ÁNGELES O DEMONIOS: MARIO
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por rxxa4.
Al otro día, la clase a punto de comenzar, es interrumpida por la coordinadora de servicios educativos de primaria.
– Maestro buen día, vine a informarle que Valentina no vendrá a clases lo que resta de la semana, pues ella y su familia tuvieron que viajar inesperadamente por una situación que atañe a los padres.
– la mujer daba las malas noticias a Sebastián.
– Muy bien, gracias por avisar maestra.
– Contestó con tranquilidad aunque por dentro se sentía mal pues sabía que tendría que esperar varios días antes de poder gozar de nuevo con Vale.
Continuó con la clase tratando de no pensar en ello.
Todos los niños respondían muy bien y se la pasaban de maravilla con su maestro, quien se esforzaba día a día para que los niños de tercero aprendieran inglés.
Dando las 11 de la mañana dejo salir a los niños y preparó todo para la siguiente clase.
El hombre tomo asiento y encendió su laptop para checar rápidamente su correo, pero el ruido de la puerta abriéndose lo interrumpe.
Al levantar la mirada puede ver a un niño ya grandesito, se imaginaba que era de quinto o sexto.
– Buen día, en que puedo ayudarte amiguito.
– preguntó Sebastián al niño de piel blanca, delgado con cabello negro lacio y ojos marrón.
– Buen día profesor.
– contestó al hombre mientras cerraba la puerta y ponía seguro, cosa que le pareció extraña al hombre.
– Vine a decirle que el otro día, pasando por aquí enfrente como a las tres de la tarde, escuché ruidos extraños y me asomé para ver que era.
– decía mientras caminaba hacia el escritorio
En ese momento Sebastián se puso pálido, pues al parecer ese niño había descubierto su secreto.
– ¿Y que fue lo que viste? – Preguntó nervioso el hombre.
– No sé, usted dígame.
– El niño estando ya al lado de Sebastián dijo sonriendo quien no sabía qué hacer en ese momento.
Estaba a punto de dar cualquier excusa cuando de pronto, el niño tomo el asiento del profesor, girándolo hacia donde se encontraba él, se arrodillo y comenzó a desabotonar el cinturón y los pantalones del hombre tomándolo por sorpresa.
– ¿Pero qué haces? – no daba crédito a lo que pasaba.
Con gran maestría el niño logró liberar el flácido pene del maestro y lo introdujo rápidamente en su boca.
El hombre al ver esto se sorprendió, pero no hizo ningún movimiento, pues el jovencito estaba haciendo una mamada sublime, haciendo que su verga cobrara un gran tamaño.
El niño, mamaba, lamía y masturbaba al hombre, haciéndolo sentir en el cielo.
Esa boquita infantil se acoplaba sin problema alguno a la macana del hombre, quien tomó al pequeño de la cabeza y comenzó a aumentar la velocidad de la mamada, haciendo también que su verga llegara a lo más profundo de la garganta del muchacho.
– ¡Oooh si! – Gemía Sebastián – Que rica boquita tienes niño.
Siendo las 11:20 el niño aumentó la intensidad de sus mamadas haciendo que el hombre se retorciera en su asiento pero antes de que tuviera su orgasmo se detuvo y espero a que se calmara un poco.
Después de aproximadamente un minuto el niño se bajo con prisa y al mismo tiempo su short de deporte y su calzoncito e inmediatamente saltó sobre el hombre, quien lo recibió gustoso en sus brazos.
El nene rodeaba al hombre con sus piernas y en esa misma posición tomó la dura verga del hombre, apuntó a su culito y se dejó caer.
– ¡Oooh! ¡Uuufff! ¡Gaaaah! – El hombre gemía sintiendo como su verga iba ganando terreno dentro de los intestinos del niño.
– Mmm.
¡Ah, ah, ah! – el niño comenzó a excitarse y acompañó a Sebastián con gemidos de placer puro.
– ¡Que… cu…li…to más deli…cioso el… tu…yo! – le dijo con gran esfuerzo al niño.
La verga se deslizaba dentro del infante, quien contraía su anito, haciendo que el hombre experimentara deliciosas sensaciones.
Era un vaivén moderado que ambos disfrutaban.
Sebastián nunca se imaginó que el lugar de Valentina sería ocupado esta semana, pero al parecer estaba equivocado.
Tenía a este niño desconocido clavado por su verga, quien por la expresión de su rostro disfrutaba del pene del adulto, además de tener su verguita de 9 cm bien paradita.
De pronto, el pequeño aumento la velocidad de su cabalgata y cuando sintió que la verga estaba en lo más profundo de su ser, se detuvo y apretó como nunca, provocando una venida espectacular por parte de Sebastián.
– ¡Aaaaah! ¡Uuuufff! – alcanzó a gemir el hombre.
– ¡Siiii! ¡Qué rico! – exclamó el niño, dando sus últimas cabalgatas sobre la verga del hombre
Después de llenar sus entrañas con la leche de su maestro, el niño se puso de pie, tomó papel de baño para limpiarse, le acomodó su pene dentro de los pantalones, abrochándolos de paso, se puso su ropa y caminó hacia la puerta, y antes de salir le dijo…
– Me llamo Mario y te espero al rato en el salón 14 para volver a disfrutar, igual como disfrutas con esa niña.
El niño salió del salón y no mucho después el timbre de entrada sonó.
El hombre apenas y se repuso de tan tremendo orgasmo, cuando los alumnos de segundo grado entraron para tomar su clase de francés.
El próximo capítulo será ÁNGELES O DEMONIOS: MARIO II
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