Andrea (I)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hacia ya seis meses que salia con Andrea y habiamos congeniado a la perfeccion, tanto intelectual como sexualmente. Ella vivia no muy lejos de casa, nunca antes habiamos conversado, pero nos conociamos de vista. Al ser un pueblo no muy grande la mayoria de la gente se conoce, por tener lugares comunes donde ir a comprar alimentos o pagar impuestos, etc.
Andrea vivia con su madre que estaba separada desde hacia dos años, y su padre vivia en el sur haciendo su vida y raras veces se comunicaba con su exfamilia.
Irma asi se llamaba la madre de mi novia, era una mujer esplendida de cuarenta y pico de años, los cuales no habian mellado sus encantos, es mas le habian dado la belleza y sensualidad que ninguna jovencita por mas linda que fuera podria imitar, algo etereo que se forja con los años y que algunas mujeres lo saben obtener de la vida. Y ella era fiel muestra de mis palabras.
Al hacernos mas intimos, yo entraba en su casa como en la mia. Y muchas veces hicimos el amor en el cuarto de Andrea cuando la madre estaba en el trabajo. No puedo precisar el momento exacto de mi fascinacion por la madre de Andrea, pero mis ratones, dieron rienda suelta a mis fantasias. Sin desatender mi papel de novio, mi atencion se iba centrando en Irma.
Una de mis primeras experiencias en ese campo fue, un detalle que anteriormente no habia reparado. Ella siempre dejaba las bombachas en el baño, despues de bañarse al regresar del trabajo. Mi novia y yo siempre la esperabamos con un mate y veiamos television en el comedor, comentando las cosas que nos habian sucedido ese dia. Cuando ella tomaba asiento en la sala, yo me dirigia al baño, mientras Andrea conversaba con su mama. Ya antes de entrar estaba excitado, y despues sentado en el inodoro tomaba su bombacha en mi mano, rodeaba mi pija con ella, que ya estaba super caliente y comenzaba a pajearme lentamente cerrando los ojos, tratando de que esos minutos sean los mas largos y sentidos, pensaba en que esa tela que se estaba mojando con mis jugos, habia estado cubriendo su conchita, y como ya dije, pensaba que con sus cuarenta años estaba de lo mas deseable y por ser separada seguramente de lo mas caliente y deseosa, lo cual me propuse descubrir.
Ya no solo me pajeaba con sus bombachas, sino que seguia todos sus movimientos, revisaba los cajones en los cuales guardaba su ropa interior, y oliendolas me la imaginaba y terminaba acabando sobre sus prendas. Llegue a saber que color de bombachitas llevaba en cualquier momento del dia. Cuando cenabamos, si llevaba una pollera corta siempre se me caia algo debajo de la mesa, por que me fascinaban sus prendas pero mas me gustaban verselas puestas. No desperdiciaba un instante con tal de mirale sus bombachas, llegando a ver como cubrian su intimidad y ese agujerito que se le formaba entre sus labios vaginales, o alguno de sus vellos pubicos.
Con el tiempo me di cuenta que ella sospechaba de mi conducta y descubri que estaba muy lejos de su disgusto o desagrado, llegandome incluso a alentarme en ese juego. Me di cuenta de su cambio hacia mi por que me resultaba mucho mas facil encontrar sus prendas y lo confirmo el dia que al salir del baño nos cruzamos en la puerta y me dijo:
-Parece que hoy tenemos prisa, por entar no?
Con una sonrisa tentadora y llena de picardia. Y sonrei rojo de vergüenza.
-Entra, yo a tu edad tambien estaba siempre apurada…
Cuando entre habia dejado su bombacha recien usada, como regalo sobre la tapa del inodoro, me la acerque a la nariz para oler el flujo de su entrepierna, en parte seco y algo humedo, envolvi mi pija con ella y me pajee sin importarme si quedaba llena de leche. En ese instante llamo a la puerta Irma y me apresure a abrirle.
-Vine a buscar mi bombacha. No la viste?
-si , pero se me acaba de caer en el suelo y esta mojada.
-No importa, la tengo que lavar.
Y al verla se dio cuenta de que estaba blanca y llena de leche, entonces agrego mirandome. Claudio yo no me imaginaba que…
-Mama, ya comenzo tu programa …
Por suerte interrumpio ese momento, Andrea, desde el comedor.
-Ya voy mi amor. Y sosteniendo la prenda dijo.
-Bueno… de esto vamos hablar otro dia, no te preocupes, ahora vamos al comedor.
Al terminar la serie, todo fue normal, mi novia y yo seguimos charlando y mi suegra se dispuso a realizar la cena. Como a lo quince minutos fui hasta la cocina y le pregunte si necesitaba ayuda, pero lo que yo realmente queria era saber como habia quedado la situacion y adivinar cual iba a ser su proceder.
-la puedo ayudar?
-No la salsa es facil de hacer…
O mejor si, cuidamela mientras me cambio, revolve de vez en cuando para que no se pegue abajo.
-nena!!. Llamo la atencion de su hija que esta, en la otra habitacion.
-Si ma…!
-Por que no vas a comprar pan?, No pongas esa cara, si es aca nomas.
-Esta bien ya vuelvo.
No habian pasado tres minutos cuando ella regresa de la habitacion, cuando la vi tuve que aguantar la respiracion y tratar de no parecer un tarado, la situacion era normal, pero mi cabeza funcionaba a mil.
Ella se puso una pollerita no muy corta pero con vuelo, que la hacia muy sugerente. Cuando prendio el horno, con el trasluz que provoco la bombilla pude seguir al detalle sus piernas y entrever su bombachita rosada de algodon. Creo que ese dia comenzamos a jugar un mismo juego.
Su caracter no cambio mucho, solo como para que me diera cuenta yo, lo cual me excitaba mucho mas.
En la mesa hablabamos y discutiamos algun que otro programa politico, pero yo en realidad estaba muy duro, me temblaban las rodillas, no sabia que hacer y a la a vez estaba ansioso por la situacion.
-que te pasa Claudio?
-Nada mi amor.
-Quizas no te gusta la comida.
-No para nada, al contrario, ya sabe como me gusta su cocina. Creo que es tan solo un dolor de cabeza pasajero. En realidad eso espero. – – En ese instante, se me cayo un cuchillo y no fue como otras veces ex profeso, fue de distraido.
Quede inmovil, mientras ellas seguian hablando. – – Por un segundo Si es pasajero, con una aspirina ya esta. Si no es mal de amores.
Mama. No digas eso que yo lo cuido muy bien.
Agachado debajo de la mesa, no pude evitar tratar de mirar sus piernas, y para mi sorpresa ella las separa un poco mientras continuaba hablando con Andrea, dejandome ver su bombachita y el vello del pubis que la abultaba un poquito y en ese instante, que para mi duro un siglo, cruzo las piernas no sin antes abrirlas mucho mas pudiendo ver que en el centro de sus labios estaba mojada por sus flujos, dando con ello fin a su funcion.
Pocos minutos despues pedi disculpas y me dirigi al baño y alli, pardo me la saque y comence a pajearme, todavia no habia terminado, cuando oi que tocaban a la puerta.
-Soy yo Claudio, Te sentis mucho mejor ahora?
Ese ahora me parecio con un doble sentido, entonces respondi con la vos ligeramente cambiada, par que pensara realmente lo que estaba haciendo, porque en ningun momento deje de pajearme.
-Si Irma, ahora me siento mucho mejor..
-Barbaro! Viste que yo tenia razon. Cuando acabes… veni a la mesa. Yo voy por el postre y una aspirina, por si todavia te hace falta.
-Bueno, gracias, ya termino.
Lo cual era verdad y de que manera: Un torrente blanco sobre los azulejos!
Autor: Anonimo
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