con chicos
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Susyalfi.
Soy una señora ya mayor bisexual de toda la vida e incestuosa desde hace mas de una década, feliz con mis amores y sin ansiedades de nuevas aventuras.
Sin embargo dos acontecimientos vinieron a alterar esa paz burguesa por la que transitaba con tranquilidad.
Uno, surge de una interpretación errónea de una cartita recibida de una amiguita, -tambien mayor, ya abuela-, vía web, a quien no conozco personalmente pero somos amorosas confidentes de nuestras vidas.
Ella entre otras “cositas”, posee el cariño de un niño amiguito de su nieto al que ha dedicado tiempo, esfuerzo y amor en devolverle su autoestima resentida por el pequeño tamaño de su pija.
Hoy son amantes inseparables, pero recibo un mail donde me cuenta que está enferma y que su pequeño amante, “la dejo….
”, continuando la frase que es todo un caballero de intachable comportamiento.
Al leer la noticia me indigne a la vez de pensar lo sensible de sus sentimientos que supuestamente lo perdonaba por su caballerosidad.
Se lo hago saber, crudamente sin contemplaciones, como retándola por su ingenua manera de tomar tamaño desprecio, aun mas grave en su estado de salud.
Me contesta que había mal interpretado su carta, detallándome que el joven la cuidaba y es mas sexualmente le daba satisfacción oral a ella sin lograrla él con tal de no afectarla a ella en su dolencia, una conducta más que encomiable en un chico, que normalmente piensa más en su orgasmo que en el de su pareja.
Todo esto despertó en mi esa curiosa perversidad de como seria el sexo con un menor.
Paso un tiempo y con el mis ansias de realizar el experimento, ya lo había olvidado cuando otro acontecimiento lo reavivó.
Mis encuentros lesbianos son regularmente los fines de semana pues mi amante reside en otra ciudad, en uno de ellos cuando los lapsos de descanso entre ardientes sexos, los dedicamos, supongo como es normal, a intercambiar el conocimiento de nuestras vidas durante la semana hábil.
Me cuenta un extraño relato de sus últimas experiencias que acabaron de culminar un miércoles de hace cuatro meses atrás.
Transcribo aproximadamente las palabras de mi amada:
Sabes querida desde hace un tiempo me vienen ocurriendo algunas nuevas ansias en materia sexual, las que en un pasado miércoles se han concretado, además sin que lo tomes a mal espero poder seguir disfrutando de tan bella experiencia.
Solía pasar una vez por semana por la verdulería para hacer el pedido, que luego a la tarde cuando regreso de mis actividades, algún dependiente lo alcanza a mi casa.
Con una de esas entregas llega un chico de no más de 14 años con facciones mongoloides, pero de cuerpo muy normal al igual que su forma de hablar, que solo se desleía tartamudeando cuando se ponía nervioso, por los comentarios que manteníamos es un chico educado, muy vivaz, ambicioso, con ideas claras sobre sus gustos, sin vicios, estudioso; realmente un ejemplo, que se ganaba unas monedas con los pedidos de la verdulería.
Al hacer calor algunas veces llegaba sudoroso y lo convidaba con algo fresco, de manera que en esos minutos intercambiábamos algunas palabras, donde me expresaba entre otras cosas sus anhelos.
Me llamo la atención su cultura tanguera, inusual para un chico, y más aun su ambición de llegar a ser un buen bailarín de tangos, vestir como un guapo del 900, un malevo de negro con sombrero y pañuelo blanco al cuello, y porque no?, llevar un pequeño cuchillo en el bolsillo interior de su saco, para defender la honra de su amada.
Me causaba una sonrisa tales descripciones, pero para el parecía cosa seria.
Le pregunto y sabes bailar?, solo un poco, con quien bailas?, solo señora no tengo a nadie que se preste a mis locuras.
Juro que no fue de lastima, solo que me hizo recordar mi juventud donde lo bailaba, lo que me indujo a decirle:
Hijo, hagamos una cosa, si te interesa y tienes algún tiempo, la próxima entrega de la verdulería que me traigas que sea la última del reparto, así te quedas un rato y practicamos baile, quieres?, siiiii señora, se me abalanza, me da un besito diciéndome, muchas gracias!!! Y perdone mi exceso de confianza.
Quede satisfecha al poder contribuir a la alegría de este niño.
Durante varias semanas practicamos y realmente el pibe es un buen bailarin, me supera con sus pasos y en el abrazo me inquieta.
Al ser un poco más bajo que yo, no uso tacos, un día me pide que los use así se verían más bellas mis piernas.
Pensé, este pendejo me quiere ver más linda?, humm…
Se acercaba carnaval y quise hacerle un regalo, le ofrezco la ropa de un verdadero tanguero de los años 20, cuando lo supo estaba como loco de contento, pero de golpe su carita se afeo mucho, me dice, esa ropa no existe hoy, me la tendrá que coser Ud, es mucho trabajo, le digo: hijo no se coser pero en el Abasto hay casas que se dedican a ello.
Dime cuando puedes y vamos juntos a encargarlo todo.
Así lo hicimos, moría por probarse esa nueva ropa, en especial pobrecito besaba sus zapatos negros enterizos charolaos y con taco tanguero!!.
A ver veamos cómo te queda.
Inocentemente se saca su ropa y queda en calzoncillos, le alcanzo la ropa y sorpresa!!!, por debajo de la pierna de su holgado calzoncillo asoma colgando un trozo de poronga que le llegaba hasta casi la rodilla, quede azorada, nunca había visto algo semejante.
Se viste y refocilaba con su nuevo atuendo, me abrazaba besaba y agradecía con lagrimas en los ojos.
Yo solo seguía pensando en lo que había visto, como atontada y pensando mil formas de gozarlo.
Contentísimo, me propone venir otro día para bailar con su traje puesto.
En la semana paso por una juguetería y le compro un cuchillito de plástico, con la intención que completase su disfraz.
Cuando viene a bailar, se cambia y le doy el cuchillito, me impacta agradeciéndolo y diciéndome con este no le voy a permitir a nadie pretenda sacarla a bailar, porque Ud.
, es mi pareja y mi deber es defenderla con mi vida.
Le digo, estas desvariando, no te tomes tan en serio el papel de guapo tanguero, tómalo solo como lo que es, un juego.
Se desmorono, lloraba desconsoladamente, lo abrazo y así lo sostengo acariciando su cabeza por un buen rato, se va calmando en sus sollozos mientras siento su pija endureciéndose sobre mi panza, durante un instante no niego la goce, pero me aparte de inmediato, pero sus brazos ahora me aferraban a él, no sabía que hacer.
Entre sollozos escucho amor mío, no me dejes.
Liberándome, le pregunto, que has dicho? Nada señora y así mas que vestido, disfrazado, se fue.
Obligado por la verdulería, me trae el pedido y hablamos muy poco.
Le pregunto no deseas bailar mas?, si señora pero Ud.
, no me quiere.
Hijo solo para que practiquemos baile y seamos amiguitos.
A la otra semana, me dice: Señora yo no quiero ser su amigo, quiero ser su novio.
Hijo eres un niño y yo una anciana, para novia debes buscar una chica de tu edad.
Lo hice pero me rechazan, la única que siento me quiere es Ud.
, además es a la única que quiero.
Además esta tan sola.
No, no puede ser, si lo deseas sigamos amigos y nada mas.
Y me larga, pero al menos me dejara seguir haciéndome la paja pensando en Ud.
?.
Que????, estas loco, haces eso!!!.
Si desde hace mucho, sueño que Ud.
es mi hembra.
No puede ser.
Dejame por favor.
Dirigiéndose a mi me dice: Lo ocurrido me dejo el más amargo gusto en mi boca.
Yo no sabía si confesarte lo que ocurría, me pareció una locura, ya pasaría, pensé.
No volví a esa verdulería.
Una tarde llovía a baldes y lo veo caminar mojándose tiritando de frio, me le arrimo y cubriéndolo con mi paraguas le digo, adonde vas?, no sé, a cualquier lado, no tienes donde ir?, si a casa pero no hay nadie, mama desapareció hace unos días, y tu padre?, no se nunca lo vi.
Vas a la escuela, estoy faltando, bueno ven conmigo.
Lo llevo a casa.
Le pido ve al baño sácate esa ropa y toma, le doy un sacón mío bien largo y abrigado, ponte esto.
Regresa, le sirvo un café bien caliente, voy a escurrir su ropa y dejarla sobre los radiadores de la calefacción para secarlas.
Le pregunto como iba el trabajo, me dice ahora soy repositor en el super, me pagan mas.
Y el estudio, cuando puedo voy, pero tengo poco tiempo, sabe mucho trabajo.
Preparo la cena, comemos, el lo hacía por partida doble comía con la boca del plato y a mí lo hacía con su mirada.
Cuando finalizamos, lavo los platos y el los seca, le digo que te parece si bailamos?, sería muy lindo Señora.
Pongo unos tangos y bailamos, comienzo a sentir sobre mi panza su pija ahora asomando del sacón, miro, estaba desnuda sobre mi vestido, me gusto tanto que segui así hasta terminar la pieza, voy a dar vuelta el disco de pasta y el la había guardado, pero su bulto era enorme, volvemos a bailar, mi concha estaba muy mojada, ya estaba decidida, cuando el pobre tiembla como una hoja al viento y me aprieta contra el muy, pero muy fuerte, sintiendo como se vacía sobre mi durante un buen rato con por lo menos seis latidos muy fuertes, pensé seis chorros, que bárbaro, ya sentía venir mi orgasmo cuando se aparta y se arrodilla tomándome de las piernas pidiéndome perdón.
No aguanté mas Señora, por favor perdóneme.
Me limpie del brutal polvo que se echo y le digo ve a higienizarte, ya te llevo algo para ponerte.
Le llevo un largo camisón mío, pues no tengo ropa de hombre, abro la puerta se duchaba y lo veo en bolas, un precioso ejemplar de macho bien joven con ese colgajo espectacular que tenia por pija, que resulto tan grande muerta como erguida, con esa cabeza un poco torcida como agachada mas roja que el resto que brotaba entre una tupida pelambre que ocultaba parte de sus gordos huevos.
Lo seco y le pongo el camisón, le digo ve a la cama, ya voy.
Me higienizo y en pelotas me voy a su encuentro cuando me ve sus ojos parecían saltar de sus orbitas, hazme lugar, me acuesto a su lado, me acurruco junto a él y le pido tengo frio abrígame.
Se quita el camisón y siento el calor de su cuerpo y la boca sobre un pezón, le tomo la pija ya dura, muy larga, no tan gruesa, una longaniza, por su edad una enormidad, el muy inexpertamente me acaricia, entre mis piernas hurga a ver que le puedo ofrecer, lo hace mal por momentos su caricia duele, le debo soltar la pija para comandar a sus manos para que me acaricie mas suavemente, pobrecito, no sabe hacerlo.
Se cruzo en mi mente, estaré por desvirgarlo?, eso me calentó mas, mi concha lloraba de alegría.
El me dice Señora se orina, no hijo son mis juguitos sigue es muy lindo lo que me haces.
Ambos jugamos un rato con nuestros sexos y le pido súbete sobre mí, así, tomando su pija la froto sobre mi concha, solo un par de veces sintiéndola tan dura que temí acabase sin penetrarme, la enfile sobre mi agujero y yo misma la dirigí hacia adentro mientras le pedía que empuje levantando mis piernas para presentarle más de frente a su nuevo nido, sintiendo a esa cabezota torcida como dilataba mi interior hasta apoyarse ella sobre la boca de mi útero y sus huevos sobre mi culo, se quedo quieto, pobre ángel, ambos gozábamos y con las manos en su cintura lo empujo hacia afuera, solo una vez, luego como excelente alumno comenzó solito su mete y saca, con bastante recorrido lo que en muy pocas embestidas motivo mi orgasmo y en medio de él, un torrente de leche a chorros me inundo totalmente, al punto que en cada empujón salía una porción de mi vagina junto a mis jugos que sentía fluían en cantidad.
Duró bastante este éxtasis, hubiese querido fuese eterno, mis gemidos se perdieron cuando su boca me los enmudeció sintiendo su lengua como penetraba hasta mi garganta, allí descubrí lo larga y gorda que es.
Quedamos como muertos escuchando solo los frenéticos latidos de nuestros corazones pues los de los sexos habían terminado.
Qué cantidad de semen había largado este niño y era su segundo polvo en poco tiempo.
Mi mente repasaba miles de pensamientos, pero el más intenso era el porqué las mujeres preferían a los muy jóvenes de amantes, además del inmenso orgullo de haberlo iniciado, a sabiendas que nunca en su vida podría olvidarme.
Repetimos tres veces más, en la segunda me posicione arriba de él y me pidió que no lo hiciese que el macho debía estar sobre su hembra, así lo hacen los guapos.
Sonreí por la ingenuidad tanguera pero lo goce igual.
Todas las acabadas eran un torrente, esos huevos son inagotables, pensé.
Ya muy tarde me pide irse pues si la madre regresaba y no lo encontraba en casa lo reprendería, recoge su ropa ya seca, le doy un paraguas y se va.
Termine la noche totalmente agotada, soñándolo.
Pasaron unos días y no viene, paso por el súper y estaba acomodando latas, le pregunto, estas enojado?, no señora, pero Ud.
, es muy buena conmigo y yo no lo soy con Ud.
No lo entendí, pero no le di importancia, solo le pedi que esa tarde pasase a bailar un rato.
Viene y bailamos, había algo raro, tenía un feo olor encima, le digo y este olor?, no te limpiaste bien el culo?, que pasa?.
No sé, nada.
A ver y le bajo los pantalones mientras le podría pajear un poco su pija que ya estaba bien parada, estaba sucia con mierda semi seca, le digo esto es un asco ve a lavarte.
Lo hace y muy avergonzado dice, no es mi culpa es de María.
María?, quien es? Es la señora de la limpieza, que desde que me vio mear en el baño quiso que la cogiese.
Y por el culo?, si allí es donde le gusta, le invento, eso no lo hacen los tangueros, nunca por el culo, no lo sabías?, no, no lo sabía.
Sabe señora yo ya no quería volver con Ud.
, porque la había traicionando con ella, pero le juro, ella me busco y yo lo acepte.
Bueno todos los hombres tienen aventuras.
Pero los tangueros no, se deben a sus hembras.
Algunos las explotan y son sus cafishios pero ellos no las traicionan.
Pensé, la puta, que código extraño tiene este aprendiz de macho recio.
Así termino esa velada, sin otra cosa, pues estaba asqueada, sobre todo porque en mis planes estaba chupársela.
De nuevo por varios días desaparece, paso de nuevo y estaba en su trabajo, le digo porque no vienes hoy a bailar, si no esta enojada voy.
Bueno ven.
Bailamos un rato y no siento su pija pararse, lo franeleo y apenas la siento, le digo, estás enfermo, no, un poco cansado, es que trabajo mucho.
Mucho?, si es agotador, niño a tu edad colocar mercadería en la estantería no es tan agotador, y tartamudeando de nervios me dice pero las chicas me cogen mucho.
Como?, si María en venganza me delato y todas quieren hacerlo conmigo, son cinco o seis todos los días.
Que lindo tu comportamiento y a tu novia la dejas por otras.
Señora no deseo dejarla pero mi conciencia no me permite estar con Ud.
Ven lo acuesto, lo desnudo y nos besamos con su lenguota, le pido pásamela por mi concha, no, eso no!, no se lo haces a las chicas del super?, no a nadie, un macho no hace eso, es de maricones, como coger por el culo, y si yo te la chupo?, tampoco.
Asombrada y caliente lo pajeo y pudo concretar un polvo, tardo tanto que yo acabe mas de cinco veces, por momentos se quedaba quieto, pero no quiso que yo lo montase a él.
Su descarga fue tan normal como cualquiera ya no era lo copiosa de otras veces.
Corta fue la fiesta y pensé que cada día sería peor.
Una tarde toca le timbre y me trae la caja con la ropa de tanguero, que traes, su regalo, se lo devuelvo.
Hijo los regalos no se devuelven.
Pero donde me voy no podre usarlo.
Y dónde vas?.
El patrón de mama quiere que vaya a trabajar a su casa quinta en el campo y me lleva con ella, voy a hacer de jardinero.
Cuando te vas?, mañana.
Me vas a despedir?, lo estoy haciendo, no hijo, como lo harías con tu novia, sería lindo, que buena es Ud.
Ponte el traje y bailemos, lo hicimos y pasamos luego al dormitorio, me regalo de despedida tres copiosos polvos y la promesa de llamarme por teléfono para avisar cuando venia a la ciudad a recrear nuestro raro idilio.
La caja con su traje la tengo en casa, está conmigo esperándolo.
Querida que historia tan linda, y cuando vendrá a visitarte?, no sé, sabes sería lindo que lo trajeses así compartimos esa bella tripa y esa rareza tanguera.
Lo dudo que acepte un trió salvo que encuentres un tango que en su letra lo insinué, sería la única forma de convencerlo.
La buscare, amiga mía, seguro que la buscare y les pido a los que lean esto que me indiquen si conocen alguna letra que menciones algún trió sexual, así me lo comentan.
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