Cobrando deudas … 2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por porqueria15.
Cobrando Deudas ….
2da parte.
La escena no podía ser más abrumadora… Mary luchaba por introducir la cabezota del pene de Andrés y este hacia esfuerzos por sostenerse de pie, me parece que no va a aguantar mucho tiempo me dije en mis pensamientos, pero estos se interrumpieron al ver hacia abajo y ver la boquita de Bety que ya llevaba más de la mitad de mi verga introducida en su boquita.
– Creo que este es el mejor día de mi vida… – atino a decir Andrés, mientras sobaba la cabecita de Mary.
24 horas antes….
– No te entiendo Víctor, me dices que ¿no quieres pagarme en efectivo? Entonces, ¿Cómo?, yo sé que tienes la solvencia, ¿Qué te traes entre manos?
Estaba sentado en mi oficina, platicando con uno de mis proveedores usuales, al cual le pago semanalmente 2,500 por suministros para uno de mis edificios, y que pues le tengo mucha confianza porque tenemos más de 15 años de hacer negocios.
– Bueno Andrés, que pensarías si te digo que tengo a mi disposición ciertos “bienes” de los cuales puedo disponer y que quisiera ver si quieres disfrutar.
– Mmm, “bienes”, a que te refieres?
– Bueno, creo que son algunos que te encantara, sé que tienes afición a las jovencitas, no son pocas la historias que nos cuentas de las jóvenes putas que te has cogido, de 16, 15, y hasta 14 años, ¿no?
– Bueno… si, claro, ¿Qué? Encontraste algún putero donde pueda deleitarme con alguna de ese nivel.
– Bueno, no lo pondría así, pero me dijiste que pagabas hasta 500.
00 por un dulcito de esos no?
– Ja ja, la última que me comí, tenía como 13, y me costó 1,000.
00 una morenita toda flaca que se notaba que tenía más lombrices que carne ja ja ja, creo que mis mocos fueron lo más parecido a leche que pudo haber disfrutado en mucho tiempo.
Ese es el problema, se que se consiguen más jóvenes, pero son niñas desnutridas e indígenas que realmente no se me apetecen.
– respondió ufano, reclinándose hacia atrás en la silla, cual si estuviera hablando de algún animalito cualquiera.
Me levante del escritorio y rodeándolo quede frente a él, e inclinándome un poco le hable muy bajo, casi en susurro.
– Que dirías si yo te consiguiera una ninfa, blanquita, de buena familia, de unos 7 años, y que pudieras disfrutar de cada agujero que tiene por solo 25,000 – realmente los 10,000 que me habían cobrado originalmente Ana, la flamante señora de Domínguez, había logrado bajarlo a 5,000 por agujero, luego que amenace a la madre con que ya no regresaría y que mejor le trasladaría la deuda al banco, así que realmente yo iba a tener una ganancia de 10,000… je je, no de balde soy un gran negociante.
– ¿Queee? ¿En serio puedes conseguir una pequeña de esa edad? – fue lo que me pregunto Andrés, realmente el precio no pareció afectarle.
– Claro, le dije con una sonrisa que no dejaba lugar a dudas.
– Bueno, espero que no estés bromeando, mira que con los deseos de un hombre no se juega – me dijo señalándome con el dedo.
– Pues si tienes esa cantidad, yo puedo concertar una cita mañana a esta hora, ¿te parece?
– ¡Pa’luego es tarde! – me exclamo Andrés.
Al día siguiente una hora antes de la hora convenida con Andrés, llame por teléfono a Ana.
– Halo, ¿Ana?
– Si – contesto ella al otro lado del teléfono.
– Que tal, mira te tengo una buena noticia, creo que podrán salir de la deuda más rápidamente – le dije tranquilamente, como si se tratara de algo de lo más natural.
– Aja, y como será eso – me pregunto ella fríamente.
– Sencillo, que tal si las nenas pueden atender no solo a uno si no dos posibles clientes, uno seria yo y el otro seria alguien que me abonaría a la deuda de tu esposo, ¿que dices?
– ….
– hubo una pausa, en la cual por un momento pensé que me mandaría a comer mierda, pero luego escuche
.
– Ok – simplemente dijo así.
– De acuerdo, llegamos en una hora.
– Le dije calculando lo buen negocio que esto me estaría conllevando…
Una hora después, estaba parqueando nuevamente mi sub enfrente de la casa de Domínguez, bajamos Andrés y yo y nos dirigimos hacia la puerta, tocamos el timbre, y a los segundos abrió la puerta Ana, venia vestida con un vestido de una pieza con botones al frente, con zapatos de tacón y muy bien peinada, maquillada, realmente era todo un nuevo cuadro muy diferente al que había presenciado la primera vez que la conocí.
Pero detrás de ella salieron dos nenas como de 8 y 10 años, una rubiecita y otra morena, que no eran sus hijas… –
¡Adiós mama de Bety! – pasaron diciendo con sus dulces vocecitas y salieron saltando por la puerta.
– ¡Adiós Dianita, Adiós Sheny! – les alcanzo a decir Ana a las dos hermosas criaturas que pasaron como exhalación.
– ¿Que fue eso? – le pregunte a Ana
– Nada… un par de amiguitas de mis hijas.
Pasen adelante.
– Ana, quiero presentarte a Andrés, un muy buen amigo mío.
– Mucho gusto señor Andrés, pase, siéntense en la sala, en breve bajan las nenas.
– Muchas gracias señora – le dijo Andrés muy caballerosamente.
Pasamos a la sala, que estaba mejor arreglada que la ves pasada, al igual que la casa, se notaba que el estrés que existía en esos momentos de mi primer encuentro ya había pasado.
– ¿Desean tomar algo? ¿Un wisky o un roncito? – ofreció servicialmente la anfitriona.
Por un momento me imagine que estaba en un prostíbulo siendo atendido por la matrona del lugar, ja ja.
– Un Wisky si no fuera mucha molestia – le respondió Andrés.
– Igual yo, gracias – secunde.
– No es ninguna molestia, ahorita vuelvo – indico Ana, desapareciendo detrás del bar que estaba cerca y prontamente preparo un par de onzas de Scotch en dos vasos anchos, hielo y soda, y también sirvió una generosa porción de vino en una copa ancha, me parece que deseaba acompañarnos.
– Aquí están caballeros – nos dijo, entregándonos a cada uno un vaso, y al hacerlo pudimos cómodamente ver en su escote un par de generosas tetas que estaban enfundadas en un precioso brassiere color negro.
Un gracias al unísono se dejó escuchar y luego ella procedió a sentarse en a la par de Andrés, que se había sentado en el loveseat del conjunto de la sala, yo estaba en el sillón unitario, y el sillón de tres plazas se quedó vacío.
– Bueno pues “Cheers” , – Dijo Ana, alzando su copa cual victoria anticipada – porque nuestros negocios se conviertan en placer, ¿no?
– A pues yo también brindo por eso – Dijo Andrés a todas luces emocionado, ya que la picara de Ana al sentarse el pijazo de en medio del vestido dejo ver una buena porción de sus piernas que no pasaron desapercibida por nuestros ojos.
– Yo igual – secunde el brindis.
– Entiendo que ustedes ya se pusieron de acuerdo con los términos de nuestro convenio, ¿verdad Víctor? – me dijo Ana, haciéndome un giño cómplice.
– Claro, no hay problema, Andrés se arregla conmigo no te preocupes – le dije.
Y casi al unísono de decir esto a Ana, escuchamos que unos pasitos se oían descender por las escaleras.
Y luego ante nosotros se presentaron las princesas, ¡Por Dios! Ana creo que tiene madera de Matrona… las nenas venias únicamente con unas batitas transparentes, que dejaban más que obvio que abajo solo tenían sus calzoncitos, Bety con uno de HelloKitty y Mary con uno de Dora la exploradora.
Tenían un pequeño esbozo de carmín en sus labiecitos, sus cabellos estaban recogidos en sendas colitas a los lados.
Estaban preciosas.
Ana se levantó y poniéndose en medio de ambas las tomo de las manos y las llevo con nosotros y estando a un paso pregunto – bueno ¿cómo acordaron los caballeros que será la repartición?
– Mary, atenderá a Andrés y Bety estará conmigo.
– Le dije tranquilamente.
– De acuerdo – dijo Ana, y tomando de la mano a Mary, la condujo hasta dejarla delante de Andrés y le dijo a la nena – Mary, este es el tío Andrés, ok, y debes atenderlo igual que a tu nuevo papi, ¿ok? .
– Si mami – le dijo la nena con una sonrisa y dirigiendo una bella mirada a su nuevo “tío” Andrés que estaba como embobado con la contemplación de aquella pequeña ninfa.
– Y bueno Bety, tu atiende a tu papi Víctor, ¿ok?
– Si mami – dijo Bety y brincando se subió a mi regazo, plantándome un beso con su boquita en la mía y abrazándome fuerte con sus bracitos.
Ana se retiro al sofá de tres plazas y se estiro completamente en el, desde el cual tenia completa vista de los otros dos asientos.
Andrés se paró de su lugar y la pequeña Mary a penas le llegaba a la altura de su cintura, posición que la nena no desperdicio, ya que de inmediato procedió a desabrochar el cinto del pantalón de Andrés, el cual solo tuvo que pasar las manos por los hombros de la nena para que la batica que llevaba cayera a la alfombra, de esta forma quedo solo Dora la Exploradora cubriendo el bello cuerpito que ahora luchaba con el cierre del pantalón y que logrando abrirlo, este callo a los tobillos de Andrés dejando al descubierto de la cintura hacia abajo al “tío” y el bóxer que calzaba atestiguaba una erección inminente.
– Wow, mira Bety, la tiene grande también – atino a decir Mary, mientras tiraba del elástico de los bóxer de Andrés hacia abajo, dejando liberado el falo que gritaba por atención, Andrés no calzaba muy largo, pero si más grueso, estime unas 6 pulgadas de largo pero un grueso más pronunciado, marcado por venas que recorrían todo su pene.
– Bueno mi niña, a ver si puedes con él – le dijo Andrés posando su mano sobre la cabeza de Mary para guiarla hacia su verga.
– Vamos mija, demuestre que puede – le animo Ana desde el sillón y que ya se había abierto el vestido y se notaba que no llevaba calzon, como anticipando la gran masturbada que se estaría sirviendo a saludo de sus hijas.
– Si Mary, tu puedes – le decía Bety, que ya me había habierto el pantalón y masajeaba mi duro y erecto pene, y que sin decir mas, simplemente se resbalo hacia la alfombra y de rodillas entre mis piernas comenso a devorarlo cual si una fuente de dulce se tratara.
A todos estos ánimos, ya Mary luchaba por introducirse la cabeza del pene de Andrés, y echándole mucha saliva lo estaba logrando.
La escena no podía ser más abrumadora… Mary luchaba por introducir la cabezota del pene de Andrés y este hacia esfuerzos por sostenerse de pie, me parece que no va a aguantar mucho tiempo me dije en mis pensamientos, pero estos se interrumpieron al ver hacia abajo y ver la boquita de Bety que ya llevaba más de la mitad de mi verga introducida en su boquita.
– Creo que este es el mejor día de mi vida… – atino a decir Andrés, mientras sobaba la cabecita de Mary.
– Entonces no te arrepientes del negocio – le atine a decir mientras Bety pasaba su lengua por mis huevos, chupándolos y recorriendo todo el largo de mi verga con sus labios y su lengüita.
– Para nada mi amigo, creo que ¡hasta me salió barato! – me dijo mi amigo mientras que con las dos manos presionaba la cabeza de Mary para lograr meter media verga en su boquita.
Yo no soporte más y tome por los bracitos a Bety y la puse sobre el brazo del sillón boca abajo, y separe sus cachetitos de sus nalgas buscando sus pequeña vulvita, y comencé a comérmela con lametazos y besitos y lamiendo infinidad de veces su pequeño clítoris, logrando arrancarle varios suspiros a la nena.
– Mmm, si….
Si… si… asi papito….
Si sigue así, mmme , gussta… mmmm ahhh.
Levante la cabeza y pude ver a Ana que ya tenía 3 dedos nuevamente dentro de su concha, que se miraba super brillosa de lo empapada que estaba la muy puta, pero no nos miraba a nosotros, sino que miraba a Andrés que en este momento tenía también a Mary bocabajo sobre el brazo del sillón y ensalivaba su cabezón para luego intentar introducirlo en la vaginita de Mary, a lo cual la nena solo cerraba los ojitos, el cabezón del pene de Andrés debía está estirando al máximo esa cuevita…
– Uyyy ….
ahhh, ahhh, es ,… muy gruesssa, tio ….
No….
Ahhh… yaaa… yaa.
ya entro… oooohhh, me abre.
.
mucho…a
– Aguanta mi niña, aaaahhh aguanta… ahí va … ya entro la cabeza… el resto se va … fácil… ufff.
Que rico aprietas mija.
.
que rico cogerte mija….
Así que no me quise quedar atrás, y oyendo como Andrés ya llevaba media verga dentro de Mary, me levante y apuntando a la cuquita de Bety, comencé mi ingreso, no recibí mucha dificultad, se fue muy suave, estaba apretado, pero los jugos ayudaron mucho, así que rápidamente mi huevos chocaron en la conchita de la nena que solo atinaba a pujar.
– Umm, uff, uff, uff, que rico papi, que rico….
Mmm, ya está dentro papi… que rico…
Andrés ya estaba completamente dentro de la nena, ya que se notaba en su pistoneo que el ritmo no solo lo marcaba él, sino que la nena también lo buscaba con sus caderas, buscaba el pistoneo que se volvió vertiginoso.
Y yo también sincronizados casi, no perdía el ritmo de entra y sale de Bety.
– Oh! Me vengo mija linda, me vengo… – empezó a gruñir Andrés, y Mary volteo a verlo y le dijo para mi sorpresa – ¿me la quieres dar en mi boquita Tio?
– Siii, – le dijo Andrés y sacando su verga de la conchita de Mary, que sonó como que se descorchara una botella, ella rápidamente se volteo y tomando con su manita la verga de Andrés se la llevo a la boca y le comenzó a dar tremendos chupones que en un momento la verga de Andrés comenzó lanzar lechazos que la nena recibió completamente en su boquita, derramándose un poco por la comisura de sus labios, pero que la nena con su lengüita recogió y devoro completamente.
Esa escena fue demasiado para mí, y sujetando fuertemente de las caderitas a Bety, comencé a vaciarme completamente dentro de su pequeño útero, sentía que era incontables los lechazos, aunque realmente era talvez como 5 o 6, pero que me drenaron completamente.
Poco a poco solté a Bety, y mi verga se descorcho de su vaginita, la cual era obvio que no soporto la cantidad de lefa que había depositad que empezó a destilar parte de ella, y algo que no esperaba… Ana se arrojó como una loba hambrienta y con su lengua comenzó a recoger la leche que manaba de la cuquita de su hija, comiéndosela toda, creo que ya sabemos a quién saco lo golosa Mary, ja ja ja.
Pero lo siguiente si no estaba en mis planes, al terminar de devorar lo que la cuquita de Bety le daba, se volteo hacia mí y limpio mi pene, chupando todo lo que había quedado en él.
– Bueno… uff, que rico estuvo todo – Atino Andrés a decir sentado en el sillón aun con sus pantalones en los tobillos y Mary recostada en su regazo.
– Claro que si totalmente – le dije, mientras sobaba la cabeza de Bety y de Ana que se encontraban a cada lado de mí.
– Papito… espero que nos presentes a más tíos, ¿te parece? – fue la vocecita de Mary la que hablaba y Bety secundaba con su cabecita viéndome a los ojos.
Continuara.
Muy bueno, quiero leerte más !! Dónde encuentro tus relatos.