Confesiones del Padre Arturo: Romina 2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por PadreArturo2.
Llego el viernes y ello significaba un encuentro mas con Sofi, sin embargo cuando me encontraba cerca del lugar pude percatarme que su prima que siempre la dejaba sola los viernes en esta ocasion no salio de la quinta a la hora usual. Algo intrigado y sorprendido por ello decidi esperar hasta 1 hora mas tarde pero al ver que seguía sin salir del lugar fue cuando por fin me rendi, pense que lo mejor seria no arriesgarme mas y concluir que quizas este viernes la suerte no estaba de mi lado. Regrese a la parroquia aun pensando en ello pero tambien con una parte de mi cabeza pensando y preguntándome si el dia de mañana daria resultado lo que habia planeado.
…………
Al dia siguiente tome prestado el auto que el Padre Eugenio usa para movilizarse en algunas ocasiones,quien ahora se encontraba ocupado con otros asuntos dentro de la parroquia. En el auto me dirigi hasta la feria de la ciudad la cual como todo sabado estaba colmada de gente en especial de niños y niñas jugando en las atracciones, comiendo dulces y demas golosinas. Era un dia soleado y caluroso y estacione el auto muy cerca al lugar que tenia preparado, no era un estacionamiento sino una zona agreste por lo que no podia quedarme mucho tiempo ya que si alguien descubria que yo me encontraba ahi de seguro me caeria una multa como minimo. Saque mi mochila donde llevaba lo necesario y emprendi la marcha.
Cerca a una de las atracciones se encontraba una niña muy bella de tez blanca y hermoso cabello rubio adornado con un liston, llevaba un top y una faldita color rosa que le conferian un aura angelical. Con curiosidad se acerco a un espacio entre los stands(puestos de atraccion) 8 y 10 los cuales estaban llenos de niños, ella buscaba el stand 9 pero por todos lados solo veia numeros pares, al parecer en aquella feria no habian stands de numeros impares. Ella se acerco un poco mas aun rodeada de otros niños que iban de un lado a otro junto a algunos papas y mamas que los acompañaban a la parte lateral del stand 10 la cual tenia una flecha dibujada toscamente indicando el numero 9. La flecha conducia a un pequeño callejon el cual la niña siguio con desconfianza pero curiosa por saber que habia mas alla, despues de todo le habian indicado que llegara al stand numero 9 de la feria que ahi se divertiria con su oso Teddy y lo mejor es que su amiguita Sofi tambien estaria ahi, iban a divertirse mucho soprendiendola. Apresuro el paso hasta llegar al final del callejon el cual daba con la parte agreste del parque, normalmente lugar donde jugaban los niños y mas alla unas mesas donde seguro merendaban las personas pero con la llegada de la feria este habia perdido a su publico habitual. Muy cerca habia una mesa rustica que seguramente era usada por los visitantes del parque, sobre la mesa habian dos vasos de refresco y dos pasteles para cada uno de los asientos y un papel que indicaba: PARA SOFI Y ROMINA.
Romina se entusiasmo y penso que de seguro no tardaria en llegar Teddy , deseaba saber donde estaba Sofi y la busco mirando alrededor ya que deseaba poder comer el pastel junto a ella, fue esperando al igual que yo ,que me encontraba muy cerca, durante un buen rato pero Sofi no llegaba y el calor era abrazador. Llego un momento en que no pudo aguantar y decidio entonces que no estaria mal si solo bebia un sorbo de refresco para poder calmar la sed que la agobiaba. Tomo el vaso lleno de refresco de uva dispuesta a beber solo un sorbo pero al sentir que realmente estaba bueno se bebio casi todo. Con su sed ya calmada volvio a sentarse a esperar que Sofi llegara para probar el resto de la merienda.
Poco a poco empezo a sentir que le era mas dificil mantenerse despierta y por momentos comenzaba a cabecear hacia un lado del asiento. No podia mantenerse despierta, el sueño poco a poco la iba venciendo. Se apoyo encima de la mesa para resistirlo , pero era mas fuerte que ella y la fue sometiendo hasta quedar profundamente dormida…
……..
Manejaba con prisa hacia el colegio con la niña en el asiento posterior sedada. Había logrado que ella cayera en la trampa (todo lo anterior narrado fue mi perspectiva de lo que pensó ella y en base a lo que había logrado observar ya que la espiaba muy de cerca de donde se encontraba) y ahora solo quedaba consumar el acto. Cuando logre llegar a la calle estacione muy cerca y en cuanto me cerciore que no hubiese nadie cerca cruze las puertas del lugar con la niña en brazos, era como cargar un pequeño angel en sueños. Cruce el patio principal con direccion a la pequeña capilla con impaciencia , la niña olia muy bien y eso solo lograba excitarme mas. Como dije dificilmente podria encontrarse una niña de su edad tan perfecta y hermosa como ella.
Ingrese a la capilla cerrando la puerta por dentro y me dirigi hasta la pequeña habitacion que tenia. Abro la puerta e ingreso dentro llevando a Romina en brazos, la deposito sobre el sillon y regreso al auto para traer las demas cosas. De mi mochila logro sacar una filmadora la cual habia pedido prestada a un amigo, siempre habia logrado grabar mis encuentros con Anita y Sofi, pero en esta ocasion deseaba hacerlo con otros planes que ya os contare despues y para ello lo ideal era conseguir algo que me generara una mejor resolucion que las camaras normales de movil y/o portatil.
Con la filmadora comence a grabar cada parte de su cuerpo, deteniendome para enfocar algunos lugares como sus pechos los cuales empece a acariciar con descaro, los apretaba y masajeaba por encima de su ropa, luego bajaba hasta su faldita y la levantaba para poder apreciar sus braguitas; me arrodille y hundi mi rostro en ellas de esa forma pude por encima de ellas oler el tierno aroma de su panochita. Levante sus piernitas y volvi a hundir mi cabeza en ese dichoso lugar, probe su panochita por encima de sus braguitas y palpe con mi mano libre sus pequeños pechitos sin formarse aun , deseaba sentir todo de esa niña, aun no podia creer que porfin la tenia aqui a mi lado, en mis manos, sin ninguna forma de defenderse, no podia esperar mas, no debia esperar mas…
Deje la camara sobre una mesa enfocando directamente hacia donde se encontraba Romina y regrese con ella. Ya con las manos libres, trate de olvidar que atras mio hay una camara y comence a actuar natural, como si lo que iba a ocurrir fuera algo normal; empece acariciando su hermoso cabello, su bello rostro y tocar con la punta de mi dedo esos tiernos labios, era tan linda que no pude resistir a agacharme hasta ellos y besarlos, porfin lograba probar esos dulces labios que no me imagino que en otra situacion pudiera llegar a sentirlos, prosegui besandolos y volviendo a probarlos aun preso por la ternura que emanaba esa dulce niña, pero sabia que deseaba mas, mucho mas que eso; me separe de ellos aun con la vista fija en ella y comence a desabrochar mi camisa ya que habia comenzado a sudar de la impaciencia, hice lo mismo con la niña y levantandola empece a quitarle su pequeño top rosa que llevaba con la respiracion entrecortada de la emocion , una a una cada prenda fui colocandola a un costado de manera ordenada para no arrugarla demasiado; de esa misma manera me fui desnudando fuera del alcance de la camara y colocando mis prendas al costado de las suyas; regrese al mueble y me eche al lado de Romina, abrace mi cabeza contra sus pechitos planos a fin de sentir la suavidad de ese pequeño cuerpo que ahora tenia en mis manos, lami con impaciencia sus pequeños pezones masajeandolos ahora directamente sin ningun pudor, baje deslizando mi lengua por su pequeño abdomen el cual volvi a besar y lamer con gusto hasta llegar a ese dichoso lugar con el cual habia soñado, la puerta, la entrada que cualquier hombre quisiera atravesar y alli estaba frente a mi, deslize mi lengua sobre esa panochita la cual comence a lamer abriendo sus pequeños labios, asi estuve por varios minutos manipulando esa pequeño agujerito casi podia escuchar que Romina murmuraba en sueños, pero no me importo ello con tal de poder tener esa rajita en mis labios.
Dejandola en el mueble me levante y acerque mi verga a esa niña, levante su rostro e introduje mi miembro palpitante de excitacion en su boquita, porfin logro sentir esos labios rodeando mi verga, quizas sin voluntad ya que se encuentra sedada pero me esta dando una de las mejores experiencias que he tenido, manipulo su cabezita para que de esa forma pueda hacerme una paja con su boquita, entra y sale mi miembro de esa boquita, quizas no con tanta rapidez ya que temo ahogarla con ello, restriego mi verga en su rostro limpiandola y la vuelvo a colocar en sus labios; cuando siento venirme retiro mi miembro de su boquita con cierta dificultad ya que deseaba seguir pajeandome en sus labios. La coloco boca arriba en el mueble y me coloco enfrente de ella, levanto sus piernitas y la coloco en posicion de misionero con mi verga apuntando hacia su pequeña rajita dispuesto a atravesar su entradita, empiezo a rozar mi miembro con su rajita y se sentia suavecita, muy suavecita, poco a poco, roce a roce empujaba mi verga en su panochita, era una sensacion increible tener a esa nenita inalcanzable en esa situacion, mientras avanzaba por momentos mi verga se salia debido a que no lograba avanzar mas, pero yo volvia y seguia avanzando poco a poco, lubricaba su rajita pero sabia que tarde o temprano tendria que hacer mi movimiento; estaba listo, joder, lo estaba desde que entre a la pequeña capilla con esta niña, y poco a poco empece a empujarlo con decision hacia esa pequeña abertura sin permitir que resbalara y se saliera hasta que de un tiron logre romper el pequeño himen de Romina. Otra vez volvia a experimentar esa sensacion unica que consiste en desvirgar a una nenita como ella, sentir esa estrechez apretando mi miembro mientras sentia y bajaba mi vista observando un hilillo de sangre salir de ella confirmando que la niña ya no era virgen y habia sido iniciada en el sexo a tan temprana edad, mas aun sin su voluntad me puso a mil y me eche sobre ella para poder sentir su cuerpito junto al mio y de esa forma experimentar la sensacion de estar unidos por primera vez.
Lentamente comienzo a moverme tratando de acostumbrarme a la estrechez de su panochita que me impedia retirar tan rapido mi miembro, deseaba poder acostumbrar su vaginita a mi verga, que pudiera deslizar con mayor facilidad a travez de ella, no fue facil, nunca lo es, pero con mi destreza lograba extender poco a poco su panochita y en unos minutos me permitia acelerar un poco el ritmo, sin embargo tampoco deseaba hacerle un mayor daño, ciertamente era dificil contenerme ya dentro de ese bello angel que es Romina, me sentia un santo que probaba del fruto prohibido de un pequeño angel que se me ha presentando frente a mi, era como si me estuviera cogiendo a ese tierno angel encarnado en una niña tan hermosa y perfecta, la mezcla de sensaciones y la situacion de lo prohibido solo lograba exitarme mas, aun con todo eso no aceleraba mas de lo que podia ya que era muy probable que pudiera ocasionarle un daño que no deseaba, fui acostumbrando poco a poco a su rajita al ritmo de mi cogida, lento pero seguro de esa forma lograba adentrarme en Romina.
Por instantes la oia quejarse en sueños, lo cual me ponia en tension ya que quizas pronto se despertaria, pero era una suerte que no se despertara a pesar de ello. Yo continue con ello y despues de varios minutos de cogerme a esa nena no pude contenerme mas y termine por correrme afuera de la niña, aunque le deje parte en su panochita por la prisa de sacarselo.
Yacia Romina en el mueble con su panochita llena de semen y el rastro de sangre que correspondia a su himen roto mientras yo esperaba recuperarme de ello para continuar; aun no deseaba acabar con ello, si habia traido a esa niña aqui no la iba a dejar ir con una sola cogida.
Una niña como Romina merecia ser cogida varias veces.
Una vez recuperado dispongo a intentar cogerme a 4 patas a Romina levantando su cuerpito y acercandolo a mi, ella resiste estoicamente cada una de mis embestidas mientras yo me encuentro en mi mundo disfrutando del sexo con esa niña tan hermosa. Por momento escucho sus quejidos pero no logro distinguirlos entre el extasis producido por el contacto de nuestros miembros, la niña no sabe lo que sucede y quizas no sepa de esto jamas lo cual me anima a continuar castigando ese cuerpecito con las embestidas mas fuertes que pueda dar…
No tardo mucho tiempo en venirme otra vez y creo que quizas sea esta la vez definitiva por lo que me termino corriendo dentro de esa niña, exhausto por el cansancio caigo encima de ella para luego moverme hacia un costado para no aplastarla con mi cuerpo (no dire que soy muy gordo pero si algo grueso y como todo adulto no podria apoyarme en ella).
Recuerdo que la camara aun sigue encendida y regreso a apagarla, nuestra "faena" ha terminado. Limpio el lugar inmediatamente ya que quizas no me queda mucho tiempo para lograrlo. Procedo a limpiar de Romina los rastros de semen que la cubrían para de esa forma no dejar ningún rastro en ella. La visto al igual que a mí y dejando todo en orden como encontré el lugar procedo a retirarme junto a Romina.
Salimos del colegio en el auto y me dirijo con dirección a la feria pero ya es muy tarde. Espero que llegue a oscurecer y salgo del auto con Romina en brazos y me dirijo con dirección a las bancas donde se durmió ella, la dejo en ese lugar por un momento e inmediatamente comienzo a intentar despertarla.
– Despierta niña, despierta.- trato de despertarla con impaciencia en mi voz. Sigo moviendo sus hombros tratando de que se recobre. Poco a poco la niña hace gestos de irse recuperando de ese letargo. Se quejo por momentos de un dolor en su panochita y sentía al parecer su cuerpito algo adolorido.
– ¿Que sucede…?- pregunta con extrañeza al encontrarse con el cambio de escenario ya que habia oscurecido y me miraba con miedo.
– Eso quisiera saber, ¿que hace una niña de tu edad en este lugar a estas horas? No sabes que podría pasarte cualquier cosa aquí? – pregunto con voz molesta.
La niña asustada solo atiene mirarme con miedo en su rostro. La tomo del brazo y comienzo a llevarla hasta el auto.
– Señor…¿Quien es usted?.- pregunta con miedo.
– Soy el Padre Arturo, sacerdote de la parroquia. Paseaba por el parque y pude observarte desde el camino. Pudo haberte pasado cualquier cosa. ¿Como llegaste aquí?- pregunté.
Al comienzo la niña no parecía querer decirme algo, solo me miraba y cuando llegamos al auto le dije:
– Sube. Voy a llevarte a tu casa, me dirás la dirección porque yo no la sé (lo cual era falso ya que lo sabía pero deseaba que ella hablara). Emprendimos la marcha y guiado por ella pude conducir el auto hasta llegar muy cerca de su casa donde me detuve. Volteo a mirarla y Romina aun permanecía algo temerosa.
– Ahora, iremos a decirle a tu mamá que te encontrabas sola en ese parque.- le dije quitandome el cinturón de seguridad. Romina reaccionó en el instante que escuchó esas palabras.
-No, porfavor, señor…si se lo dice mi mamá me castigará y no me dejará salir nunca a jugar.- imploró Romina.
– Le diré si no me dices que sucedió y porque estabas en ese lugar a esas horas. Como siervo de Dios es mi deber expiar tus pecados.- dije.
La niña al escuchar la seriedad de mi voz se resignó y procedió a contarme todo lo que yo sabía pero volví a escuchar con atención. Detalles del chat que habia tenido con Sofi, con Teddy y porque se encontraba allí. Guardé silencio después que acabó y dije:
– Pues has tenido suerte, pudo haberte pasado algo terrible si te encontrabas con él.
– Terrible?- pregunto ella con miedo.
-Si. Terrible. Esas son malas personas que hacen daño a niñas como tú. Las engañan y cuando se encuentran con ellas nunca vuelven a aparecer.
La mirada de Romina ahora era de un miedo terrible.
-No debiste ir.Has cometido una falta muy grave. Debo decírselo a tu madre.
– Us…Usted prometió no decir nada… Si mi mami se entera…- comenzó Romina.
-Pero no puedo dejar esto así.Dios exige una satisfacción. Debes encontrar alguna forma de lavar un pecado como éste.- digo. En silencio finjo pensar mientras Romina me mira con atención.
– Bien. Te diré lo que haremos, no le diré nada a tu mami pero a cambio pediras a tu mami que te deje ir a la parroquia a rezar los sábados por la tarde para que podamos limpiar tus pecados. Solo así podrás subsanar tu falta. Has entendido?
Romina no se veía muy convencida, no deseaba pasarse la tarde rezando el cual era un hábito que seguramente no practicaba a menudo.
– Si no lo deseas, puedo ir y decirle todo a tu madre…
-No, señor…digo Padre. No haga eso, ire el sábado a la parroquia.- contestó tomandome del brazo para evitar que bajara del auto. La miré con gesto solemne y asenti.
– Bien, te veré el sábado siguiente en la parroquia, recuerda que si no vas volveré y le contaré todo. Has entendido?
– Si…- atina a contestar Romina.
Ella baja del auto y se dirige a su casa mientras enciendo el motor y me preparo para marcharme de ese lugar pensando en el siguiente encuentro con Romina y lo que podría llegar a suceder, pero eso… eso será motivo de otro relato. Hasta entonces.
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