Confesiones del padre Arturo: Sofi II
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Ha pasado 6 dias desde mi encuentro con Sofi, tuve algunos inconvenientes por faltar a mis clases el viernes pero bien lo valian. No es facil cumplir con todos mis deberes ademas de estudiar. En fin decidí que mañana tomaría la virginidad de esa niña. Era un gran riesgo, pero lo valía.
Conocida la rutina fue mucho mas facil entrar a la casa de Sofi, una vez adentro Sofi me recibio, esta vez llevaba un vestido celeste y tenia el cabello suelto.
Al igual que la semana pasada comenzamos a jugar, ya con mas confianza Sofi se sentia contenta de tener un compañero de juegos, papel que deberia hacer su prima, en algunos momentos jugabamos con sus muñecas o con su gato. En un momento decidi hacerle cosquillas a Sofi, ella rio y se aparto, continue con el juego haciendole mas cosquillas. Al parecer no sospechaba nada asi que segui con mi juego.
Sofi solo reia contenta por el juego de las cosquillas, empezaba a acariciar sus caderitas con mi otra mano.
-Te gustan las cosquillas, eh.- le dije mientras volvia a hacerle lo mismo. Ella se defendia y queria juguetear tambien; hasta que subiendo por su caderitas le di unas palmadas en sus nalguitas, pero ella no se soprendio tanto como esperaba, al parecer seguia creyendo en el juego inocente, decidi que podia tomarme algunos riesgos, tome a la niña sin dejarla huir y la sente en mi regazo, acto seguido procedi a meter mi mano por encima del vestido para tocar su cuerpito directamente.
-Padre, ahi me hace mas cosquillas…jijiji.- reia la niña aun sin percatarse del perverso juego.
-Si Sofi?.-respondi,- que tal aqui?.- baje y acaricie sus pechitos sin ningun desarrollo, ello la hizo reir mas, baje un poco mas, tocaba su ombliguito, ella reia y yo sudando por la presion y la excitacion, pronto mi mano estaba encima de sus braguitas, comence a acariciar su vaginita por encima de sus braguitas.
La niña poco a poco dejo de reir, asustado comence a volver a hacerle cosquillas en las axilas, ella volvio a reir, volvi a acariciarle abajo, cambie a su ombligo, ella reia y luego en sus braguitas, ella se calmaba y luego yo volvia a acariciarle sus caderitas, de nuevo las cosquillas, estuve en esa rotacion de lugares , hasta que ella pregunto:
-Padre.
-Si, Sofi?-pregunte
-Porque me toca mis partecitas?-pregunto Sofi.
Aterrado, pense, ya la cag…, me va a delatar y todo se ira a la mismisima. Pero no se que impulso me dio que volvi a tocarla en sus braguitas y pregunte:
-Te disgusta?.- dije fingiendo una voz casual.
La niña se quedo en silencio por un momento y luego dijo:
-Mi mami dice que nadie debe tocarme en mis partecitas.- dijo mirandome seria.
-Si? Pero dime, se siente horrible?.- volvi a preguntar. Masajeaba lo mas que podia a esa niña con la esperanza de que todo se pudiera arreglar.
-… No lo se. Se siente extraño.-respondio Sofi.
-No se siente bien? Esas cosquillas se sienten rico, no?- pregunte con el corazon en la mano.
-Algo.- respondio la niña confundida, pero poco a poco abducida por lo que sentia.
Volvi a tomar la iniciativa animado por esa respuesta. Ahora no solo masajeaba abajo, sino tambien sus pezoncitos. La niña comenzo a jadear por momentos.
-Dime entonces, como puede ser malo algo tan rico, Sofi?.-pregunte.
La niña no respondio, se dejaba manipular, guiada por mi. Segui asi por momentos hasta que decidi que habia llegado la hora. La solte dejandola a un lado.
-Te gustaron las cosquillas Sofi?.- pregunte.
-Si.- respondio la niña timidamente.
-Muy bien, voy a hacerte mas cosquillas, vamos a tu cuarto.- la lleve del brazo hacia su habitacion, la coloque encima de la cama, ella me miraba algo sorprendida.
-Quieres sentir mas cosquillas, Sofi?.-pregunte con una sonrisa.
La niña asintio y yo acto seguido le levante el vestido y le baje las braguitas, inmediatamente supe que habia cometido un error, ya que la niña se asusto y se sento.
-No pasa nada Sofi, tranquila.- dije con voz casual, pero por dentro sudaba frio.
-Me da pena, Padre.- dijo ella con su voz infantil.
-No tengas pena Sofi. No es nada malo, voy a hacerte cosquillas, se sentira rico. Confia en mi.- le dije.
La niña aun me miraba desconfiada, pero yo decidi que si esperaba no pasaria nada y la acoste otra vez y segui bajandole sus braguitas hasta que se las quite. Ella se veia que queria protestar pero no dijo nada.
Acerque mi rostro para sentir el contacto con su vaginita, la oli y senti otra vez ese olor a niña, que tantas veces probe de Anita , en seguida me destaco una ereccion en mis pantalones. Comence a lamer esa conchita que tenia enfrente mio, levante el rostro para verla, ella reaccionaba instintivamente a mis caricias.
-Que tal Sofi, se siente bien?.- pregunte.
-Si, Padre.- respondio.
-Lo ves, no es nada malo.- le dije. La niña reia por momentos – Te diviertes conmigo Sofi?
-Si Padre.- respondio.
-Te gusta jugar estos jueguitos, Sofi?
-Si Padre- respondio.
-Confias en mi Sofi? Quieres divertirte aun mas?-pregunte.
-Si Padre.- dijo la niña.
Me detuve y fui por mi mochila, saque unas cuerdas. Fue una suerte que al otro lado de la pared el vecino hubiera puesto la musica a tan alto volumen.
-No tienes calor con ese vestido mi amor?.- le dije sacandoselo.
-Algo, Padre.- dijo ella mientras se quedaba desnuda.
-Bien Sofi,.- dije mientras ataba uno de sus brazos. – Vamos a jugar a la Biblia, te voy a atar los brazitos a cada extremo como en la cruz, te acuerdas?.
-Si Padre.- dijo ella mientras yo aseguraba las cuerdas. Previamente puse una sabana adicional que traje a la casa debajo de ella.
-Ahora lo ultimo.- dije bajandome los pantalones y tambien quedandome desnudo.-Ves ahora los dos estamos sin nada, que no te de pena.-Acto seguido volvi a lamer su vaginita haciendole reir, era importante mantener el juego hasta el final.
Mi verga estaba ya cubierta de liquido preseminal, totalmente erecta ante la perpectiva de una niña desnuda e indefensa. Acerque mi miembro a su entradita y empece a masajearlo sobre ella. El sentir el contacto con tan tierno agujerito me tenia loco, poseido por algo mas poderoso que yo.
-Padre, que es eso..jijiji.- rio al sentir el contacto.
-Es para el juego, te acuerdas que clavaron en la cruz. Tienes que ser valiente y resistirlo mi amor.- le dije al oido mientras me ponia sobre ella, agarrando sus piernitas para que no se moviera, ya que sus brazitos estaban inmovilizados por las cuerdas. Poco a poco le iba empujando mi miembro en esa rajita.
-Padre, duele…-decia la niña, Yo lo apartaba por un momento, y volvia a intentarlo, no parecia que fuera a entrar rapido, seguia masajeando mi miembro sobre su rajita,a veces intentando entrar, pero la niña protestaba.
-Va a dolerte Sofi, luego no habra problemas, luego vamos a seguir jugando muy bonito a las cosquillas. – le dije. Acto seguido comence a empujar mi verga, la coloque en su rajita y empuje con algo de fuerza , no hice caso a las protestas de la niña que decia que le dolia, y de un tiron le clave mi verga en esa rajita rompiendo su pequeño himen. Fue una sensacion divina, tener a una niña tan pequeña atravesada con mi verga en su rajita, se derramo un hilo de sangre que indicaba que la niña ya no era virgen.
-Duele!!!…., saque eso padre.. duele…- repetia la niña lloriqueando .
-Ya va pasar. shhhh… silencio Sofi, tranquila, ….ya va a pasar.- jadeaba yo en mi mundo, totalmente ido por esa estrechez que apretaba mi miembro. Su cuerpo se resistia a ese invasor, pero no tenia opcion mas que aguantarlo. Permaneci asi acostumbrando a su vaginita a recibir mi verga en todo su tamaño. Mientras intentaba calmar a la niña que seguia lloriqueando aunque despues de un rato ya no lloraba aunque soltaba un sollozo de cuando en cuando.
Empece a moverme poco a poco cuando senti que mi verga tenia algo de juego en ese agujerito. Poco a poco empezaba el mete y saca y la niña volvia a sollozar pero yo trataba de calmarla.
-No llores princesa, ya no va a doler mas. Ya… casi acabo … ohhhhh.
Ya en ese punto no dure mucho y acabe dentro de ella. Saque mi verga y en la sabana cayo desde su rajita mi semen mezclado con su sangre.
-Calmate Sofi, ya termino. Mira te hare cosquillas.- Limpie a la nena de la sangre y semen que aun salian de ella y comence a lamer su rajita, ella aun lloraba , pero con el paso del tiempo recupero la calma y solo me miraba.- Ves ya paso lo peor mi amor, has sido muy valiente, eres una niña muy valiente. Aun te duele, Sofi?- pregunte.
-Si Padre.- dijo ella secandose las lagrimas.
-No te preocupes, nunca te volvera a doler asi. Lo prometo. Quieres comer un helado?. Ven, he traido uno, vamos a sacarlo de la refrigeradora.
Limpie y vesti a Sofi, luego arregle las cosas que habia usado y las guarde en mi mochila. Servi un helado a Sofi y yo tome otro, ambos comimos y ella se calmo un poco.
No estaba del todo alegre, pero sonrio al despedirme de ella.
Regrese a mi parroquia, algo preocupado sobre cual seria la reaccion, cuando se me ocurrio una idea que ya les relatare en la tercera y ultima parte de Sofi. Hasta entonces.
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