Capítulo 4: Despertar tiempos de cambio
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Dulce13.
INTRODUCCION: Hola a todos, antes que nada como ya es costumbre, dejare una pequeña explicación, este es mi cuarto relato que tengo el gusto de presentarles, primero será publicado en nuestro espacio de Facebook y después en la página de relato, quiere agradecer a todas las personas que sean tomado la molestia de leer mis anteriores relatos y por sus palabras de aliento, como lo dije esto no lo hago con el fin de ofender a nadie, solo en mi punto de vista lo hago para desahogarme y para entretener, para los que no han leído mis anteriores relatos mándenme un msj y con gusto se los hago llegar, sin más este es mi cuarta entrega.
El Espacio de las Pequeñitas… :3 …
Al llegar a casa después de lo ocurrido en el cine, mi mente era una bola de pensamiento, tanto que entre y en la cocina estaba mi abuela quien me pregunto que si me había divertido y conteste que sí y me dijo que si quería cenar a lo que le conteste que no, después de decir esto camine al cuarto que mis abuelos me daban para dormir y me acosté, aún tenía ese sabor salado en mi boca por lo que había pasado en esa sala, no podía entender con claridad porque me había dejado hacer todo eso, pero lo que aún mas no entendía era el por qué una parte de mi había experimentado una sensación que hasta ese momento era desconocida para mí y que hacía sentir mi cuerpo de una forma extraña.
Pensando en esto recordé que aun traía el papel que ese viejo había metido en mi entre pierna, metí la mano y en efecto, era un papel blanco como arrancado de alguna libreta y en el traía escrito un número telefónico tal y como el viejo me había dicho, después al sacar el papel recordé la sensación que había sentido cuando el metió su mano entre mis piernitas, esa sensación como de electricidad que me hizo saltar y que nunca había experimentado, me levante de la cama, y me dispuse a quitarme mi uniforme y ponerme mi pijama, que era lo único que mi mama me había echado en mi mochila, después me dispuse a dormir, aun tenía ese sabor salado impregnado en toda mi boca, pues no había llevado mi cepillo de dientes, por lo cual al estar acostada era imposible no recordar lo pasado en ese cine, pues el sabor de esos viejos aún estaba en mi boca.
Pensaba en todo lo sucedido en lo que había hecho, en el papel, las palomitas y todo, no entendía porque me pasaban este tipo de situaciones a mí, pero lo más importante, quería saber si yo era la que inconscientemente provocaba este tipo de situaciones, porque desde lo pasado con mi tío y el señor de la fiesta y ahora el cine, todo era muy confuso para mí, mientras más pensaba en lo sucedido más me adentraba en los detalles y los sentimientos que había tenido en esos momento y eso me llevo hacer algo que hasta ese momento era desconocido para mí.
Comencé a bajar mi mano y puse mi mano encima de mi pijama en medio de mis piernas justo en el lugar donde aquel señor me había tocado un poco, y recordando lo sucedido comencé a pasar mi mano de arriba abajo sobre mi pequeña vagina sobre mi pijama, no entendía bien por qué hacía esto solo sé que mi cuerpo comenzó a llenarse como de electricidad y de la misma sensación que en mis aventuras experimentaba, todo esto comenzó a pasar muy rápido y me gustaba, quería sentir más así que metí mi mano por debajo de mi pijama y encima de mi ropa interior y comencé a pasar mis dedos en un ritmo semi lento, pero cada paso y movimiento que hacía con mis manos descargaba por dentro de mi cuerpo algo súper intenso, todas estas sensaciones era nuevas para mí pero era algo que me estaba gustando mucho, con este ritmo lento seguía asiéndolo, mi respiración comenzó a aumentar y yo me metí completamente bajo mi cobija, cerré mis ojos y comencé a recordar todo lo que en el cine me había pasado, en partes me detenía porque una sensación que inundaba mi cuerpo como muchos calambres estremecía mi cuerpo y me hacían detenerme por miedo y porque para mí era algo desconocido, pero me calmaba un poco y continuaba pasando mi mano sobre mi ropa interior, no quería que esa sensaciones terminara y aunque en partes sentía miedo era algo que no quería que parara, al final cuando ya me sentía con mi cuerpo un poco sudado y una sensación que se apodero de mi como queriendo terminar, me detuve, pues me dio mucho miedo y mejor me dispuse a dormir aun recordando eso, sin saberlo a mis precoces 8 años me había tocado, (masturbado), y era una sensación que me había gustado mucho.
A partir de ese momento mi vida ya no fue normal, quería saber más de esa sensación que había tenido, tenía muchas preguntas y todo me causaba mucha curiosidad, mi mente de niña que jugaba y reía y solo pensaba en cosas de niñas de mi edad había cambiado, había despertado a un mundo nuevo y que bajo mi precoz experiencia era muy peligro para mí, aunque en ese momento yo no lo entendía de esa forma, los días pasaron y me sumergía en mis pensamiento no me daba cuenta que las cosas entre mis papas ya no iban bien, por mi parte comencé a pensar en lo sucedido, el papel que me había metido el viejo del cine en medio de mis piernitas lo guarde en mi diario, no sé porque hice eso, solo sé que me recordaba lo vivido, incluso en dos ocasiones cuando me vi sola en mi casa, que en las últimas semanas fue muy frecuentemente, me animaba a marcar el número que me había dado el anciano, pero en cuanto sonaba yo colgaba inmediatamente el teléfono, lo más lejos que llegue fue hasta que contestaron y pude escuchar la voz del viejo que solo dijo bueno, y en ese momento colgué.
Todo era nuevo para mí, incluso las revista de vanidades que mi mama dejaba por toda la casa y que siempre compraba ahora tenían sentido, comencé a hojearlas y ver la forma en que las mujeres se vestían, me gustaba ver como se veían en esos vestido y jeas, de igual forma me gustaba leer los artículos de cómo atraer a los hombres y esas cosa, también con mi imaginación más despierta cuando salía a la calle con mi mama o camino al colegio me podía dar cuenta que muchos hombres me volteaban a ver, (o tal vez era mi imaginación de niña que me hacía pensar eso), pero al menos eso creía yo.
Cuando compraba cosas me gustaba pedirle a mi mama que me comprara ropa bonita, vestidos y cosas así, de forma en que pareciera como las mujeres de las revista, también busque la forma de doblar mi falda de colegio para subirla un poco más, me gustaba la forma en la que yo creía que me veían de alguna forma sentía que me hacía ver bonita, me gustaba que me voltearan a ver, y me gustaba la idea que a mi corta edad ya atraía la mirada de muchos hombres, eso me gustaba de una forma que no se pueden imaginar.
Un día está en colegio, yo estudiaba en un colegio privado de los mejores de Guadalajara, la escuela era grande en comparación de los alumnos, que eran poco, yo estaba en ese entonces en tercer año de primaria, siempre almorzaba con mis amigas, pero a raíz de lo sucedido, ya casi no me juntaba con ellas, me aburrían sus pláticas y no me interesaban sus temas, por lo cual comía muy rápido o a veces ni comía y me iba a pasear o a pensar en otras cosa, un día decidí ir hacia los salones de sexto año, porque esa parte del colegio no la conocía, todos estaban en la plaza principal corriendo, comiendo o jugando y yo me fui por un pacillo que daba hacia atrás de los salones, pues me daba curiosidad esa parte, pude ver que ahí atrás no había casi nadie a exención de 2 chicos, que parecía que se llevaban algo a la boca, pero en cuanto me vieron aparecer lo tiraron rápido al suelo, al llegar reconocí a uno, este le decían Chato, él era muy conocido en la escuela porque era el más grande de todos, tenía 14 años y a todos nos llamaba la atención por la edad, y que todavía estuviera en la primaria, para nosotros era casi un señor, el otra era un niño un poco gordo y de tés negra, al que todos le decían negro, (que ingenioso no).
Camine un poco por el pasillo mientras ellos me veían, este espacio no era cerrado, tenía un área verde que dividía la barda que daba ya a la calle que era muy alta, y del otro costado estaba también una barda que daba hacia una constructora y envasadora de refrescos junto a ella del lado del colegio había un árbol de camelina grande, que estaba podado y que hasta arriba donde estaba las flores, se veía muy bonito, camina con la cara agachada, hasta que la voz del Chato, me hizo que levantara mi cara al escuchar su pregunta.
-¿y ahora tu niña, estas perdida o qué?
Yo me apresure a contestarle que no, que simplemente me daba curiosidad porque nunca había estado en esta parte del colegio, después de esto vi como el Chato jalo a su amigo y le dijo algo al oído y el también y comenzaron a secretearse, yo no le tome mucha importancia, pues estaba mirando todo el lugar, pero esto no duro mucho porque las preguntas del chato, quien ya estaba más cerca mío continuaron.
-oye ¿y en qué año vas? Me pregunto.
-En tercero.
Conteste rápido.
-y dime ¿Cómo te llamas? Continúo preguntando.
-Dulce le conteste, después el comenzó a decirme.
-a mira Dulce, no sé si nos puedas hacer un favor, no es nada difícil.
-pues no se dimen que.
Les conteste.
-pues muy fácil Dulce, mira es que nuestra maestra nos dejó de tarea que hiciéramos un dibujo, y nosotros queremos hacerlo de la construcción que esta aun lado de la escuela, y nos preguntábamos si podías subirte a la camelina y desde ahí decirnos que vez y así nosotros lo dibujamos.
Me quede pensando un momento lo que decía el chato, y después le pregunte.
-¿Y porque ustedes no se suben y dibujan lo que ven desde ahí? A lo que el rápidamente contesto.
-yo no puedo porque estoy muy grande y me da miedo que se quiebre la camelina y al negro le dan miedo las alturas, además sería muy complicado estar arriba del árbol y dibujando con nuestro cuadernos, entonces si nos ayudas por favor.
me quede pensando un momento, lo que decían tenia lógica para mí, así que les dije que si, además tenía mucha curiosidad por ver hacia el otro lado, que era lo que había, ellos se pusieron debajo del árbol según para dibujar, yo llevaba mi falda del colegio y mientras yo les decía que había del otro lado ellos se daban un festín viéndome mis calzones, que ese era su plan desde el primer momento que me vieron, cuando me quise bajar me dijeron que me esperar a que terminaran de dibujar, así que espere, mientras ellos seguían según dibujando, cuando me di cuenta ya no eran solo ellos si no otros niños estaba debajo del árbol viendo mi ropa interior y yo sin saberlo, todo esto se terminó cuando sonó la campana que anunciaba el termino del recreo y todos salieron corriendo dejándome sola y después baje del árbol y me fui a mi salón.
De igual forma la desatención de mis padres hacia mí era cada vez más evidente, pues pase de ser una niña sobre protegida a alguien que solo veía a sus papas por ratitos y en las noches cada vez era más frecuente escucharlos discutir, aunque yo sumergida en mis pensamientos no le tomaba mucha atención, de esta forma las visitas a casa de los papa de mi mama, mis abuelos se hicieron más frecuentes, (aunque a ellos se les notaba que no les gustaba esto), la mayoría del tiempo me quedaba viendo televisión con mi abuelo quien se siempre se terminaba durmiendo en su acostumbrado sillón, o con mi abuelita ayudándole a cocinar según yo, o simplemente me llevaba un buen libro o me acostaba y pensaba en lo sucedido, todo trascurrió de forma normal hasta un día lunes por la tarde.
Como ya se había hecho costumbre mi mama me fue a dejar sin avisar a casa de mis abuelos y me dejo con ellos, de igual forma no me dejo llevar ropa entonces solo iba con mi pijama y mi uniforme de la escuela primaria a la que iba, todo era de lo más normal hasta que mi abuelita le dijo a mi abuelo que iba a salir que si me podía cuidar a lo que mi abuelo le contesto que sí, esto también era normal pues ya otras veces me había dejado al cuidado de él que simplemente se quedaba viendo televisión, pero esa noche todo sería diferente.
Estabas en la sala mi abuelo en su acostumbrado sillón y yo en un otro sillón un poco alejado de el sostenía una muñeca Barbie, que mi mama me acababa de comprar y la estaba peinando mientras mi abuelo veía la tele cuando el timbre de las puerta nos interrumpió, un poco molesto mi abuelo por tener que levantarse fue abrir la puerta y solo escuche la conversación.
-órale tu wey, pásale que haces aquí.
Dijo la voz de mi abuelo.
-Nada compadre pasaba por el vecindario y quise pasar a saludarte.
Le contesto una voz que se me hizo familiar aunque no daba de quien se podía tratar.
Después de eso se hizo un pequeño silencio, seguido de unos pasos que se acercaban a la sala, yo me quede quieta esperando la entrada de la persona que acompañaba a mi abuelo, cuando entraron trague saliva y mi boca casi se me seca, era su amigo el viejo que me había tocado en el cine y que me había hecho que le hiciera esas cosas, ahora está frente a mí en la sala parado con mi abuelo y con una mirada que no podía ocultar el gusto y el morbo que le causaba el que yo estuviera sentada en frente de él, después de un silencio en el cual el tiempo se detuvo, que para mí fue mucho, una voz que sonó en toda mi cabeza me saca del trance.
-Hola Dulce, vaya que sorpresa el encontrarte aquí, tu siempre tan hermosa como siempre princesa.
Después de decir esto estiro su mano para saludarme y yo saque poquito la mía, cuando nuestras manos se encontraron el lanzo una sonrisa entre perversa y burlona, yo no podía ni hablar más que por miedo era porque me moría de la pena, no podía creer que ese hombre estuviera en la casa de mi abuelo como si nada, tome un poco de aire para contestar, pero antes de que pudiera decir algo mi abuelo se me adelanto y dijo.
-Si ya vez la Norma, compadre (el nombre de mi mama), con sus cosas y aquí me deja a su hija, lo bueno es que ni ruido hace así, nosotros podemos ver la tele o tomarnos un tequilita al fin que no está mi vieja.
Al terminar de decir eso, el viejo amigo de mi abuelo embozo otra sonrisa y dijo.
-pues pa luego es tarde compadre sáquese la botella y póngale a la película que ya va a empezar.
Una vez dicho eso mi abuelo se sentó en su acostumbrado sillón y su amigo en un sillón que quedaba enfrente de mí, como traía aun mi falda de la escuela estaba muy incómoda pues el viejo no dejaba de mirarme y yo me moría de la vergüenza, no pude más con esto y me levante, y les dije a los dos.
-Ya me voy a dormir abuelo, hasta mañana.
Después de esto me di la vuelta y me encamine a la plata alta en donde estaba mi cuarto, cuando me voltee, pude escuchar a los dos decir, hasta mañana y también al amigo de mi abuelo terminar la frase con su hasta mañana princesa, después de esto subí las escaleras y me metí a mi cuarto, tome unos audífonos y mi celular y saque un libro y me acosté boca abajo, esperando no escuchar su conversación y con la intención de no salir hasta que él se fuera o mi abuela llegaran, cosa que no ocurrió, pues el destino me tenía algo planeado.
No sé cuánto tiempo había pasado, pero creo que era mucho, pues yo ya llevaba como 30 páginas de mi libro, cuando sentí que algo toco mis pantorrillas por encima de mis calcetas, voltee asustada para ver quién era, y cuál fue mi sorpresa que hizo que mi corazón se detuviera y me quedara sin aliento por unos segundos, era el amigo de mi abuelo, quien estaba en mi habitación y me tocaba mis calcetas al colegio, el haciendo una seña de silencio con sus dedo me dijo en voz baja.
-No hagas ruido Dulce, vez lo difícil que me fue el dormir al pendejo de tu abuelo, pero bueno valió la pena, mira como estas casi me da un infarto cuando entre y te vi así, pero bueno vasta de pláticas que no sé a qué hora llegue tu abuela o el pendejo de tu abuelo se despierte tengo que aprovechar esto.
Una vez terminado de decir esto se puso a un lado de la cama y solo bajándose su bragueta puso frente a mis ojos, su pene, el mismo que me había obligado a mamar casi durante toda la película en el cine y esta vez tenía pensado hacerlo en la misma casi de mis abuelos, yo no me acerque, me quede solo viéndolo y no pensaba hacerlo hasta que una de sus manos tomo mi cabeza y la guío esta ese oliente y arrugado pene, solo seré mis ojos y abrí mi boca, para recibirlo como si fuera un invitado, el solo contacto de mis rojos labios son la punta de su pene hizo que lanzara unos pequeños gemidos y después comenzó el ya acostumbrado mete y saca, mete y saca de mi boca, al principio muy lento, el solo cerraba los ojos y arqueaba la cabeza hacia atrás, suspirando y jalando aire como si la vida se le fuera, mientras yo continuaba recibiendo a ese invasor en mi boca y con mi lengua, mi boca comenzó a recibir de nuevo ese líquido salado, el mismo que me había dejado pensando con su sabor en las noches anteriores, mientras el aumentaba la respiración y el ritmo en que me metía su pene a mi boca, por un minuto pensé que terminaría en mi boca como ya lo había hecho en el cine, pero antes de que terminara se separó rápidamente de mí y dijo con una voz algo cansada y satisfecha.
-Espérate golosita, no quiero terminar así, porque son caras esas pastillas que tome, además quiero hacer algo que me he imaginado desde a que ya vez, amor.
Yo solo lo miraba, con la mente en blanco y el continuo diciendo.
-quédate así como estas, no te muevas, (seguía estando acostada boca abajo), no te muevas solo deja me acomodo.
El comenzó acostarse en sima de mí, primera paso una pierna por en sima mío y después subió la otra quedando ya sobre la cama y conmigo debajo del, luego metió sus manos por debajo de mi falda la cual levanto y dio un fuerte apretón a mis nalguitas infantiles, una vez hecho esto dijo.
-uuffff, Dulce lo mejor que tienen por mucho es este trasero, (y volvió apretar mis nalguitas), mira si estás muy bonita y todo, pero este trasero respingón es el que ha de levantar muchas vergas en la calle, la verdad no sé qué hombre no se haya imaginado terminando aquí, (después de decir esto río un poco y continuo), y mira ahora yo seré el primero en terminar sobre de él.
Cuando termino de decir esto se acostó arriba de mí, como si fuera un lagartijo o algo así, podía sentir su pene puntuando en medio de mis nalguitas he hizo a un lado mi calzón y después con una mano separa un poco mis nalguitas para quedar exactamente en medio, esto me dio un poco de miedo, pues no sabía que quería hacer y me intente mover, pero como él ya estaba sobre de mí solo me sostuvo fuerte y me dijo, pegándose a mi oído.
-tranquila Dulce no te espantes, no te voy hacer daño tu solo déjame, te prometo que no va a pasar nada.
Una vez dicho esto me quede inmóvil, pude sentir como su pene se acomodó en medio de mis nalguitas y como puso a un lado sus manos para dejar que mis nalguitas comprimieran su pene justo en el medio mío, y después comenzó a moverse de arriba abajo como si me los estuviera haciendo, yo podía sentir el rose de su pene erecto pasar por todo mi trasero aunque no me había metido nada, yo podía sentir como subía y bajaba por fuera de mí, y no sé porque esa sensación me comenzó a gustar, y levante un poco mis caderas para sentirlo mejor, el solo respiraba rápido y me sostenía muy fuerte y de pronto me comenzó a decir con su respiración entre cortada.
-Uuufffff, Dulce, estoy en la gloria, tu trasero es de lo mejor, no puedo creerlo, me encanta, me gustaría cogértelo ahorita mismo, pero no pequeña todo a su tiempo, ya no puedo más amor, te los voy a soltar todos, recíbelos, ahhahahahahaha.
Terminando de decir esto lanzo y fuerte gemido y después comencé a sentir la gran descarga que fluía por mi trasero y escurría por mi entrepierna embarrando también mi pequeña vagina y terminado en mi calzoncito que pude sentir como se humedeció, así fue por alrededor de 30 segundos, y después el solo se quedó ahí sobre de mí, como durmiendo, yo podía sentir aun como escurría su esperma por todo mi trasero, después él se incorporó, se puso frente de mí, yo continúe acostada y me dijo.
-Dulce mi amor, estuvo mejor de lo que me había imaginado, tu trasero es lo máximo y aras feliz a muchos hombres, uuufff, bueno Dulce pequeña, me voy, pero espero verte pronto chance la próxima vez que nos veamos se me haga y yo sea el primero en estrenarte este rico trasero o completita , adiós pequeña.
Después de decir esto salió de mi cuarto, yo solo me quede ahí, con la mente perdida y aun llena por su semen en todo mi trasero, solo tome mi libro, tome mis audífonos, y comencé a leer, como si nada hubiera pasado, intentando hacer como si nada paso, aunque sentía mojada mi entre pierna y trasero por su esperma yo continúe y seguí esa noche con toda la normalidad del mundo, intentando no pensar más en eso.
No hubo mucho tiempo para pensar en lo sucedido pues solo paso un día de que regrese a mi casa, que mi mama me despertó muy temprano, se veía un poco alterada pero como eso era costumbre últimamente no pregunte nada, ella me dijo que me cambiara y me subiera al auto, lo cual hice y después ella comenzó a conducir, pensé que iríamos a casa de mis abuelos como en los otros días, pero no fue así, nunca habría pasado por mi mente que ese viaje iba a cambiar mi vida como yo la conocía hasta ese momento.
(En ese momento no lo sabía pero mi mama acababa de acabar con lo que yo creía mi mundo perfectos, pues había engañado a mi papa con otro hombre y no lo sabía pero esa mañana mi papa los había encontrado juntos y ahora mi mama prácticamente huía conmigo hacia la ciudad de México), llegamos ya por la tarde y mi mama se le veía alterada, me dijo que tendríamos que pasar la noche en un hotel en lo que encontrábamos en donde quedarnos y esa noche fue la primera vez que dormí en un hotel”.
Mi mama había huido de papa casi sin un peso en la bolsa a una ciudad que ella casi no conocía, además su idea era trabajar en lo que su nueva pareja se divorciaba de su esposa y se iba a vivir con ella, (claro eso no lo sabía en ese momento lo supe mucho después, solo se los aclaro para que la historia tenga una lógica), al día siguiente desde muy temprano, estuvimos viajando por la ciudad preguntando en diferentes lugares de precios de cuartos y cosas así, bueno mi mama era la que preguntaba yo solo esperaba en el auto, pero las horas pasaban la gasolina se acababa y no había ninguna que se ajustara el precio que mi mama quería así que aunado a la desesperación y a la economía de ella fuimos a parar a una vecindad.
Mi mama entro en una puerta que se veía muy fea, como toda la cuadra en la que estábamos, después de unos minutos salió y me dijo que sacara mis cosas, que ya había encontrado en donde quedarnos esa noche, al entrar pude ver la vecindad bien, era muy pequeña y muy podre, no estaba ni pintada toda estaba construida de blogs, había un pasillo que llevaba hacia unas escaleras metálicas que subían a lo que parecía que era el segundo piso, al final del pasillo aparecía la silueta de un hombre, esa silueta desde su lugar dijo.
-sigame señora.
Y mi mama hecho a seguir detrás de él, y yo detrás de ella, cargando mi mochila, el lugar era de lo más feo que había visto, pues yo una niña que era hija de un exitoso cirujano, nunca había visto lugares así ni en la tele y me daba algo de miedo, no había muchos cuartos, en la planta baja vivía el dueño de la vecindad con su esposa y su hija, en el segundo piso había tres cuartos, dos de ellos cerrados y a nosotros nos dejó en el ultimo, era un cuarto que era muy pequeño, prácticamente de cuatro por cuatro, en el cual solo había una cama y ya, y solo para eso había espacio, era muy pequeño, al llegar pronto mi mirada se posó en el casero pues el comenzó hablar.
-pues aquí es señora el cuarto, esta pequeño pero nada más es para usted y la niña no.
Una vez dicho esto el pozo la mirada en mí.
– si don Francisco.
Dijo mi mama, y continúo.
-solo serán unos días en lo que encuentro trabajo, pero está bien por el momento don Francisco.
-no me digas don mi reina.
Dijo el viejo.
-dígame gatita, así todos mis amigos me dicen, no hay que ser formales.
Le dijo a mi mama, una vez terminado de decir esto me volteo a ver a mí y dijo.
-¿y esta hermosa criatura, como se llama?
Yo conteste muy bajito.
-Dulce.
Iba a continuar hablando pero mi mama me tomo de los hombros y me escondió detrás de ella, y le dijo al señor.
-bueno don gatita, discúlpeme pero estábamos muy cansadas y queremos dormir, y todavía nos falta desempacar y arreglar, por favor si nos disculpa.
Don gatita (como pedía que le dijéramos), dio una mirada y una sonrisa algo burlona y nos digo.
-claro que si mis reinas, como quiera para lo que se los ofrezca yo estoy en la planta baja no duden en pedirme lo que ustedes quieran.
Una vez dicho esto salió del cuarto y enfilo hacia la parte de abajo, (lo describiré para que se den una idea de cómo es el; era un hombre de baja estatura pero no chaparro, pero era más bajo que mi mama como el 1.
60 y tantos, era muy gordo, tenía una gran panza, y era morenos, pero de esos que parecen como quemados por el sol, por trabajar en construcciones o algo así,), la verdad no me gustaba como nos había mirado a mi mama y a mí, pero en ese momento no preste mucha atención, pues me tenía más preocupada el que pasaba, por qué esta vamos ahí y todo eso.
Al día siguiente mi mama se levantó temprano, se cambió y me dijo que me quedara y que pasara lo que pasara no saliera y no le abriera la puerta a nadie, y así lo hice, solo escuchaba los ruidos de la gente y sus sombras como pasaban y yo ahí en esas cuatro paredes, solo podía leer, pero obedecí a mi mama, así fueron los primeros 2 días, mi mama llegaba hasta la tarde y traía algo de la calle para comer agua y cosas para que yo comiera durante el día, en el tercer día ya no aguantaba el encierro así que desobedeciendo lo que mi mama me había dicho Salí al pasillo, de la vecindad que parecía bacía, así que pude estar un rato, después pude ver que había unas escaleras que conducían a lo que imagine seria la azotea de la vecindad, subí por la escaleras, y pude ver que había un espacio amplio, en el cual había unas figuras de sementó, (hoy sé que son lavaderos), pero en ese momento no lo sabía, había mucho mecates en los que la gente supongo colgaba su ropa a secar, estaba mirando la ciudad y a lo lejos se veía la autopista, cuando de pronto escuche unos pasos que se acercaban por la escaleras y pronto me escondí al lado de una pequeña casita que se veía como que la utilizaban como para cosas del mantenimiento.
Permanecí escondida, hasta que pude ver quien subía, era una niña, yo creo que de mi edad, ella era de piel blanca como la mía y cabello de color güerito, lacio, llevaba en sus manos un cesto de ropa que supongo que se dipodia a lavar, era bajita más que yo y delgada, la verdad ella era muy bonita, tenía su cara muy bien definida, yo permanecí oculta pues me daba pena que me pudiera ver, ella bajo su sesto de ropa y comenzó a quitar la tierra que se acumulaba en el lavadero, se puso unos audífonos y comenzó a lavar su ropa, yo estaba oculta atrás sin que ella se diera cuenta pensaba que tendría que esperar ahí hasta que ella terminara de lavar, después de un rato y ya cansada de estar oculta me dispuse a salir pero cuando estaba a punto de hacerlo pude ver que alguien subía por las escaleras, erra el viejo gatita, quien rápidamente llego a la parte de arriba yo me oculte porque no quería que él me viera que estaba ahí, la niña continuo lavando su ropa pues por los audífonos que tenía no se daba cuenta que tenía al viejo detrás de ella, cuando de pronto ocurrió algo.
El viejo en un rápido movimiento se puso detrás de ella poniendo sus dos manos en la diminuta cintura de ella y dándole un repelón que la hizo saltar del susto, él era tan gordo que cuando se le pego a ella casi la tapo por completo, después pude ver como ella se quitó los audífonos y empezó hablar con el muy bajito, tanto que yo no podía escuchar nada de los que decían, pero cuál fue mi sorpresa el sostuvo con una mano su cabeza y de pronto le dio un beso muy apasionado a ella, vaya imagen que veía, él era un viejo por demás asqueroso y ella era una niña muy bonita, pero al parecer no le disgustaba que el viejo la besara así, pronto las manos del viejo se metieron por debajo del vestido de ella y el no dejaba de besarla.
No paso mucho para que todas las cosas que me había pasado a mí, desde lo que paso con mi tío, hasta lo del señor de la fiestas y amigo de mi abuelo y el viejo desconocido, llegaran a mi cabeza, en mi ingenuidad de niña de 8 años que en ese momento tenía, pensaba que esas cosas solo me ocurrían a mí, pero ahora podía ver que no era así, frente a mí una niña de mi edad hermosa también estaba siendo besada y tocada de forma fuerte por un viejo, tal y como a mí me había pasado en todas esas situaciones, trague saliva y no entiendo porque cruce mis piernas pues sentí algo que me hacía sentir rara y me dispuse a ver lo que pasaba.
El viejo continuaba besándola con gran fuerza la pequeña boquita de la niña quien solo tenía cerrado sus ojos y sus manos a los costados de ella, se podía ver como las manos del viejo estaba recorriendo todo el cuerpo de ella por debajo de su vestido, como de estar en las nalgas de ella, pasaban a la parte de enfrente, y ella por auto reflejo echaba las caderas para atrás, y en ese momento el viejo volvía a pasar sus manos para enfrente y de un fuerte jalón, volvía a juntar su cuerpo con el de ella, todo esto sin dejar de besarla ni un momento.
Yo continuaba tragando saliva y viendo lo que pasaba, después el la dejo de besar y comenzó a decirle algo en voz baja, que yo no podía escuchar, podía ver como ella solo asistía a lo que el horrible viejo le decía, después de esto pude ver como el viejo se recargo en el lavadero y ella comenzó a ponerse como de rodillas, por un momento por mi mente paso si ella aria lo que yo estaba familiarizada hacer, y fue así, ella se detuvo en la entrepierna del vegete gatita, y bajando su bragueta y libero el pene del viejo, y sin decir más lo metió a su linda boca, para deleite del viejo, cuya respiración y suspiros podía escucharlos hasta donde estaba yo, que era más o menos como 8 metros, de tan fuertes que eran, el solo echaba la cabeza hacia atrás y ponía sus gordas manos sobre los cabellos güeros de la niña, pero lo que más me sorprendía era ella, quien parecía tener mucha practica con ello, pues a diferencia mía que solo metía en mi boca y lo dejaba salir y entrar, ella no, ella lo lamia, lo sacaba lo besaba, parecía como si lo disfrutara, como si estuviera comiéndose la más rica paleta del mundo o el más rico helado, (que por cierto es el napolitano y chocolate), a pesar de que eso le pertenecía a uno de los viejos más feos que yo había visto en mi vida a ella parecía gustarle mucho, los gruñidos y jadeos del viejo se escuchaban cada vez más fuertes, yo seguía desde mi lugar impresionada viendo lo que esa niña que era más o menos de mi edad hacía, sin darme cuenta cada vez más apretaba mis piernas que estaban cruzadas, por los sonidos que el viejo horrible hacia pensé que estaría a punto de terminar, pero antes de que pasara eso él se desaparto de ella, dejando solo saliva que pude ver como ella se limpió con su mano.
Pensé que todo había terminado pero no fue así, el viejo le dio una seña y ella se puso de pie y le dio la espalda de tal forma que parecía que iba a seguir lavando, pero no fue así, el viejo desabrocho su pantalón y lo dejo caer, la imagen era horrible aunque no podía verlo todo afortunadamente, el tenia bello por todo el cuerpo y una gran panza, afortunada mente traía una camisa que le tapaba gran parte de su cuerpo por lo cual no dejaba ver todo su cuerpo desnudo, él se colocó detrás de ella, a pesar que él no era muy alto ella era más chaparrita que él y le debía llegar a los hombros, hizo que se inclinara un poco y mientras con su mano izquierda hacia que ella se recostara sobre el lavadero, el llevaba su mano derecha a su boca y podía ver como la llenaba con saliva para después meter su mano, levantar el vestido de ella y subirlo hasta arriba de su cintura dejando al descubierta parte de sus blanquitas pompis, y después metiendo su mano en medio de sus piernas, una vez hecho esto y teniendo a ella total mente recostada, de un solo empujón él se pegó completamente a ella y ella lanzo un pequeño grito ahahahahahahaha.
Que fue rápidamente silenciado por un – no hagas ruido del viejo, una vez dicho esto pude ver como ella con una mano tomo una blusa que tenía cerca de las que había ido a lavar y la acerco a su boca, supongo que para no hacer ruido, y comenzó un despiadado vaivén del viejo, que a cada estocada que el daba se escuchaba un tronido del golpe de sus piernas con las nalguitas de ella seguido de un pequeño quejido de ella y un suspiro de satisfacción del viejo.
Los arrimones del viejo continuaron en un vaivén, yo estaba impresionada era la primera vez que veía a personas teniendo sexo pues ni en las películas había visto eso, y lo que ese día mi tío me puso a ver era de caricaturas, estaba observando como ese viejo arremetía contra el pequeño trasero de la niña, las arremetidas continuaron y los gestos que ella hacia es algo que no puedo olvidar, esto no duro mucho, fue cosa de a lo mucho 5 minutos, cuando el viejo intensifico sus arremetidas para después lanzar un fuerte quejido y un resoplo y terminar como inclinado sobre la espalda de ella que a su vez estaba inclinada sobre el lavadero, después de esto él se incorporó le acaricio el pelo y de dijo algo mientras se acomodaba la ropa para después bajar por las escaleras a la planta baja.
Yo no entendía lo que me pasaba sentía un sentimiento que me recorría todo el cuerpo como cuando estás muy inquieta entre comezón o calor o sientes que esperas algo, pude ver como ella se quedó un rato a recargada en el lavadero, después se incorporó, se bajó su vestido y pude notar que tenía la blusa mojada por lo húmedo del lavadero, yo no podía crees como una niña tan bonita como ella había dejado que un viejo tan feo le hiciera algo así, y no sé porque en ese momento me salió un sentimiento como de identificación y empatía por ella, pues me di cuenta en ese momento que no era la única que sufría cosas así, después pude ver como ella también bajo, a la planta baja, yo aproveche, pues esta era mi oportunidad para salir de ahí sin que nadie se diera cuenta, baje y me metí a mi pequeño cuarto, por una pequeña ventana que tenía el cuarto pude ver como la niña subía ya con otra blusa, porque la que tenía estaba mojada y regresaba a seguir supongo lavando en las azotea.
El resto de la tarde no podía sacar de mis cabeza las imágenes de lo que había pasado, era una maraña de sentimientos culpas recuerdos del pasado, más lo que pensaba de mi situación familiar, era todo un caos, cosa que solo las mujeres que lean mi relato entenderán como me sentía, yo sola en ese cuarto y después de todo lo que paso tenía un buen tiempo para torturarme, la noche callo por fin y mi mama llego con su acostumbrada bolsa de víveres y demás, cenamos como todas la noche mientras me contaba todo lo que había hecho durante el día, a donde había ido y eso, yo la verdad casi ni probaba la comida y en verdad no la escuchaba, solo tenía la mirada perdida y una que otras ves daba un bocado, mi mama debió haberlo notado y supongo que imagino que estaba así por estar todo el día encerrada y por qué extrañaría mi casa y a mi papa, en verdad no se imaginaba todo lo que yo había vivido ya y él porque estaba así, fue entonces cuando ella me dijo.
-Dulce mi amor, mira esto es provisional, pronto estaremos en algo mejor, y mira por tu papa no te preocupes él está bien, solo que papa y yo tenemos problemas y no podemos estar juntos, pero que crees amor te tengo 2 buenas noticias.
Al decirme lo de las noticias y lo de mi papa llamo completamente mi atención y sin pensarlo más le pregunte.
-¿dime mama que es? Ella me miro y dijo.
-la primera mi amor es que ya tengo trabajo, es algo pesado el horario pero nos la arreglaremos, y la segunda es que, hable con la directora de la primaria que está aquí cerca y me dejaron inscribirte para que no pierdas tu año, ayudo mucho que fueras una niña muy inteligente y empiezas mañana.
Así que te compre libretas y todo, mañana te vas conmigo para que te deje en la escuela como vez amor.
Esa noticia si me emociono, pues ya no pasaría todo el tiempo en ese cuarto, y a mí siempre me ha gustado la escuela, aunque la idea de ser la chica nueva me asustaba, no le di mucha importancia pues en ese momento tenía mucho que pensar, después de esto seguimos hablando de cosas no relevante para la historia hasta que llegó la hora de acostarse.
Como lo dije era un cuarto muy pequeño donde casi solo había espacio para la cama, por lo tanto mama y yo dormíamos juntas, eso no me gustaba tanto, porque yo estaba acostumbrada a dormir sola desde niña, pero estado en ese lugar la idea tampoco me era tan mala pues así no tenía miedo de estar en ese sitio, mi mama pronto se quedó dormida y yo no podía mi mente está atrapada con lo que había visto ese día, no entendía porque los recuerdos de lo pasado hacían sentir en mi un sentimiento extraño, volví cruzar mis piernas porque me volvía a sentir así cerré mis ojos y me puse a pensar en el momento.
No me malentiendan no me gustaba pensar en ese viejo ni es su cuerpo de hecho él se me hacia súper repulsivo, lo que realmente podía mi imaginación a volar, era todas la reacciones de ella, como una niña tan bella se dejaba hacer eso por un viejo sus reacciones su cara, me preguntaba cómo es que ella se dejaba hacer la forma que se había dejado tocar, y me preguntaba que había sentido ella cuando eso pasaba, y por qué dejaba que pasara, pensaba todas estas cosas y sin querer mi cuerpo reacciono sin darme mucha cuenta fui bajando mi mano hasta meterla por debajo de mi pijama, comencé a pasar mi dedo muy despacio por arriba de mi ropa interior, lo hacia así porque mi mama estaba durmiendo justo de tras de mí, y no quería que mis movimientos la despertaran.
Después metí mi mano por debajo de mi ropa interior, y comencé a pasar mi dedo por fuera de mi vagina, ese movimiento me hacía tocar el cielo estaba sintiendo algo que era indescriptiblemente rico, seguí asiendo cirulo con mis dedos por un lado de mi piel, que la sentía súper sensible, a veces pasaba el dedo por mi cerrada y nunca tocada vagina, y eso me hacía morder mi cobija para no gritar, mi respiración se hacía más agitada y yo intentaba controlarla porque sabía que mi mama estaba durmiendo al lado mío, mi mama tenía su brazo sobre mi hombro como abrazándome, estábamos acostadas de lado, yo dándole la espalda a ella y ella abrazándome por la espalda, como mi respiración era muy agitada y cada vez la podía controlar menos decidí quitar el brazo de mi mama de mi hombro y poner sobre la cama para que de esta manera no notara mis movimientos.
Tomo con cuidado su mano y la fui bajando muy espacio por mi costado, pero no sé qué me pasaba estaba muy excitada pensando en todo lo que antes mencione que el rose de la mano de mi mama deslizándose por encima de mi cuerpo me provocaba una sensación más placentera que la que yo misma me causaba, (no vayan a pensar que soy una pervertida o de lo peor, es mi mama y la amo y la respeto mucho, pero como les dije esto es verídico y lo cuento como es además era muy pequeña y no veía tanto lo malo solo pensaba en el momento), deslizar la mano de mi mama por mi costado me regalo aún más sensaciones, me imaginaba que alguien me estaba tocando como había tocado a la niña de la vecindad, deslice la mano de mi mama hasta dejarla sobre mi glúteo izquierdo, sobre mi pijama y cerré mis ojos, el contacto de la mano de mi mama sobre mi traserito me ayudaba a imaginar que yo era la niña de los lavaderos, continúe jugando por fuera de mi vagina con mi dedo cada vez más rápido, también me fui pegando cada vez más a mi mama porque me gustaba sentir su calor, me gustaba imaginar que alguien estaba detrás de mí y me tocaba, pegue lo más que pude mi cuello a la cabeza de mi mama pues cuando respiraba y exhalaba ella su resuello me aventaba aire calientito hacia atrás de mis orejas y me ayudaba a imaginar que alguien estaba respirándome y tocándome de tras de mí.
Los que gusten creerlo créanlo y los que no, no están obligados hacerlo, pero era una niña de en ese entonces 8 años masturbándose, conociendo su cuerpo por primera vez y todo aun lado de mi mama que dormía, mi respiración y la sensaciones en mi cuerpo crecían y mi juego con mi mano también, de pronto sentí una sensación extraña como si algo dentro de mi quisiera salir, por un momento dude pero era tanta la euforia que sentía en ese momento que no me importo, cuando esa sensación exploto dentro de mí, yo solo pude morder con todas mis fuerzas las cobijas pero aun así no pude evitar dejar salir un pequeño gemido seguido de un espasmo que sacudió todo mi cuerpo de gran satisfacción fue en ese momento que yo estaba en el cielo de todas esas sensaciones nuevas que mi cuerpo me ofrecía que la voz y los movimientos de mi mama me regresaron a la tierra.
-Dulce mi amor ¿Qué tienen estas bien?
Me pregunto mi mama, yo volviendo en si rápido y acomodándome pensé rápido y le conteste.
-si mami estoy bien, solo tenía una pesadilla pero ya estoy bien.
Una vez dicho esto mi mama me dijo duérmete mi amor, y me volvió a abrazar, yo estaba muy cansada por lo sucedido, y sentía mi ropa interior mojada, pero no podía parar a cambiarme o mi mama se preguntaría que está pasando, con el abrazo de mi mama me sentía muy calientita y amada, y sabía que maña tendría que ir a la escuela, por lo cual no tarde en quedarme completamente dormida.
A la mañana siguiente nos despertamos muy temprano nos alistamos y nos preparamos para que mi mama me dejara en mi nueva escuela por un momento los nervios le ganaron a los pensamientos de lo sucedido el día anterior, mi mama me llevo de la mano a la escuela que no estaba muy lejos de donde rentábamos como a tres cuadras, no contare detalles de la escuela, eso será en la próxima entrega, solo les diré que era como todas las escuelas públicas de ciudades de este país, yo una niña acostumbrada a escuelas de paga pues mi papa siempre gozo de una gran economía no podía creer lo que mis ojos veían eso no estaba ni cerca a los que yo estaba acostumbrada, finalmente después de hablar con le directora y de despedir a mi mama me llevaron al que sería mi nuevo Salón al tercer año grupo B, la directora me presento con la maestra y la maestra dio el clásico discurso que dan los maestros de bienvenida a los nuevos, después me dijo que dijera mi nombre y tuve que repetirlo tres veces porque lo decía muy despacito, todo esto lo hice con la carita agachada todo el tiempo, el final la maestra dijo.
-bueno Dulce bienvenida, pasa a sentarte haya atrás hay un lugar, atrás de tu compañera Lucero.
Cuando termino de decir esto yo mire hacia donde ella me decía y mi corazón por un minutos se detuvo, estaba sentada ahí, la niña que había visto como hacia esas cosas con el viejo gatita de la vecindad, no podía creerlo estaba en ese salón he iba hacer mi compañera de clases y me iba a sentar casi con ella, trague saliva y camine hacia mi lugar, pensando en todo lo que había visto hacer a ella y al viejo, (en ese momento no lo sabía pero ella iba hacer el puente el vínculo seria mi mejor amiga y a la ves mi maestra, mi paño de lágrimas la que me insertaría más en este mundo de perversión a mi corta edad), me senté y ella inmediatamente me dijo.
-Hola soy Lucero
-Mucho gusto soy Luna.
Continuara……….
Autor: Dulce Luna.
,,, <3
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