Atrapada por mi sobrino (II)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Valeria.
Hola, soy Valeria de nuevo, en la primera parte de mi historia les conte como Ricardo, el joven hijo de un matrimonio amigo, me atrapo en un juego erotico del cual no puedo salir. Ahora les contare como ha ido complicandose cada vez mas (para mi).
Resulta que un par de dias despues de nuestro ultimo encuentro, aquel en el sillon de su sala, me llama por telefono y me pide que vaya esa tarde sin falta. Bastante nerviosa por lo que podria pasar llegue como a las 4, (dijo que a esa hora estaria de vuelta de practicar deporte como todos los jueves). Entre con la llave que me dejaron preguntando desde la entrada por alguien en casa, me respondio el desde arriba, diciendo que se estaba duchando, que subiera y lo esperara un momento. Cuando estuve junto a la puerta del baño pregunte en voz alta por su hermana, me dijo que anda media loca con unos trabajos del instituto y no llegara hasta tarde, que no me preocupe y que lo espere en el dormitorio de sus padres. Cuando iba cruzando la puerta me grita desde el baño
— tia…esperame desnudita.
Senti un subito calor en la cara al oir aquello, entre en la alcoba, estaba con las cortinas cerradas, en semipenumbras, un disco de Enya sonaba suavemente desde algun lugar de la habitacion. Comence a desnudarme, de nuevo aquella extraña sensacion de estar indefensa, de no tener el control de lo que ocurra, esa especie de liberacion de conciencia, esa voz interior que me dice…no es tu culpa, tu actuas obligada, resignate. Cuando termine de desvestirme alli de pie frente al gran espejo, casi involuntariamente lleve la mano a mi entrepiernas, mi concha estaba mojada. En ese momento entro el, venia cubierto con una toalla atada alrededor de su cintura, su cuerpo joven y con pocos vellos, su cabello mojado y desordenado, la cara de deseo que puso al verme desnuda, todo ello me tenia tiritando como una chiquilla. De verdad era algo muy especial ( y nada de desagradable confesare).
Se acerco a mi, me dio un suave beso en los labios y me dijo casi susurrando a mi oido…
–he pensado mucho en ti, quiero que ahora me enseñes a hacer el amor, quiero que tu me lo enseñes, dijo poniendo enfasis en la palabra TU.
Respondi besandolo apasionadamente, mi lengua se abrio paso entre sus labios gruesos refregandose con fuerza contra la suya, me sente en la cama quedando frente a su toalla, "algo" debajo de ella estaba haciendo un gran bulto, puse mis manos en el nudo que afirmaba su unica prenda, se asusto e intento detenerme pero suavemente retire sus manos y continue. Solte el nudo y la deje caer, frente a mi quedo cimbrandose su pico, largo y tieso como un palo, su forrito retraido por la ereccion, y una cabeza rosada y brillante con una gotita de liquido asomando por su punta. Pensar en que ese juguetito no habia sido disfrutado por nadie antes termino con el poco recato que me quedaba, me acerque y le di un tierno beso en la punta, luego me retire para mirar su cara, un hilito de liquido se estiro entre mis labios y su cabeza. El me miraba con una mirada mezcla de calentura y timidez.
Pase la lengua por mis labios, el sabor de su liquido era delicioso, hasta diria que casi dulce, mientras lo saboreaba, con mi mano derecha tome su tronco y comence a pajearlo lentamente llevando hasta atras su forro, lo que ponia mas grande y brillante su cabeza, abri mi boca y la introduje en ella, mi lengua recorria aquella cabeza por todo su contorno, el respiraba agitadamente. Despues de un rato lo saque y lo dirigi hacia arriba afirmandolo con mi mano, empece a lamerle las bolas, desde alli mi lengua subia por su miembro hasta llegar a la punta, mamaba un ratito su cabeza y volvia a bajar recorriendo el mismo camino. Reconozco que estaba disfrutando como loca, queria comerme todo su pico, lo lamia con desesperacion, su cabeza estaba hinchada al maximo, de pronto, mientras subia, comenzo a soltar chorros de semen que cayeron en mi pelo, mi frente, mi mejilla y finalmente en mis labios. Como llevada por una fuerza incontenible lo meti en mi boca alcanzando a recibir el ultimo disparo de leche en mi lengua, me avergüenza decirlo pero lo saboree como un manjar tragandolo con gusto, y pensar que al pobre de Marcos, mi marido, nunca le he aceptado.
Esto es una locura, lo se, pero la situacion daba para ello y mas, la musica, la penumbra, nuestros cuerpos desnudos, aquel pico virgen, en fin, todo. Yo ya no tenia freno, habia sobrepasado todos mis propios limites empujada por este chiquillo que encontro en mi su juguete sexual.
Esto no se detuvo aqui, yo estaba como loca y el todavia lo tenia parado (seran asi todos los jovenes?), lo acoste en la cama, su pico apuntaba al cielo, no imaginan lo lindo que se veia. Volvi a chuparselo como si estuviera embrujada, no podia parar, finalmente no pude aguantar mas y subiendo a gatas por la cama me sente sobre el metiendomelo hasta el fondo . Mi concha lo apretaba con fuerza al sentirse llena, sentia sus bolas calientitas en mi culo en cada profunda embestida que dabamos. Yo posaba mis tetas en su cara, refregaba mis pezones alternadamente en sus labios. Tuve no se cuantos orgasmos montada en ese pico incansable, el se iba cortado y casi sin ablandarse continuaba dandome duro a los pocos minutos. Por Dios… que manera, Marcos nunca me habia culeado tanto; empece a decirle todo tipo de cosas…
–dame toda tu lechecita, quiero secar tus bolas;
–asi mi dueño, soy tuya, culeame mucho…pichuleame toda, mira en el espejo como me tienes ensartada en tu pico, soy toda tuya, tuya, nadie me ha hecho gozar como tu, me fascina ese pico tuyo…despues me arrepentiria de decirle todo eso, pero me tenia tan caliente…
En fin, estuvimos como hasta las 8:30, le enseñe a montarme pero le gusto mas que yo lo montara , creo que le gustaba mirar en el espejo como se veia su tia desde atras subiendo y bajando, a ratos me pedia que me quedara quieta y con la cola bien parada, entonces con sus manos me abria el culo y miraba al espejo , yo me avergonzaba de imaginar lo que veia…mi culo abierto al maximo y su pico metido hasta las bolas en mi concha tambien abierta, mis agujeritos intimos alli expuestos por completo, rendidos y disponibles para su juego, era una mezcla de humillacion con una calentura tremenda.
Pese a estar muy cansados, me costo detenerlo, le dije que tenia que irme, que me dejara, que ya me habia hecho lo que todo lo que quiso. Me vesti en silencio, ordene algo la cama, me arregle un poco y sali dandole un timido beso. Afuera ya era casi de noche.
VALERIA.
Autor: Valeria (miel@madmail.com)
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