Aimeé Cachorrita Precoz V. Final.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por sexigaleno.
Posterior a sus 14 añitos Aimeé, siguió viviendo aventuras sexuales que la hicieron terminar su relación formal que tenía y tuvo que buscar trabajo para subsistir, y encontró a través de una amiguita de ella uno, en el cual tendría que atender clientes que llegaban a requerir algún servicio íntimo, en una casa de masajes o sea de prostitución, por lo cual ella atendía y mostraba los catálogos de las chicas que estaban en servicio y por lo cual cobraba esos mencionados servicios, aparte que servía alguna bebida a los clientes, mientras las chicas “trabajadoras”, terminaban algún servicio, y así sucesivamente se daban las cosas con ella.
Pero un día de tantos, llegaba un asiduo cliente a esos servicios y le propuso a Aimeé, que quería que esta vez le diera servicio ella, ya que se le antojaba mucho, ya que se veía muy niña, para estar en ese lugar, lo pensó ya que ella ganaba muy poco y pues le ayudaría, el cliente ese, le dijo mira Aimeé, que te parece si en lugar de aquí vamos a mi ranchito y la pasamos bien, y pues cerraron trato, pero eso sería fuera de sus labores en esa casa, y ya una vez al salir de su trabajo la esperó ese cliente y partieron a un lugar cerca de la capital.
Llegaron se tomaron unos tragos, escucharon música de un radio, mientras departían y platicaban, ella iba vestida de una licra ajustadita, ya que se le notaba la zanjita de su entrepierna o sea la rajita muy partida, zapatillas altas, y una blusita ombliguera, lógico ese cliente estaba erotizado de ver a esa miniatura de mujer, ya que a simple vista era una niña, la tomó de la mano y bailaron unas piezas al ritmo de la radio, el tipo le tallaba su pene, a la altura de su ombligo, ya que él era alto y ella baja de estatura, las alturas no combinaban entre ellos, se veía curioso como ese hombre se inclinaba a besar a Aimeé, y ella alzaba su cabeza, para encontrarse y como él se frotaba en el cuerpito de ella, hasta que una de tantas vueltas de baile cachondo, él la sentó en una mesa que estaba ahí cargándola, mientras él se ubicaba entre sus piernas.
Y pues la temperatura subía de manera constante y acelerarte entre ambos, y se sacó su herramienta la cual parecía un badajo de campana y se lo tallaba en la zona íntima de Aimeé, la cual no se lo vio, ya que el lugar carecía de luz y a escuras, ella misma trataba de encontrar esa herramienta que la ponía caliente, pero sin tocarlo, sólo acomodándose a modo que sintiera las picadas y sobaditas que le estaba proporcionado ese sujeto, y así pasaron unos minutos, hasta que por fin el hombre ese, hizo a un lado el calzoncito de Aimeé con sus dedotes y se dio a friccionar el glande el cual parecía la cabeza de un cincel en la vulvita peladita y se lo presentaba como besándole los labiecitos vaginales y se lo retiraba, obvio esto hizo que Aimeé se excitara y mojara en cada pasada el glande del sujeto.
Los gemidos de Aimeé no se hicieron esperar, ya que su voz casi infantil eran coro de ángeles a los oídos de ese hombre, el cual ya no aguantaba las ganas de introducir su badajo, le tomo de las piernitas flacas, se las recargo a sus hombros y buscó en la oscuridad con su miembro el orificio vulvar y al encontrarlo todo baboso por los fluidos de ambos, fue introduciendo ese cabezón y Aimeé le dice, ¿¿¿ ahhh, espera que me estas metiendo ehh ???, me lastimasss, ayyyy, pero al parecer eso lo excitaba más y ya cuando había alojado el cipote en el estrecho agujerito, fue metiendo de una manera decidida todo ese embalaje y Aimeé, sólo gritaba y se retorcía a manera de zafarse de esa intromisión que la lastimaba, ayyyyyyyyyyyyyyyyyy, n oooooooo , sacaloooooooooo, ahhhhhhhhhhhhh, ayyyyyyyyyyy, me estassssssssss matandooooooooo, noooooooooo, ya noooooooo, y lágrimas brotaban de sus ojos, y la respiración agitada de ella, el tipo se quedó quieto, pero con su estaca a la mitad y así la mantuvo, hasta que se daba a mecerse de atrás y para adelante sin meter más de lo que ya había alojado en ese estrecho túnel que se contraía rítmicamente.
Ya una vez calmada Aimeé y al bajar su manita sintió que ese animal incrustado en su vaginita, le faltaba un buen tramo por seguir, el cual no lo aguantaría, por su condición semi-infantil, el tipo le preguntaba ¿ ya no te duele, te abrí mucho verdad ?, así quédate quietecita voy a meter otro pedacito, y otra vez ayyyyyyyyy, ayyyyyyyy, arrrgghhhhhhhh, nooo, ya nooo, ya nooo, ayyyyyyyyyyyyyy, arggggggggggggggg, y pues el hombre ese le incrusto todo lo largo de su hombría y gruesura del tronco felador, hasta que Aimeé dejo caer sus brazos en la mesa y su cuerpo se desmadejo, ya que sus piernas al hombro del tipo se hicieron a ambos lados y así como estaba la siguió retacando de una manera brutal, ya que se le veía como sus labios mayores de vaginita estaban desaparecidos por los empujes y el grosor de ese tramo de carne humana, en eso le levantó otra vez las piernas a sus hombros y como vio que no reaccionaba, le saco ese tallo de su almejita y se lo colocó en el anito y le fue empujando de a poco, hasta que sintió la reacción de ella, e inmediatamente sus gritos de dolor se hicieron presentes.
Ahh, que me haces noooo, por mi colaaaaa, nooooooooooo, dueleeeeee, ayyyyyyyyyyyyy, no seas desgraciadooooooooooo, uyyyyyyyyyyyyyyy, como dueleeeeeeeeee, ayyyyyyyyy, eres una animal y la mantuvo ensartada por la colita, como media hora, ya que se le despegó hasta que le dejó el semen en sus intestinos, pero ahí no para la noche.
Tendió unas cobijas en el piso y la recostó, mientras él se tomaba una copa más de licor, y así mientras Aimeé lloraba por lo que había sucedido y del dolor que sentía en su matriz y ano, por lo que no daba crédito a lo que había pasado, se limpió y en el papel sanitario que se pasó vio que había sangre de su vagina y del ano también le salía sangre con sus heces fecales, ya una vez limpia se tendió a lo largo y se comenzó a explorar y una de sus manos se posaron en su vulva la cual estaba completamente inflamada y sus labiecillos vaginales los sentía hinchados, y la cola ni se diga un hoyo bastante dilatado, en eso ese hombre se le acercó y le dijo, mira ten toma tu dinerito, y la abrazó pero la recostó y le sobaba su pancita, en eso él tomó la manita de Aimeé y se la coloco en su pene, el cual al tacto se empezó a erguir nuevamente, y ella lo palpó centímetro a centímetro y se sorprendió que era una cosa exageradamente larga y gruesa, en eso él se le subió a su cuerpo, y ella lo forzaba a que ya no quería más, que estaba muy lastimada, pero eso lo encendía más, hasta que por fin se le encimo y empezó a frotarse en su lampiño pubis de Aimeé, y una de sus piernas se incrustó entre las de ella, las separó y se colocó entre las mismas.
Y ese tallo carnoso se posó en la vulvita y comenzó a friccionarse, en eso el bajó su mano y lo puso en dirección a su estrecho y adolorido orificio vaginal de Aimeé y se lo incrustó entre los labiecillos inflamados, y fue tomando camino a su interior, mientras los quejidos de ella, que no eran gemidos de placer se dejaban escuchar en esa habitación y, yaaaaaa, yaaaaaaaaaaa, ayyyyy, nooooo, dueleeeeeeeeeeee, arghhhhhhhhhhhhhhh, ayyyyyyyyy, todo se le nubló a Aimeé y se desmayó nuevamente, pero ese perforador comenzó a oradar su maltrecha vagina por espacio de una hora, mientras inconsciente ella recibía una exagerada dotación eyaculadora que le rebalsó y así el tipo ese, encontró acomodo y se dispuso a dormir con su pene bien encajado en ella, hasta altas horas de la madrugada, hasta que ella se zafó de ese martirizante músculo venoso se levantó, se limpió se dio a vestirse, pero con dolores anal y vaginal; esa hasta ahora ha sido una de las experiencias más significativas en la vida precoz de esta chica.
Ya una vez pasado ese martirio y después de acudir a revisión con un servidor que escribe, la tuve que intervenir quirúrgicamente, ya que a raíz de los últimos sucesos, se le detecto un desgarramiento interno y se le tuvo que hacer una pequeña reconstrucción en su útero, y ahora la cabroncilla anda copulando otra vez, pero por el ano, ya que le gustó sentir carne en sus intestinos.
Nota:
Aimeé les recomienda a las chicas que lean este relato, que prueben por el culo, que se van a engolosinar como ella, según dice que es fantástico que se la ensarten por atrás.
Bueno amigos es el fin del relato, espero haya sido de su agrado, espero sus breves pero sustanciosos comentarios en el panel de esta parte, saludos y hasta pronto, su amigo y servidor Sexigaleno.
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