Con la profesora de artes
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por JosuéDeAnda.
Todo comenzó como cualquier día, yo en ese entonces cursaba en el tercer grado de secundaria y tenía 15 años, no sé cómo y porque, pero me empezaron a llamar la atención las maduras, especialmente, aquellas señoras que tenían de 30 a 50 años de edad, de alguna extraña manera me excitaban sus apariencias.
Sinceramente, cuando ingresé a la secundaria no tenía esas intenciones o pensamientos perversos de alguna maestra, sin embargo, mi crecimiento me cambiaba tanto de aspecto físico como mental, era algo cotidiano escuchar al resto de mis compañeros hablando sobre a qué profesora se follarían despiadadamente, y todos mencionaban a la de matemáticas y otros a la de artes, ósea, a Gladys, casi no la preferían debido a que ella no era tan bonita como la de mate, a decir verdad, su rostro como ya había dicho antes, era algo tosco, de labios un poco gruesos, nariz común, se le marcaban las mejillas y tenía algo de ojeras, pero eso no le quitaba lo atractiva físicamente.
Ella me impartió clases en segundo y tercer año de artes, bueno, supuestamente era clase de artes, porque no enseñaba nada de artes, lo único que enseñaba era su culo, y eso era porque lo movía cada vez que bailaba, era más bien la clase de baile tradicional de la región, ya que solo veíamos los pasos de los bailes típicos, y… el payaso del rodeo.
Yo prácticamente odio el baile, inclusive desde que iba en el preescolar, y es por esto, que nunca participaba en su clase, en primer lugar, porque me daba pena, y en segundo lugar porque no tenía nada que ver con el ámbito artístico que debería impartir, supongo que sería algo de música clásica o pintura contemporánea, pero en fin, al no participar, Gladys se encabronaba un chingo conmigo y siempre me amenazaba con reprobarme si no participaba, a mí me daba igual, puesto que artes era la materia que más odiaba después de educación física.
En un bimestre, cuando ella daba las calificaciones finales, me dijo que era el único que había reprobado, mencionándolo de esta manera frente a todo el grupo “Carlos – 5”, a mí sinceramente, se me subieron los huevos hasta la garganta, ya que nunca había reprobado una materia, y sabía que en casa me matarían, por lo cual, me quedé con la boca abierta y sin emitir ningún tipo de ruido, esperé a que la clase terminara para ir a hablar con esa desgraciada.
Pasó el módulo, y afortunadamente era viernes, los días en que la última clase era artes, todo el día finalizaba en eso de las 3 de la tarde y al esperar a que todos salieran del salón, me quedé y decidí preguntarle porque tenía 5 si le cumplí con todos los trabajos, con excepción de haber bailado, Gladys me respondió que por lo mismo, que la clase de baile valía un total de 50% de los rasgos a evaluar, y me dijo que lo sentía y que no podía hacer absolutamente nada, y que la próxima semana entregaría calificaciones.
Eso solo podía significar estar frito y que no podía hacer nada al respecto, porque en el fondo sabía que no había cumplido totalmente, entonces insistí demasiado con ella, con tal que me pasara aunque con 6, pero ni así…
“Carlos, mira, yo te dije en todo el bimestre que participaras aunque te diera pena bailar, que eso era parte de tu calificación, pero ahora, no sé cómo le hagas hijo, pero yo ya tengo las calificaciones listas y no las puedo cambiar, te dije, y te lo dije muy bien, ahora eso es tu problema, y ya vete que tengo junta”.
Yo al llegar a casa estaba emputadísimo porque sabía que esa vieja perra arruinaría mi historial académico, y de puro coraje, me metí a bañar y me hice una súper chaqueta pensando en Gladys.
Pasé el fin de semana pensando en cómo corregir mi calificación, por momentos mi mente divagaba con accesar a la lista de ella y borrar ese cinco, o más estúpidamente, entrar al sistema de la dirección y cambiar mi calificación, pero al reflexionarlo un buen rato, supe que nada de eso era bueno hacer, por lo que decidí cambiar mi forma de ser, empezando por no masturbarme desde el sábado hasta cuando de verdad lo requiriera (quería entrar en abstinencia, ya que era adicto a la masturbación y la pornografía).
Hice mi tarea y llegó el lunes, la semana pasaba muy rápida, y eran tiempos de demasiado calor, nada de lluvias y temperaturas de casi 30°.
Nos tocaba artes dos veces a la semana, los miércoles antes del receso y los viernes a la última hora, llegó el día miércoles, Gladys aún no llegaba, esperamos casi 20 minutos, hasta que la vimos llegar, era espectacular su forma de vestir, traía puestas unas zapatillas de plataforma, unos leggings negros súper ajustadísimos a sus piernas y una blusa blanca de mangas cortas, y a la vez parecía extraño su comportamiento porque venía caminando algo agitada, con el cabello un poco despeinado y sudando, respiraba un poco rápido y venía sonriendo, una sonrisa pícara, todos pensaron que estaba así porque se le había hecho tarde y venía casi volando, pero yo en realidad pensaba otras cosas, quizás, solo quizás, se quedó cogiendo con su marido y se le hizo tarde, pero bueno, pasó.
Ella se disculpó con el grupo por la tardanza, abrió el salón y pasamos, adentro hacía más calor que afuera, nos sentamos y nuestros pupitres y como siempre, no hacíamos nada, Gladys solo se sentaba, ponía su bolso sobre la mesa y se ponía a revisar su celular, solo que esta vez, se reía un poco extraño y se mordía el labio al revisarlo, obviamente no podía ver que era lo que le causaba esa reacción, pero mis deducciones se estaban acertando cada vez más, era probable que estuviera leyendo los mensajes de su esposo sobre cosas cachondas, o quizá, veía la foto de una verga con leche, o quién sabe.
Terminó la clase, y mi última oportunidad de convencerla de que mejorara mi calificación estaba en juego, debía ser astuto y lograr mi objetivo, y como la última vez, dejé que todos salieran del salón, mientras acomodaba mi mochila para salir, empecé a apretarme mi verga de tal manera que se erectara y se remarcara sobre mi pantalón, yo ya tenía un plan y quería ver si pegaba, entonces, me acerqué al escritorio de Gladys y le dije… “Profa, por favor, no quiero reprobar, ¿qué debo hacer para poder pasar este bimestre sin ese cinco?, puedo hacer un trabajo extra si quiere, enserio, lo que sea para pasar, usted sólo dígame”.
Ella se quedó pensando por un momento, y estuvo a punto de decirme lo mismo, cuando bajó la mirada a ver mi paquete y pude observar que sus ojos se abrieron ligeramente un poco más y logré escuchar que soltó un pequeño “¡asu!” dejando una alusión de sorpresa al ver mi pene remarcado y duro, yo ya sabía que estaba excitada desde que la vi llegar en la mañana, tenía la noción que tuvo sexo duro antes de venir a la escuela pero que estaba algo insatisfecha, entonces, me respondió algo que no entendí, Gladys me dijo:
“Oh vaya Carlos, veo que te esfuerzas por tu calificación y te esfuerzas muy DURO, eso lo puedo notar jaja, mira, las calificaciones las entrego este viernes, pero puedo decirles a los directivos que si tengo chance el próximo lunes, para entonces, si tanto deseas un trabajito extra, lo tendrás y no quiero que me falles, ¿Ok?, no les digas a ninguno de tus compañeros, el viernes que tengamos clases, ¿podrías quedarte para después de las 3, unas dos horas?, estaremos aquí en el salón haciendo una rúbrica, y estaríamos saliendo como eso de las 5 pm o 6 pm, solo eso, ah por cierto, no quiero que estés cansado porque será una actividad algo ardua jeje, (mientras me da una sonrisa coqueta), y quiero que estés resistente para lo que vamos a hacer, y todo depende de cómo hagas este trabajito, te pondré tu calificación, ahora, te tengo una oferta, si lo haces excelente, te puedo poner 10 el resto del ciclo escolar, ¿Aceptas?”.
Yo entusiasmado acepté, aunque no sabía sinceramente de que trabajo era, solo me gustó que viera mi verga erecta, y bueno, ella me dijo: ”ah, se me olvidaba, trae otra muda de ropa y un pañuelo para que no se vaya a maltratar tu unfirme, es todo”.
Yo feliz le respondí que muchas gracias, que era muy buena maestra, y salí del salón, Gladys tenía algo que hacía casi siempre, cada vez que iba al baño, llevaba un desodorante en aerosol, ya que la mayoría del tiempo la veíamos transpirando y me imagino que era para que no oliera tanto a sudor.
Yo pedí permiso para hacer tarea en casa de un amigo saliendo de la escuela el viernes, y que llegaría como eso de las 6 a casa, me dijeron que sí, pero que si me llamaban, que contestara el teléfono, respondí afirmativamente, y finalmente, llegó el día viernes, desperté pensando en qué clase de trabajo era el que tenía que hacer para poder tener 10 en todos los bimestres, así que desayuné de lo mejor posible y me fui al colegio, sin olvidar mi muda de ropa que traía en otra mochila.
Llegué al salón de asignatura estatal y me senté en la banqueta de afuera del salón, esperando a que llegara Gladys, hasta que la vi, casi me desmayo al apreciarla, traía unos tacones marrones altos, un mallón de ¾ negro todo ceñido que hacía marcar su panocha y se le metía en la raja del culo y una chaqueta de cuero café que por debajo, portaba una blusa gris entallada a su abdomen, era toda una diosa del erotismo, estaba poco maquillada, con algunas sombras y los labios pintados de café, absolutamente todos en la escuela la volteaban a ver, nadie apartaba la vista de su culazo, en una mano portaba su bolso y en la otra, traía una bolsa de nylon con una especie de lona de plástico negra doblada, imagino que era para la actividad que haríamos, no sé, pasé el resto del día pensando en que actividad me esperaba hasta que, era la clase de artes, mi momento había llegado y yo estaba ansioso, no tanto por mi calificación, sino porque estaría dos horas con Gladys vestida así, era una reliquia de oportunidad.
Terminó la clase y dieron a las 3:14, mientras unos terminaban de irse, yo permanecí sentado en mi asiento, mientras Gladys me decía que esperara sentado allí, se puso a barrer el salón, la verdad, la noté más seria que la vez pasada.
Entonces salió del salón un momento, ya casi no había nadie en la escuela, solo el velador que llegaría dentro de tres horas pero para eso faltaba, luego, Gladys entró nuevamente en el salón y de la bolsa sacó unas telas negras que después, colgó en las ventanas, asegurándose de que no se viera nada desde afuera.
Yo no sabía qué clase de trabajo estaba a punto de hacer, hasta que ella cerró la puerta con llave y tapó cualquier entrada de luz posible, el salón quedó todo oscuro y solo estaba encendida la luz del salón, pareciera que estuviera de noche y con un chingo de calor, los dos sudábamos inconmensurablemente, y de pronto, empezó.
Gladys: -¿Estás listo Carlitos?
Yo: -Si Profa.
, ¿qué haremos?
Gladys: -primero que nada, quiero que te relajes y no estés nervioso, tu aceptaste hacer este “trabajo extra” y ahora no puede haber marcha atrás, ¿entendido?
Yo: -Ok Profa.
, ¿qué debo hacer?
Gladys: (*Se quita la chaqueta de cuero y deja ver su brazos empapados de sudor y su cuerpo entallado en esa blusa de licra), siéntate quieto y quítate los zapatos…
Gladys: -… ahora los calcetines, muy bien, ahora, desabróchate la camisa
Yo: ¿ok?, ahora…
Gladys: -ahora, quítate el cinturón y el pantalón
Yo: ¿Profa.
, esto…?
Gladys: -Shht!, cállate y sigue haciendo lo que te digo, muy bien, ahora, quiero verte sin sport y sin el bóxer, ¡Afuera toda tu ropa! Quiero que te quedes desnudo completamente
Yo: Profa.
, pero esto es algo incómodo, ¿Cómo…
Gladys: -Haber chamaco, te dije que te callaras y que me obedecieras en todo, así es que más te vale que sea así, o no sabes de lo que soy capaz.
Yo: está bien (*Me quito el bóxer y dejo ver mi verga medio dura).
Gladys: -Oh por dios, que buen pene te cargas, jeje, deja de tapártelo, quita tus manos de ahí.
Gladys: (*Se dirige hacia su bolso y saca una botella de plástico con un líquido transparente adentro), “ponme atención, desde ahora, ya no soy ‘profa, o maestra’, para ti, ¿Y sabes porque?, solo mírame”.
Entonces Gladys destapó la botella con un botón, eran de esas que parecen jabón líquido, y después, dirigió su mano lentamente hasta mi polla, y en una risa coqueta, comenzó a verter esa cosa sobre mi pene, y sí, era aceite de masaje.
Ella guardaba silencio y muy despacio y suavemente subía y bajaba mi prepucio hasta descubrir mi glande, mi verga se empezaba a poner dura, de tal forma que llegó a estar roja de la excitación, Gladys solo me miraba a los ojos y se mordía el labio inferior dando una risa pícara.
Gladys: (*se me acerca lentamente al oído y me susurra) –“que duro te pones papi, tienes una verga grande y muy dura, vieras que ganas me dan de probarla,”
-“Esto es lo que te decía, tu permanece tranquilo, que vamos a coger ahora, y depende de ti, si me coges sabroso y duro jijiji, ¿que está en juego?, tu calificación papasito”.
La perra entonces me dio un gran beso en la boca, me puse tan rojo y nervioso que no respondía absolutamente nada, sabía que no debía abrir la boca, porque a pesar de ser menor de edad y que ella es una madura de 42 años, traería más problemas, tanto en el instituto como en casa, yo sabía que era abuso sexual de una maestra a un alumno, pero para mí, no era abuso sino una maravilla, aparte de que si decía algo, me reprobaría, y era una oportunidad única en mi vida, todo eso pasaba por mi mente, mientras que ella masturbaba con una mano mi pene aceitado y con la otra se apoyaba en mi pecho, me besaba con pasión, su lengua se entrelazaba con la mía, compartiendo nuestras salivas y dando ligeros gemidos de placer.
Gladys: -“Aguantas bien papi, cualquier chico ya habría eyaculado con esta masturbada, pero prepárate que viene lo mejor”.
Y de pronto, puso ambas manos enroscando mi verga y de un jalón muy fuerte, bajó mi prepucio casi hasta la mitad de mi miembro.
Yo grité un poco de dolor -¡Ay!, -¡Profa.
, me dolió, nunca me había jalado hasta ahí!
Gladys: -¡Shht!, te dije que no me llamaras ‘profa’, dime Gladys, o más bien, llámame puta, jajaja, ¿te dolió papi?, jaja, pues vete acostumbrando, porque esto no es nada, ni hemos empezado, vas a ver que me recordarás toda tu vida, por ser la hembra que te quitará la virginidad” (*y me vuelve a besar la boca)
Yo inhalaba lentamente, disfrutando del momento y gimiendo lentamente, cerraba los ojos y sólo asentía con la cabeza, no podía creer que la Profa.
Milf más buenota de la secundaria estaría a punto de follarme, una madura con experiencia me quitaría la virginidad, a nada más y nada menos que un virgen.
Que rico me chaquetea prof… digo, mi amor, ¿Si te puedo decir así?
Gladys: -Por supuesto amorcito, dime como quieras jeje, soy toda tuya, mmmmm, que rico.
¡Clip, clip clip, clip clip!, sonaban las chaquetas duras y cada vez más rápidas que me hacía, el sonido que se emitía de la fricción entre sus manos y mi verga aceitada, de pronto sentía que estaba a punto de venirme, cuando le avise ella inmediatamente apretó muy fuerte mi miembro evitando que expulsara el semen, y comenzó a reírse, -“¡jojojo!, con cuidado mi vida, que todavía no debes correrte, acuérdate que de esto depende tu calificación”, y guiñándome un ojo, se llevó mi pene a su boca, lentamente lo introducía mientras cerraba los ojos y gemía de placer, era increíble lo que veía, para ese entonces me estaba haciendo un buen sexo oral la muy puta, yo solo veía como sus labios resbalaban sobre la superficie aceitada y ensalivada de mi prepucio, en el fondo, sentía su húmeda y caliente garganta haciendo burbujas de baba.
Gladys: -“Mmmmmmm, ¡mmmm!, ¡MMMMMMMMMM!, (*se saca mi pene de la boca con un hilo de baba), ¡Ahhhhh!, tssssss, ¡que deliciosa verga tienes Carlos por dios!, no me entra toda jeje, vamos otra vez”, (*Y se la vuelve a meter).
Tratando de tragársela completa, empieza a toser y siento que me muerde muy despacio, hasta que sus labios palparon mis testículos y mi pelvis, ¡Toda mi verga estaba dentro de su boca!.
Gladys: (*Tosiendo y con algunas lágrimas en los ojos) ¡ohh papacito!, ¡que sabrosura!, (*se limpia los hilos de saliva), ¿Te gustó?
Yo: -de maravilla Profa.
, que rico, varias veces quería eyacular pero me aguante como los machos, jaja,
Gladys –(*levantando una ceja incrédula y riendo), “¿machos?, ¿hablas de machos?, los machos aguantan más que solo eso, los machos aguantan esto…”
Y con fuerza, presiona su pulgar de la mano derecha con la punta de mi verga, yo quejándome del dolor y a la vez del placer, solo hago gestos y le digo que más despacio, Gladys entonces talla con fuerza mi pene hacia arriba, y veo que me sale una gotita de líquido preseminal, ella se ríe y con un dedo me la limpia y lo lleva directo a su boca, -“Wow, que rico papi, estoy ansiosa por probar toda esa leche que cargas ahí dentro”, y procede a introducirme la uña de su dedo pulgar en mi meato urinario, eso sí fue un verdadero dolor, la muy perra maldita, me quería meter todo su dedo dentro de mi pene, pero lo evité tomándola del pelo.
Yo: -“haber puta desgraciada, ya me vale verga si eres o no mi profesora, pero ya me diste un dolor de verdad en mi pene, me toca a mí seguir”
Gladys: -“No tienes los suficientes huevos perro, si de verdad eres un macho, demuéstramelo y cógeme, cógeme como nunca antes, hazme sudar y párteme este culo que sé que lo deseas tanto como otros, por cierto, lo olvidaba, eres virgen y no sabes coger, jajajaja…”
De pronto ese comentario hizo enfurecerme, y ella solo sintió la bofetada, se la di tan fuerte que giro un tanto la cabeza hacia la izquierda, y me lancé sobre ella, la agarré de sus manos hasta que nos tiramos al piso, la bese en el cuello, la boca, y sus senos, hacía mucho calor, ambos estábamos rojos y brillosos del sudor.
Yo: -“¿Esto querías putita?, una buena cogida, pues la tendrás.
”
De pronto me miró y sonrió diciendo –“¿Qué vas a hacer desgraciado, foll…?
No tarde en tomarla de la blusa con mis dos manos y, ¡Raap!, le rompí la blusa de licra en dos grandes pedazos, dejando al descubierto sus tetas con los pezones muy erectos, la muy puta no llevaba brasier.
Con mis dos manos la tomé del pelo y le metí mi pene en la boca, para que lo mamara otra vez, ella procedió a hacerlo, saqué mi miembro todo ensalivado y lo puse entre sus dos tetas, ella ya sabía que haría ahora, entonces, apretó mi verga con ambos senos y empezó a masturbarme nuevamente, una madura me estaba haciendo una increíble paja rusa.
Yo: -“Ohh, que rico”
Gladys: -“¿Te gusta papi?, ¿Eh?, ¿Te gustan mis tetas?
Yo: -Me fascinan amor
Eso decía mientras mi pinga resbalaba entre sus dos senos, después de un rato dándole un buen titjob, me levanté y le dije:
“muy bien perra, ahora párate que ya viene lo mero mero”.
Gladys entonces se levantó y parados nos empezamos a besar nuevamente, yo podía saborear su boca son sabor a mi verga, mientras le amasaba su culote con ambas manos, ella acariciaba y masturbaba nuevamente mi pene, hasta que la tomé del pelo y le dije con la boca muy acercada a la suya, es hora de cogerte mi vida.
La giré y la empujé de tal manera que cayera empinada en el piso, ella estaba de rodillas apoyándose con sus dos manos en el suelo, mientras me dejaba una maravillosa vista, no podía creer que tuviera enfrente de mí ese culo que tanto deseaba, me acerqué a para acariciar sus dos nalgotas forradas en esos leggings apretadísimos, parecían que reventarían debido a que su culo era tan grande, puse mi nariz entre su raja, y le empecé a chupar el culo sobre la tela
-que rico mi vida
eso decía mientras le practicaba un cunnilingus.
Me puse en su oído y suavemente le dije: -¿Lista amor?
Después, procedí a rasguñar la tela del mallón con un dedo, hasta que logré pasarlo, metí mi otra mano y de un solo tirón hacia los lados, ¡TRRAAC! rompí sus leggings tanto que le hice un gran agujero que dejaba salir sus dos nalgotas
Gladys: -Ayy, oh, que cabrón eres, me rompes toda mi ropa, ¿ahora cómo me iré ahora a casa? Jaja.
Yo: -¿eso querías no putita?, ahora aguántate
Puse toda mi cara en su culo, empecé a olfatear y a chupar como nunca antes, el olor de su ano era muy excitante, estaba un poco sudado, y su concha ni se diga, estaba tan húmeda que al pasarle mi lengua se llenaba de ese jugo lubricante.
Gladys: ¡Orrrhhh!, tsssssssss, que delicia papito, ¡Aaaay!, chupas mejor que mi marido.
Disfrutaba y disfrutaba de tener ese manjar frente de mí, hasta que me levanté y puse mi glande en la entrada de su panocha.
Gladys: -Hey, hey, espérate, no tan rápido, antes de coger, déjame alistar el salón.
Se levantó y se dirigió a la parte trasera de la bodega del salón en donde tenía una colchoneta inflable color negra, es ahí donde me dí cuenta que era la lona de plástico doblada que traía al principio, me dijo: -Levántate.
Luego, puso la colchoneta en el piso del salón y de la bolsa, sacó otras 4 botellas de aceite para masaje.
Me dijo que me acostara boca arriba, y vertió casi una botella sobre mi cuerpo, bañado en aceite, con sus manos empezó a masajearme muy sabroso, tallaba todo sobre mi pecho, brazos piernas, huevos y pene, sobre todo en esa parte, Gladys se quitó lo que quedaba de su blusa y sus tacones, se quedó con el mallón roto, y así, se acostó sobre mí, me besó nuevamente mientras masturbaba mi verga.
Saco un condón de su bolso y me colocó, después, me aplico más aceite en el pito y me dijo: -Ahora si papi, te toca.
Ansioso me levanté y la puse en 4, toda ella estaba brillosa, tanto por sudor como de aceite, la licra del leggings estaba húmeda, recargué mi pene en la entrada de su concha, y de golpe se la metí completa
Gladys: -¡OOOUUCH!, hay, bestia, así mi rey, dale más duro, ándale, ¡MÁS DURO!
Y cada vez más, la penetraba con más fuerza y tan rápido, que mis huevos hacían, ¡clap, clap, clap! con su culo, ella lo gozaba tanto como yo, le daba muy duro, que me sentía a punto de venir, pero lo podía contener.
Gladys: -¡AAAAHHHHH!, ¡SI!, ¡SI!, ¡SI!, ¡SI!, ¡SI!, ¡SI!, ¡SI!, ¡Ah.
!, ¡Ah.
!, ¡Ah.
!, ¡Ah.
!, ¡Ah.
!, más….
¡Ah.
!, ¡Ah.
!, más….
¡Ah.
!, ¡Ah.
!, ¡Ah.
!, más du….
¡Ah.
!, ¡Ah.
!, ¡Ah.
!, ¡Ahhh!, más duro papasito, ¡Ah.
!, ¡Orrh!, grrrr, ¡Oh!, ¡Oh!, ¡Oh!.
Eso repetía mientras la cogía, pasamos casi 15 minutos en esa posición, yo estaba muy cansado y todo sudado, ella ni se diga, ¡transpiraba al mil!, hasta que del cansancio quedé recargado sobre su espalda, la abracé mientras acariciaba sus tetas por detrás y nos besábamos.
Como le estaba besando el cuello, me llegó un olor un tanto hediondo, a sudor muy fuerte, y me percaté que se trataba de sus axilas, que estaban muy mojadas en una mezcla de sudor y aceite,
Yo: -Gladys, te huelen las axilas mi amor, ¿acaso no usas desodorantes?
Gladys: -Si uso mi rey, pero debo ponerme muchas veces porque yo sudo mucho, espera, iré a…
Entonces la detuve del brazo y le dije: -No hace falta, si hay algo que me encanta de una mujer, es su olor corporal, me excita tu olor, mira nomás como me pone la verga, (*Mientras se erectaba más fuerte, se marcaban mis venas y se me ponía roja), parecía que hubiera tomado viagra.
Gladys: -Jajaja, ¿te excita el olor de mi sudor?, que raro eres mi vida, pues si eso te hace feliz, acércate y goza de mi cuerpo.
Entonces me pegué a sus tetas y empecé a lamer todo su abdomen, chichis, cuello, concha, piernas y brazos, y al terminar, le escupí en la cara
Gladys: -Ay cerdo, no hagas eso, jijiji.
Se vaciaron los 4 botes de aceite y estábamos bañados en esa grasa mientras resbalábamos en la camilla inflable, hicimos una infinidad de posiciones durante casi una hora y media, la acosté boca arriba, y me puse a lamerle la concha nuevamente, aproveché para romper aún más el mallón, otra cosa que olvidaba decirles es que soy clastomaniaco, lo rasgué tanto que solo parecía un poco de licra enrollada en sus pantorrillas, le chupé y balbucee con sus jugos vaginales, hasta que ella se vino, tuvo un gran orgasmo que gritó: ¡Ayyyy por dios!
Jugamos un buen rato en la colchoneta a las luchas, yo la aprisionaba con mis manos acostado detrás de ella mientras la penetraba, Gladys daba gritos más que gemidos, nos girábamos, aplicábamos llaves, me apretaba fuerte el pene y me daba patadas en los huevos, me mamaba la verga y yo la cogía, le mame un rato las tetas, introducía sus dedos en mi ano mientras me masturbaba con la otra mano, me rasguñaba el glande y con la palma de su mano, la movía en círculos frotándola con la punta de mi verga, escupía para lubricar aún más, la sujetaba del cabello mientras la cogía, me masturbaba con sus pies, repetimos la paja rusa, introdujo mi verga y mis huevos en su boca de un solo tiro, en fin, una infinidad de posiciones.
Su respiración era tan agitada, y me dijo, -“te toca disfrutar mi vida, ven y párate detrás de mí”.
Lo hice, y lo que pasó a continuación me despertó aún más, me puse parado detrás de ella, Gladys permaneció sentada de cuclillas, alzó los brazos y me dijo:
-Pon tu verga en mi axila papi, sé que te gustan, hehe
Bajó su brazo izquierdo y empezó a chaquetearme con sus pliegues, fue la experiencia más deliciosa que sentí, hasta que sentí que estuve a punto de correrme, se detuvo, esperé a que se me bajara un poco las ganas, y siguió con su otra axila.
Así estuvo pajéandome, hasta que me solté y me puse a chupárselas, el olor era fuerte y tan excitante que no podía parar, Gladys solo se ría al verme practicando esa extraña parafilia, parecía que le hacía cosquillas, hasta que nos pusimos en la posición más esperada, era hora de romperle ese culo.
Gladys: -Es hora de que me destroces el ano papasito, es tu calificación, acuérdate, jejeje, ¿listo?
Yo: -Por supuesto amor, aquí va
Entonces con todas mis fuerzas, introduje mi vergota dentro de su ano, solo escuché su grito.
Gladys: -¡AAAAAAAAYYYYYYYYYYYY!, ¡AAAAAHHHHHHH!, ¡AAAAY POR DIOS!, ¡PINCHE PERRO MALDITO!, ¡ME DUELEEEE!, ¡GRRRRRRRRRR!, ¡AHHHHHHHHH!, TSSSSSSSSSSSSSSS!, ¡MI CULO!
Yo me reí cuando se quejó del dolor y sin pensarlo la penetré más fuerte.
Gladys: -¡Auch!, ¡Ah!, ¡Ah!, ¡Ah!, ¡Ah!, ¡Ah!, ¡Ah!, ¡Ay que sabroso mi rey!, ¡Ah!, ¡Ah!, ¡Ah!, ¡Ah!, ¡Ah!, ¡Ah!, ¡Ah!, ¡Oh!, ¡Oh!, ¡Oh!, ¡Oh!, ¡Oh!, ¡Oh!, ¡Oh!, ¡Oh!, más duro papi, más duro pro favor, hazme tu puta, ¡CÓGEME MÁS DURO!, SOY TU HEMBRA, SOY TU PERRA, SOY TU YEGUA, ¡QUIERO MÁS DURO, Y MÁS RÁPIDO!!!!, ¡AAAAYYYY!.
Entre toda esta penetración, sentí las ganas más mortales de explotar en semen, y no aguanté más, le dije:
-Me vengo, oh dios!, ME CORROOOO
Inmediatamente me salí de su hueco, retiré el condón y me di una fuerte paja de unos pocos segundos, en lo que ella se hincaba frente a mí, levanto sus dos brazos para sostenerse una cola con el cabello, cerró los ojos y la boca abierta con la lengua de fuera, hecho un poco la cabeza atrás y sus tetas al frente, parecía una de esas actrices porno Milf listas para recibir una descarga de leche.
Gladys: -SI MI PAPI, BÁÑAME EN TU RICA LECHE CALIENTE, QUIERO SENTIR TU NÉCTAR SOBRE MÍ, QUIERO ESTAR TODITA CUBIERTA EN SEMEN DE UN MACHO, DÁMELA YA!!.
QUIER…
Hasta que ¡PUUMMM!
Botaron los potentes chorros de leche de mi verga y cayeron sobre Gladys, no paré y seguí así por casi 2 minutos, no dejaba de eyacular grandes cantidades de semen, claro, no me había masturbado en casi una semana, toda mi leche la tenía almacenada y con muchas ganas de botarla, era casi un litro sin mentir, hasta que paré, estaba tan agotado y di un fuerte suspiro de alivio.
Mientras tanto, Gladys parecía una diosa, ver a esa morena madura bañada en mi semen me ponía muy caliente, estaba completamente glaseada en mi leche, toda su cara, cabello, hombros, axilas, tetas, abdomen y piernas estaban escurriendo semen, hasta que ella abrió los ojos y riéndose me dijo:
Gladys: -Wooow, jajajaja, que rico, mira nomás cuanto semen me diste mi rey, ¡me dejaste bañada!, jajaja, que delicia.
Mientras se pasaba un dedo por todo su cuerpo, recogiendo los restos de leche y llevándoselos a la boca
-Me arde mi culo amor, no me puedo ni podré sentarme en una semana creo jojo.
Y sí, definitivamente tenía el ano irritado por las buenas embestidas que le dí, las nalgas todas rojas y manchadas de semen.
Gladys: -¿Ahora cómo me limpio?, no traje nada que.
Sin dejarla terminar de hablar, con una mano le sujeté los leggings de su tobillo y lo jalé tan fuerte que se lo arranqué de las piernas, ya solo era un pedazo de licra húmedo de sudor, aceite y semen, le dije:
-Límpiate con esto, jaja
Ella solo me sonrió y con el trapo, se lo paso por lo poco que le quedaba de semen en el cuerpo.
Nos acostamos un rato en la colchoneta negra y nos abrazamos, ya eran las 5:52 cuando vi mi reloj, sabía que me tenía que ir a casa, pero ella me sostuvo del pene y recargó su cabeza sobre mi pecho, diciéndome:
-No quiero que te vayas amor, quédate un rato más conmigo, esta experiencia fue increíble, aunque para ser chico, saber coger bien jajaja, mi marido no me sabe satisfacer en la cama, y he tratado de buscar a algún hombre que me sepa tratar como una mujer, tu por otro lado, me supiste coger, aunque me dolió pero me encantó, ¿a ti no mi papi? Jeje, antes de irte, te quiero masturbar por última vez, así que ponte listo.
Gladys se acostó boca arriba y yo me puse sobre ella y con sus dos manos, me empezó a chaquetear nuevamente, ella me soltó, estiró los brazos hacia atrás y yo seguí hasta que eyacule, la volví a llenar de semen y nos reímos.
Nos dimos un último beso, y usé su blusa para limpiarme el aceite del cuerpo, me cambié de ropa y estaba a punto de irme cuando me dijo que se iba a poner ella, que rompí toda su ropa y no tenía nada para cambiarse, entonces recordé que habían una enaguas en unas cajas en el fundo del salón que usaban mis amigas para practicar en los ensayos, le dije que se pusiera una de esas, me dijo como último, que tenía 10, y no solo para el bimestre sino para el resto de los años que me impartiera clases.
-Escúchame mi rey, ahora en adelante tú serás mi amante, y yo seré tu novia, ¿sí?, y cogeremos más seguido, me pasó su número telefónico, y yo contento me largue de la escuela, ya estaba un poco obscuro, llegué a casa todo agotado, recordando el gran día que había tenido, no lo podía creer, tenía 10 asegurado en artes, y lo mejor, me había cogido a Gladys.
El resto de los días de clases, a la salida la veía y la despedía de un beso en la boca, ella se iba con su marido y yo en transporte público, y así como me pasó, viví más encuentros sexuales con Gladys, pero eso se los contaré después, mientras les dejo algunas fotos de Gladys, la primera me la pasó, y las demás, unos compañeros me las pasaron espero que les haya encantado este relato, los veré en la próxima.
Saludos.
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