Atrapadas en una comunidad Negra
de como 3 niñas de alta sociedad son transportadas a un mundo totalmente distinto y sin tener memoria de nada anterior a ese momento.
Tres niñas provenientes de una prestigiosa escuela para señoritas en algún lugar de sur-áfrica sufrieron un accidente automovilístico del cual con ayuda de dios resultaron sin lesiones graves, fueron llevadas al centro médico más cercano de la zona en donde estuvieron 3 días en terapia intensiva, extrañamente al despertar las tres habían perdido la memoria, por cuestión de los golpes o quizás por intervención humana, nadie se cuestionó y las tres niñas debido a no tener recuerdo alguno no podían objetar absolutamente nada, solo dejarse estar.
Diana pequeña rubia de 6 años, delgada, cabellos dorados como los rayos del sol, ojos azules, toda una encarnación de un ángel
Yaneth de 8 años, blanca con cabello castaño, poco más alta que diana, delgada pero con curvas en las caderas, ojos de color miel y labios carnosos, siempre había sido muy revoltosa, al menos cuando aún tenía memorias.
Margot de 10 años, siempre la más inteligente, tan blanca de piel como diana pero de cabellos negros como el carbón más oscuro, ojos marrones y aunque delgada tenía un hermoso trasero y unos limones en sus pechos que anunciaban el desarrollo de buenos pechos.
Los detalles del accidente aún son un misterio para todos, los periódicos solo saben que el auto en donde se dirigían desapareció y nunca más se volvió a ver ni siquiera al chofer del mismo, la comunidad en donde residen actualmente las niñas desde hace 5 años no está registrada en ningún mapa, es comandada o gobernada por una especie de secta o grupo rebelde, todos hombres o al menos la mayoría, de raza negra, fuertes y rudos incluso desde muy pequeños.
La historia se dividirá en tres partes, una para cada experiencia de cada una de las niñas
MARGOT
Al despertar en la cama del recinto medico fue atendida por una enfermera negra quien le hizo los estudios de rutina, reviso su vista, oído, reacciones etc. Etc. Etc., cuando se estableció que todo estaba bien le hicieron las preguntas rudimentarias, nombre, edad, dirección y cualquier información de índole personal
- No lo sé, no recuerdo quien soy, dónde estoy?
La enfermera no le dio ninguna respuesta y salió de la habitación en silencio, 10 minutos después ingresaron dos hombres de color vestidos de blanco, la tomaron en brazos y la llevaron por un corredor y la encerraron en una habitación con piso y paredes acolchonadas, perdió la noción del tiempo al cabo de dos días, recibía alimentos dos veces al día y al 5to día ya no tenía fuerzas ni para llorar o resistirse, la puerta se abrió y fue llevada casi desmayada a otro recinto, cuando abrió sus ojos estaba en una habitación bellamente decorada, tenía una bata de pijama de buena tela y estaba acostada en un colchón bastante cómodo, se puso de pie con mucho esfuerzo y trato de abrir puertas y ventanas pero sin éxito alguno.
Acá duro aproximadamente una semana, sin saber que hacer o que pensar, fue alimentada de manera puntual pero cada sirvienta que entraba no le respondía ninguna de sus preguntas, hasta cierta noche casi era la una de la madrugada cuando su puerta se abrió
- Bueno mamacita creo que es tiempo de que pagues toda la hospitalidad con que te hemos tratado
- Quien es usted? A que se refiere? No sé de qué habla
- Claro, tranquila ya iras recordando quien eres y por qué estás aquí, es una pena que hallas perdido la memoria pero bien que al inicio estabas bien contenta con ser parte de mi comunidad.
- Pero dígame quien soy, porque estoy aquí, quienes son ustedes?
- Ya tranquila, ya lo vas a saber, justo esta noche
Margot no entendía nada pero se dejaba llevar, se sentía débil y su cuerpo se movía casi por voluntad propia, efecto de una droga administrada hace una par de horas antes, al llegar a otra habitación había una cama grande, poca decoración y frente a la cama habían dispuestas varias sillas, todo parecía un escenario, cerca de la cama estaba de pie un muchacho de aproximadamente 16 años, alto fuerte, delgado aunque con músculos bien marcados debido al trabajo desde pequeño, negro igual que todos los que ella había visto, el tenia puesta ropa de cama, un mono de color oscuro y una franelilla blanca, ella fue llevada hasta la cama y acostada, aun con el pensamiento nublado.
El muchacho se fue acercado a ella hasta quedar justo a su lado, uno de los hombres espectadores le indicaba que debía hacer, el alzo una mano hacia ella y le acaricio la mejilla, y luego la pozo sobre su hombro, por indicación del hombre el la fue acariciando poco a poco, sin dejar de tocarla alrededor del cuerpo pero de buena manera, Margot se comenzó a sentir extraña, temblaba pero por alguna razón a ella le estaba gustando que ese muchacho la tocara
- Ahora sube encima de ella y bésala suavemente en los labios
El subió sobre ella apoyando su peso sobre sus manos y sus rodillas, apenas apoyándose sobre ella y roso sus gruesos labios negros sobre los suaves y delicados rosados de ella, el abrió sus labios y metió su enorme lengua dentro de ella, al inicio le produjo asco pero luego aquel sabor y el calor de el dentro de ella fue como otra droga que la dominaba, él fue intensificando su beso hasta que prácticamente la comía a besos, sus manos gruesas la tomaron de las mejillas y continuo besándola, sus manos bajaron por sus brazos, su espaldita hasta posarse sobre su cintura, Margot sintió sobre una de sus piernas que algo duro bajo la ropa de el palpitaba como un corazón acelerado, él se arrodillo sobre ella y le recorrió el cuerpo desde los pies a la cabeza primero con sus manos y luego con sus labios.
- Usted está muy buena señorita, ya me la quiero coger bien duro, tengo días pajiandome pensando en usted
- Que quiere decir? No entiendo
Él hablaba de una forma que aunque era el mismo idioma no se podría entender debido al dialecto, el adolescente se sacó la franelilla por instrucciones del hombre y le abrió los botones a la bata de Margot dejando ante el un pecho casi plano con pequeños abultamientos se inclinó sobre ellos y comenzó a lamerlos, besarlos y chupárselos, aquel muchacho estaba casi al límite de su cordura pero se mantenía tranquilo por petición de su guía.
En esta comunidad era costumbre iniciar a los muchachos con un mitin y un guía, para adiestrarlos en el arte del amor y asegurarse que lo hicieran de la mejor manera posible, a pesar que Adrián había masturbado su pene tantas veces que jamás podría contarlas y en alguna que otra ocasión había recibido una mamada, jamás había penetrado a nadie, en su comunidad la ley era total, estaba prohibido iniciarse en la vida sexual sin un mitin adecuado y una hembra tal cual como Margot.
Adrián le quito la bata totalmente dejándola en solo ropita interior y volvió a recorrerla toda esta vez directamente con sus manos sobre su piel, ella sentía el calor de sus pieles al rosarse y a ella eso le gustaba, ella lo detallo por primera vez pues hasta ese momento había tenido los ojos cerrados, era alto, era delgado pero cada parte de su cuerpo estaba cubierta por una serie de músculos, músculos finos pero bastante visibles, brazos y piernas gruesas, pecho marcado y abdominales fuertes, espalda ancha y partida en músculos, en verdad un físico enigmáticamente hermoso, no era lindo de rostro podría decirse que era demasiado feo, labios gruesos, cavidades nasales anchas en demasía, ojos pequeños y negros como la oscura noche, cabello cortado muy al ras, pero para Margot había algo en el que le gustaba, algo que lo hacía atractivo para ella y no sabía que
El la beso en los labios y fue bajando por su cuello, sus insipientes pechos y su barriga hasta llegar a la parte media de sus piernas, aun tenia puesto su pantaletas pero a través de la tela sintió el aliento de Adrián, él se detuvo y se puso de pie en su pantalón de pijama se podía notar un abultamiento bastante grande aunque por la oscuridad y el color de la tela ella no podía verlo bien, el recibió la orden de quitárselo y poco a poco fue bajando la prenda hasta quedar solo en ropa interior, cuando se levantó dejo a la vista de ella un enorme bulto tras una tela de color amarilla pálida, era algo de verdad gigantesco, aunque ella no había visto ningún pene pensó que no todos los hombres podían tener una cosa así, no la podía ver pero debajo de esa tela había algo que ella sabía era enorme.
Él se acercó a ella pero en vez de acostarse sobre ella lo hizo a un lado, el hombre había ordenado sin que ella se diera cuenta que esta vez era ella quien debía obedecer sus órdenes, ella actuó por instinto propio, coloco su mano pequeña y blanca sobre la piel de este chico sus dedos recorrían delicadamente aquellos músculos desde el pecho hasta donde comenzaba a cubrir la tela, a ella le gustaba como se sentía y el olor que despedía ese cuerpo, ella no había visto muchos negros y menos tocarlos, aunque su mente no recordaba ella sabía que así era.
El bulto debajo de la tela de Adrián palpitaba, ella podía ver como subía y bajaba la tela, le ordenaron quitársela y ella con dedos temblorosos comenzó a bajarla con los ojos cerrados, los abrió cuando el interior de él estaba hasta la mitad del muslo, ella se asustó y se sorprendió de ver aquel trozo de carne, Adrián tenía 16 años solamente pero entre sus piernas portaba una verga de 20 centímetros con muy buen grosor, recto sin curvas a ningún lado excepto hacia arriba, de cabeza pequeña bastante oscura, lleno de venas brillantes y testículos grandes, completamente rasurado y del orificio de la cabeza una gota de líquido trasparente
- Ahora vas a tomar ese trozo de carne y lo vas a chupar como si fuera un rico caramelo, todos sabemos que deseas sentirlo en tu lengua y probarlo así que lo harás pero sin rozarlo con los dientes, entendiste?
Ella no entendía muy bien pero si tenía una idea de lo que tenía que hacer, lo tomo con ambas manos pues estaba muy pesado, lo coloco lo más recto que pudo y se acercó a él, el olor que le llego era intenso, no era desagradable pero si era fuerte, como a sudor con jabón y algo un poco más ácido que no supo que era, abrió la boca y se acercó a él pero antes de meterlo paso su lengua por la punta y la recorrió un poco, Adrián sintió que por todo su cuerpo corría electricidad, a él le encantaba cuando se la mamaban, pero ver a esta blanquita haciéndoselo era lo mejor del mundo, se lo metió a la boca como le indicaron y comenzó a chuparlo, no era experta pero lo hacía bien, se adaptaba a la situación, lo tomo desde la base y desde el medio y con su boca lo chupaba mientras movía la lengua alrededor de la cabeza, Adrián le tomo la cabeza y comenzó a mover suavemente su cadera hacia arriba mientras la empujaba a ella hacia abajo, a veces suave y a veces intenso hasta que la punta de su pene tocaba el paso de la garganta, por un lapso de tiempo de unos 15 minutos cuando Adrián anuncio a todos que iba a eyacular
- Él te dará un dulce muy sabroso y tú tienes que tragarlo, ok Margot? No debes desperdiciar ni una gota
Al terminar de escuchar estas palabras Adrián le inundo la boca con semen, fue demasiado semen para tragar pero ella lo intento tanto como pudo, se chorreaba por la comisura de sus labios y dentro de su garganta, a ella no le gustaba el sabor pero algo dentro de sí le pedía que lo tragara, que era delicioso y que para eso estaba allí.
- Aaaaaaaah se la está tragando oooh que rico hacérsela comer, me gusta señor me gusta ponerla a tragar lecheeeeee aaaaaah
Adrián estaba en el apogeo del placer, un éxtasis de locura, era la primera vez que una niña de 10 años se la mamaba y más una blanquita, siempre habían sido mujeres mayores que atendían a veces los placeres de los hombres y algunas veces también se la mamaban otros hombres, así que ese momento para él era la gloria, se dejó caer vencido por ese desfallecimiento que da después de eyacular, sudaba y su respiración se aceleró al igual que su corazón
- Recupérate rápido crio que aún les hace falta trabajo por hacer
Margot continuo chupando el pene de Adrián por petición de este, aunque estaba perdiendo tamaño y dureza aún seguía siendo un gran pene para ella, 5 minutos después aquella verga cobraba vida de nuevo, se iba poniendo dura en las manitas de ella quien le daba lamidas por todo el tronco y la punta, el la acariciaba de su espalda y sus cabellos, le pidieron que se pusiera boca arriba y dejara que le sacaran lo último de tela que le quedaba, Adrián se levantó y termino de sacar su interior quedando ambos totalmente desnudos, él se arrodillo ante ella le tomo las piernas y las levanto sobre su cabeza se inclinó y metió su cara entre ellas, aquello era totalmente diferente a lo de las viejas de los burdeles, era blanca, sin ningún pelo, rosada, sumamente pequeña, paso su lengua por la superficie, el sabor a nena era increíble, el olor a virginidad era lo máximo, con sus dedos abrió aquellos pliegues vaginales para dejar a la vista una pepita aún más pequeña y rosada, el clítoris de una nena de 10 era muy hermoso y su sabor era mágico.
Margot tenía sensaciones nuevas, aquella lengua le estaba produciendo un placer que ella jamás había tenido y que no sabía cómo describirlo, solo que quería seguir sintiéndolo, lo tomo de la cabeza y lo apretó más hacia ella quería sentir más profunda esa lengua ancha y llena de saliva, sintió que su cuerpo temblaba y de repente se desmayó.
Adrián se levantó, miro a su guía y este con asentimiento de cabeza lo autorizo no sin antes decirle que fuera delicado pues era su primera vez para ambos, el dejo caer muchísima saliva sobre su pene y sobre la vagina de ella, quedo todo bastante inundado y tomándolo con una de sus manos lo coloco en la entrada rosando los labios vaginales de la niña, el sabia al ver la diferencia entre el grosor de su pene y el diminuto tamaño de aquella vagina que le iba a costar meterse dentro de ella, la puntio y con su mano hizo recorrer su pene por la entrada de ella, Margot se sentía muy caliente entre sus piernas, no sabía que sucedía pero quería que todo continuara, el apretó su cuerpo al de ella intentando meterse dentro pero no pudo, lo volvió a intentar esta vez con más fuerza pero solo pudo abrir un poco de ella haciéndola gritar de dolor, lo intento 4, 5 veces hasta que en un arrebato de furia la metió, entro la cabeza más unos dos centímetros mas
- Aaaaaaaaaaaaay noooooooooo sacalaaaaaaaaaa me duele por favor aaaaaaaaaaay
- Ya ya espérese señorita es que la tienes muy chiquita y mi verga es muy gruesa por eso le duele pero después vas a gozar como puta, todas las mujeres gozar com putas
Aquellas palabras no la llenaban de tranquilidad ni mucho menos, el dolor era intenso, era horroroso sentir ese dolor, apenas le habían abierto los labios vaginales y no le habían traspasado el himen, el mayor de los retos para Adrián, dejo caer un poco más su cadera sobre ella, para él también era un poco incómodo y doloroso pues ella tenía la vagina demasiado apretada y eso le provocaba ardor en él, aunque a él no le importaba pues ya sabía que cuando la traspasara solamente iba a sentir placer y seguro ella también.
Puso más fuerza en su cadera y metió unos centímetros más dentro de ella, luego otros hasta llegar hasta el himen, no había metido ni la mitad cuando toco lo último de virtud que le quedaba a esta niña, con mucha más presión traspaso la última de las barreras que le impedían poseerla totalmente arrancando de su pequeña amante un grito de horror y dolor
- Aaaaaaaay no no noo me duele, me va a matar por favor deténgase
- Ya va, tienes que aguantar nos están viendo
Él se quedó quieto algunos minutos, permitiendo que se acostumbrara a tener semejante monstruo de carne dentro de ella, tenía 12 de los 20 centímetros que poseía, pero el grosor de su pene era lo que más le lastimaba a ambos, ella por lo estirado de su útero y al por lo apretado del mismo, después de sentir y ver como ella se relajaba el comenzó a moverse muy suavemente casi imperceptible, sacaba uno o dos centímetros y volvía a meterlo muy lentamente, pero cada vez que metía afincaba un poco más para introducirle más de él, estuvo casi media hora en ese trabajo hasta que la punta de su pene toco el fondo, había metido unos 16 o 17 centímetros dentro de ella y podía tocar el final de su pequeño útero, su pene estaba bañado de jugos vaginales, salivas y sangre del desfloramiento de Margot, las piernas de ella estaban abiertas a los lados apoyadas sobre la cama, él estaba sobre ella en medio, su trasero subía y volvía a bajar, la niña ya no se quejaba mucho, empezaba a disfrutar de tenerlo dentro de ella, el comenzó a moverse más rápido, sacaba más de la mitad de su pene y volvía a meterlo.
- Aaa si me gusta, tienes la concha muy rica, es caliente y suave y también me aprieta la monda bastante fuerte, creo que no durare mucho antes de llenártela de leche
Adrián comenzó a moverse cada vez más rápido, tomo sus tobillos y los puso sobre su pecho, la sujeto de la parte de atrás de los muslos y arrodillándose frente a ella comenzó a clavársela más fuerte, Margot gemía de a momentos y le pedía más despacio pero Adrián no se podía contener él quería clavársela toda y darle fuerte como siempre había querido darle a una mujer, su cuerpo estaba lleno de sudor que hacía que su piel negra brillara, ella lo observo por un rato mientras el la follaba, en aquel momento ella pensó que se había enamorado de él, comenzaba a disfrutar de las embestidas de aquel negro y le pedía que le diera más y más, la niña se estaba convirtiendo en una deseosa de sexo
Habían pasado casi tres horas desde que la sacaron de su cama y aún estaba disfrutando del sexo,, algo nuevo para ella, Adrián había tomado ritmo y se la había arreglado para darle placer, la coloco en cuatro y tomándola desde la cadera le daba fuerte, ella arrodillada al borde de la cama mientras el de pie en el suelo apoyaba las rodillas en el borde del colchón y le mandaba más de media verga por su diminuto útero que lo succionaba como si de un animal hambriento se tratara, ambos estaban gimiendo, entregados en el placer se olvidaban de los hombres que los observaban, ya nadie daba órdenes o instrucciones solamente se disfrutaba del espectáculo, muchas posiciones, misionero, en cuatro, ella arriba, de lado, ella abajo, de pie y en cuclillas, todo parecía una escena de películas
- Aaaaaaaaaaaaah señorita Margot la voy a llenar de leche, aaa ya me viene me viene Aaaaaaaah Siiiii tómela toda dentro suyo, mi leche bien espesa y caliente. Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
El cuerpo de aquel adolescente de 16 años se convulsiono tanto que parecía quebrarse, como gelatina mientras expulsaba chorros de semen dentro de ella, mientras ella sentía como se depositaba algo caliente dentro de ella, ella también sentía llegar al éxtasi de su placer, ambos habían eyaculado al mismo tiempo, el cayo rendido detrás de ella, abrazándola y prácticamente quedándose dormidos en esa posición mientras el pene de el aún estaba dentro de ella, los observadores se levantaron de sus asientos y sin decir nada se retiraron de la habitación que a partir de esa noche y por la próxima semana seria el santuario del amor para aquellos dos nuevos amantes, después de todo Adrián resulto ser un buen esposo para la pequeña Margot.
Interesante
Falto el resto de los hombres presentes