Cogiendo con una profesora madura – Parte 1
Me cogí a una profesora de química de unos 36/37 años, rubia, ojos claros, salvaje..
A esta mujer madura la conocí por una aplicación de citas, ella de 36 años, yo tenía 27. Hicimos match y comenzamos a hablar por la aplicación. Ella era profesora, por sus fotos se veía que era rubia, de ojos claros, algo gordita. En las primeras charlas era todo muy formal, hasta que se fue rompiendo el hielo de a poco. Quedamos en tener una cita para el fin de semana pero sin más detalles.
El viernes hablamos por Whatsapp, ella había llegado de una reunión con sus amigas y se había puesto a mirar una serie. Me atreví a preguntarle que estaba usando, a lo que ella responde con una foto. Al abrirla veo su culo bastante grandote, con una tanguita roja que se le metía entre sus cachetes. Le respondí que tenía un culo muy lindo y le mandé una foto de mi verga, ya bastante dura.
A partir de ahí comenzamos a mandarnos mensajes más elevados, lo que provocaba que mi verga se pusiera cada vez más gorda. Me contaba como la tanguita se le metía entre sus cachetes y como se le empezaba a mojar su concha. Yo le dije que me encantaría estar ahí para poder pasar mi lengua y sentir su sabor. Me excitaba mucho la idea de que sea madura y gordita, mi verga se endurecía imaginando estar sobre esa mujer.
Pasamos a los audios, duraban 1 o 2 minutos cada uno, ella me contaba que cosas le calentaban como por ejemplo que le digan que era una puta y le dieran nalgadas fuertes. Le dije que era una puta y era toda mía. Ella en el próximo audio me dijo que si, era toda para mi, era mi puta y quería que yo la cogiera bien duro en el escritorio de su salón. Cada vez se ponía mas cochina, quería que le llenase la boca de leche y tragar sin parar. Yo a estas alturas no daba más, la verga estaba venosa, latiendo, se sentía caliente y llena de semen.
Le pedí que se masturbe para mi, que me enviase un audio así escuchaba sus gemidos. Esperé unos minutos con mi verga en llamas. Llegó el audio. 2 minutos y algo, no recuerdo bien, lo que si recuerdo es que tuve que adelantar al final porque mi verga expulsaba leche a montones. Sus gemidos eran fuertes y me pedía que la penetrase duro. Cuando el audio terminó, ya había acabado y estaba todo lleno de leche.
Quedamos en que al otro día íbamos a vernos en persona y así poder cumplir nuestros deseos.
Si les gustó este relato, continuo con la segunda parte donde tuvimos la cita. Saludos y gracias por leer.
Ya estoy esperando leer lo que sigue