo tan profundo que tocaba el final del útero

Las gotas de sudor bañaban la cara de Antonio, bajaban por el pecho, los abdominales y su pelvis, bañando las nalguitas de Andrea cada vez que la embestía, el sonido que hacia la vagina de Andrea cada vez el pene de Antonio entraba y salía era audible en toda la habitación, después de varios minutos follando a la nena el éxtasis del hombre estaba al máximo, la velocidad de sus embestidas aumentaban, ya no le importaba si la lastimaba o no.

– aaaaaah señor Antonio era lo poco que podía decir Andrea quien sentía una mescla de dolor y placer al mismo tiempo, el sentir entrar y salir el pene de ese moreno de su pequeña hendidura la hacia estremecer, experimentando por primera ves sensaciones indescriptibles a su corta edad, ella con algunas lagrimas en sus ojitos le pedía que que pare un poco pero el estaba ya concentrado en su propio placer penetrando cada ves mas rápido dándole estocadas cada vez mas profundas.

– si, ya casi mami, ya casi termino goza mi reyna le decía.

Aaaaaaaah diooooooOooos, ya voy acabar, quieres que te llene con toda mi lechita calientica mami? Seguro que si.

Las embestidas aumentaron de intensidad y de velocidad por 5 minutos solamente y hubo una explosión dentro de la niña, varios chorros de semen le inundaron el infantil útero de semen

El hombre se estremecía, convulsionaba, temblaba con cada chorro de semen que soltaba dentro de ella

– aaaaaaaah siiiiiiiii, que riiiiiiiiiiicooooo, diiiiiiioooooos esto es demasiado divino mi amor, tomala toda, toda la lechita de tu hombre, ahora eres mia y yo soy tuyo.

 

– aaaAaaaaau señor Antonio siiiiiii dijo ella mientras sentía tambien su cuerpo convulsionar en el primer orgasmo de corta vida.

El daba las ultimas estocadas tratando de dejar lo mas profundo la miel de sus entrañas en la maltrecha vaginita de ella hasta que se salió ella se desplomo boca abajo en la cama mientras el resoplaba por el cansancio del acto viendo como de las entrañas de la niña salía un liquido blanquecino con algo de sangre.

Cuando ella se recompuso volteo mirando a los ojos a su violador dijo aun con su vocecita cansada

– Sentí algo caliente dentro mio, me orino?

– el rio ante la inocencia de la niña-mujer y le explico lo que le salia a los hombres cuando sentían tanto placer y que en otra ocasión le daría en su boquita para que la pruebe ella quedo con mas interrogantes que respuestas.

El se recostó en la cama aun exhausto, sudado, cansado, agotado por la faena sexual que tuvo y ella adolorida, cansada y llena de los jugos de el, te gusto pregunto el, ella aun resoplando por lo cansada solo asintió con la cabeza. Después de unos minutos el le dijo ven vamos a ducharnos para vestirnos, se esta haciendo la hora para que te lleve a tu casa.

Oye, pero no debes decirle a nadie de esto ok.

Prometemelo

– por que.? Pregunto ella

– porque si no, nos meteremos en un problema.

Ok.

– esta bien.

Me duele mi vaginita

– ya se te va a pasar, fue solo la primera vez, después no te dolerá tanto, te lo prometo.

Los dos se arreglaron y salieron camino a casa de Andrea.

 

Fue solamente la primera de muchas veces que Antonio y Andrea se entregaron a su romance, siempre el mismo dia de la semana y siempre al salir de clases antes de llevarla a la casa.

 

+++++ si les gusto comenten para subir la segunda parte++++