Confesiones de un profesor 1 (mí sobrinita Fernanda, mi primera niña)
Desde siempre me han gustado las mujeres menores, en especial desde los 9 hasta los 12 años. Está vez voy a relatar de la primera niña que folle..
Nadie se imaginaba que en esa casita de las afueras de la ciudad estaban un hombre de 24 años y una niña de 10 años dando rienda suelta a sus deseos sexuales. Si alguien hubiera pasado cerca, habría escuchado los gemidos y gritos de la niña, por suerte la casa estaba lejos de cualquier vecino.
-siiii…siiii..ayyy tío, dame.. dame.. dameee siii más tío más más que rico dame más. Mmmm mmmm ….
– te gusta mi amor, mmmmm…. Te gusta que el tío te meta la verga en ese culito tan delicioso que tienes..mmmmm.
– mmmm si tío .. Siento muy rico su verga… Me gusta tío… Dame más verga quiero más… Que rico mmmm mmm uffff .
Allí estaba yo, un hombre de 24 años con su sobrina de 10, la tenía en pose de perrito al filo de la cama y yo estaba parado. Ella estaba con la cabeza pegaba a la cama y las manos hacia adelante. Yo con la mano derecha le agarraba de los cabellos y la izquierda le agarraba las caderas.
Plap plap Plap plap Plap plap plap plap se escuchaba por toda la habitación, mi niña aguantaba muy bien mis embestidas, cada una de ellas le arrancaba un quejido.
Mi pene es normal, no creo que pase de los 17 cm, si no fuera así no habría podido follar con tantas niñas. Además del hecho que ya llevábamos 6 meses follando con Fer. Y ya estaba acostumbrada a la velocidad con la que me la cogía.
-Siiii tío siiiiii dame… Dame más…. dame más..más.. más… más …mmmmmm..mmmm
– si mi amor..siii … Toma.. toma.. uffff que ricas nalgas tienes mi bebé.. Toma .. toma.. Ya le había agarrado las caderas con ambas manos para darle más duro, mi corrida era inminente, mi nena lo sabía y me alentaba..
-mmmm tío… Dame más .. Más… Más duro tío… Dame tu leche.. Dame tu lechita tioo… Lléname el culito de leche tioo mmmmmm.
-siiii.. uffff..mmmmm.. siiiii.. Toma mi amor… toma le leche del tío… Bufaba al mismo tiempo que vaciaba mi semen en el culito de mi sobrinita.
– siii tío…Siiii. que rico siento tu leche tioo.. Siento muy rico.. Está calientito..mmmm…mmm… Te amo tiito..te amo mucho me susurra la nena al mismo tiempo que saco mi verga de su culito…
Ambos nos acostamos en la cama mirándonos las caras, le acomodo un poco el cabello la miro a los ojos y le digo que también la amo mucho y que es lo mejor que me ha pasado en la vida. Ella me abraza y me besa dulcemente.
Estamos así abrazamos y besándonos por unos minutos, hasta que caí en cuenta de la hora. Si seguíamos así llegaríamos tarde a la escuela del pueblo, donde yo era profesor y ella alumna del 5to de primaria.
Me levanté a asearme y preparar el desayuno mientras ella se iba cambiando.
40 minutos después estábamos en mi moto de camino a la escuela
En el camino iba pensando y recordando de como llegué a este momento.
Como dije anteriormente siempre me han gustado las menores, quizá es por eso que escogí la carrera de profesor, para tener acceso a niñas. Con mi sobrinita Fer siempre nos hemos llevado muy bien, ella es la única hija de mi hermana mayor.
Fer es una niña de estatura normal para su edad, su piel es de un hermoso color canela, tiene una hermosa y picara sonrisa y ojos grandes. Ya le están creciendo los pechos, aunque aún se ven como dos puntitos Lo que más atrae es su cuerpo, no es delgada ni gorda, tiene cintura pequeña y caderas anchas que son adornadas con un hermoso y gran trasero. Mismo que atrae miradas de hombres de todas las edades, pero que su servidor tiene la gran suerte de disfrutar.
Todo empezó hace aproximadamente 8 meses, cuando mi cuñado, el papá de Fer tuvo un grave accidente de tránsito y después de algunas pruebas médicas, optaron por llevarlo a la capital para su tratamiento. Mi hermana estaba angustiada por Fer, por sus estudios, por quién la iba a cuidar. Es allí que yo di la solución.
Le dije que ya que yo era profesor de un pueblo cerca de donde vivíamos, me podría quedar con ella el tiempo que fuera necesario, claro que ella tendría que cambiar de escuela e irse a vivir conmigo.
Mi hermana lo pensó un poco, pero Fer estaba entusiasmada con la idea, como dije antes, ella y yo nos llevábamos muy bien. Soy lo que se llama un consentidor de niñas y eso a ella le encantaba.
Mi hermana al no tener otra alternativa de solución, decidió aceptar mi ayuda. Yo no podía con la emoción, me imaginaba tantas cosas que podría hacer con mi sobrina, follar era algo deseado pero a mí pensar inalcanzable, al menos pensaba en sentarla en mis piernas siempre, tal y como hacía con algunas de mis alumnas. O también tocarla mientras duerme, tantas cosas pasaron por mi mente.
Total que llegó el día que Fer se mudo conmigo, después de las despedidas y las recomendaciones, nos dirigimos a la estación de bus. El trayecto hasta allá es de 2 horas, en ese lapso ella me iba haciendo preguntar y de como era el pueblo, si habían lugares para pasear o jugar, piscinas, parques etc. Le dije que no había muchas de esas cosas, que está un pueblo pequeño pero que igual la íbamos a pasar muy bien, que iba a hacer nuevas amigas y esas cosas..
Llegamos a las 6 de la tarde al pueblo, inmediatamente fuimos a la casita que tenía a las afueras y que estaba cerca al colegio donde era profesor. Le dije que acomodara sus cosas en una pequeña habitación que había acondicionado para ella, que se aseara y se cambiara para ir al pueblo a comprar algunas cosas y comer algo.
Luego de 20 minutos salió de su habitación, estaba hermosa, se había puesto un vestido rosado que le llegaba arriba de las rodillas y que, a pesar de ser holgado, hacía notar que esa niña tenía tremendas caderas y nalgas. Se había hecho dos coletas que se le veían muy sexy.
Yo estaba sentado, la llamé y abrí mis piernas haciéndole señas que se sentará en una de ellas. Ella se acercó y se sentó, estaba en la gloria, sentir esas suaves y firmes nalgas me volvían loco.
La abrace y le dije que todo iba a estar bien, que su papá se iba a mejorar pronto y que mientras esté conmigo yo le iba a cuidar mucho y le iba a dar mucho amor y mucho cariño, ella me correspondió el abrazo y me dijo que ella también me quería mucho mucho.
Salimos rumbo al centro, fuimos a comer pizza que era su plato favorito, dimos unas vueltas para que conozca algo del pueblo, luego se paseo en unos juegos infantiles que habían llegado y a eso de las 10 regresamos a la casa.
Ya allí, le dije que se cambiara, que limpiara sus dientes para dormir, ya era al día siguiente había que ir a la escuela.
Su habitación estaba al costado de la mía, si bien trate de hacerla muy linda para una niña de su edad, con colores y cosas de niña, opté por no ponerle puerta, solo una cortina gruesa de color celeste hacia de puerta, para tener fácil acceso a ella en la noche.
Y así fue, los minutos se me hacían interminables, a eso de la 1:30 de la madrugada me dirigí silenciosamente a su habitación, había mucho silencio, tanto que podía escuchar los fuertes y rápidos latidos de mi corazón. Entré y me pare frente a ella, la luz de la sala me daba la claridad suficiente para ver a mi niña, estaba con una bata de algodón color blanca, de princesas de Disney recuerdo, por los movimientos quizá de su sueño se había subido un poco, y al estar ella boca abajo podría ver su calzoncito color amarillo, de esos que usan las niñas. Al tener fe unas nalgas pronunciadas le quedaba muy bien y muy apretadito.
Ya tenía todo pensado, había llevado una manta que tenía guardada, por si despertara le diría que la estaba abrigando para que no se resfríe. Lo pensé unos minutos, hasta que me decidí.
Acomodé la manta e hice como si la fuera a abrigar, al no ver reacción alguna de ella, quite la manta y volví a hacer como si la fuera a abrigar, pero esta vez con el anverso de mi mano roce sus piernas y parte de sus nalgas, tampoco ví reacción alguna. Hice esto mismo algunas veces más, definitivamente mi niña tenía el sueño pesado, así que decidí ser un poco más arriesgado y dejé la manta hasta sus rodillas y subí su bata arriba de las caderas…
Ufff que espectáculo, allí estaba yo, parado viendo esas hermosas nalgas de mi sobrina, cubiertas solamente por su calzon, no aguante y me saqué la verga para masturbarme mientras observaba tan digo espectáculo.
Las piernas y las manos me temblaban, decidí arriesgarme un poco más, y con mi mano derecha empeze a palpar sus nalgas, que sensación, los que hayan hecho esto me van a entender. Mi niña no reaccionaba, creo que sí hubiera un temblor ella seguiría dormida. Decidí aprovechar eso y está vez fui más arriesgado.
Con mis dos manos empeze a acariciar sus nalgas, las acaricia y las apretaba suavemente, luego agarre el elástico a los costados de sus caderas y empeze a bajar sus calzones hasta medio muslo…uffff que delicia… Quizá las nalgas mas hermosas que haya visto hasta ese momento, las acariciaba, incluso llegué a besarlas y pasarles la lengua.
Con la mano derecha le acaricia y apretaba las nalgas y con la izquierda me masturbaba, eras delicioso lo que estaba sintiendo, no quería que termine nunca, pero ya estaba sintiendo mis guevos explotar.
Con lo exitado que estaba y viendo que mi sobrinita no iba a despertar por nada, decidí haber algo muy arriesgado.
Traje un polo mío y lo puse en su espalda sobre su bata, para envitar algún accidente.
Me subí con mucho cuidado a la cama, puse mis piernas y manos a los lados de ella, como si la estuviera cubriendo, y con mi mano derecha dirigí mi verga hacia sus nalgas, mientras me masturbaba le daba golpecitos a sus nalgas con mi verga, luego apoyé mi rodilla izquierda y mis codo izquierdo también a la cama, y así poder pegar mi pelvis a sus nalgas…
Era una sensación maravillosa la que estaba sintiendo, era tanta mi exitacion que al final no me importo nada de lo que pudiera pasar y metí mi verga entre sus nalgas.
Estaba en el cielo mismo, con mi mano derecha le agarraba las caderas.. Le acariciaba las nalgas mientras subía y bajaba haciendo movimientos lentos y suaves como si la estuviera follando, mi resistencia no dió para más.
Al sentir mis testículos explotar, saque mi verga de entre sus nalgas, justo en ese momento 4 chorros de leche espesa salieron disparados hacia sus nalgas, su cintura y el polo que había puesto sobre su espalda.
Creo que hasta ese momento nunca había tenido un órgano y tan fuerte y tan rico, era impresionante la cantidad de leche que me hacía y salido.
Después de reponerme por unos segundos me baje de la cama, tan sigilosamente como me había subido, limpie todo el desastre, le subí su calzoncito, no sin antes darle unos últimos besitos a esas nalgas tan deliciosas, baje un poco y su bata y agarré un poco de mi semen y se lo pase por sus labios, para que se vaya acostumbrando al sabor.
Me retiré a mi cuarto con un sentimiento de felicidad increíble, nunca tuve arrepentimiento ni nada, fue una de las noches más felices de mi vida.
En el próximo relato les voy a narrar como fue que la cogí por primera vez, y como gracias a ella puede coger con varias niñas de la escuela y del pueblo donde vivíamos.
Agradeceré sus comentarios y sus críticas.
Buen relato
Buen relato!!
Ojalá no tardes tanto. Se ve que están buenísimas esas historias.
Mm que rico ese siempre ha sido mi sueño, con mis sobrinas o hasta si hubiera tenido una hija, espero los demás relatos
Que rico relato espero pronto la continuación
Me dejaste muy caliente con tu rica sobrina.Ojala que cuando te la caches me hagas acabar mientras leo y me masturbo
También hice algo así con mi prima, una delicia