Atracción total por mujeres maduras
No creo ser enfermo mental pero sí admito mi profundo deseo por mujeres maduras y muy maduras. .
Desde muy adolescente siempre he sentido gran atracción por mujeres maduras, me resultaban atractivas y muy sensuales si no era por un aspecto era por otro las amigas de mi madre, en el colegio me quedaba totalmente ensimismado mirando a las profesoras de más edad, me resultaban totalmente atractivas. Por supuesto nunca tuve sexo con ellas, pero me resultaban irresistibles. Confieso que mi mayor deseo de una madura era la madre de mi mejor amigo, para mi era irresistiblemente atractiva. Pasaron los años y ese deseo era casi obsesivo. La amistad entre ese amigo de principio de la adolescencia y yo con el tiempo se fué diluyendo, cada uno busco nuevas amistades y ya a los 17 años solo nos veíamos y saludaba Mos como vecinos. Sin embargo su madre siempre me tuvo gran afecto.
Cierto día y de una forma totalmente fortuita coincidimos en un comercio, nos saludamos de forma afable y nos preguntamos como nos iba. Ella me dijo que tenía apuro por no llegar a un comercio para algo suyo. Me ofrecí y la acerqué en mi vehículo. Esperé a qué terminará su recado y regresó al vehículo, me atreví a invitarla a un café y afortunadamente acepto. Cuando nos despedimos, de una forma amable y atrevida le dije si le apetecería tomar en otro momento otro café conmigo. Para mi total sorpresa me dijo que si, concretamos dos días después. Ese día y a esa hora le esperé en el lugar que ella prefirió. Dimos un paseo en coche, charlamos de cuando su hijo y yo éramos niños, todo era realmente agradable. Decidimos ir a una cafetería terraza, tomamos una cerveza y ella me aceptó otra más. Ya de regreso a nuestras casas mientras esperaba un semaforo en rojo no pude más y cometí la locura de besar sus labios. Ella se molestó y quedó algo molesta conmigo. Me sinceré y le confesé que siempre me había resultado la mujer más irresistible que existe. Cuando nos despedimos le dije que por favor me perdonará y aceptará otra invitación. Ella accedió, quedamos al día siguiente. Paseamos de nuevo en vehículo, esta vez algo más lejos, tomamos algo y ahora si te tomé de la mano y besé sus labios y no me rechazó. Ya en el coche nos abrazamos, le besaba con amor y ternura y sentí que nunca jamás ninguna mujer me había besado de esa manera tan erotica y particular, acaricié su pelo, sus mejillas, le miraba y le confesaba todo lo que sentía por ella. Debes daber que en ese momento ella había cumplido 69 años, no miento. Le acaricié su cuello y baje hasta su blusa, notaba sus senos hermosos, grandes, evidentemente de una suavidad flácida pero totalmente deseables para mi, con deseos de seguir pero ya sin tiempo regresamos y nos emplazamos para otro día. Cuando nos encontramos de nuevo, todo fué diferente, nos besamos al vernos, otro paseo, nos tomamos de la mano y me permitió acariciar sus muslos, solo de una forma decente pero aquello me abría muchas esperanzas, paseamos por la costa unos lugares poco transitados, paramos y contemplamos el mar, me dejó besarla, me correspondió, jamás nadie besará como ella, sus besos son divinos. Donde habrá aprendido? … Siempre me lo pregunto….
Le acaricié, notaba también de su deseo, desabroché su vestido y acaricié su sujetador…. Era una auténtica locura lo que me estaba sucediendo. Pasaron unas personas muy cerca de donde nos encontramos y ambos nos sentimos incómodos. Regresamos dos días después. Era sábado y nos encontramos a una hora prudente en la mañana. Dimos un largo paseo, ya como auténticos amantes, mientras conducía iba cojido de su mano, cuando podía besaba su mejilla, sus labios y le confesaba lo linda que es, acariciaba su pelo en cuanto podía, la admiraba… Paramos en varias lugares y nos besamos con pasión. Ella contaba anécdotas que yo no recordaba de cuando su hijo y yo éramos inseparables. Continuamos a lugares alejados a nuestras casas, paramos en un estacionamiento y entre caricias y besos desabroché su blusa y unos minutos después su sujetador, sus senos me resultaron los más apetitosos del mundo, se los acaricié, se los besé. Era auténtico maná lo que me ofrecía. Recibió una llamada de su hija y mientras la atendía, por Internet desde mi teléfono reservé un hotel, sin que ella lo supiera. Seguimos ese paseo, y bajo su ignorancia yo me dirigía a ese lugar, al llegar le dije que si me aceptaba una copa en el bar del hotel, busqué una excusa y fui a recepción, me recepcióné y con alguna excusa de enseñarle el lugar subimos en ascenso hasta la habitación, como dos enamorados. Le mostré la habitación y ella no lo creía, le daba gran apuro y vergüenza, no lo esperaba. Me dijo que si tomábamos una copa más, estaba muy nerviosa. Después de esa copa regresamos a la habitación y ya a solas, la abracé, nos besamos, que maravilla de besos, que locura, como una mujer de su edad puede besar de una forma tan sensual. Le quité su blusa, su sujetador, estaba nerviosa pero le apetecía. Besé su cuello, su pelo, sus mejillas, sus labios, sus oídos… Con auténtico deseo…. Sus senos…. Que cosa tan maravillosa, su vientre que me vuelve loco. Me desnudé y le baje su falda…. Que locura de muslos…. De mujer madura…. Blancos, suaves, con esa suavidad que da la edad madura, acaricié sus nalgas sobre sus bragas de mujer madura pero muy hermosa., nos te dimos en la cama, sin hablar, solo había deseo. Le besaba desesperadamente, me apreté a ella para que notará mi cuerpo y mi pene excitado y duro. Baje hasta sus muslos y se los besé, sus piernas, sus pantorrillas subí entre sus piernas y besaba cada milímetro de piel. Ella permanecía callada, solo notaba su jadeo y de vez en cuando gemia de una forma muy íntima. Busqué con mi boca su sexo….. Que maravilla, no hay lugar en el mundo más agradable…. Era calentito, tan agradable que sentía estar en el paraíso. Besé su clitoris y jugaba a pasar mi lengua entre sus labios…. En un principio noté que estaba poco jugoso pero poco a poco se excitó tanto que ahora sin hablar, gemia casi sin poderlo reprimir, a cada momento se retorcía de placer y de repente coje mi cabeza y la aprieta hacia ella, que maravilla… Que locura…. De repente noto que me inunda…. Era un orgasmo totalmente húmedo…. Gemia fuerte pero reprimida… Acariciaba sus senos, se los tomaba con fuerza, apretaba sus pezones y eso la exitaba más…. Lleve mi pene hasta su vulva…. Y la penetré, con amor, con todo mi cariño pero con todo deseo y desesperación, entre en ella primero suave pero al momento con fuerza, con deseo y profundo…. Ahora ya estaba desinibida, gritaba de placer, nos besabamos, le decía que le amaba profundamente y ella me devolvía amor, caricias y palabras de mujer madura enamorada y entregada..
Continuamos… Así algunos minutos, pero era tanto mi deseo que no pude más y la llené profundamente de mi, ella notó mi calor, mi semen en lo más profundo y me regaló el orgasmo más maravilloso que existiera…
Ya después extasiados los dos, acariciando os, me confesó que hacía muchísimos años que no disfrutaba así. Seguimos con caricias besos, jugando con nuestros sexos, besandolos , masturbandolos.
De esta manera, en secreto, siendo amantes llevamos 3 años.
El placer de amar y tener sexo con una señora de 68 años, para mí, es insuperable.
Está experiencia me sucede.
Felicidades por tú relación y la forma en que lo relatas, yo también tuve mi experiencia con mujeres maduras y ellas son muy pasionales y complacientes cuando se les corresponde con cariño, respeto y sinceridad.