Confesiones del Padre Arturo: "Ángeles" parte 4
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por PadreArturo4.
Continuamos donde nos quedamos en Ángeles 4 y ya íbamos por el inicio de nuestra primera filmación en vivo para nuestros espectadores virtuales.
Aunque al comenzar me sentía algo nervioso una vez estás dentro del rodaje te sientes mejor y puedes actuar más tranquilo.
“Ángeles” fue lo que salió en la pantalla de la transmisión, era el título del show en el cual Katy y yo seriamos protagonistas.
Ese era el nombre que le había puesto Oscar.
Como era de esperarse contagie de esto a Katy y de esa manera ella pudo también desempeñarse muy bien en su papel de niña devota que me “sacaba la bendición”.
Al comienzo comencé por mantenerme algo alejado del lugar mientras Sem enfocaba la cámara hacia Katy quien permanecida sentada al borde de la cama.
Al parecer le estaba haciendo una toma inicial a todo su cuerpo, luego de eso se acercó a ella y la enfoco desde varios ángulos mientras Katy simplemente miraba a la cámara sonriendo y siguiendo mis instrucciones.
No sé mucho sobre cómo hacen sus grabaciones pero al parecer no se podía escuchar mi voz en el video o habían puesto una música de fondo ya que al agudizar mi oído pude sentir un tono salir de los audífonos de Oscar quien controlaba todo desde su portátil.
Al parecer lo que hacía era una introducción sobre Katy hacia todos los cyber-espectadores del show.
-Eso es, Katy.
No tengas miedo y dale siempre una sonrisa a la cámara.
– le decía a Katy animándola desde mi lado.
Sem a veces se acercaba mucho a Katy y otras veces se alejaba para enfocar todo su cuerpo desde cierto ángulo.
– Deja que el hermano Julio haga su trabajo.
Sem sabia los límites que había puesto a Oscar sobre el trato que debían tener hacia Katy sin embargo al parecer el no sentía atraído tanto por los niños o niñas.
Siempre lo vi desempeñar su labor con profesionalismo y sin mostrar el menor gesto de gusto o disgusto por lo que hacíamos.
Al rato Oscar me hizo la seña que debíamos cambiar el tipo de escena y le ordene a Katy que se levantara, a lo cual obedeció.
Nuevamente Sem empezó a enfocarla desde todos los ángulos.
Luego le hice una seña a Katy para que cambiara de postura al momento de pararse a lo cual ella también obedeció.
-Muy bien….
Ahora has esto, recuerda que lo practicamos… Muy bien!!- felicito al observar como Katy obedecía.
– Así es….
No dejes de sonreír Katy.
-Vamos a empezar con el dialogo, Padre Arturo.
– me llama Oscar con un gesto de reverencia desde su silla.
Sem empezaba a colocarse frente a Katy quien tomaba sus manitas en gesto inocente.
Oscar empieza a contar desde el 10 hasta abajo.
– Muy bien.
– le respondo.
Ahora me dirijo hacia mi niña:- Katy!- la llamo a lo cual ella voltea a mirarme.
– Es hora de que digas las palabras que practicamos.
¿Estas lista?
-Sí, Padre.
– contesta ella muy devota.
-3,2,1 ….
ACCION!!- exclama Oscar nuevamente.
La cámara estaba puesta frente a Katy.
-¡Hola a todos! ¿Cómo están?- empieza Katy diciendo con voz tierna y angelical sin fallar ya que aparte que lo habíamos ensayado estaba muy acostumbrada a salir en las actuaciones de su colegio parroquial o recitando oraciones y canticos en la misa dominical.
– Mi nombre es Katy y hoy vamos a divertirnos mucho.
Espero que disfruten mucho viendo el show tanto como yo… lo disfrutare mucho al vivirlo.
– termina Katy casi teniendo un lapsus al final debido al nerviosismo.
Ya con el tiempo seguro se acostumbraría más.
Acto seguido y siguiendo mis señas empezó a desabrocharse la bata de terciopelo y de esa forma mostrarse llevando ese traje tan sexy que le había colocado.
Rápidamente Sem volvió a empezar a enfocarla por todos lados sin dejar pasar ningún detalle de ella, evitando por supuesto enfocar hacia al lado donde nos encontrábamos ocultos junto a Oscar.
Hice la seña para que se volteara y de esa forma mostrara a los cyber- espectadores todo su cuerpito y así como Sem había enfocado su pechito plano, también enfoco sus caderitas solo cubiertas por esas braguitas muy cortas que permitían admirarla.
Luego de todo eso la hicimos girar y colocarse en varias posiciones para enfocarla mejor.
A veces le pedí que colocara su manita en sus caderitas como dándose palmadas en gesto sexy y provocador hacia la cámara, en resumen hicimos todo lo que podía ir al comienzo de un video porno cualquiera, solamente que esta vez con una niña de protagonista, la cual era objeto de deseo por parte de los espectadores.
-Mira esto…- me llama Oscar mientras Katy sigue posando para Oscar.
Se escucha salir música de los audífonos de Oscar, al parecer había colocado música de fondo en la grabación por lo cual no había peligro si hablábamos.
Me acerco también frente al portátil donde frente a el Oscar no dejaba de sonreír.
– Mira todos los comentarios que tiene.
Es impresionante.
– me dice emocionado bajando el cursor.
– Realmente es de las mejores que he visto en este tiempo, sin duda.
Observando como bajaba el cursor podía leer algunas de las cosas que le decían en el chat, algunos la saludaban, otros le decían cosas como: “Pero que puta es esa niña llevando ese traje” algo leve comparado con otros comentarios más atrevidos, algunos le pedían que hiciera otras poses y se metiera cosas , en fin, tantas otras cosas en distintos idiomas que ahora que les relato no me acuerdo mucho la traducción pero lo que me dejo impresionado fue la cantidad de comentarios en distintos idiomas sobre todo en ingles por supuesto.
-Algunos no aguantaron y ya le piden cosas.
– cuenta Oscar.
– Eso ya viene casi al final luego de la parte intermedia cuando se la cogen.
Pero ya se lo están pidiendo.
– me dice emocionado.
– Pero descuida, como pediste solo aceptaremos aquellos en los cuales no se pasen mucho del límite y por supuesto paguen por ello.
-Eso espero.
¿Que sigue ahora?- pregunto a su lado mientras de reojo observaba a Katy aun posar para la cámara.
– Por ahora acabaremos el previo.
Creo que ha sido suficiente para emocionar a todos.
– me dice levantándose y haciéndole una señala a Sem quien levanta un brazo en gesto de respuesta.
Oscar pone pausa a la transmisión y atrae hacia si el micrófono.
Por instinto decido tomar los audífonos de Oscar que seguían sobre la mesa.
En la pantalla la imagen de Katy iba desvaneciéndose en un filtro de video que seguramente había puesto Oscar para pausar la transmisión.
-“Por ahora le diremos un hasta luego a Katy.
”- se escucha la voz de Oscar a través del micrófono pero en los audífonos salía como medio distorsionada, supongo para proteger su voz de cualquier identificación.
– “Muy pronto empezara la diversión, así que empiecen a aportar.
No olviden utilizar su tarjeta de crédito VISA o Master Card para empezar con la siguiente parte.
”- finalizó para luego repetirlo en inglés.
En ese momento le hice una seña a Katy indicándole que podía sentarse.
Sem por su lado regreso hacia nosotros, se sentó en otra silla y tomó una cerveza revisando su propio portátil y el estado de sus cámaras.
-Bien…- digo finalmente para salir del silencio en que nos habíamos sumido mientras Oscar observaba su estado de cuenta.
-Y ¿Cuánto crees que demoremos?
-No mucho.
El reinicio está programado para dentro de diez minutos.
– me contesta aun observando su página bancaria en la cual seguramente estaría recibiendo los depósitos.
– Pero seguramente terminaremos de juntar todo antes de ello.
Como te dije para proceder con el show esos tipos deben terminar de pagar la cuota general de la siguiente parte del show.
Es lo mejor para atraerlos, poniendo primero un precio no tan elevado para el previo, una vez se enganchan y ven a la niña están dispuestos a pagar lo que sea para seguir viendo la transmisión.
-¿Y que estas transmitiendo ahora?-pregunto mirando la ventana minimizada de la transmisión.
-Ah pues esto.
– me contesta volviendo a maximizar la transmisión.
Era un video de una niña (Katy) dándole sexo oral a un adulto (yo) y donde estaban censurados los rostros de cada uno así como algunos detalles menores del lugar, inmediatamente pasa a otra escena de otro video donde volvió a darme una mamada aun censurados ambos.
– Es para excitarlos y paguen más rápido lo que falta.
Saben que si lo consiguen podrán verlos a ambos sin censura y eso es lo que quieren.
– finaliza aun mirando la pantalla.
Luego de escuchar todo su explicación me di cuenta que todo andaba viento en popa por lo cual decidí tomar un refresco de una de las bolsas y acercarme hacia donde estaba Katy aun sentada sobre la cama.
-Muy bien, Katy.
Lo has hecho muy bien hasta ahora.
– le digo acariciándole su cabecita y entregándole el refresco a lo cual ella lo recibe sonriente.
– Estaba un poco nerviosa, Padre.
Pero pensé en Diosito y las otras niñas y pude hacerlo.
– me contesta feliz en su inocencia sin tener idea de lo que realmente hacía.
– Que bien, Katy, que bien.
– contesto aun acariciando su cabecita.
– Pero por fin viene lo más importante, la parte que más le interesa conocer a todas esas niñas que te ven, como “sacarle la bendición” a un sacerdote.
Recuerda como lo ensayamos y no tendrás problemas.
¿Correcto?
-Sí, Padre.
Me esforzare por hacerlo bien.
– responde Katy entusiasmada.
Al mismo tiempo cambia su mirada hacia mí atrás y al voltear también puedo ver como Oscar se levanta y se acerca.
-Padre Arturo, estamos listos para continuar.
– me dice haciendo otra reverencia.
-Perfecto – Contesto firmemente.
– Katy….
-Estoy lista, Padre.
– responde levantándose.
-Empecemos entonces.
– llamo a Sem quien se acerca con la cámara.
Yo me alejo unos pasos de la escena refugiándome a un costado.
-Empezamos en 3…2…1…!!- exclama Oscar desde su lugar al mismo tiempo que Katy mira a la cámara dispuesta a proseguir con la filmación.
Se escucha la música que salía de los audífonos de Oscar en medio del silencio.
Sem volvió a enfocar a Katy unos momentos hasta que finalmente Oscar me hace la seña de que salga.
Con nerviosismo camino hacia la escena acercándome a Katy hasta finalmente quedar también frente a la cámara.
Por fin estaba en escena frente a la cámara llevando solo la bata junto a Katy quien me miraba.
Katy consciente de lo que debe hacer abre las ataduras de mi bata para liberar frente a ella mi verga totalmente erecta.
Por un momento me sentí algo avergonzado de estarme mostrando así frente a Sem y Oscar pero casi al mismo tiempo sentí algo que me alejo de todo pensamiento.
Katy había comenzado a manipular mi miembro en sus manitas, primero masajeándolo como ella sabe mientras me miraba a los ojos, le sonreí en señal aprobatoria a lo que hacía.
Estuvo un momento manipulándolo de esa forma, observándolo para luego comenzar a masturbarme suavemente.
Poco a poco fue masajeándolo mejor mientras me empezaba a acelerar el ritmo de la paja.
Todo esto era grabado por Sem quien parecía no perderse ni un detalle de lo que pasaba.
Mas cómodo en la situación y preocupándome por como seguiría todo decidí avanzar haciéndole una seña cuando Sem no me enfocaba a mí, para que Katy avanzara con lo siguiente.
Katy comenzó a acercar su boquita a mi miembro y le dio dos lengüetazos después de los cuales me miro para buscar mi aprobación a lo cual sonreí como respuesta.
Katy continuó lamiendo mi miembro por momentos mientras sentíamos la cámara ya muy cerca nuestro grabando cada instante.
Ya no miraba hacia donde estaba Oscar, solamente me concentraba en Katy que poco a poco comenzaba a darme más placer.
Luego ya Katy no solo le daba lametones sino también comenzaba a meterse mi miembro en su boquita, quedándose un buen rato con el dentro para luego sacarlo.
Ya habíamos repasado la actuación que haríamos y al parecer Katy sabía muy bien cuál era su papel.
Era impresionante ver a una niña de casi siete añitos tener tantas aptitudes para actuar, aun si lo que hacía era crear una porno a su edad.
-Ohh…- exhalaba al sentir su boquita tragarse mi miembro y quedárseme viendo a los ojos.
Realmente lo hacía muy bien y estaba orgulloso de poder haberle enseñado lo que debía hacer.
Se lo saco un momento para ya comenzar a mamarlo como se debe frente a la cámara que enfocaba a esa niña desempeñarse como nunca lo hubieran imaginado.
-Oh….
oh…- exhalaba de cuando en cuando al sentir como engullía mi miembro dándome una mamada de campeonato.
Se sentó sobre la cama para que pudiera hacerlo con comodidad mientras la grababan.
Según Sem me había dicho que no debíamos apresurarnos e ir a ritmo lento dejando lo mejor para el final, por lo cual trate de no acabar a pesar del placer que me daba Katy al manipular mi miembro.
Después de unos minutos Katy ya terminando con el trabajo empieza a hacerlo cada vez más fuerte, percibo una señal de Sem que indicaba que ya habíamos cumplido con el tiempo requerido para esa emisión.
Al observar esto tomo a Katy de su cabecita y comienzo a usar su boquita para hacerme una paja con sus labios e ir cada vez más rápido.
Katy acostumbrada a esto no se ahoga y solo se adapta al cambio de velocidad sabiendo el enorme placer que me causa cogerme su boquita.
-Oh….
Ohh….
OHHH!!!- exhalo finalmente viniéndome en su boquita.
También eyacule el último chorro en su rostro dejándole su carita manchada.
Luego de recuperarme del orgasmo volví poco a poco a la realidad y procedía a apartarme mientras Sem apuntaba aun a Katy quien miraba la corrida que había tomado con un dedo de su rostro.
Sin previo aviso procede a darle una lamida.
-Y….
Corte!- exclama Oscar al mismo tiempo que se levanta y me llama.
Cubriéndome con mi bata me acerco hacia donde se encontraba Oscar, recuperándome poco a poco de lo que había sucedido.
-Cuando estés listo y se haya completado el resto del dinero para empezar la siguiente parte, continuaremos con esto.
– me dice Oscar recargando cada página.
En la ventana de la transmisión salían videos donde me follaba a Katy pero aun estábamos con el rostro censurado.
Me imaginaba que pronto estaría por llegar el momento que estaban esperando los cyber-espectadores.
Tomo otro refresco y unas galletas y me acerco donde Katy.
-¿Cómo va el video, Padre?-pregunta inocente mientras toma una de las galletas.
-Muy bien, Katy.
Lo estás haciendo muy bien, ya casi vamos a llegar a lo importante.
Muy pronto las niñas verán lo hermoso que es servir a Dios y “sacar la bendición” a su sacerdote.
– le digo sentando a su lado mientras veía a Katy en su traje procurando volver a excitarme por esa niña.
Acariciaba de cuando en cuando su cuerpito para de esa forma sentir a esa niña y volver a levantar mi libido.
Mientras pasaban los minutos y continuaba el manoseo a su cuerpito me sentía regresar nuevamente las ganas por esa niña nalgoncita.
Definitivamente ese traje sexy que llevaba hacia que me atrajera más aun de lo normal.
-¡Ya es hora!- grita Oscar desde el otro lado.
– Podemos empezar Padre Arturo!
-¿Estas lista, Katy?-pregunto amablemente.
-Sí, Padre.
– responde dándome la bandeja de galletas y su refresco.
– Lo hare por Diosito y por usted ya que soy una niña muy devota.
– repite entusiasmada.
Me aparto llevando todo ya cuando volteo, Katy se encuentra sobre la cama esperándome.
Oscar hace la señala de conteo hacia atrás y me apresuro a entrar en escena.
Nuevamente al aire Sem empieza enfocando a Katy sobre la cama un buen rato aprovechando para hacer transcurrir el tiempo, luego del cual Oscar me indica que entre y suba a la cama junto a Katy.
Ella se echa sobre la cama boca arriba y me recibe al acercarme a ella.
La levanto de las caderas para ponerlas sobre mis hombros y lograr encarar su panochita y tenerla a mi alcance.
Con total experiencia comienzo a lamer su tierna vaginita introduciendo mi lengua por sus pequeños pliegues.
Mientras estuve un rato grabando la escena, Sem se acercó con una cámara fotográfica luego de haber dejado la videocámara sobre su soporte apuntando hacia nosotros.
Tomo distintos ángulos de nuestra escena, de seguro para luego tenerlos como una especie de galería.
Recorría mi lengua experimentada por toda esa panochita de cuando en cuando introduciendo unos dedos en su agujerito mientras la masturbaba arrancando de esa forma quejidos de placer de su parte.
Tome un vibrador que me alcanzo Sem justo en el momento en que no salía en cámaras para pasarlo por su panochita.
– Ahhh!!!- gemía Katy extrañada de ver como jugaba ese aparato en sus pequeños labios que eran abiertos poco a poco.
Realmente al comienzo se extrañó con el pero fue acostumbrándose hasta que le empezó a gustar lo que le hacía.
– Ahh!!!
Luego de preparar su vaginita para lo siguiente la dejo bajar para lo cual ella se echa boca arriba abriendo sus piernitas.
No había duda que se había aprendido bien su papel de “niña devota” aunque en realidad estuviera siendo usada como una mini-actriz porno.
Me acerco hacia ella mientras abría sus piernas en posición de misionero para permitir la penetración a su vaginita.
Me sentía extasiado de poder hacerle esas cosas a esa niña que iba vestida muy sexy para su edad y se exhibia sin saber para un monton de adultos que habían pagado por verla cuando en realidad ella pensaba que el show era para niñas de su edad.
– Ahhh!!!- gime al sentir mi miembro avanzar poco a poco en su vaginita.
No tarda en sentirse invadida por mi miembro en su agujerito.
– Ahhh!!!
Mientras avanzaba en la penetración poco a poco iba perdiéndome en el placer de sentir la estrechez de una niña de siete añitos.
Empecé a olvidar poco a poco que no nos encontrábamos solos y a penetrarla cada vez más fuerte.
-Uf….
Uffff!!- empecé a bufar de placer.
-Ahhh!!! Ahhh!!!- gemía Katy sintiendo mi ímpetu sobre ella nuevamente.
La penetré durante unos minutos en esa posición por intervalos de tiempo ya que a veces me salía de ella debido a la velocidad y es por ello que decidí cambiar de posición.
-Date la vuelta…- hago el gesto para que esta vez Katy se colocara boca abajo sobre la cama.
Ella obedece sin ningún reclamo y ve como me acerco a ella colocándome encima.
Tomo sus nalguitas y mientras las apretaba para sentir su turgencia las acomodo para pararlas un poco y así permitirme penetrarla.
-Ahhh!!!- gime al sentirse otra vez invadida por mi miembro.
Ahora estábamos en posición de perrito con el fin de disfrutar totalmente de ella.
-Ufff!!! Ufff!!!- bufaba presuroso por gozar de ese culito que tenía a mi alcance.
Al observar cómo nos grababan me excitaba un poco más de pensar en cómo todos estarían mirando cómo me follaba a esa niña nalgoncita.
-Ahhh!!!Ahh!!!- gemia Katy mientras de la excitación la levantaba para atraerla a mí.
-Ufff!! Ufff!!!- bufaba sintiendo el placer de embestir esas nalguitas que me enloquecían.
Sentía que pronto ya no podría más y terminaría acabando dentro.
– UFF!!! UF!! OHHH!!!!
Finalmente eyaculo dentro de esa niña dejándola caer sobre la cama mientras la roseaba de mi esperma en su cuerpito.
-Ahh…ah.
– termina Katy sobre la cama resistiendo los rezagos de nuestra faena.
Mientras permanecía aun preso del orgasmo que recorría mi cuerpo siento la cámara acercarse y enfocarnos más de cerca.
Katy permanecía mirando hacia la cámara hasta que…
-CORTE!- siento la voz de Oscar al fondo.
Había acabado esa escena.
Con eso acababa nuestra actuación principal.
Mientras Oscar se acercaba aparentemente muy contento a llamarme permanezco aun descansando un poco de la cogida que le he dado a Katy, todavía faltaban los pedidos y para ello se nos requería.
Observo a Katy y esta me responde con una sonrisa, aún la noto deseosa de seguir con el espectáculo.
También le sonrió pensando que tome la decisión correcta con ella.
…………………………………………………………
El patio del colegio parroquial iba llenándose poco a poco de más alumnos que bajaban por grupos al recreo.
Los niños de la señorita Flor (quien enseñaba a tercer grado de primaria) acababan de tener su clase de Educación Física por lo cual no tuvieron necesidad de subir y esperaban ya en el patio la llegada de su maestra para que al final del recreo ella los subiera a su aula.
Los alumnos de cuarto grado fueron de los primeros en llegar luego del sonido del timbre y ya empezaban a corretear junto a los de tercero por todo el patio fuera de cualquier supervisión ya que la mayoría de las maestras se quedaban en su salón de clases dejándome a mí como auxiliar y alguna que otra maestra a cargo del patio.
Sin embargo como sabrán luego de la clase de educación física de los de tercero de primaria me disponía a guardar el material de deporte que habían usado estos últimos.
Como se imaginaran escogí a cierta niña de tercer grado para ayudarme a llevar los materiales hasta el deposito ubicado en el último piso donde si hubiera tiempo (y lo habría ya que me tomaría toda la hora de recreo) aprovecharía para culearla lejos de las miradas de extraños.
-Son todos, Padre.
– me dice Anita con una sonrisa llevando en sus manos los conos naranja que hace un momento habían utilizado para las carreras.
– Muy bien.
– contesto cargando los colchones de gimnasia y acercándome a ella.
– ayúdame a subirlos al último piso, Anita.
-Sí, Padre.
– contesta ella adelantándose escaleras arriba.
Justo en dicho momento dos de sus compañeros que bajaban hacia el patio pasan a su lado.
Los mozalbetes bajaron corriendo motivo por el cual les llame la atención.
-¿Cuántas veces debo decirles que no se corre por las escaleras? ¡Para correr está el patio!- les ordeno molesto.
Luego de escuchar mi reprimenda se dirigieron a Anita quien solo observaba la escena.
– Ven… Estamos jugando al “encantado” (típico juego de niños que consiste en perseguirse y el niño “encantado” no podía moverse hasta esperar que otro lo desencantara tocando su mano)- le dice entusiasmado uno de ellos queriendo llevarla.
Anita a sus ocho añitos (casi nueve) comenzaba a mostrarse cada vez más hermosa y no solo era ante mis ojos.
Había algunos niños que ya empezaban a fijarse en ella a su corta edad (algo totalmente natural como entenderán, a esa edad los niños suelen tener ese primer amor lleno de inocencia que todos hemos tenido), motivo por el cual comenzaron a querer invitarla a sus juegos.
Incluso niños de grados mayores gustaban de ella a escondidas.
¿Pero cómo se todo esto? Cuando llevas un tiempo trabajando con niños como yo, conversando con sus maestras y observando sus actitudes puedes entender como gira su mundo y sus preocupaciones.
– No puedo.
Voy a ayudar a llevar las cosas al Padre.
– responde orgullosa Anita llenándome de regocijo al escuchar sus palabras.
Inmediatamente continúa subiendo las escaleras.
– Ya escucharon, vayan a jugar al patio y no quiero verlos corriendo en las escaleras….
¿¿¿Entendido???- grito al último para dejarme oír ya que algo molestos por la respuesta de Anita decidieron continuar jugando junto a los otros sin hacerme caso.
Dentro de mi mente pensaba algo jactancioso: “Si, vayan a jugar como los niños que son.
Mientras yo un adulto me cojo a su querida y pura Anita.
Ella no está para perder el tiempo con pequeños rufianes como ustedes.
”
Mientras subíamos las escaleras, con Anita adelante, no dejaba de observarla desde más abajo y de esa forma apreciar como resaltaban sus caderitas en sus apretados pantaloncillos cortos de gimnasia.
Se la notaba aun el rubor en su rostro producto del ejercicio y la transpiración hacia que su ropita le quedara pegada a su cuerpo.
Me ponía cada vez más caliente pensando en cómo dentro de muy poco me desahogaría sexualmente con esa tierna niña que había elegido por voluntad propia “agradar a Dios”.
Justo cuando iba a subir la última escalera que daba hacia el depósito escucho una voz llamarme desde abajo.
– ¡Arturo!- volteo para ver quien me llamaba.
Era el conserje del colegio quien se notaba que subía a buscarme con urgencia.
– Dígame.
¿Qué sucede?- pregunto algo extrañado.
Anita también se había detenido y nos observaba expectante.
– Arturo.
La mama de un niño Matías de cuarto grado ha venido a conversar, parece que la dirección la ha citado con urgencia.
– me dice.
– ¿Por qué no la hace pasar hasta dirección?- pregunto con gesto de impaciencia.
– No tengo esa autoridad.
– responde queriendo deshacerse del problema.
– Usted debe recibirla y llevarla hasta ahí.
– Busque a la maestra de cuarto grado.
– le sugiero buscando alternativas.
– Ahora estoy ocupado.
– Lo haría pero parece que hay una reunión urgente de profesores en la dirección.
– me dice haciendo gesto de no saber más.
– De seguro se les paso esta cita por la reunión.
Acompáñela usted hasta que en dirección terminen con su asunto.
Molesto por esta interrupción y haciendo un esfuerzo por pensar racionalmente a pesar de la excitación que llevaba en el cuerpo opté por la decisión más sensata.
-Bueno….
No hay problema.
– digo después de reflexionar la situación.
La verdad no podía negarme porque cosas como esta eran mi trabajo.
Sin embargo no podía dejar de maldecir esta mala suerte.
No deseaba esperar otro rato libre junto a Anita ya que eran muy escasos por mis horarios.
El conserje bajo inmediatamente dejándome junto a Anita al pie de las últimas escaleras hacia el depósito que se había convertido en nuestro lecho de amor los miércoles y que al parecer por hoy no presenciaría otra de nuestras “alabanzas”.
-Padre, ¿No agradaremos a Dios?- pregunta Anita preocupada al escuchar mi conversación con el conserje.
Escuchar estas palabras de sus labios fue para mí un sable en el pecho.
-Ven Anita, subamos.
– digo al mismo tiempo que subo rápidamente a su lado las últimas escaleras.
Abro la puerta y dejo los colchones en su interior, volteo y al mismo tiempo observo que Anita dejaba los conos en su lugar no sin antes agacharse y resaltar aún más sus nalguitas que tanto me enloquecían.
Ya no pensaba con la cabeza sino con la verga.
Me dejé llevar por esa bestia en mi interior que me reclamaba follar a esa niña.
-Anita.
– la llamo y esta se acerca parándose frente mío mirándome mientras se tomaba de sus manitas en gesto inocente.
Su total devoción y obediencia a mí terminó por convencerme de lo que estaba pir hacer.
– Espérame aquí sin hacer ningún ruido que yo regreso rápido, ¿Entendido?- le digo acariciando su cabello castaño que llevaba recogido en un moño como lo indicaban las normas de vestir del colegio parroquial.
-Sí, Padre.
-responde Anita obediente.
Procedo a salir del depósito, bajar por las escaleras y dirigirme hacia la entrada.
Iba muy rápido por el pasillo y a lo largo del patio deseando deshacerme cuanto antes del problema.
Cuando llegaba abrí la puerta principal para recibir a quien era la mama de Matías.
Era una señora de mediana edad quien se le notaba nerviosa.
-Buenos días, señora.
– saludo saliendo.
– Me han dicho que tenía una cita con dirección.
-Sí, me enviaron un comunicado y he venido como han pedido.
– responde con gesto de prisa como queriendo saber cuánto antes que sucedía.
Se le veía algo despeinada y descuidada algo que me llamo la atención.
-Así es… pero la dirección ha tenido una emergencia por tratar.
– digo buscando deshacerme del problema cuanto antes y regresar con Anita.
– Se la citara para otro día.
– Si es sobre mi hijo es importante.
– insiste preocupada.
– Dígame, ¿Ha sucedido algo?
-Pues…-empiezo y antes de responder recuerdo los últimos días de Matías deprimido y las heridas que le encontramos en su cuerpo.
Dentro de mí sentía que tenía una responsabilidad de informar esto.
Pero mencionarlo ahora aunque fuera de pasada terminaría con el resto del recreo explicándole.
Fue quizás en ese momento que se jodió todo.
Un día que aún a veces recuerdo con frustración y rabia por no haber sido fuerte y sucumbir ante la tentación.
Los pecados terminan pagándose y tuve que pagar por este que cometí.
Cuando pensaba en Matías y sus problemas escucho atrás mío una niña que hablaba con su amiguita cerca al patio y recuerdo que Anita aun me esperaba en el depósito para “agradar” a Dios.
Anita… esa tierna niña de casi nueve añitos que me seducía con su inocencia, su sedoso cabello castaño, su cinturita de avispa de la cual nacía esa colita suya que tanto me enloquecía…
-En realidad señora… el asunto era que tenemos pronto una actividad y estábamos pidiendo a algunos padres si podían colaborar con una cuenta.
– miento pensando que esta sería la mejor forma de tratar con ella.
-Pues….
Si se trataba de eso no me hubiera hecho venir con tanta prisa.
Ha hecho de que me preocupe por mi hijo.
– se quejó la señora.
Algo molesta se levantó y se retiró sin despedirse.
Esto podría traerme problemas futuros pero ya pensaría en alguna excusa válida para dirección.
Algo más aliviado por que se haya ido y presuroso por el tiempo que quedaba del recreo procedo a subir las escaleras aun pensando si había hecho lo mejor.
Ya me estaba arrepintiendo al llegar al último piso pensando que no fue lo mejor que podría traerme más problemas de lo que pensaban.
-Padre! – siento un par de bracitos aferrarse a mí.
Desciendo mi vista y logro observar a Anita que me miraba con una sonrisa inocente.
– Pudo venir.
– me dice contenta.
Inmediatamente siento como mi miembro se siente resaltar en mis pantalones apuntando hacia esa niña que me tenía abrazado.
Ya sin ningún pensamiento en la mente más que Anita procedo a empujar la puerta del depósito cerrándolo.
-Así es, Anita.
– respondo acariciando su espaldita.
– ¡No hay deber más importante que el de agradar a Dios y hacer su voluntad!- exclamo con misticismo para impresionarla.
-Soy muy afortunada de poder servirle, Padre.
– responde Anita buscando elogios de mi parte por su actitud de niña Santa.
En respuesta comienzo a descender mis caricias por su espaldita hasta acariciar sus caderitas con evidente deseo.
-Así es, Anita.
Venga, no perdamos más tiempo que el Señor no espera.
– digo al mismo tiempo que le doy una palmadita a sus nalguitas.
Anita se aparta y se echa boca abajo encima de los colchones de gimnasia.
Mira hacia atrás observando cómo me acerco a ella.
Sin contenerme más me arrodillo y rápidamente le bajo sus pantaloncillos cortos y braguitas hasta las rodillas dejando su culito expuesto a mi vista.
Con la excitación a tope procedo a hundir mi rostro en esas nalguitas para de esa forma comenzar a lamer el espacio entre su rajita y su ano.
-Ahhh!!! Padre…-expresa Anita al voltear y ver como lamia ese camino entre sus orificios arrancándole gestos de placer.
-Ahhh!!!
Luego de ello comencé a lubricar su rajita usando mi saliva mientras ella levantaba sus caderitas ayudándome con la preparación de nuestra “alabanza”.
Debía apresurarme o pronto acabaría el recreo y deberíamos volver al patio.
-Ahhh…ahhhh…-expresa Anita al sentirme introducir dedos en su vaginita a fin de dilatarla antes comenzar con nuestra “alabanza”.
Luego de terminar el “calentamiento” decido pasar a la acción y procedo a quitarme el cinturón y bajarme los pantalones dejando al aire mi verga totalmente erecta apuntando hacia esa niña.
-Padre…-gime Anita parando su colita ante mí dispuesta a “servir a Dios”.
-Anita…Ohhh!!! A…nita.
–balbuceo introduciendo mi miembro en su vaginita que abría sus pliegues para recibirlo.
-Ahhh…Auu…Padre!!- gime Anita soportando todo mi miembro introducirse en su vaginita.
-Joder… Anita… Ohh!!! Ohhh!!- balbuceo empujando cada vez más fuerte para sentir esas nalguitas bien paraditas.
Nuevamente volvía a gozar de esa tierna niña.
– Padre!!! Padre!!! Ahhh!!! Que bien… que bien se siente Padre!!! – gime Anita con su vocecita tan tierna.
Me enloquecía escuchar a esa niña nalgoncita disfrutar del sexo a su tierna edad como algo puro y sagrado para Dios, sin saber que por mi lado yo la gozaba para saciar mis bajos instintos.
Ese lado inocente de Anita es lo que tanto me gusta de ella, a su edad no sospechaba nada de todas las cosas que le había en todos estos años.
Y si lo hacía de seguro se lo guardaba para ella, gustosa del placer que obteníamos de este sagrado acto.
No hay duda que sin aprovecharme de su fe en Dios y su inocencia jamás habría podido tomar ventaja de ella.
Seguí culeando a esa tierna niña por unos minutos más mientras pasaba el recreo.
Pronto debería sonar el timbre que anunciaba el final del recreo, aquel final que en esos momentos deseaba que no llegara.
-Ohhhh!!! Ohhh!!! Anita!!! Joder!!!- exclamo al mismo tiempo que aceleraba mis cogidas sobre esa niña que aguantaba sobre el colchón mis embates a sus nalguitas bien paraditas.
-Ahhh!!! Padre!!! Ahhh!!!.
Alabado sea Dios!!! Alabado sea…!!- exclama Anita también llegando a sentir el placer de “alabar a Dios” en su máxima expresión.
-Ohhh!!! Mi nalgoncita….
Joder…!!! Que nalguitas tienes… Anita!!! Joder!!!-le digo sintiendo como me abandonaba al placer alejándome de todo pensamiento racional.
Me acerco casi sobre ella para sentir su espaldita rozar mi abdomen.
– Padre!!! Padre!!! Ahhh!!! Alabado sea…!!!-gime Anita volteando a ver como acercaba mi rostro hacia ella.
Podía sentir su respiración al lado mío lo cual enloquecía más mis sentidos.
A pesar de que le dijera cosas sucias, Anita me contestaba con alabanzas lo cual me ponía a mil.
Deseaba seguir hablándole y decirle cosas aún más fuertes a esa niña.
-Que culoncita eres!!! Ohhh!!! Joder!!!- le decía totalmente extasiado de placer.
– Para bien esas nalguitas…páralas bien… Joder!!- gritaba acomodándola para gozarla mejor.
-Si…Padre…AHHH!!!- responde Anita moviendo sus caderitas para volver a tomar el ritmo de la cogida.
Sin querer a sus casi nueve añitos disfrutaba de su sexualidad así como yo disfrutaba de su hermoso cuerpito.
-Joder…OHHH!!! Asi… Anita… Por ser tan nalgoncita…OHH!!!.
Por ser tan nalgoncita….
Te voy a coger siempre…OHHH!!!-deliraba de placer mientras la taladraba cada vez más rápido.
-Padre!!! Ahhhh!! Padre!!! Soy muy feliz!!! Alabado sea Dios!!!- gime Anita también entregada al placer de “agradar a Dios”.
Mientras ambos llegábamos al éxtasis siento como de fondo suena el timbre que indicaba el final del recreo.
Sin embargo, tan concentrados como estábamos en el sexo casi ni le prestamos atención y continuamos con la alabanza aunque si me hizo bajar un momento el ritmo debido a la sorpresa, lo que ocasiono que me saliera de su interior un momento.
-Ahh….
Ah…-exhala Anita.
– Padre…
-Anita…-expreso tomando nuevamente su cintura con la clara intención de seguir a pesar de ese percance.
Me importaba un bledo que el timbre hubiera sonado, en ese momento lo que mandaba en mi era el instinto animal de reproducción, sin importarme que al frente mío tuviera solo una niña.
-Padre… debemos terminar con la alabanza…- me dice Anita con su vocecita inocente mientras me miraba implorante.
El observar como Anita imploraba el enorme placer que le daba “agradar a Dios” termino por llevar al máximo mi libido.
-Así es… mi Anita….
Mi culoncita… Ohhhh!! Joder!!- exhalo al volver a invadir su agujerito nuevamente con mi miembro que se sentía reventar.
-Ahhh!!! Padre!!!Ahhh!!!- gemía Anita volviendo a sentir mi ímpetu por penetrarla.
Empujaba cada vez más rápido queriendo acabar de una vez y dejar mi esperma dentro de esa pequeña que en su mente lo tomaba como el deber normal de una “niña Santa”.
-Toma!!Toma!!!Toma… por culoncita!!!- le decía al mismo tiempo que me sentía llegar al éxtasis.
-Anita!!!
-Padreeeeeee!!!!!- grita ella al mismo tiempo que empiezo a eyacular dentro de esa niña culoncita que aguanta mis últimos embates hacia ella.
-Ohhhh….
Joder…Joder….
que niña tan buena eres…-digo en pleno orgasmo aun viniéndome mientras salía de su interior y Anita se dejaba caer sobre el colchón.
La niña voltea para observar como terminaba de echarle lo último de mi venida en sus nalguitas bien paraditas que me habían servido bien otra vez.
Con una sonrisa de satisfacción le contesto mientras me limpiaba en sus posaderas a lo cual ella corresponde muy contenta de haber logrado satisfacerme.
………………………………….
Me encontraba en la casa de Oscar pasando el rato mientras él esperaba le llegara un giro para poder pagarme por el video que le había traído esta vez.
Luego de las grabaciones supongo que empezó a confiar más en mí, así que me permitía venir a entregarle personalmente los DVD.
Pensaran que es mejor que él me visitara para así no perder el tiempo, pero como al parecer estaba muy ocupado me prometió que me pasaría un video sin censura de otra niña que no conocía lo cual llamó mi atención.
– No puedo pagarte sino me hacen este depósito, me quedaría sin efectivo inmediato.
Estoy haciendo algunas inversiones por lo cual últimamente estoy corto de efectivo.
– me explica mientras constantemente actualizaba la página bancaria.
-Mmm ya veo.
– digo estirado en el sofá mientras observaba los estuches de DVD que me había dado.
Él había dicho que podía llevarme uno de los VIP sin censura que poseía como compensación por traerle mi video hasta su departamento.
Realmente no era la gran cosa, algo cutre pero muy bien escondido en una zona humilde.
Sin embargo dentro se daba todas las comodidades que podía, tanto en televisores, muebles y otras cosas.
-Creo que me interesa este.
– digo eligiendo al azar uno que tenía la etiqueta de nuevo y un símbolo extraño que no distinguí en la portada.
Lo elegí porque me pareció destacar entre los otros.
Me dirijo hacia el reproductor y coloco el DVD.
Con el mando del TV y el reproductor regreso hasta el sillón esperando expectante a que cargara.
-¿Cuál?-pregunta Oscar volteando y observando el estuche que deje en la mesita.
– OH! Como se metió eso ahí, creí que lo había separado de los que te deje.
– me dice sorprendido.
-¿Porque?- pregunto al mismo tiempo que apuntaba al TV para darle reproducir.
-Te recomiendo no lo veas, no creo que sea de tu agrado.
– me dice tranquilamente aun observando desde su posición.
No sé si fue cosa del destino o simplemente que mi cerebro ya había procesado la orden de darle a reproducir pero al momento de voltear a observar a Oscar presione el botón.
En la pantalla salió la imagen de la introducción donde se veía un dibujo de un hombre mayor junto a un niño, inmediatamente me levante sorprendido y algo…digamos incomodo por lo cual decidí ir a sacar el DVD olvidándome que podía detenerlo con el mando.
-Te dije que quizás no sería de tu agrado, no todos tienen los mismos gustos.
– me dice regresando a actualizar su estado bancario.
Al momento de arrodillarme para presionar el botón de expulsar sale la escena del niño que sería protagonista del video.
Desde el suelo, en cuclillas, levante mi vista hacia el TV por instinto y no podía creer lo que veía en la pantalla.
Matías…
…………………………………………………………………………………….
Hasta aquí llega Confesiones de Padre Arturo: “Ángeles” parte 4.
Por ahora la historia sobre los “Ángeles” tendrá una breve pausa aquí.
Lo que sigue será un breve intermedio al desenlace final de la saga de “Ángeles”, sin embargo sin esta historia no podría terminar de explicar lo que sigue por lo cual es muy importante estar atentos para entender todo.
Por fin regreso a un lugar que me trae gratos momentos.
Un lugar que visite muy frecuentemente en mis vacaciones.
Un hermoso lugar donde conocí algunas niñas y donde iré a buscar otras con las cuales podré saciar mis bajos instintos: El orfanato.
Sin embargo nunca imaginaba lo que encontraría ahí y a donde me llevaría, pero eso… eso será motivo de otro relato.
Hasta entonces.
PD: El siguiente relato se llamará: Confesiones del Padre Arturo: El orfanato parte 5
PD2: Sobre el relato de Nayhelli que prometí debo decirles que aún no voy a sacarlo quizás lo tenga para otro momento, así que deberéis esperar los que me lo han pedido.
PD3 (para SST): Agradeceré valoren este relato y estoy dispuesto a resolver cualquier duda o pregunta que tengan, siempre con respeto.
Puedo demorar en contestaros pero lo haré.
Ahora sí, hasta entonces.
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