AINARA Y LOS ALBAÑILES
Como un descuido familiar es aprovechado por un viejo albañil para aprovecharse de una pequeña de 8 años.
En un barrio de mala muerte en el corazón de la ciudad vivía Ruth y sus tres hijos. Dos varones Felipe de 17 y Sergio de 14 años respectivamente y una niña de 8 llamada Ainara.
Héctor era el padrastro de Ainara la acosaba con la vista, jamás intentaba algo con la niña, pero no podía dejar de verla cuando la chiquilla andaba por la casa con ropas cortas. El viejo de casi 50 años se masturbaba en honor a su hijastra.
La mama de la niña tenia un puesto de comidas en los alrededores de un fabrica que elaboraban ropas de exportación. allí la mujer pasaba casi todo el día, solo descansaba domingos. Héctor trabajaba de albañil.
Los hermanos de la niña eran unos amantes a los deportes, uno practicaba natación y el otro el de 14 le gustaba el basquetbol. Y se pasaban el día en el colegio y luego al terminar clases se iban a sus entrenos. Ambos jóvenes estaban en la selección tanto de básquet como de natación. El colegio donde estudiaban participaba en los juegos estudiantiles por generaciones.
Ainara era una niña hermosa, algo gordita pero muy bonita de la cara. Poseía unas piernas gruesas y duras. Su piel era blanca y su cabello negro claro. Sus labios eran muy gruesos y sus mejillas la hacían ver más tierna y gordita. Aun no tenía senos, pero se notaba que pronto le comenzarían a nacer. Los mejores atributos de la niña eran su carita linda, sus piernitas y su enorme culo. Era ese culo que a su padrastro lo tenía enloquecido. La niña acostumbraba a vestir sencillamente, en un año la niña creció muy rápidamente. Eso la obligo a usar ropas ajustadas. Sus shores y blusas eran muy pequeñas. Casi todo su armario era de ropa vieja ya que no tenia Ruth para comprar ropa por el momento. Ya que comprarle a la niña tenía que comprarles a los varones también.
Tenían pocos recursos económicos y Héctor había días que no tenia trabajo y le tocaba ayudar a Ruth en el puesto de comida.
La rutina de la familia era. Ruth trabajaba de lunes a sábado de 6 am hasta las 5pm en el puesto de comida, Héctor por días trabajaba y cuando no estaba en el puesto ayudando a Ruth. Los chicos sus clases por la mañana de 7am a 12m y por la tarde los entrenos, de 2 a 5 pm que eran lunes, miércoles y viernes. Una vez al mes les tocaba entrenar sábados. La niña que estudiaba 2 grado de primaria no hacia mas que ir a la escuela y a la salida se iba también al puesto de comida de su mama.
Ainara nunca pasaba sola.
Pero un cierto día todo cambiaria la pequeña Ainara.
En la colonia donde ella vivía habían comenzado una construcción de edificio para apartamentos de alquilar para alumnos universitarios. Cerca de esa colonia había una universidad privada.
El dueño del terreno se llamaba Darío. Era un señor que tenía una buena posición económica y compro el terreno para elaborar dicho proyecto. Darío contrato a un ingeniero para hacer los planos. Y este ingeniero contrato la mano de obra para la construcción del edificio que constaría de tres niveles y en cada nivel 6 habitaciones con baño propio en cada habitación. Era un proyecto estipulado para seis meses máximo de construcción. Era como un hotel.
A principios de febrero la construcción del hotel comenzó. Entre los obreros que fueron a trabajar estaban Miguel un hombre de 40 barrigón y que le gustaba fumar marihuana, Alfonso un viejo de 60 flaco y alto que era amante del alcohol. José un hombre flaco y desarreglado todos los días de la semana y todas las semanas del año, y no sabía hacer nada y por eso siempre era el ayudante del ayudante a sus 48 años y el mas pervertido y mujeriego de todos era Toño. Un hombre de 52 años barbudo de piel morena y con varias verrugas en su rostro y que era él se iba todos los viernes a beber licor o cervezas a los burdeles mas peligrosos de la ciudad. El era el capataz de la construcción.
El horario de trabajo era de 8 a las 4 de la tarde y sábados de 7 a 11 de la mañana.
Por los horarios ni los de la construcción conocían a la familia de Ruth ni la familia de Ruth sabían de la existencia de esos albañiles.
El puesto de comida quedaba a 20 minutos de la casa de Ruth caminando.
En cierta ocasión Héctor le dio curiosidad por ir husmear en la construcción, su idea era encontrar trabajo porque no mucho le gustaba estar en el puesto de comida. Una mañana de martes se fue a media mañana a preguntar si había trabajo para el y Toño quien fue que lo recibió le dio un rotundo NO.
Héctor regreso al comedor ayudar a su mujer. A mediodía Ruth o una de las muchachas que trabajaban en el comedor iban por la niña a la salida de la escuela.
- oye Ruth sabias que hay una construcción de un hotel cerca de donde vivimos?
- no, no sabía. Deberías de averiguar si podes trabaja allí.
- si, hoy fui temprano y me dijeron que no.
- Y dónde queda esa construcción?
- Cerca de la venta de helados.
- Mandare otro rato a una de las muchachas allí para que ofrezcan la comida.
- ok
El mejor momento para Héctor era ver llegar a la niña de sus sueños más eróticos…Ainara.
Vestida de uniforme escolar se veía muy rica. Su pequeño uniforme abrazaba deliciosamente cada parte del pequeño y rellenito cuerpo de la niña. Tampoco le quedaba muy bien que digamos, pero para los hombres pervertidos como era su padrastro el uniforme escolar le quedaba deliciosamente bien. Su culito le quedaba mas paradito y sus piernas lucían bellas debajo de esa falda escolar que no tenia mas de 20 cms de largo. Sus calcetas blancas las usaba hasta unos cms debajo de sus rodillas. Su blusa blanca, su cabello lo adornaba con colitas de colores o listones grandes. A veces parecía que fuese un regalo para alguien, pero no esa era su inocente manera de vestir.
Cierto día Ainara enfermo. Amaneció con una calentura extraña que la obligo a quedarse en casa por ordenes de la mama. Ruth le llamo a su suegra para que le ayudara a cuidar a su nieta. La señora acepta no de buena manera, pero acepto solo por la mañana.
En la tarde llegarían sus hermanos a cuidarla.
Por el momento todo iba bien excepto para Héctor que no estaba a gusto saber que, si niña no estaba y el deseando irse para la casa para estar con la niña, pero Ruth no lo iba permitir así que le toco quedarse todo el día en el comedor.
Felipe llego temprano a casa y unos minutos después llego Sergio. A ellos no les gustaba estar mucho en casa peor cuidando a su hermanita. Ainara era para ellos la sirvienta de la casa. Esa tarde Felipe quería comer helado de fresas.
- Ainara ve a la venta de helados y cómprame un helado de fresas y te compras una paleta pequeña para vos. Sergio también le pidió un helado para él.
- Pero yo no quiero ir. No me siento bien Felipe, mejor ve tu.
- Ve tu Ainara si quieres que dejemos ver la televisión.
La pobre niña tuvo que ir porque no quería que sus hermanos le impidieran ver sus programas favoritos de la tarde.
Esa salida le cambiaria la vida por completo a la inocente y deliciosa Ainara.
Eran casi las 2 de la tarde cuando Ainara salió de su casa a la venta de helados que estaba como a 5 minutos caminando entre algunos pasajes de la colonia donde vivía. Pero para llegar a la venta de helados tenia que pasar por la construcción del hotel.
Esa tarde la niña salió con un short de tela fresca, color amarillo y que se le metía por entre las nalgas y le quedaba muy corto como el resto de sus ropas. La blusa era negra de igual forma que su short le quedaba muy corta y muy ajustada a su pecho y espalda. Y unas zapatillas que estaban rotas por el lado de la suela. Su cabello lo llevaba adornado por un listón amarillo que hacia juego con su short. La niña se veía riquísima.
Ainara sin saber lo que estaba a punto de experimentar a sus escasos 8 años se fue a la venta de helados muy confiada y sin preocupaciones que le pasara algo.
En el mismo momento que la niña salió de su casa, Toño también iba en dirección a la misma venta de helados.
5 minutos después, Toño ingresa a la tienda a pedir una gaseosa y justo unos instantes antes de retirarse, Toño queda anonadado al ver entrar a Ainara a la tienda. El viejo no podía creer lo que sus ojos llenos de arrugas y ojeras estaban observando. Era una niña bien bonita y con un aire a inocencia pura. Ainara caminaba de manera natural con sus piernas cerradas y su culito paradito. Su cabello adornado con ese listón amarillo la hacían lucir tierna y sus ropas ajustadas todo lo contrario. Lucia provocativa para su edad.
Toño hizo un contratiempo para quedarse mas tiempo en la tienda y poder apreciar mas a esa deliciosa niña. Se quedo a un lado del mostrador como que leyera el periódico que estaba en el estante.
- Buenas tardes señor Manuel. Me puede vender lo que traigo en la lista por favor.
Toño escucho esa tierna y casi angelical voz y su verga se le paro de inmediato. Suerte para el que el mostrador le tapaba la parte de su pantalón donde iba guardada la verga de lo contrario lo hubiesen visto con la verga parada.
- buenas tardes Ainara que dicha que vengas por aquí, claro que si princesa ya te doy lo que necesitas.
Toño no dejaba de ver a la pequeña Ainara que media el metro exacto de altura. En la posición que Toño estaba podía ver de perfil todo el cuerpo de la niña. Su carita su pancita y ese culote paradito que se le veía delicioso con ese short tan ajustado que usaba esa tarde.
Ainara noto la presencia del señor que tenia a su lado izquierdo y con toda la pena del mundo medio lo vuelve a ver, la niña observa como ese viejo le sonrió muy coquetamente y ella rápido regresa su mirada al frente del mostrador.
Toño decide salirse de la tienda antes que la niña salga, su intención es seguir a la niña y -saber dónde vive. Tres minutos después sale la niña de la venta de helados muy contenta comiéndose su paleta de sabor chicle y en la otra mano el encargo de sus hermanos.
Ainara sin darse cuenta que un viejo la viene siguiendo camina sin preocupación de regreso a casa. Ingresa al primer pasaje que son cuatro en total para llegar hasta su casa. Luego llega al segundo que se dónde está la construcción y justo en ese momento una maquina concretera es encendida y eso asusta a la niña y por reflejo suelta la bolsa donde llevaba los helados de sus hermanos. Estos caen al suelo y ensucian y se echan a perder. Ainara de inmediato se pone a llorar por lo sucedido. De pronto escucha una voz a sus espaldas.
¨Qué te sucedió preciosa? ¨
Ainara regresa su mirada a donde proviene la voz y reconoce al hombre que le hablaba. Era el mismo que le sonrió en la venta de helados.
Ella con toda la inocencia del mundo le contesta olvidando los consejos de su madre que no le debe hablar a extraños.
- a extraños Se me cayeron los helados de mis hermanos, ellos me van a regañar o querer pegar. a extraños.
- tranquila preciosa yo no voy a permitir eso, yo te voy ayudar.
Toño tenia una oportunidad de oro en ese instante y no iba dejarla pasar.
- Como me va ayudar señor?
- como tu quieras mi amor, si quieres regresamos a la venta de helados y te los compro de nuevo o te doy el dinero para que tu los compres. ¿Qué dices preciosa? Acepta porque si no tus hermanos te van a pegar.
Ainara sabia que ese señor tenía razón así que sin tanto pensar acepto la ayuda del extraño.
- Está bien señor ayúdeme por favor.
- claro que si preciosa, pero tendríamos que entrar a mi trabajo para ir a traer el dinero y no te puedo dejar aquí porque aquí pasan tractores y camiones grandes que te pueden atropellar, mejor entra conmigo y vamos a traer el dinero juntos.
La niña acepta sin pensar que estaba cometiendo el segundo error de su vida.
Toño la toma de la mano y así entran a la construcción por la parte de atrás. Él no quería que nadie lo viera entrar con esa niña a la construcción. Aunque él era el jefe, pero no quería metiches para así poder hacer lo que tenia en mente con la niña.
Felipe y Sergio ni se acordaban de su hermana, ellos observando un partido de futbol en la televisión sin imaginar que su hermanita un pervertido la estaba introduciendo en una construcción para aprovecharse de ella y de su inocencia. Ya eran las 2:20 pm, ya tenía 20 minutos que Ainara salió de su casa con rumbo a la venta de helados y quien sabe a que hora regrese a casa con el mandado de sus hermanos.
Toño lleva a la niña hasta la parte de atrás de una bodega improvisada hecha de laminas viejas y cuartones de madera. Esta bodega está detrás de unos árboles. La construyeron allí para que la hora de almorzar sea un lugar fresco para todos. Dentro de la construcción había unos diez hombres. A medida que la construcción avance se sumaran más obreros.
- ven preciosa te voy a cargar para que lleguemos más rápido donde tengo el dinero.
Toño carga en sus brazos a la pequeña Ainara y puede sentir con su brazo el culo durito que la niña posee y con sus dedos logra tocar las también duritas pantorrillas que esa deliciosa niña tiene también.
Ainara se deja llevar hasta el fondo de esa fea bodega, ella eso no le importa ella solo necesita ese dinero para volver a comprar los helados de sus hermanos.
Luego de casi dos minutos caminando dentro de la bodega llegan al fondo donde guardan el cemento para la construcción. Esa parte solo puede llegar el por ser el capataz y así evitar que se roben las bolsas de cemento.
Allí baja a la niña al suelo.
- ok amor ya estamos aquí y quiero que hagamos las cosas rápido ok?
- sí señor.
¨esta niña está bien rica y aunque sea una mamadita de verga que me dé por un par de dólares quedo feliz¨
Eran los pensamientos de Toño al estar con esa pequeña a niña en el fondo de la bodega.
Ainara no tenia ni la mas remota idea de lo que tenía que hacer por dos dólares que el viejo le iba a dar. La niña cuidada por todos menos por sus hermanos estaba a unos minutos de mamar su primera verga. Ni su mama, ni su padrastro ni mucho menos sus hermanos sabían que su niña estaba a punto de desvirgarle la boquita.
- iré al grano princesa yo te doy los dos dólares para que compres tus helados para tus hermanos y te regalo 3 dólares mas para ti a cambio que me hagas un favor.
El viejo comienza de bajarse el súper de su pantalón sucio y con olor a tierra y cemento. Ainara observa lo que el viejo esta haciendo y se asusta.
- ¿No señor que hace?
- no preciosa yo no hare nada mas que estarme quieto, tú eres la que tiene que hacer algo conmigo.
Terminando de decir eso el viejo Toño se saca la verga de su roto y maloliente calzoncillo que una vez fue blanco a hora es negro gris y hasta con hedor a miados y mierda. Caso contrario Ainara bien perfumada, bañadita y con sus ropas limpias, aunque viejas pero limpias. Y su calzoncito blanco que se le quedaba como tanga por lo pequeño que era y era su preferido ya que tenía dibujos de princesas, así como ella se veía en el espejo. Princesa que estaba a punto de estrenarse como mamadora de verga.
- No señor no voy hacer eso, me pueden regañar y mi mama me va a castigar.
- no niña hermosa nadie te va castigar porque nadie sabrá que estas aquí conmigo. Es nuestro secreto.
Ainara no dejaba de ver esa enorme verga que el viejo Toño se había sacado de su pantalón. Tenía casi los 20 cms de largo por unos 6 de grosor. La cabeza era como de hongo y era venuda color negroso adornada con una mata de pelos púbicos blancos y negros. La niña respondía, pero su mirada estaba fija en esa verga gorda y fea que tenia frente a ella. Nunca había visto una verga en su corta vida y ahora por cosas del destino tenia la primera frente a ella y la tenia como hipnotizada.
- No señor, por favor no me haga hacer eso, yo no quiero.
Ainara comienza a sollozar suplicando que la dejen ir, pero el viejo Toño no dejara ir esa palomita tierna de sus garras tan fácilmente.
Toño se acomoda entre las bolsas de cemento. a forma que la niña le quede justo frente a su verga aun estando ella de pie. El viejo abre sus piernas y con una de sus manos comienza a masturbarse la verga y con la otra le indica a la niña que se acerque.
Ainara no quiere acercarse ya le dio miedo la situación y comienza a llorar para intentar convencer al viejo para que se vallan de allí pero el viejo Toño no permitirá que esos llantos le cambien los planes.
- ok chiquilla si no quieres darme besitos en mi verga te voy a llevar a tu casa y les diré que entraste conmigo aquí y que me pediste dinero para comprar helados y allí si te castigaron y te azotara tus padres. ¿Así que tú decides princesa si me das besitos en la verga y te ganas 5 dolares o que te azoten por estar aquí?
Ainara sabia que su madre era bien enojada y si se enteraba que estaba allí con un desconocido le iba a ir muy mal aparte que sus hermanos también la molestarían por mucho tiempo así que no tuvo mas remedio que aceptar la indecorosa propuesta del viejo Toño.
Entre lagrimas y con toda la inocencia del mundo en una niña de 8 años la pequeña Ainara acepta besarle la verga al viejo a cambio de esos valiosos 5 dolares que el viejo le a prometido.
Dos de los obreros vieron entrar al viejo con una niña a la bodega unos minutos atrás, y de forma cautelosa entran a dicha bodega para averiguar que sucede. La bodega es grande y amplia y con mucho cuidado entran paso a paso buscando al capataz y a la niña. Ellos ya se hacían sus propias conclusiones.
¨ese Toño seguro que le está haciendo algo a esa niña te lo puedo asegurar¨
¨yo creo que no es una niña quizás era una mujer enana¨
¨no seas pendejo yo la vi bien y es una niña gordita, y estoy seguro que están por aquí, ándate despacio que yo quiero encontrarlos¨
Ambos obreros son Alfonso y José.
Poco apoco se iban acercando al fondo de la bodega entre materiales de construcción que allí estaban guardados, cuando de pronto escuchan una voz….
¨si princesa que rico mamas preciosa¨
Glop, glop, glop, glop, seguidos de unos tosidos… era lo que escucharon Alfonso y José.
¨sigue preciosa que te estas ganando los 5 dolares bien fácil¨
Alfonso no puede creer lo que encontró al fondo de la bodega. Su amigo y patrón estaba sentado en unas bolsas de cemento con la verga por fuera y a una niña rellenita de piel blanca mamándole la verga a voluntad.
Ainara tenia la mitad de esa gorda y enorme verga dentro de su boquita, sus hermosos y carnudos labios succionaban como podían esa verga de viejo. El hedor ya lo toleraba, ya se había familiarizado con esa verga. La inocente Ainara no tenia ni idea que eso no tenia que hacerlo a su edad, pero por necesidad y ese dinero para comprar los helados de sus hermanos tuvo que hacerlo.
Toño se acomoda mas sobre las bolsas de cemento y toma a la niña por sus mejillas con ambas y gruesas manos. La acaricia suavemente el rostro, su cabello, sus inexistentes pechitos, y la espalda. Acerca un poco mas a Ainara a su verga para que le chupe mas adentro y para aprovechar tocarle el culo durito y enorme que esa niña de 8 años tenía.
Alfonso y José no podían creerse lo que Toño estaba haciendo con esa niña. Sus vergas también se estaban cobrando vida al ver tan deliciosa escena entre esa niña y su amigo el capataz.
Ainara ya no se quejaba, eso de chupar verga de macho no es tan malo, nunca lo había hecho antes pero tampoco era feo. La niña le estaba gustando el juego de chupar verga por dinero. Siempre y cuando su mama y sus hermanos no supieran ni sus compañeras de la escuela.
Toño ya tenia 10 minutos con la verga dentro de esa hermosa y deliciosa boquita de Ainara y la niña al parecer se había olvido de irse, hasta ella se acercaba y se acomodaba el pelo para que no estorbara en su labor mamadora. 5 minutos después Toño sabia que estaba por venirse y sujeta fuertemente la cabeza de la niña y comienza y un mete y saca de verga feroz en la boquita de Ainara. Fueron 30 segundos de violación bucal que la niña sufrió de parte de Toño. Luego de eso Toño deposita en la garganta de Ainara 4 chorros de espeso semen caliente que van en dirección a la pancita de la niña. Ainara no hace nada por impedirlo y se deja hacer lo que Toño le plazca.
Justo en ese momento el teléfono familiar suena en casa sacando a Felipe y Sergio de su momento de Futbol.
- Alo
- Alo, Felipe como sigue Ainara?
Felipe sabia que si su mama se enteraba que la niña andaba fuera de casa la pasaría muy mal. Le toco mentir.
- alli dormida mama.
- bueno cuando se despierte decirle que me llame.
- Si mama yo le digo.
Felipe y Sergio se acuerdan de su hermana, pero no intentan ir a buscarla. Ellos prefieren el futbol en la televisión que ir a buscar a una mocosa.
Mientras tanto en la construcción Ainara se limpia los residuos de semen que tiene en sus labios y los escupe con asco.
- que rica chupada de verga me diste princesa, por eso te has ganado 5 dólares. Te propongo que vengas mañana si quieres que te de otros 5 dólares y así tendrás dinero para que te compres todas las paletas que quieras.
- no se señor, mis hermanos y mi mama no me dejan salir mucho.
- no seas tonta escápate y vente mañana a la dos de la tarde yo te estaré esperando donde botaste la bolsita de los helados. ¿Y prometo darte 10 dólares que dices princesa?
Ainara al escuchar la palabra diez dólares se la abrieron los ojos como platos y su emoción fue inevitable para ella y para Toño que noto la alegría como recibió la propuesta.
- Si me logro escapar vendré mañana, pero ya me tengo que ir.
- si esta bien preciosa vete y mañana regresas
Alfonso y José salen de la bodega sin ser vistos por nadie. A lo lejos observan salir a Toño y Ainara por la parte de atrás de la construcción que da a los pasajes.
Toño acompaña a la niña de nuevo a la venta de helados y la espera afuera para que no lo vea el que atiende la heladera.
Ainara regresa con los nuevos helados para sus hermanos muy feliz. Toño de lejos camina detrás de la niña en manera de cuidarla y que lo vean con ella. Ainara de pronto sale corriendo con mucha alegría a su casa no sin antes de despedirse con un saludo de mano a lo lejos de su amigo Toño.
Toño regresa a trabajar y Ainara llega a su casa con los helados para sus hermanos.
Al entrar la niña a la casa es cuestionada por su hermano Sergio.
- Donde andabas Ainara porque te tardaste tanto?
- me quede jugando con una amiga a la bici.
- mi mama llamo y le dije que estabas dormida, te digo por si pregunta ella no le vallas a decir que estabas afuera.
- no diré nada.
La niña llamo a su madre, le dijo que se sentía un poco mejor pero jamás dijo que esa tarde un viejo de 52 años la había desvirgado de la boca con una verga de macho. Se guardo el secreto quizás porque quiere volver a estar con ese viejo o será por el dinero que le prometió …
Ainara entra a su cuarto y saca los 3 dólares que le dieron de cambio en la venta de helados, no puede creer que le hubieran regalado 5 dolares esa tarde mucho menos dejar de pensar en lo que hizo o mejor dicho la pusieron hacer, nada mas y nada menos que mamar la primera verga de su vida y a los 8 años…
¨diez dolares me dará mañana, que emocion¨
Continuara….
Y así se inicia una nueva putita
Si por favor continua esto esta muy cachondo
Hola BLACK SHADOW que gusto poder LEER un NUEVO RELATO, una SAGA NUEVA, que deliciosa niñita ya esperando las cosas nuevas que va a experimentar, debe ser unas rica cogida que le van a dar a esa niñita
Escribe más de esta putita plisss