Confesiones del Padre Arturo: Nayhelli 2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por PadreArturo2.
Continuando con el anterior relato, el cual había decidido dividirlo en dos partes debido a la extensión.
Me encontraba preparando la cena mientras Nayhelli aún estaba jugando con sus muñecas, aparentemente creyéndose a salvo de mis tocamientos, no se imaginaba aún que había guardado lo mejor para la noche.
Cenamos muy temprano y mientras me encontraba limpiando todo la deje que viera su programa en mi habitación ya que a esa hora no lo daban, pero si lo habían subido a internet y podía aprovechar para verlo. Por mi parte yo aún no deseaba entrar en contacto con ella ya que no quería que se espantara y pensé que sería mejor darle un rato de relajación antes de intentar lo que tenía pensado.
Me dirigí hacia la habitación de Nayhelli, la que habíamos preparado para ella, aun no se la había mostrado ya que deseaba “prepararla” antes de que la viera. Sara había traído varias de sus cosas así como adornos muy bonitos con la idea de que no se espantara tanto al cambiar de lugar. Había dibujos de princesas, unicornios y todo lo que puede adornar el cuarto de una niña. Entre al lugar pensando en que tenía mucho trabajo por hacer…
………………
Cuando salí de la habitación me dirigí hacia la mía donde ella veía la tv.
-Nayhelli.- la llamo.-Ve a tu habitación que voy a ver mis programas.
-Noo..tio.. Quiero quedarme viendo…-responde ella.
-Nada de eso, ya mañana veras ese programa, tengo otras cosas que hacer.- le digo tomándola de la manita y tratando de levantarla.
La niña se resigna y es llevada hasta su habitación. Salimos de la mía y cruzamos la sala hasta la puerta del pequeño cuarto el cual cruzamos.
Era pequeña y algo oscura, en las paredes que estaban muy cerca a la cama por el poco espacio se encontraban imágenes de arte urbano, graffiti y psicodélico que yo había colocado hace muy poco, algo muy intimidante para cualquiera y por supuesto para una niña de 5 años que al verlo se asustó. Todo eso lo tenía guardado en las cajas que había pedido que me enviaran de mi casa en la capital.
-Esta es tu habitación, que te parece?- pregunto. Al mismo tiempo que había abierto la niña se escondió tras mío por el impacto que le produjo todo ello.
-Da miedo…-apenas alcanzo a decir.
-Por cierto, el foco se malogro así que no hay luz.- le digo avanzando hacia adentro llevándola aun del brazo.
-Es horrible.. tio..-dice con voz temblorosa.
-Nada de horrible, es tu habitación hasta que regrese Sara.- respondo. Miro el reloj nuevamente,- Ya acuéstate de una vez que se hace tarde y yo tengo cosas que hacer.
-Noo tío… aquí no… tío !– pide Nayhelli jalándome hacia ella.
-Suéltame…- le digo jalando y empujándola hacia adentro de la habitación.- Esta es tu habitación.
-No tío… aquí no…-repetía casi llorando.
-He dicho que no, tengo cosas que hacer.- repito y salgo de la habitación hacia la mía. Nayhelli me sigue con miedo sin querer regresar hacia la suya. Abro mi puerta e ingreso pero Nayhelli también se quiere meter, cosa que no permito.
-Anda, tú tienes tu habitación y yo la mía. Anda de una vez.-le digo.
-No tío… allá es horrible…-repetía la niña.- Déjame quedarme aquí.- imploraba.
-No puedo Nayhelli. Tengo que hacer mis cosas, además yo veo mis propios programas.- respondo.- Solo te dejaría entrar si me ayudaras con mis cosas.
-Ya tío… Te ayudo…-pide la niña sin saber a qué estaba accediendo. Era seguro que solo lo decía para librarse de esa otra habitación tan aterradora.
-Estas segura?- le pregunto.- No quiero niñas desobedientes en mi habitación.
-Si tío.- pide ella.- Anda tío…
-Mmm .. No se…-finjo dudar.
-Anda tío…por favor…-pide ella. Silencio por un momento.
-Está bien. Solo porque soy muy comprensivo voy a dejarte entrar.- le digo.
-Siii … tío- responde feliz Nayhelli.
-Con cuidado quítate tú vestidito y tus braguitas. Las dejas en esa mesita bien ordenadas y vuelves a tocar la puerta.- le ordeno.
-Porque tío?-pregunta Nayhelli.
-Porque es mi habitación y nadie puede entrar a dormir si no está sin ropa. Quizás en tu habitación puedas estar vestida, pero aquí no. Ah pero si no quieres entrar…- digo cerrando la puerta.
-No tío… Si quiero…-responde rápidamente Nayhelli asustada por la perspectiva de irse al otro cuarto.
-Ya sabes entonces.-digo.- Quítate todo y me tocas la puerta.
Cierro mi puerta y ya adentro le emoción me invade, voy hasta el armario pequeño que poseo y del ultimo cajón saco una caja pequeña que coloco encima de mi cama a la cual destiendo.
Voy a mi ordenador e inmediatamente ingreso a una página de contenido pornográfico, subo el volumen de los parlantes y le doy reproducir a un video. Como os mencione el mini-departamento se encontraba tan escondido que los sonidos no llegaban a otros vecinos por lo que no había problemas si subía el volumen.
Escucho unos suaves golpes a la puerta en medio del sonido de la computadora.
-Ya voy, un momento.-alcanzo a decir pegado a la puerta.
Antes de abrir la puerta comienzo a quitarme la ropa hasta quedar totalmente desnudo y ya con mi verga dura por la situación. Giro la perilla para recibir a esa niña pero sin exponerme del todo, solo asomando mi rostro por un lado de la puerta.
Al abrir la puerta logro contemplar a Nayhelli, tan pequeñita como siempre pero ahora venía por cuenta propia tal como Dios la trajo al mundo. Esto termino por endurecer al máximo mi miembro.
-Pasa, puedes sentarte en la cama.
La niña medio curiosa por el sonido que emitía el ordenador, el cual era de la película porno que estaba dando en ese momento, ingresa lo suficiente para que yo pueda cerrar la puerta y colocar el seguro.
Rápidamente voltea y me ve también totalmente desnudo por lo cual al parecer se asusta y retrocede.
Me dirijo hacia el interruptor y apago la luz de la habitación.
-Porque apagas la luz, tío?- pregunta.
-Porque vamos a jugar a algo muy divertido.-le respondo.-Si, un juego muy divertido.
-Frotar?-pregunta algo desconfiada la niña.
-Esta vez, no- respondo,- pero ya basta de preguntas, te lo voy a mostrar con un ejemplo, ven siéntate aquí a mi lado.
La llevo de las manos hasta la cama y la siento a mi lado. Logro abrazarla por un lado para de esa forma poder acariciar sus caderitas y sentir la suavidad de su piel de niña.
-Mira atenta el video, así como vimos tus videos, ahora me toca a mí.- señalo la pantalla que en medio de la oscuridad destacaba.
El video trataba como tantos otros que existen sobre una actriz porno que se llevaba a un tío a su casa y luego este se la follaba analmente.
Por momentos la calentura me ganaba mientras veía como culeaban a la actriz y pellizcaba las nalguitas de Nayhelli con deseo animal a lo que ella se apartaba, pero yo volvía a atraerla hacia mí.
Cuando por fin acaba el video que era algo corto por ser un resumen del video original me dirijo hacia ella.
-Ya lo viste, Nayhelli.- le digo levantándome.- Vamos a jugar lo que vimos en el video.
-El video?-pregunta inocentemente.
-Si, Yo tengo un pene como el señor del video.- le digo masturbando mi verga en frente de la niña.- Y te acuerdas donde lo metía?
-…-la niña no respondía, quizás le parecía muy sospechosa la situación y desconfiaba.
Aguarde unos momentos, sin dejarme ganar por la tensión. Hasta que reflexione y decidí decir:
-Anda, que no te de vergüenza…
Nayheli me mira un momento y levanta su manita.
-…Aquí..?-pregunta lentamente señalando su colita.
-Muy bien, Nayhelli.-respondo efusivamente.- Voy a meter esto…- masturbando mi verga no puedo evitar titubear de la emoción.-…Ahí… -señalando su colita.- Ya verás que nos vamos a divertir como los del video, viste … a la chica del video… como gritaba que le gustaba y no quería que se lo sacaran?… Así te va a gustar…
-Pero… tio..-replica.
-Si?.-pregunto.
-Por ahí…-empieza sin saber si continuar.
-Ah, si- respondo.- sé que por ahí haces tus necesidades, pero ya las has hecho, no?
-Si.- responde ella.
-Entonces no hay problema.-respondo.- Podemos jugar sin problemas. Va a gustarte, sube a la cama, anda.
La niña obedece y sube la cama mientras yo también me echo a un costado y tomo la caja que estaba al centro.
-Para que es eso, tio?-pregunta Nayhelli curiosa.- ¿Qué hay adentro?
-Buena pregunta.-respondo.- Mira.- digo abriendo el contenido a su vista.
Al interior de la caja se encontraba el consolador que use en anteriores ocasiones, un frasco de lubricante y unas bolas chinas, lo último recientemente adquirido por recomendación de un amigo que logre conocer por internet que compartía estos gustos y al saber de mi cercanía con las niñas se ofreció a darme tips y consejos a fin de que luego pudiera compartir alguna de mis experiencias.
-¿Qué son tío?-pregunta Nayhelli mirándolos.
-Son juguetes, no te dije que vamos a jugar?. Pues estos son juguetes que usaremos.
-¿Porque?-pregunta.
-Porque mi pene es muy grande para que entre en tu colita.- digo volviendo a acariciar su caderita- Así que vamos a practicar, primero con esto. Ahora voltéate.-ordeno.
Acomodo a Nayhelli en posición de perrito.
-Listo, vamos a practicar, vale?- le digo.- Vamos a echarte esto.
Abro el frasco de lubricante y comienzo a echar en su anito copiosamente. Nayhelli reacciona y al principio quiere apartarse.
-Vale, no pasa nada, es solo para que no te duela, de acuerdo?-pregunto.
La niña obedece y se queda quieta de nuevo. Inmediatamente tomo una de las bolas chinas y le echo un poco de lubricante, la acerco a la entrada de su anito y comienzo a presionar poco a poco.
-…Tio…-Noo.. -la niña intenta apartarse pero yo la sujeto y la obligo a ponerse de vuelta en posición de perrito.
-Vale.. Tranquila, no pasa nada… Sé que te incomoda…pero ya te acostumbraras…
-No tio… no quiero…-repite Nayhelli.
-Nayhelli, te digo que obedezcas, no te va a molestar pronto…-respondo.
-Se siente feo… tío… sácalo…-pide Nayhelli.
-Ya estoy perdiendo la paciencia…Obedece y quédate quieta!-ordeno de manera firme.
La niña solloza por momentos, al parecer asustada por lo que sucede, aunque yo decido no dar marcha atrás, me encontraba en abstinencia de mi Anita y no pensaba esperar hasta el sábado. Nayhelli debía pagar por mi calentura.
Ya habiendo logrado introducir en ella cada una de las bolas me dirijo hacia ella.
-Ya está, ves que no estuvo tan mal..-le digo dándole unas nalgaditas.
– Tío.. Siento como si quisiera ir al baño, pero no puedo…-me dice sollozando.
– Ya te va a pasar, se está acostumbrando poco a poco para que pueda meterte mi pene sin problemas.- le digo acariciando su caderita. Me acerco a mi ordenador y reproduzco el siguiente video- Ahora ven.
La levanto y la coloco encima de mí, empieza a reproducir el video mostrando una escena en el cual los actores asumen la pose 69.
-Ven, aquí, vamos a imitar el video Nayhelli, haz exactamente igual que la chica de ese video y yo voy a hacer lo mismo contigo.- digo sin esperar respuesta ya levantándola para poder lamer su rajita.
-Tío…- empieza ella algo tímida. Mientras yo no dejo de manipular su rajita a pesar que ella se resistía por momentos.
-Anda no seas tímida y obedece, chúpalo como si fuera una paleta.- le ordeno haciendo el movimiento para acercar mi verga totalmente erecta a su rostro.
Nayhelli empieza a palparlo con sus manitas con algo de desconfianza, al parecer no se creía mis palabras y reaccionaba de manera temerosa ante todo lo que hacíamos.
Sin embargo ya había llegado muy lejos para dejar que su temor se interpusiera, comencé a hacer movimientos de tal forma que le acercaba mi verga a su boca.
-Anda, chúpalo… obedece ya.- le digo con molestia. –Hazlo como sale en el video.
Nayhelli algo más temerosa de mi reacción comienza a introducir la cabeza de mi verga en su boquita, inmediatamente la saca escupiendo.
-Sabe feo…tío…-dice sollozando al mismo tiempo que yo seguía lamiendo su rajita
-Anda… Continua, que lo estás haciendo bien…-le digo.- Ves como yo te hago sentir bien por aquí?
Nayhelli no responde y vuelve a introducirse mi verga en su boquita y así comienza a lamer y chupar formando ambos la imagen del ordenador en la realidad. Estaba haciendo un 69 con una niña de solo 5 años. A pesar de ser tan pequeña ella nos las arreglábamos para lograrlo.
-Te gusta?- pregunto repentinamente invadido por la excitación.- Te gusta lo que le hago a tu rajita? Responde.
-No se…-responde ella confundida.
-Aun te duele?-pregunto sobándole su colita que aun tenia las bolas dentro.
Me levanto y cambiando de posición la coloco encima de la cama y me dispongo a lamer su rajita directamente mientras ella solo me observa como me comía esa rajita divina con total pasión.
Hasta que ya pasado un rato no pude aguantar la excitación y decido ir por fin a lo que estaba esperando desde que la traje a mi habitación.
-Muy bien Nayhelli. Voy a quitártelo para que ya no te moleste.- le digo mientras la coloco en posición de perrito para poder quitarle las bolas chinas.
Una a una las fui sacando jalando del ojal.
-Tío…-por momentos me decía Nayhelli entre incomoda y aliviada ya sea por el placer o la incomodidad de sentir como salía de su anito.
-Listo.- dije cuando por fin logre retirarlas todas y colocar el juguete a otro costado, contemplando lo abierto que había quedado su anito ante semejante invasión.- Ha quedado muy bien, Nayhelli, ya casi estamos listos.
Con el consolador que tenía a mano comencé a introducir y explorar en su anito poco a poco y veía como se adaptaba a ese grosor.
-No tío… Duele…-me decía ella.
-Ya… ya va a pasar. Solo estoy jugando.-la calmaba mientras intentaba dejar una parte dentro de su agujerito.
-Duele…-me decía tratando de apartarse.-Tío… Duele.
-No pasa nada, ya lo quito… Mira vez, ya lo saque.- digo mientras le muestro el consolador.- Pero en vez de eso, Vamos a comenzar con nuestro “jueguito especial”.
Esparzo más lubricante en su anito mientras la retenía para que no se moviera.
-Ya vamos a comenzar, además eres tú la que querías que dejara lo anterior y jugáramos a esto. –le decía excitado y con la verga a reventar.
Terminado tomo el resto de lubricante y lo echo sobre mi verga preparándola y apuntando hacia esa tierna niña.
Mientras en la pantalla el video cambio a otro donde los actores follaban. Acomodo a Nayhelli boca arriba mientras la obligo a abrir su piernitas lo más posible dando como resultado la pose del misionero.
-Abre bien las piernas.- le decía.-anda, ábrelas bien. Si no lo haces te va a doler más.
-Me va a doler?-pregunta la niña.
-Sí, Te va a doler muy feo.- le advertía.
Echada al borde de la cama Nayhelli abría sus piernitas exponiendo su panochita y su anito a mi vista mientras yo me acercaba con mi verga totalmente tiesa.
-Vamos a comenzar con “el jueguito” mi amor.- le digo mientras colocaba la punta de mi verga en su anito y hacia presión en aquel agujerito ya más dilatado por el tratamiento previo.- Uyy… Mi amor…ya está entrando…- decía mientras me abría paso poco a poco en su agujerito.
-Mmmm…-se quejaba Nayhelli ante la invasión de su anito. Logre meter la cabeza de mi verga con cierta facilidad pero hasta ahí llegaba, la nena era muy pequeñita al parecer para resistir mi miembro en plenitud. Sin embargo el placer de sentir su anito ahorcando mi verga y tratando de expulsarla era algo inimaginable, no hay nada como sentir esa estrechez en la verga.
-Poco a poco…-decía en respuestas a sus quejidos. Deseaba seguir introduciéndosela pero tampoco deseaba hacerle más daño ya que quizás su anito necesitaba más entrenamiento por lo que decidí solo penetrarla hasta ese punto. Sin embargo eso no impidió que siguiera moviéndome en su anito.
Entraba y salía de Nayhelli suavemente sin desear hacerle más daño, quizás en otro tiempo la excitación no me hubiera permitido dominarme y hubiera terminado por penetrarla totalmente, como ocurre en tantas otras ocasiones nefastas donde se puede terminar ocasionando heridas mayores, en ese momento hacia lo posible por controlarme y a la vez disfrutar de ese agujerito.
-Tío… Me duele…!!- sollozaba Nayhelli, abierta en dos conmigo encima de ella y la punta de mi verga clavada en su anito.- Me duele…!!
-Shhh.. shhh…calma mi vida, solo estamos jugando… no te preocupes ya va a pasar el dolor…mientras hacía esfuerzos para moverme y a la vez evitar que mi verga se saliera.
Debía controlar a Nayhelli para que esta no se moviera ya que debido al dolor no paraba de tratar de moverse cada vez que introducía un poco más mi verga.
-Nayhelli!, Si no te calmas va a demorar más!- la reprendía mientras la hacía de las manos y evitaba que se moviera.
Poco a poco comenzaba a dominarla con lo cual al final ya dejaba de resistirse y solo sollozaba de cuando en cuando, quizás resignada y esperando que todo acabara ya.
-Buena niña… así… ohhhh… déjame… acabar…-balbuceaba por la excitación al por fin poder disfrutar de su anito sin interrupciones. Mi excitación fue en aumento y hasta tal punto que ya a punto de acabar mi verga se sale de su anito pero en lugar de intentar colocarla de nuevo me masturbo enfrente de ella.
-Eso… es… ohhhhh…. Has sido una buena niña…-le digo mientras me corría apuntando hacia su panochita para poder llenársela de semen.
Nayhelli se quedó quieta un instante mientras yo aún me limpiaba en su panochita los restos de mi corrida.
Regreso al ordenador y decido cambiar a uno de su programa favorito mientras me dejaba caer en la cama algo agotado pero satisfecho.
Nayhelli aunque aún gimoteaba por lo ocurrido al ver que al parecer ya había acabado todo comienza a concentrarse en ver la pantalla abrigándose con las sabanas.
……………………………..
Era madrugada aun cuando me desperté para ir al baño, había dejado ya el ordenador apagado, cuando regresaba del baño aun con sueño y me dejaba caer pesadamente en mi cama recordé que al lado mío tenia a una niña de cinco años que al parecer dormía plácidamente.
Levante las sabanas un poco para así contemplar su pequeño cuerpo desnudo y deleitarme con esa imagen. Rápidamente comencé a sentir como se me destacaba una erección considerable.
Quite las sabanas por completo y procedí a tomar el lubricante y rociármelo en mi verga mientras echaba un poco en la colita de Nayhelli que al parecer aún seguía dormida.
-Eso… es… voy a darte un agradable… buenos días…- repetía para mí con excitación mientras abría sus caderitas los máximo posible y asomaba mi verga erecta a su anito.
Mi verga se abría paso a través de esa niña, esta vez con un poco más de dificultad pero logre asentar nuevamente la cabeza de mi miembro dentro de esa nenita.
Fue en aquel momento que Nayhelli despertó, cuando me encontraba con la punta de mi verga dentro de su anito presionando por avanzar más. En aquel momento mi somnolencia había desparecido y me encontraba totalmente concentrado en esa niña.
-Tío!… ¿Qué haces?..-pregunta al verme.
-Estoy jugando…ohhh!…si, solo jugando… Nayhelli…-balbuceo.
-Auchh… tío… no!.. Duele!!…. No quiero jugar… tío.-se quejaba Nayhelli.
-Pues es lo que haremos toda la semana… Nayhelli, jugar y jugar…-le decía excitado mientras intentaba seguirle introduciendo mi verga.
-Nooo… Tío…!-empezaba a llorar Nayhelli mientras mi verga poco a poco avanzaba en esa niña.
Ya con la mitad de mi verga dentro de su anito el placer iba en aumento, me dolía la verga al sentir su agujerito repelerme, pero era un dolor con una carga inmensa de placer proveniente de esa estrechez.
-Ya falta poco mi amor… shhh…- le decía al oído de Nayhelli que sollozaba y gimoteaba mientras la sujetaba para evitar que se moviera.- Solo falta un poquito…
Los lloriqueos volvieron cuando volvía a presionar queriendo finalmente meterle toda mi verga, ya no aceptaba razones dentro de mi mente invadida por la locura de placer que experimentaba.
Si algo de humanidad quedaba dentro de mí era para no tratar de meterla toda de un tirón, presionaba solo lo necesario mientras me abría paso y lograba introducir toda mi verga entre sus lloriqueos.
-Ohhhh!!…Ohh por Dios…-lograba balbucear de dolor y placer al sentir mi verga totalmente dentro de esa niña que lloraba de dolor al sentirme dentro de ella.
Poco a poco fue calmándose y resignándose al sentir que no dejaba de sujetarla para que no se moviera.
-Eso es… buena niña… ohhhh…ya te iras acostumbrando a nuestro jueguito…-le decía al oído por momentos más concentrado en experimentar el torrente de sensaciones que me venían.
Al final de todo Nayhelli solo gimoteaba y de cuando en cuando me soltaba un sollozo, pero no daba signos de oposición, aunque quizás hubiera sido difícil ya que la tenía muy bien sujeta.
Pasado un rato sentía que me venía y trate de sacar mi verga, al hacerlo me masturbe y termine corriéndome en su anito el cual estaba muy dilatado después de lo sucedido.
-Ohhh… Nayhelli.-decía al correrme- a partir de ahora, vamos a disfrutar toda la semana con nuestro nuevo jueguito. ¿Si Nayhelli?..
– ….-la niña no responde.
-Te he preguntado, responde.- le dije seriamente.
-Si tío.- responde al fin.
-Asi me gusta. Me agradan las niñas obedientes.- le respondí con una caricia en su cabecita.
Ya se veía en el reloj marcar las 7 de la mañana. Me levante y como no tenía sueño decidí preparar el desayuno. Deje a Nayhelli observando su programa favorito en mi ordenador.
Ese fue el relato de lo sucedido ese primer día y noche junto a Nayhelli. Aún faltaban otros seis días y cinco noches junto a esa inocente niña. Os diré que prácticamente durante aquellos días fue una luna de miel junto a esa niña, la dejaba ir desnuda o solo usando sus braguitas, no permitía que se vistiera para así poder apreciarla. La mayor parte del tiempo la pasábamos en mi cuarto entrenando su anito una y otra vez mientras mirábamos porno desde mi ordenador.
La filmaba y sacaba innumerables fotos durante nuestros “juegos”, no la dejaba sola ni siquiera para ir al baño donde solía bañarme junto a ella. Si la dejaba vestirse era para usar trajes que había conseguido para ella y así me ayude a grabar algunos inolvidables videos junto a ella, de caperucita roja, de ángel, de princesa y muchos más, pero eso… eso será motivo de… otros pequeños relatos, en los cuales contare sobre cada precioso día junto a Nayhelli en aquella semana que merece una pequeña saga aparte. Hasta entonces.
PD. Agradeceré sus comentarios, sean buenos o malos, me dan más ánimos para seguir contándoles todas mis experiencias. Me siento muy contento de haberlo hecho ya que así he llegado a conocer varias personas que se han mostrado deseosas de compartirme sus experiencias.
PROXIMO RELATO: Anita 4
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